PERSERVERANDO EN LA FE 01
PROSPERIDAD
Iniciaré esta catequesis con una afirmación y con una
pregunta. Todos quieren ser prósperos, esta es la afirmación, y es así porque
nadie quiere ser pobre.
La pregunta, ¿Que es la prosperidad? Hay una respuesta, es mejorar y enriquecerse.
Y esto es lo que persigue el ser humano, porque creo que nadie quiere o le
gustaría quedarse estancado.
Menciono tres nombres de personas que son prosperas a nivel
mundial, uno de ellos el Señor Carlos Slim, de origen mexicano, empresario, en
pocas palabras millonario y seguramente habrás oído hablar de el.
Bill Gates, otro famoso, nada más y nada menos del emporio
Microsoft, de origen estadunidense, millonario, persona próspero.
Amancio Ortega, español, magnate de la industria textil,
millonario y próspero. No menciono más porque estos tres ocupan los primeros
lugares del rating de millonarios.
¿Quieres ser tú como ellos?
Indudablemente todos queremos ser prósperos, todos queremos
mejorar y todos queremos ser millonarios, tu respuesta sin duda es Si quiero
ser como ellos. Siendo así, te invito a que leas la historia de cada uno de los
mencionados y analices tu conducta con respecto a la de ellos.
Otra afirmación, es, tu eres hijo de Dios y por lo tanto
estas llamado para mejorar, para ser próspero en tu vida.
Para ello, te invito a que tomes tu biblia, busca el libro
del Deuteronomio, capitulo 28 versículos del 11 al 12. Lee con atención lo que
el Señor le dice a sus hijos, lo que le
dice a su pueblo, porque el Señor es el padre del pueblo santo y estos lo
conforman sus hijos.
Y dice la palabra del Señor:
Abrirá el Señor para ti su buen tesoro, los cielos, para dar
lluvia a su tierra a su tiempo y para bendecir toda la obra de tu mano; tú
prestarás a muchas naciones, pero no tomarás prestado. Y te pondrá el Señor a
la cabeza y no a la cola, sólo estarás
encima y nunca estarás debajo, si escuchas los mandamientos del Señor tu Dios
que te ordeno hoy, para que los guardes cuidadosamente;…
El Señor te bendecirá, te hará cabeza, bendecirá tu trabajo
y esto será siempre y cuando guardes sus mandamientos.
Ciertamente muchos rechazan la teología de la prosperidad y
otros rechazan la teología de la pobreza, ambos rechazos tienen su razón de
ser, porque los que son fanáticos de la teología de la prosperidad, se olvidan
de lo fundamental y les pasa como le pasó a Lázaro y el rico, Si has leído la
parábola, sabes muy bien lo que sucedió con el rico.
Los que son fanáticos de la pobreza, nunca salen de la misma
y viven todo el tiempo de una manera indigna, no quiero decir con esto que los
pobres son indignos, lo explicaré más adelante. La Clave de la prosperidad está
en el trabajo, porque Dios bendice las obras de las manos de su pueblo.
El dará a la tierra la lluvia a su tiempo, lluvia temprana y
lluvia tardía, para que recojas tu grano, tu mosto y tu aceite.
Cuando lees las sagradas escrituras y profundizas sobre la
vida del pueblo de Israel encuentras sentido a este texto bíblico, recordemos
que el pueblo de Dios fue esclavo del pueblo de Egipto por mucho tiempo, pero
en cuanto Dios los liberó les dio lo que la escritura dice, lluvia, a su debido
tiempo, porque el tiempo es de Dios, no del hombre. Y fue así como el pueblo de
Israel durante su peregrinaje por el desierto
no le hizo falta nada, tuvo alimento,
abrigo, protección, cosechó frutos de la tierra y aprendieron con su
trabajo a sobrevivir ante ciertas situaciones incomodas. Por si fuera poco era
un pueblo rico, que llevaba consigo riqueza, recuerda que fueron capaces de
edificarse una estatua de oro, porque el
Señor los sacó ricos de Egipto, la riqueza de ese entonces también se
media por la cantidad de animales que se tuvieran.
Ponle atención a ello, el Señor no los sacó pobres, llevaban
oro, plata, animales de carga y
animales proveedores de alimento y
materia prima. Cuando se sentían agobiados por el calor del desierto, no les
faltó agua, cuando tuvieron hambre no les faltó el alimento y aun así era un
pueblo que por su forma de trabajar la tierra, era un pueblo que caminaba hacia
la prosperidad, porque Dios no hace a sus hijos pobres, es el hombre el que se
hace pobre.
Dios creador de todo cuanto existe cumple sus promesas a
cabalidad, y cumplió con el profeta Elías con todo cuanto le había dicho, quizás recuerdes
cuando le dice a Elías que se muestre con Acab para ofrecerle la lluvia. La
lluvia en la sagrada escritura tiene un significado importante y significa a la
vez abundancia y prosperidad. También significa renovación.
El pueblo de Israel, el pueblo elegido por Dios, es y a sido un pueblo prospero, a pesar de todas
las vicisitudes por las que pasó, hoy por hoy cuando se posa la mirada en este
pueblo, nos damos cuenta de su inmensa riqueza. Ciertamente hay pobreza, como en
todos los países del mundo, pero esto es cosa aparte y lo veremos más adelante.
Dios no quiere que sus hijos sean pobres, así que los predican la teología de
la pobreza podríamos decir que están equivocados y los que predican la teología
de la prosperidad, también, porque mientras unos se hacen pobres, otros se
enriquecen, y mientras que otros se enriquecen hacen pobres a los demás, la
verdadera prosperidad viene de parte del Señor, pero no solo en el sentido
monetario si no que en muchos sentidos.
Recuerda que la prosperidad no viene de un día de para otro,
salvo que hayas nacido en cuna de oro, o bien hayas ganado la lotería, de una u
otra manera, Dios envía la lluvia de prosperidad tarde o temprano y es para
todos y, es justo en ese momento donde
se debe de aprovechar la bendición de Dios.
Hablar de Israel el pueblo de Dios en la antigüedad es
hablar de prosperidad hoy en día, veamos algo sobre la promesa de Dios a su
pueblo y que hoy por hoy se cumplió y se sigue cumpliendo:
De pueblo nómada se convirtió en Estado. De esclavos y
dominados durante mucho tiempo hoy son un pueblo soberano. Israel es el único
estado judío del mundo. Su capital es Jerusalén a quien Dios prometió
engrandecerla. Actualmente mantiene relaciones diplomáticas con 161 países. Es considerado
como el país más avanzado del sudoeste de Asia en el desarrollo económico e
industrial. Tiene el segundo mayor numero de compañías starup en el mundo y el
mayor numero de empresas que cotizan en la bolsa de Nasdaq fuera de América del Norte. Israel es líder mundial
en la conservación del agua y la energía geotérmica y su desarrollo de
tecnologías de vanguardia en software, comunicaciones y las ciencias de la
vida.
Y paro de contar todo lo que Dios ha hecho por su pueblo, es
por ello que me atrevo a decir que cuando Dios dijo: Y HARÉ DE ELLOS Y DE LOS
ALREDEDORES DE MI COLLADO UNA BENDICION… te digo, simplemente y sencillamente
se ha cumplido.
Todos los que somos cristianos de una u otra manera debemos
estar involucrados en la historia de Israel, porque es ahí donde nace y tiene
su cuna el Salvador del mundo. La biblia misma nos enseña sobre la historia de
este pueblo, que podemos decir que empieza su historia con Abraham hasta llegar
a Jacob, a quien Dios le cambia el nombre por el nombre de Israel para seguir cumpliendo la promesa hecha a
Abraham, quien dejó su tierra para seguir la voz del que le habló. Entonces
podemos deducir con lo expuesto hasta el momento y conociendo un poco de la
historia de Israel que fue hecho un pueblo prospero, que las promesas de Dios
no han sido vanas, porque ciertamente Israel abunda en bienes, en crecimiento
demográfico, en frutos de la tierra y ganado, porque el Señor juró que así
sería, de esto que no quepa la menor duda. Así que teología de la pobreza se
viene abajo, y la teología de la prosperidad también la podemos echar abajo,
porque en el cristianismo ambas se tienen que dar en los hijos de Dios. Te digo
algo más, hoy por hoy, no solo Israel es el pueblo elegido por Dios, ellos
fueron la base, hoy por hoy el pueblo elegido de Dios y para quienes está
reservado el fruto eterno de la abundancia y la vida eterna, es el pueblo
llamado Iglesia, el nuevo pueblo de Israel, fundado por el Hijo de Dios, Jesús.
Y las promesas de prosperidad se seguirán cumpliendo en muchos
aspectos, porque no solo entra en la prosperidad lo material y terrenal sino
que también se suma lo espiritual. Así que ni seas pobre que te mueras, ni rico
que tengas el mismo destino, lo explico a continuación.
El hombre por su propia naturaleza es impaciente y más en
esta era moderna, donde todo se maneja a velocidades rápidas, por ello los
restaurantes llamados de comida rápida tienen éxito, la tecnología en
computación para enviar datos es súper rápida si la comparamos con otros medios
de antaño. Tan involucrados estamos en este fenómeno de la comunicación rápida
que deseamos también hacer dinero rápido. Por ello los empresarios se las
ingenian para sacarles el dinero rápido de los bolsillos a los potenciales
consumidores.
Otro fenómeno es que el hombre ha marcado eras, y cada era
trae consigo el bienestar de las familias, es lo que nos quieren hacer pensar,
la era industrial, la era atómica, la era tecnológica etc. Y en cada era
existente o marcada por el ser humano, se busca la prosperidad individual o
familiar, pero difícilmente la comunitaria. La rapidez de comunicación, de
movilización etc., nos hace pensar que Dios tarda mucho cuando se le piden las
cosas, queremos que Dios actúe de inmediato, que le de respuesta de inmediato
al correo electrónico que le enviamos, que conteste nuestras oraciones de
inmediato, si no, pensamos que no hay Dios. Muchos, pienso, piensan que Dios
esta al servicio del hombre, y no el hombre al servicio de Dios.
Olvidan con prontitud algo muy importante que el dará su
lluvia de gracia a su tiempo, al tiempo de él, esta puede ser temprana o tardía,
sea cual fuere el tiempo, te aseguro que recogerás el fruto y la abundancia
necesaria en el tiempo justo para Dios, que será tu tiempo justo.
Pero, junto a la bendición de lluvias de gracia que el Señor
da, es imperativo que tú trabajes, para lograr tu bienestar, empezar a sembrar
tu prosperidad. Todo trabajo es digno, y hace prosperar al individuo de cierta
manera. El pueblo de Israel recibió su lluvia de gracia justo en el momento y
para ello tuvieron que pasar 400 años, y te digo, en todo ese tiempo muchos
perdieron la fe, otros la mantuvieron, unos se hicieron aliados de los egipcios,
otros trabajaron, pero la verdadera prosperidad les vino hasta que apareció Moisés.
Entonces quizás me dirás que no había que trabajar en ese tiempo porque de
todas maneras no se iba a prosperar, pues bien, te digo, esta fue una prueba
para el pueblo de Dios, una prueba dura que duró 400 años de esclavitud, muchos
murieron, y hubo cambio de generación, pero para entender esto, es necesario el
saber el porque cayeron en manos de los egipcios. Pero ese es otro tema, lo que
quiero dar a entender es que la lluvia de gracia de Dios, se da en el momento
justo.
Hoy puedes estar esclavo de muchas cosas, pero si trabajas,
si clamas a Dios te digo, el te responderá en su momento y serás prospero, no
solo en la economía, si no que también en lo espiritual que es el ramo que le
interesa a Dios, por ello el hijo fue claro al decir, trabajad por el reino de
Dios y lo demás vendrá por añadidura. ¿Que padre le daría a su hijo que le pide
pan una piedra? Salomón fue un hombre prospero, lo mismo que Abraham y otros
muchos que podría mencionar y el hecho de que Jesús haya nacido en un pesebre
no quita el que los hijos de Dios están llamados a ser prósperos.
Trabaja para el reino de Dios, y lo demás te vendrá por si
solo. Trabaja con ahínco en lo tuyo y con fe en el Señor y moverás montañas. Te
digo, de empleado puedes pasar a ser auto empleado, después en una persona emprendedora y más adelante ¿por que
no? En inversionista, Dios quiere tu libertad financiera, pero también quiere
tu libertad total, que no seas esclavo de vicios, y de todo pecado, porque para
ello mandó a su hijo, para que seas libre. Dios te dio inteligencia y simple,
la tienes que utilizar. Te digo, Dios quiere lo mejor para ti en todo sentido,
pero tu, tienes que ser parte fundamental he importante, tienes que poner todo
lo necesario, tu tiempo, tu razón, tu lógica, tus estudios, tu trabajo etc.
Para mejorar, tú como hijo, tienes que superar a tus padres, ser mejor que
ellos y enseñar y educar a tus hijos para que ellos te superen a ti. Fe y
prosperidad pueden ir muy bien de la mano, pero si solo eres un soñador, un haragán,
un bueno para nada, la prosperidad nunca te tocara, y Dios te digo, no te dará
su lluvia de gracia.
Uno de los peores errores en que puede incurrir una persona
prospera es pensar que todo lo que tiene lo ha logrado gracias y únicamente a
su esfuerzo. Se le olvida que es Dios quien le ha bendecido de una u otra
manera, que es Dios el que les ha dado el don de la vida, de la inteligencia,
las herramientas necesarias que Dios ha dispuesto para salir avante.
Otro error garrafal es volverse una persona avara cuando las
bendiciones económicas han tocado a su puerta, Jesús ejemplifico ello en la parábola del rico y Lázaro,
también en el hombre que guardó para sí todas las riquezas. Jesús en ningún
momento atacó al hombre rico, pero
demostró la avaricia de ellos. Cosa que es pecado capital.
Ponte a pensar, si te ganas la lotería, si logras escalar
puestos directivos, si te va bien en un negocio, si de la noche a la mañana tu
proyecto funciona como le ha pasado a muchos, tenemos el ejemplo de los
creadores de facebook, de watsap, y paremos de contar, serías de la noche
a la mañana una persona prospera económicamente,
y más si te haces presidente de la república. Todo está muy bien, pero si así
pasara, también se acercarían a ti, personas que no tienen ni parte ni
herencia, los familiares, los amigos, los compañeros de trabajo, los amigos de
la infancia y juventud, las mujeres, todos ellos, incluyendo a la viuda de la
familia, el huérfano de la familia en fin, paremos de contar, serían muchas
personas, quizás primos lejanos, familiares que nunca conociste, pero al saber
de tu prosperidad económica te buscarían, unos por interés, otros por que
realmente son pobres y necesitan de la mano que hoy sería rica en monedas. ¿Que harías? Muchos se acercarían para
proponerte negocios, para proponerte inversiones, los banqueros serian tus
amigos mientras sueltas la plata, los candidatos a puestos públicos también lo harían,
la mujer que nunca te vio con buenos ojos de la noche a la mañana te vería de
otra manera. ¿Que harías?
La pobreza aleja aun a los amigos, la riqueza te diría tiene
muchos padrinos, y tendrías muchos amigos, podrías comprar lo que siempre
soñaste, comer en los mejores restaurantes, los mejores lugares para pasear, la
mejor ropa, un buen automóvil, en fin paremos de contar. Indudablemente te
llenarías de fama y poder. Imagínate un cambio total. Cierto que algunos han
tenido un cambio total en sus vidas, unos temprano, otros tarde y otros a
tiempo. La pregunta es ¿Qué harías?
El secreto para contestar a la pregunta es fácil, que los
pobres, los huérfanos, las viudas y todo aquel que realmente este necesitado
coma de tu mano, que se sacien, para que el Señor tu Dios te bendiga en toda
obra que tu mano haga. Porque si El te dio o da, es menester dar un poco de lo
mucho. Y te digo, en ello te va la prosperidad.
Sé por experiencia, que cuando das de lo que tienes y aun de
lo que no te sobra, el Señor más temprano que tarde devuelve lo dado con un
poco más. Los escritores bíblicos han dejado testimonio de ello y la historia
de los hijos de Dios a través de los siglos sigue dejando testimonio por
escrito y otros medios de fácil acceso de las maravillas, grandezas que el
Señor hace en sus vidas o ha hecho.
Quizás hoy no te toca la prosperidad, porque el Señor sabe
el porque, pero si te ha tocado, tu sabes muy bien lo que tienes que hacer.
Recuerda algo elemental, siempre y mientras el ser humano dure sobre la faz de
la tierra, habrá pobres por miles y así mismo habrá ricos, que serán los menos.
Hay pobres, porque algunos han elegido ese estilo de vida,
otros porque no han sabido buscarse las oportunidades o no aprovechan las que se les han presentado, otros porque
los ricos han abusado de tal manera que son dueños absolutos de la riqueza,
otros porque la calamidad ha tocado a sus puertas en forma diversa, pero te
digo, esto no es excusa, porque los hijos de Dios están llamados a la
prosperidad y así como Job, que lo tenia todo, era inmensamente rico, cuando la
calamidad lo toco, se supo asir de la mano del
Señor, tener fe en el Señor y el resultado tu lo conoces. Lázaro, el que
no podía comer ni de las migajas que caían de la mesa del rico, fue
inmensamente prospero porque le fue dado el Reino de Dios, la Vida eterna que también
es una prosperidad por la que debes trabajar, Dios ya dio la herramienta
necesaria en Jesús su hijo, ahora te toca a ti. Busca primero las cosas del
Reino del cielo y no seas como el joven rico que no pudo seguir a Jesús para su
prosperidad eterna.
Otro error de los que aun no logran la prosperidad es pensar
y creer que nacieron pobres y pobres morirán, que solo necesitan el pan de hoy,
se les ha olvidado que Dios ha hecho al hombre administrador de los bienes
terrenales, que el hombre es el señor de las bestias, de las aves, etc. Piensan
muchos, que Dios quiere un destino de pobreza para ellos, pero no es así,
porque sí así fuera, entonces el pueblo de Israel sería el pueblo más miserable
en la faz de la tierra.
Te digo, Dios te ha dado un poder infinito y este poder
infinito es la inteligencia, las aptitudes natas o aprendidas a los largo de tu vida y lo
único que tienes que haces es trabajar en ello, eso sí, contando y teniendo
presente todo el tiempo que es Dios quien te da la oportunidad.
A muchos, Dios les ha abierto puertas, les ha dado
oportunidades, muchos las desperdician. Lamentado toda su vida, ejemplo, el
pueblo de Israel perdió la oportunidad de llegar a la tierra prometida, porque
perdieron la fe y se entregaron a la bacanal de placeres, fueron otros los que
aprovecharon la oportunidad, es decir, una nueva generación. Muchos murieron en
el camino por su falta de fe, por la falta de no saber aprovechar la
oportunidad que tenían frente a si.
Si tú estas bien, no te olvides de Dios, si tú estas mal, no le eches la culpa a Dios, al fin
y al cabo el hombre es el labrador de su propio destino. David no pudo
construir un templo a Dios, perdió su oportunidad. Judas no logró la vida
eterna, perdió su oportunidad. Muchos han perdido su oportunidad y hoy por hoy
lo lamentan, y hasta se olvidan de ser cristianos.
Se olvidan de alegrarse y regocijarse por lo que Dios da,
inteligencia, sabiduría, salud, manos, pies,
personas que apoyan etc. Se olvidan que Él da la lluvia de gracia y que
esta es para todos, para el que quiera aprovecharla, porque Dios te digo, nunca
te ha negado su lluvia de gracia, ya sea temprana, a tiempo o tardía según tu
tiempo, pero lo que si te digo, es que no esperes milagros bajar del cielo,
eres inteligente, aprovecha ese don, eres sabio, aprovecha ese don, tal y como
lo hizo el Rey Salomón, tienes salud, aprovéchala, tienes manos y pies aprovéchalo
y si no es así, toma ejemplo de muchos discapacitados que han sabido aprovechar
los otros dones que Dios les ha dado. No te quejes y se prospero, porque te
digo, Dios no quiere ni desea que sus hijos sean pobres.
Sobre las parábolas mencionadas con anterioridad , da la
impresión de que la riqueza es pecado, porque el mismo Jesús dijo, es más fácil
que el camello pase por el ojo de una aguja que el rico al reino de los cielos,
da la impresión de que es un llamado a la pobreza, como cuando el joven rico no
quiso vender sus bienes y repartirlo entre los pobres. No está indicando pobreza
en absoluto, si no más bien está poniendo a prueba al joven, y aclara donde
está el corazón de este.
El peligro de la gente que prospera es que endurece su
corazón y se olvida de la caridad, se olvida de los pobres, es ello lo que Dios
condena, por ello la palabra de Dios es clara cuando dice: Con generosidad
darás, y no te dolerá el corazón cuando des, ya que el Señor tu Dios te
bendecirá por esto en todo tu trabajo y en todo lo que emprendas.
No olvidemos que Dios también vela por los pobres, por medio
de los ricos, ellos vienen a ser por así decirlo, instrumentos de Dios para
repartir bendiciones. Y tú si hoy eres una persona prospera, pues con justa
razón tendrías que dar de lo mucho que Dios te da.
No lo guardes para ti solamente, y aun, si quieres ganar
bendiciones porque Dios no miente, aun en tu pobreza si lo eres, comparte de lo
que tienes con el pobre o el que es más pobre que tu, porque te digo, aun los
hijos de la calle, los que no tienen nada, los que no tienen donde recostar su
cabeza, donde no tienen abrigo, hay quienes tienen más, quizás un mendrugo de
pan y aun así te aseguro que si lo reparten, entre el que no tiene nada, este
ganará bendiciones en esta vida y en la otra.
Por cierto, te recomiendo que leas un libro o veas la
película que lleva el mismo nombre que se llama dialogando con Dios, así
entenderás un poco más lo que quiero decir. Y te advierto, si llega la
prosperidad a tu vida, nunca, pero nunca te olvides de los pobres, porque Dios
te lo demandará, hasta me atrevo a decir, que los pobres están para prueba de
los que tienen,
Si eres pobre, no te quedes en ello, lucha según las normas
y leyes de Dios para salir de ello e imponte a ti mismo avanzar día con día,
semana a semana, mes a mes, año con año, hazlo poniendo tu fe en Dios y en ti
mismo, porque todo es posible cuando se tiene fe, y es más, te digo, la
prosperidad también tiene que ver con la fe. Y mientras perseveres en la fe,
notaras los resultados.
Cuando el señor dijo que el hombre se hiciera señor de todas
las cosas terrenales, lo dijo a manera de que el hombre pudiera administrar los
bienes terrenales y de esa manera poder sobrevivir, tanto en el alimento,
vivienda, salud, vestido etc. Pero el hombre a través de la historia ha hecho
todo lo contrario, se ha esclavizado de tal manera que hoy por hoy vive para
depredar el planeta en que vive, el rico buscando la manera de hacerse más rico
y empobrecer a los pobres cada día más. Las formas de esclavitud han cambiado y
hoy se esclaviza al hombre por medios
económicos.
El hombre en su afán de riqueza no le importa destruir su
hábitat y es por ello que hoy la tierra está sufriendo. Los cambios climáticos
se acentúan pero al hombre no le importa mientras sus arcas se sigan llenando
de dinero, el rico domina a los pobres, les procura salarios bajos, horarios de
trabajo extenuantes, en muchos casos condiciones de trabajo infrahumanas,
prestaciones laborales muy pocas, atención medica en muchos de los casos nula.
Si un trabajador se enferma casi obligado el despedido. El rico ha endurecido
su corazón y busca monopolizar de una u otra manera toda la productividad de un
país. Mientras más empresas tenga mejor. Esto en cierta forma no es malo, el
mal está en su proceder, el dominar al pobre, para explotarlo. La bendición de
Dios, la está mal utilizando. El deudor es esclavo del acreedor. Deudores hay
muchos, porque en su pobreza, lo único viable es el endeudarse.
Según la teoría de la prosperidad, no deberían de haber
pobres, por lo tanto esta teología fracasa, por una sencilla razón, el ser
humano no actúa como lo hacia la iglesia primitiva, donde todos ponían en común
todos los bienes. Hoy es al contrario, sin un pobre prospera, cambia su
mentalidad y hace lo que todos hacen, dominar a los que están por debajo. Por ello
lo malo de la riqueza estriba en la dureza del corazón de quien prospera.
Quizás por ello el Señor no permite tu prosperidad, porque conoce tu corazón. Y
prefiere que ganes la vida eterna y no la muerte eterna.
Lo que si te digo es que ambas teorías, la de prosperidad y
la de la pobreza, son equivocadas, primero porque prospera el que quiere serlo,
buscará las maneras adecuadas y legales de hacerlo, tendrá fe en los proyectos
que emprenda, segundo, el que es pobre lo será porque quiere serlo y maldecirá
a Dios todo el tiempo, no dándose cuenta que el mismo individuo es causa de
ello, tercero, pobres siempre habrán y
ricos también. Pero te digo, Dios no quiere que tu seas pobre, el quiere que tu
seas una persona prospera en la salud, lo económico y el amor aunque no lo
creas.
Es por ello que te insto a que procures en la medida de lo
posible en ser una persona prospera.
Estudia, trabaja, inventa, proyecta, lee libros motivacionales, inscríbete
en cursos de manualidades, talleres, actualiza tus conocimientos, pon tu propio
negocio etc. En fin, has todo lo posible
por salir de la pobreza en que te encuentras y tu rico, busca a Dios tu creador
y actúa conforme a su voluntad para que los días sobre la faz de la tierra se alarguen para tu persona.
A veces puede suceder que, trabajes, estudies, estés bien
preparado, inviertas en tu negocio etc., pero la prosperidad no toca a tu
puerta, quizás se deba a lo siguiente:
No sabes pedir como conviene, porque a veces cuando se pide,
se pide de una forma desordenada, o caprichosamente, no lo olvides, Dios sabe
como, cuando y donde.
Dice San Pablo que no sabemos orar como nos conviene, solo
el Espíritu Santo clama, desde dentro de nosotros con gemidos inefables.
Dios conoce tu corazón y sabe muy bien lo que mejor te
conviene, tú probablemente no lo sepas.
Alguien contaba una vez:
Pedí fuerza y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.
Pedí sabiduría y Dios me dio problemas para resolver.
Pedí prosperidad y Dios me dio cerebro y músculos para
trabajar.
Pedí valor y Dios me dio obstáculos para superar.
Pedí amor y Dios me dio personas con problemas a las cuales
ayudar.
Pedí favores y Dios me dio oportunidades
Yo no recibí nada de lo que pedí.
Pero he recibido todo lo que necesitaba.
Indudablemente que lo anterior llama a la reflexión, y puedo
ampliar diciendo que a pesar de que el personaje dijo que no recibió nada lo
recibió todo. Porque Dios le dio fuerza, sabiduría, prosperidad, valor, amor, y
tiene razón el personaje cuando dice que recibió lo que necesitaba.
Ponle atención que cuando pidió prosperidad, Dios lo doto de,
inteligencia, cuerpo, manos y pies para poder salir adelante y no olvidemos el
ingrediente principal, que es la fe. Porque cuando se ora con fe, Dios responde
y si le dices a una montaña muévete la montaña se moverá. Recuerda que Jesús está con cada uno de
nosotros hasta el fin del mundo. Y si crees esto, trabaja para el reino de Dios
y lo demás vendrá por añadidura.
Ten fe, porque el Señor te dará justo a tiempo lo que
necesitas para prosperar, todo está en que tú
disciernas para aprovechar la
oportunidad que se presente, estés atento para verla, y te digo, te bendecirá grandemente
para que tu recojas la cosecha, tu
grano, tu mosto, tu aceite.
Pero no te quedes parado, estancado, sentado, dormido, ponte
en marcha, cualquier proyecto que pongas en las manos del Señor y con fe en Él
te dará resultado. No escuches a los pesimistas, a lo negativos, a los que
siempre ponen peros, y si una persona te dice que no, otros te dirán que si,
que vayas para adelante. Si quieres poner una tienda, unos te dirán hay muchas,
están cerca, eso no da para vivir, esas personas son negativas, las verdaderas
personas te dirán, ponla, estudia, ubica un buen punto, pide crédito, empieza
con poco etc.
Si das el primer paso con fe en el Señor, te digo, no
saldrás defraudado, al contrario, con animo, esperanza, perseverancia y sobre
todo sirviendo al Señor sea cual fuere tu estado de vida, todo saldrá de
acuerdo a la voluntad del Señor, porque te repito, el no quiere que sus hijos
sean pobres. Te recuerdo, que el pueblo de Israel no abandonó Egipto siendo un
pueblo pobre, llevaban oro, plata, animales etc. Si no ¿Cómo pudieron hacerse
de un becerro de oro? Y si tu ves hoy en día al pueblo de Dios Israel es un
pueblo prospero, además te digo, el que quiere ser pobre lo será, porque la
vida te presenta en el transcurrir de la vida, más de alguna oportunidad de
salir adelante y legalmente.
Cuando estés en el camino de la prosperidad, no olvides la
humildad, la mansedumbre, no vaya a ser
que se cumpla en ti la palabra que dice: es más fácil que un camello pase por
el ojo de una aguja que un rico al reino de los cielos. ¡Animo! Que si tú pones
todo de tu parte, y si tienes la fe suficiente, prosperás. Porque el Señor
quiere lo mejor para ti, y no te quiere esclavizado a doctrinas de prosperidad
o pobreza, te quiere libre, repito, El Señor tu Dios te bendecirá como lo ha
prometido, porque eres hijo suyo. ¿Lo crees? Entonces mano a la obra y saca tus
proyectos, no los dejes engavetados, no engavetes tus sueños, hazlos realidad.
Trabaja para el reino y verás como lo demás te vendrá por añadidura, esta es
una promesa del Señor y el Señor la cumplirá. Las aves del campo comen, las
flores del campo visten los mejores colores ¿cuanto más hará el Señor por uno
de sus hijos? Además ningún hijo que le pida a su padre un pan recibirá una
piedra o si le pide carne le dará una serpiente, Dios que todo lo ve y escucha
sabe muy bien de tus necesidades, pero eso sí, empieza a trabajar para ello y
no seas pesimista, o esperes que el trabajo, y el maná te caigan del cielo.
Reforcemos lo dicho en base a lo que dice el diccionario de
Liturgia De Sartore A.M. Triacca. En cualquier diccionario de lengua castellana
uno de los primeros significados del termino prosperidad es el de invocar a
favor de alguna persona o cosa la protección divina, en ocasiones a través de
un intermediario. Se trata, pues, de una relación-comunicación que implica al
menos dos modalidades en la acción. Se da ante todo un tipo de intervención que
intenta al menos el hombre realizar dentro o fuera de los cánones rituales
sobre personas, animales o cosas en virtud de un poder positivo o bien negativo
que procede en el de su particular investidura y posición…, o por los medios
que utiliza…, o por su recurso al orden de lo divino para que su acto… llegue a
ser eficaz. Pero se da también un tipo de intervención que parte del orden
divino, capaz de determinar condiciones de prosperidad en el hombre o en el
grupo humano mediante una acción gratuita de dicho orden divino, es decir, como
consecuencia del comportamiento humano valorado desde la perspectiva de las
observancias rituales y éticas. Tanto una como otra forma de intervención implica
una certeza, que la realidad humana, y hasta creatural, pueden modificarse-
positiva o negativamente- en virtud de un poder sobre esa misma realidad. El
que bendice –escribe De Nola- considera posible realizar una modificación en el
estado de la realidad, adecuándolo a las propias exigencias y deseos.
Me enfoco más que todo en el orden de que lo humano y lo
divino hacen posible que tu puedas ser una persona prospera. Salvo ciertas decisiones
de parte del Creador, la prosperidad te llegará de la nada, por ejemplo una
herencia, pero esta se acabará si no la haces producir, recuerda la parábola de
los talentos. Pide y bendícete a ti mismo para ser una persona prospera, la
bendición de tus padres, la bendición del sacerdote y de los hermanos de la
comunidad, en fin, recuerda que las muchas bendiciones narradas en la sagrada
escritura, hablan de prosperidad, pero, repito, todo debe de hacerse dentro de
la norma y de acuerdo a la voluntad de Dios, el cual está escrito desde el
comienzo del hombre en la tierra, la cual la ha de trabajar con el sudor de su
frente.
Si realmente quieres ser una persona prospera, haz lo que el
Señor dice, empieza por dar el primer paso y te aseguro porque el Señor lo dice
en su palabra: Pues el Señor tu Dios te bendecirá como te ha prometido, tu
prestarás a muchas naciones, pero tu no tomarás prestado, y tendrás dominio
sobre muchas naciones, pero ellas no tendrán dominio sobre ti.
Amen
Luis Mayorga
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