Bienvenidos herman@s en la fe, hoy
continuaremos con la catequesis perseverando en la fe, porque en la fe hay que
perseverar, caso contrario cualquier viento por débil que sea, puede derribar
tu fe. Es por ello que inicio la
catequesis con las siguientes preguntas:
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La
tribulación, la angustia, la persecución, el hambre, la desnudez, el peligro,
la espada?
Si tu eres un miembro activo de la iglesia
probablemente tu respuesta sería que nada te separaría de Cristo porque tu fe
es sólida, pero la verdad es que muchos ya han pasado por tribulación,
angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada y han abandonado la
fe. Así que te digo, si no perseveras en la fe, perderás la fe. Pero veamos
esta catequesis a la luz de las sagradas escrituras, y para ello leamos lo que
la palabra de Dios nos dice:
Tomado de Filipenses capitulo 4,5-7 y dice así
la palabra de Dios:
Vuestra bondad sea conocida de todos los
hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo,
mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras
peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento,
guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
De esta lectura bíblica vamos a centralizar la
catequesis en tres aspectos muy importantes que nos llevarán a la conclusión de
tan solida es nuestra fe, y como está tu fe, si verdaderamente está
cimentada o bien todavía es una fe endeble, es por ello que es necesario
perseverar en la fe. Los tres aspectos que vamos a desarrollar son Angustia,
confianza y gracias, así que te propongo que dispongas tu espíritu y habrás tu
entendimiento y corazón para asimilar esta catequesis.
El hombre cuando estaba en el paraíso, vivía a
plenitud la vida, era dueño de todo cuanto existía y había una relación de
amistad con Dios, no conocía la angustia.
Es el
sueño de todo ser humano. Dios bajaba a dialogar con el hombre. Pero había un
ser que no quería la felicidad del hombre, quería la muerte, que el hombre
tuviera angustia, que sintiera miedo y lo logró persuadiendo de manera astuta a
la mujer. Cuando la mujer probó del fruto prohibido junto al hombre, a partir
de ahí la humanidad experimento, la angustia, el miedo, y sintió lo que es que
Dios perdiera la confianza en el ser humano, tanto así que cuando oyeron que Dios
se acercaba, hombre y mujer se escondieron porque tenían miedo . Todos sabemos
lo que sigue en esta historia de la creación.
A partir de la perdida del paraíso, el hombre
empezó a preocuparse por su vida, experimentaron el dolor físico, la mujer fue
condenada a parir con dolor, el hombre fue condenado a cosechar el fruto de la
tierra con el sudor, tuvo que preocuparse por conseguir su alimento, porque el
hombre había preferido experimentar la debilidad humana a cambio de nada. Aprendió que su cuerpo era débil, sintió la
angustia del hambre, la necesidad de beber, conoció la enfermedad, y estas
experiencias no experimentadas en condición de humanos inocentes y ahora indefensos,
los obligó a proteger su cuerpo, a
cubrirlo y saber muy bien que cualquier rasguño por leve que hubiese sido le
provocaría dolor, el hombre experimento la angustia de conocer los efectos de
la naturaleza, el calor, el frio etc.
Y esto se convierte desde entonces en angustia para el diario vivir. Había perdido
la vida eterna, había perdido la confianza de Dios, había perdido todo y quizás
esto lo angustiaba más, de ser un ser perfecto, cayó en la imperfección, de ser
un ser que viviría eternamente, experimentaría el dolor de la muerte en la
perdida de uno de sus hijos, asesinado vilmente por el propio hermano. El
hombre empezó a conocer los cuatro jinetes del apocalipsis. No entendieron que
para Dios la vida está antes que el alimento, y que el cuerpo vale más que la
ropa. Y no solo perdieron todo lo mejor, sino que también perdieron la fe.
En el paraíso no había necesidad de labrar la
tierra, sembrar y, cosechar los frutos de la misma, todo estaba listo, la casa
esta en orden, el hombre no sabía lo que era trabajar ni mucho menos la mujer
sabría del dolor de parir a los hijos. Dios lo había dispuesto todo, se puede
decir que el hombre no tenia necesidad de angustiarse, porque gozaba de la
confianza de Dios y le podía dar gracias por todo cuanto había hecho Dios para
el hombre su máxima creación.
El hombre no sabía que estaba desnudo
físicamente hablando, no tenía necesidad de abrigo, ropa, zapatos, podríamos
decir que eran como los lirios del campo, que no trabajan ni hilan y sin
embargo lucen colores preciosos. ¿De que podría haberse preocupado el hombre si
todavía estuviera en el paraíso? ¡De nada! ¡Lo tenia todo! Porque Dios lo había
preparado todo. Si tu lees con detenimiento la metáfora de la creación, te
darás cuenta que el hombre aparece cuando ya todo el universo estaba creado y
cuando aparece el hombre junto a su compañera había total comunión entre Dios y
el hombre. La pérdida de todos los privilegios tú los sabes y no voy a ampliar
sobre el tema. Queda claro, que el hombre lo tenía todo y no conocía la
angustia.
El hombre estando desterrado del paraíso léase bien, no ha estado solo y sigue
gozando de la protección y amistad de Dios.
Esto queda escrito en la historia de la salvación, porque Dios quiere
que el hombre retorne a su vida natural. Quizás lo que el hombre no ha
entendido es que a Dios le importa más el estado espiritual que la materia.
Porque para Dios la vida es más que el
alimento material, y el cuerpo más que la ropa, Dios le ha dado signos a la
humanidad de ello, cuando el pueblo de Dios atravesó el desierto siempre gozó
de la protección de Dios, le dio alimento, bebida y vestido, lo libró de la acechanzas
del enemigo, hasta lograr el objetivo que era la tierra prometida, símbolo para
lo cual el hombre está destinado a
alcanzar aún estando desterrado del paraíso.
La angustia del pueblo peregrino, no era
quizás la salvación del espíritu, era la salvación de la vida terrenal y por
ello su angustia en el comer, beber y vestir, solo ello le preocupaba, por ello
reclamaron a Dios, agua, alimento y Dios se los proporcionó. Angustias que vivía el pueblo durante su travesía
en el desierto, pronto había olvidado la providencia y la confianza en Dios,
esto se remonta desde los tiempos de Noé.
Si algún pueblo conoció y experimento la
angustia, se puede decir que fue el pueblo de Dios, vivieron esclavizados
durante 400 años por los egipcios, luego políticamente hablando tuvieron
problemas, aun en tiempos de David y el Rey Salomón, una muestra de las
angustias que vivieron están plasmadas en el libro de las lamentaciones, pasando
también por los libros escritos por los profetas mayores y menores, hasta la
venida del Señor Jesús, cuando Roma era la dueña y señora de todo.
Este pueblo subyugado, imploró al Señor, se
humilló ante Dios, y obtuvieron respuesta a sus lamentaciones, pero, he ahí el
pero, fue también un pueblo mal agradecido con Dios y pronto olvidó las dadivas
del Señor, por ello, este pueblo volvía al poco tiempo a angustiarse. Quizás en
el fondo de su corazón sabía muy bien que contaba con el auxilio de Dios.
La
biblia narra momentos de angustia tanto del pueblo como un todo, como de seres
individuales, ejemplo, David que sofrío persecución, Sansón que cayó en manos
de Dalila, el mismo Job que nos relata los momentos de angustia que vivió y fue tanto su dolor que maldijo el
día en que nació.
Pero nota algo, cuando cada uno de los
personajes mencionados, imploró a Dios y se humilló ante Él, tuvo respuesta de
parte de Dios. Entonces te digo, el hombre no conocía la angustia, hasta que
pecó y cuando el hombre implora a Dios, Dios responde.
El pueblo de Dios o algún personaje en lo
individual cuando se encontraba en los momentos de angustia, cuando ya no daba
más, cuando sentía que el mundo se le venia encima, recurría a la oración,
donde imploraba a Dios protección, que calmara el dolor que experimentaba a
causa de la angustia, y la biblia hace muchos relatos sobre ello.
Cuando Dios en su misericordia respondía a la
aflicción de sus hijos y los consolaba, el pueblo de Dios no se quedaba ahí,
inerte, sino que volvía a hacer oración pero en este caso para dar gracias,
Daniel uno de los hijos de Dios, miembro del pueblo de Dios, subía a su
aposento el cual tenia ventanas abiertas en dirección de Jerusalén y como lo
hacia todo el tiempo, se arrodillaba tres veces al día y orando daba gracias a
Dios, porque era una persona que sabia agradecer las bondades de Dios y por
ello daba gracias.
Como puedes notar, la peregrinación de la
humanidad en esta tierra no cesa de engendrar angustias y el hombre sabe muy
bien que hay un ser Todopoderoso creador
de cuanto existe a quien se le puede pedir auxilio y el hombre tiene la certeza
de que será consolado, pero hay del hombre ingrato que no de gracias a Dios en
los momentos de éxito.
Toda la humanidad va avanzado por no decir
corriendo hacia una era más tecnológica, unos corren más a prisa otros menos,
pero toda la humanidad va por la misma ruta, tal y como sucedió con la era
industrial. Hoy el mundo virtual está presente y está absorbiendo al ser
humano. Internet con todas sus bondades se está adueñando de todo lo que puede,
los inversionistas ven en esta herramienta la oportunidad de hacer dinero, de
hacerse millonarios, prácticamente la ‘’nube’’ será en un futuro el centro de
toda actividad, ya se experimenta con casas inteligentes, hay televisores
inteligentes, hay maquinas similares a los seres humanos llamados androides, la
robótica se está haciendo presente, la energía solar será la fuente utilizada en
un futuro no muy lejano y solo se espera que los sistemas de captación sean prácticos,
cómodos, versátiles, recuerda que cuando empezó la primera computadora era un
mounstro por su tamaño, hoy son cosas diminutas, existe la nanotecnología, que
está abarcando el ramo medico, si ves a tu alrededor, la ciencia tecnológica
esta presente y tu también vas tras
ella, si no es así, te digo, te apuesto a que mínimo cuentas con un teléfono
móvil, con una televisión led o plasma o hd o 3d, con un automóvil que usa sensores
y computadora que lo gobierna, veas hacía donde veas vives en un mundo donde la
tecnología avanzada esta presente y es
en este mundo donde tu vives y por lo tanto difícil será que trates de no estar en la misma ruta de avance, porque eres
y formas parte de la humanidad.
Y Dios, no es tecnología, no es una ‘’nube’’,
no es un móvil, no es un chip, pero hoy te digo, ya hay comunidades religiosas
virtuales, templos virtuales, las paginas sociales han ganado terreno en
el terreno espiritual y la concepción de
Dios para la humanidad de hoy ha diferido bastante en relación a la concepción
de hace un par de décadas. Dios moderno ya no llena las expectativas del ser
humano de hoy, que poco acostumbrado está a escuchar y a leer. Te puedo decir
que la palabra de Dios se ahoga hoy, como en los tiempos de Juan el Bautista
quien decía de si mismo soy la palabra que predica en el desierto, las
condiciones de ese entonces eran otras, muy diferentes a las actuales, pero en
lo espiritual quizás no haya gran diferencia.
Me atrevo a decirte que a pesar de existen
sitios como este donde estas leyendo esta catequesis sobre la fe, predicas por
internet en video y audio, libros cristianos virtuales no es suficiente por una
sencilla razón, las angustias de este mundo contemporáneo, el engaño de las
riquezas, el consumismo, la publicidad ahogan la palabra. Es como la semilla
que se sembró entre espinos, no puede crecer, no puede desarrollarse y dar su
fruto. Hoy te preocupas más por tu trabajo, tu profesionalización, tu proyección
a un futuro, el tener, el poder, tu estabilidad financiera y mucho más que la
palabra de Dios que oyes por casualidad no es capaz de dar fruto, no es capaz
de enraizar la fe en tu corazón, porque lamentablemente hasta las religiones
han perdido el concepto original del cristianismo. Dios se ha ahogado en la
vorágine de este mundo moderno causado por la propia humanidad. La fe se está
perdiendo a pasos agigantados, y es un terreno propio para el nacimiento de
otros dioses inventados por el propio hombre.
Hoy somos fruto del pecado original y todos
vamos resbalando en el tobogán de la perdida de fe, porque las angustias son
otras, son más modernas, más económicas, más virtuales, hoy es más fácil
sentirse despreciado si no te dan likes en una página social, que sentirse
amado y aceptado por Dios.
Conforme pasan los años, aparecen nuevas
enfermedades, las angustias son provocadas por otro tipo de agentes como por
ejemplo las redes sociales, donde si no
obtienes muchos likes no eres famoso o famosa, esto angustia a muchos, donde si
el móvil no suena seguido no eres importante, en fin, las causas de la
angustias pueden ser diferente y muy modernas independientemente de las
angustias más primitivas.
Hoy se habla mucho sobre la sexualidad, sobre
el bulling, sobre la bolsa de valores, y todo esto de una u otra manera te
afecta y te produce el famoso estrés. Y
cuando estas así o te vuelves violento, o deprimido, provocando que tus
frustraciones las vuelques sobre tu familia, la sociedad que se vuelve más
violenta por causa de las angustias que la misma vive.
Cuando te encuentras angustiado a veces acudes
en busca de ayuda, pero lo malo es que buscas la ayuda con la persona
equivocada y en el lugar equivocado, con lo cual puede ser que logres un
paliativo, pero no la solución de raíz a tus angustias. Producto de ello, se ha
incrementado la violencia intrafamiliar, la violencia social, los divorcios, el
bulling, la inestabilidad laboral, la agresión física, verbal y psicológica
están a la orden del día.
La angustia que te aqueja puede que te induzca
a tomar caminos equivocados, como la búsqueda del dinero fácil, se aumenta la
prostitución masculina y femenina, la integración a pandillas, la integración a
bandas delictivas como el trafico de drogas, robo de autos, trata de personas,
comercio sexual en todas las formas disponibles, extorsionistas, secuestradores
etc. Y todo porque no puedes lidiar con
las angustias producidas por falta de empleo, dinero, salud, fama, éxito,
riqueza, popularidad, aceptación, en pocas palabras, porque no eres importante,
y quieres serlo, sentirte amado, amada, que tienes un valor como humano en fin,
hay mucho que decir, pero como dije anteriormente se busca la ayuda en el lugar
inadecuado y con las personas equivocadas. Si has leído lo anterior, si has
leído la biblia, encontraras algo a lo que hoy en día ya no le pones atención,
y es que el pueblo de Dios recurría a Dios en sus momentos de angustia, por
ello te digo, hoy, busca a Dios, echa tu ansiedad, tu estrés, tu angustia en
Él, porque Él tiene cuidado de ti, aunque no lo creas, porque Dios es tu Padre
y un Padre amoroso que no abandona a sus hijos, aun en los momentos de más
difícil tribulación, el canal para hablar con Dios es más que sencillo y este
canal se llaman Oración.
La oración debe de ser una oración personal
con Dios, experimenta la sensación de conversar con Dios y luego me cuentas, si tu estas alejado de
Dios por lógica te digo, Dios esta alejado de ti, pon en sus manos toda la
frustración que tienes, todo el dolor que te aqueja y sentirás el alivio
espiritual a todo ello y es más, no te dejará solo y dará solución a tus
problemas, no pongas tus angustias en hechiceros, nigromantes, adivinadores del
futuro, clases políticas, lideres religiosos, vecinos, etc. Pon tus angustias
en Dios que Él te dará la luz hacia donde debes dirigirte. No lo olvides.
Te invito a que pienses en quien confías. Medítalo,
pero no lo hagas de una manera subjetiva sino más bien objetiva. Puede ser que confíes
en tu vecino, no está mal si es para un consejo sano, una necesidad en momento
extremo para buscar un apoyo material o emocional, igual si confías en un
sacerdote, un amigo, tu esposa o demás familia.
Pero nunca confíes en el adivino, el usurero,
el avaro, el codiciosos, el orgulloso, vanidoso, mentiroso, calumniador,
adultero, político, líder comunitario social para buscar solución a tus
problemas emocionales o espirituales, por ello te decía piensa tu respuesta y
responde de una manera objetiva.
A veces los caminos del Señor no son
entendibles para el ser humano. Cuando esto sea así yo te digo con toda
propiedad, confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio
entendimiento porque ello te puede llevar al fracaso, a la desesperación o
incluso la muerte, si no, revisa las
estadísticas de suicidios a nivel mundial. No seas como Sara, que no confió en
el Señor, que mal interpreto la promesa de Dios hecha a Abraham y por ello le
dio por esposa a la esclava, pensando ella que así se cumpliría la promesa de
Dios. Te digo, se equivoco, por ello, cuando sientas que no puedes mas, simple
y sencillamente confía en el Señor aunque la razón te indique otra cosa, aunque
familiares, amigos, conocidos no coincidan con el criterio de Dios, no te
apoyes en tu entendimiento porque no alcanzarías a comprender los designios de
Dios, y esto ante cosas tan dolorosas como un asesinato, un divorcio, una
violación, casos de bulling o acoso sexual, ante todo aquello que implique una
calamidad realmente dolorosa para tu psiquis o el espíritu.
Analiza la situación de la Virgen María ante
los acontecimientos sucedidos en su vida, o los del mismo Jesús, o la de los apóstoles
y así mismo los de tus seres queridos. La verdad no alcanzamos a comprender los
designios de Dios, pero aun así, no dejes de confiar en el Señor con todo tu
corazón y repito, no te apoyes en tu propio entendimiento.
Como Dios no existe dicen muchos, y aun los
que se dicen cristianos no encomiendan sus obras al Señor sobreviene el
fracaso. Ciertamente se recurre al Señor para grandes obras, pero estas grandes
obras son esperando un milagro, sobre la sanación de una enfermedad, el cuidado
y protección de la familia y otras cosas, pero no acostumbran a poner sus obras
por pequeñas que sean en las manos del Señor, si no lo acostumbran en lo
pequeño mucho menos lo harán en lo grande.
Hoy es más fácil confiar las obras financieras
a los banqueros, a los financistas, las obras de construcción confiar en los
arquitectos e ingenieros. Es más fácil en cuestiones de salud confiar en el
doctor, y si el caso lo amerita es más fácil confiar en el brujo o adivino. Así
está la sociedad materialista de hoy en día. Yo te digo, pon tus obras por
pequeñas o grandes que sean en el Señor, a él encomiéndale tus obras y después
con el apoyo de los profesionales según sea el caso confía en el ingeniero, el
banquero, el arquitecto, el médico, en
ti mismo pero antes que todo en el Señor y te digo, tus propósitos se
afianzaran porque están puestas tus obras en manos del Señor. Recuerda que la
oración del padre nuestro nos enseña también a confiar en el Señor, cuando
decimos danos el pan nuestro de cada día, líbranos del mal, al recitar esto
estamos confiando en el Señor quien es quien provee y afianza los propósitos
buenos de los hombres.
Muchos se quejan que quebraron en sus
negocios, quizás porque primero confiaron en ellos mismos y sus conocimientos,
pero si se lo hubiera confiando al Señor te digo, todavía estarían en el
negocio. No olvides algo muy importante, confiar en el Señor es un signo de fe,
y si tú perseveras en la fe, estarás mostrando signos de fe, así de simple son
las cosas. En lo personal he sido testigo y he vivido experiencias propias
sobre lo que significa poner en las manos del señor toda obra por pequeña o
grande que sea.
Porque el Señor no nos ha dejado solos, el
mismo que muchos ojos vieron elevarse a los cielos nos dejo su promesa de que
estaría con nosotros hasta el fin del mundo y la manifestación del Señor hoy en
día se muestra por medio del espíritu santo, mediador entre el hombre y el
Señor, así que si lo crees y tienes fe, repito, encomienda tus obras al señor y
tus propósitos se afianzaran.
En momentos de angustia se tiene un grave
problema, no se sabe a quién recurrir, y cuando creemos que X o Y persona nos
puede ayudar, nos damos cuenta que nos equivocamos. Se le pide al político, al
sacerdote, al hermano en la fe, al familiar, a los padres y lamentablemente
muchos se estrellan ante el muro de la indiferencia, de la negativa y de la
excusa, mas en cuestiones de dinero, solo ofrecen palabrerías que de nada
sirven, pero que sirven de consuelo para el que se niega a ayudar.
Si tú tienes fe en el Señor, te digo con
sinceridad y sin temor a equivocarme que EL Señor te dará cuando le pidas, te
encontrara cuando le busques y responderá a tu llamado cuando le llames. En
Dios puedes tener fe ciega, porque te aseguro al cien por ciento que no te
fallara.
Lo digo por experiencia, porque en momentos de
angustia le he tocado a la puerta, le he
buscado y me ha dado, y así como yo lo expreso, también te aseguro que miles de
personas en el mundo han experimentado el poder de Dios en sus vidas en los
momentos de angustia.
No olvides, antes de buscar ayuda, clama al
Señor que el pondrá a sus ángeles para que te auxilien, pero no esperes ángeles
celestiales, estos son tan humanos como tú y como yo.
La diferencia está en que son personas que en su momento Dios los ha empujado para ser
instrumentos de Él, así como tú has sido ángel para algunos en ocasiones que
quizás ni te hayas dado cuenta.
Busca al Señor tu Dios, antes que nada, y no
pongas tu fe en hombre alguno porque podrías sentirte defraudado y mucho menos
en talismanes y cualquier cosa semejante.
Muchas personas acostumbran dar gracias por
puro protocolo, por cortesía o bien por costumbre, como decir buenos días. Te
digo, cuando des gracias a Dios, hazlo a la manera del Espíritu, con
sinceridad, que nazca del corazón, porque es la manera correcta de darle
gracias a Dios por todo, y hazlo en el nombre de Jesucristo por quien todas las
cosas fueron hechas.
Si estás bien, dale gracias a Dios, si estas
en la prosperidad, dale gracias al Señor, si estas alegre dale gracias al
Señor, pero si estás en lo malo, en la desgracia aun así dale gracias al Señor
porque tú no sabes que piedra preciosa brotara después de haber pasado o estar
en semejante tribulación.
Da gracias por fe, por todo a Dios nuestro
padre. Que la velocidad del mundo y la vorágine en que este se mueve, no limite
ni haga desfallecer tu fe, porque esta es la que te sostendrá en todo momento,
como sucedió con muchos personajes que ya conoces por medio de las sagradas
escrituras, quienes dieron las gracias aun en los momentos de mas grande
aflicción. No seas como la mayoría, que da gracias solo ante acontecimientos
que generan placer o dadivas, aprende para con Dios también a dar gracias en
los momentos difíciles. Y teniendo la plena certeza de que la fe en el Señor no
te defraudara. Esto también es el gran secreto de muchos santos y santas de la
iglesia, tanto de los que ya dejaron este mundo como de los que aun están
viviendo, seres llenos del espíritu santo.
Así que no desmayes, porque te levantaras con
la victoria, temores, angustias, miedos, zozobras, todo pasa, y sucede para
bien de los hijos de Dios.
Veamos que dicen algunos documentos de la
iglesia católica, para ilustrar un poco lo expuesto durante el desarrollo de
esta catequesis:
8.
Esta pérdida de la memoria cristiana va unida a un cierto miedo en afrontar el
futuro. La imagen del porvenir que se propone resulta a menudo vaga e incierta.
Del futuro se tiene más temor que deseo. Lo demuestran, entre otros signos
preocupantes, el vacío interior que atenaza a muchas personas y la pérdida del
sentido de la vida. Como manifestaciones y frutos de esta angustia existencial
pueden mencionarse, en particular, el dramático descenso de la natalidad, la
disminución de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, la
resistencia, cuando no el rechazo, a tomar decisiones definitivas de vida
incluso en el matrimonio.
Se
está dando una difusa fragmentación de la existencia; prevalece una sensación
de soledad; se multiplican las divisiones y las contraposiciones. Entre otros
síntomas de este estado de cosas, la situación europea actual experimenta el
grave fenómeno de las crisis familiares y el deterioro del concepto mismo de
familia, la persistencia y los rebrotes de conflictos étnicos, el resurgir de
algunas actitudes racistas, las mismas tensiones interreligiosas, el
egocentrismo que encierra en sí mismos a las personas y los grupos, el
crecimiento de una indiferencia ética general y una búsqueda obsesiva de los
propios intereses y privilegios. Para muchos, la globalización que se está
produciendo, en vez de llevar a una mayor unidad del género humano, amenaza con
seguir una lógica que margina a los más débiles y aumenta el número de los
pobres de la tierra.
Junto con la difusión del individualismo, se nota un decaimiento
creciente de la solidaridad interpersonal: mientras las instituciones
asistenciales realizan un trabajo benemérito, se observa una falta del sentido
de solidaridad, de manera que muchas personas, aunque no carezcan de las cosas
materiales necesarias, se sienten más solas, abandonadas a su suerte, sin lazos
de apoyo afectivo.
(Juan
Pablo II, EXHORT.APOST."ECCLESIA IN EUROPA", 8.)
Como lo que estamos tratando es sobre
perseverando en la fe cuando hay momentos de
angustia, temor, miedo y, claramente lo expuso Juan Pablo II en la
exhortación apostólica Iglesia en Europa como ya has leído. Ahora ilustro lo que he estado tratando en
esta catequesis de perseverando en la fe y como el Señor tu Dios y mi Dios que
a pesar de la angustia que sintamos en algún momento de nuestras vidas existe
la confianza en Dios y que al final le podremos dar gracias por todos los
acontecimientos en la historia de
nuestra vida.
Y lo expongo con un ejemplo sencillo pero que
nos ayuda a comprender que nada somos sin Dios y por ello nos angustiamos ante
los sucesos que nos causan angustias.
Observar la ANGUSTIA de un pez recién pescado
y libre de anzuelo en una cesta. Culebrea, salta, se agita, brinca, está fatal.
No nos recuerda esto a los hombres QUE ESTAMOS FUERA DE NUESTRO MEDIO PARA EL
QUE FUIMOS CREADOS, EL CIELO? San Agustín lo decía así NOS HICISTE, SEÑOR, PARA
TI, Y NUESTRO CORAZON ESTA INQUIETO HASTA QUE DESCANSE EN TI.
El ejemplo anterior nos presenta la angustia
de un pez cuando esta fuera de su hábitat, es lo mismo para el hombre, en esta
vida se angustia porque esta fuera del hábitat para el cual fue creado y
necesita volver a el. Por ello Dios envió a su hijo, para que nos muestre el
camino y regresar a nuestra casa, donde toda angustia acabara. Jesús viene a
ser nuestro libertador, pero para ello tienes que tener confianza en El, porque
El es la verdad, el camino y la vida, es por ello tal y como lo expone Juan
Pablo II, el hombre se angustia porque vive con temores, pero Jesús es Paz y el
da la Paz no como la del mundo. Así que si hoy sientes que eres un pez atrapado
en un cesto, confía y abandónate a Dios, en quien puedes descargar tus
angustias y temores.
En lo personal he tenido gratas experiencias
de mi confianza en Dios, también he tenido la grata experiencia de recibir
diversidad de cursos y cuento entre mis maestros a Salvador Gómez para mi, un excelente
predicador de la palabra de Dios. Creo que con lo expuesto en esta catequesis, habéis
comprendido que la angustia no es eterna, que es un solo momento tanto como
dura la tormenta, que los problemas pueden dejar huella indeleble en tu vida y
que puede estar marcada por acontecimientos muy dolorosos. Pero que si tienes
la suficiente fe como para confiar en Dios, abandonarte a Él, tus problemas tendrán la solución tarde o
temprano en tu vida y cuando estos sean solucionados en el tiempo de Dios
tengas el suficiente valor y coraje para darle las gracias. Espero que estas
catequesis de perseverando en la fe, sean de gran ayuda en tu vida espiritual y
como miembro de la humanidad y como el titulo mismo de las catequesis lo dice,
perseverando en la fe, que perseveres en ello, que los problemas y angustias y
los malos testimonios de muchos no te desanimen, porque al final te debes a
Dios. Te digo, si tú y yo seguimos perseverando en la fe, ten por seguro que
nos seguiremos encontrando.
Para que seas escuchado, además de perseverar
en la fe, la palabra de Dios te dice en
la carta a los Colosenses capitulo 4, versículo 2 PERSEVERAD EN LA ORACION,
VELANDO EN ELLA CON ACCION DE GRACIAS.
Señor te pedimos que nuestra fe no decaiga en
lo más mínimo, si es así, te pedimos que no nos abandones y que tengamos pronto
tu auxilio para retomar la fe en ti.
Amén.
Luis Mayorga
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