01 Mensaje a las 7 iglesias


¿A qué iglesia perteneces? Probablemente respondas de inmediato, sólo te pido no confundir iglesia con religión, porque la única iglesia es universal. Te recuerdo que la iglesia no es un templo hecho de piedra, ni tampoco este templo hecho por mano de hombre es la casa de Dios. Entonces, el templo es dónde la Iglesia se reúne para alabar, bendecir, glorificar y dar gracias a Dios. Teniendo en claro esto, vuelvo a preguntarte ¿A qué iglesia perteneces?, conforme vayas estudiando la catequesis, descubrirás si perteneces a la Iglesia de Dios, o bien perteneces a la iglesia que tú mismo has edificado, porque te conviene, porque te es más fácil.

Dios todo lo ve y para Él no hay nada oculto, es por ello que hoy por medio de estas catequesis te hará ver tu realidad, no para acusarte, sino para ayudarte a perfeccionarte, porque Dios es amor y corrige a sus hijos con amor, con su palabra y con su sabiduría, escúchale como se escucha a un padre o madre, ponle atención como hijo o hija que eres de Él y luego reflexiona y medita sobre lo que te dice.

Veamos algo sobre la iglesia 1.- está formada por todos los que han recibido el bautismo. 2.- Nadie es más importante, todos son iguales.

Te dejo 3 preguntas a las cuales yo no les daré respuesta. Tú conoces las respuestas porque has leído las catequesis anteriores y estás ejercitándote.

1.- ¿Qué es para ti la Iglesia?

2.- ¿Por qué se afirma que Jesús es el fundador de la Iglesia?

3- ¿De que manera la Iglesia de tu comunidad y de tu parroquia funciona como un cuerpo?

El Señor tiene un mensaje para ti, este mensaje es para que lo escuches atentamente y con ello cambies tu vida, porque el Él quiere lo mejor para ti. Abre tu corazón y cierra la razón, deja que la palabra penetre en ti cual espada de doble filo.

Apocalipsis 2, 1-7

Al ángel de la Iglesia de Efeso, escribe: Esto dice el que tiene las siete estrellas en su mano derecha, el que camina entre los siete candeleros de oro. Conozco tu conducta: tus fatigas y tu paciencia; y que no puedes soportar a los malvados y que pusiste a prueba a los que se llaman apóstoles sin serlo y descubriste su engaño. Tienes paciencia, y has sufrido por mi nombre, sin desfallecer. Pero tengo contra ti que has perdido tu amor de antes. Date cuenta, pues, de dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a tu conducta primera. Si no, iré a ti y cambiaré de su lugar tu candelero, si no te arrepientes. Tienes en cambio a tu favor que detestas el proceder de los nicolaítas, que yo también detesto. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a la Iglesias: al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios. (Palabra de Dios)

El Señor le ha hablado todo el tiempo a la humanidad, por diferentes medios y a cada quién según la época o era. El mensaje es el mismo, el anuncio de la buena nueva y el porqué de su hijo Jesús.

Muchos quisieron tener la dicha que el mismo Jesús les hablara, pero los profetas solo lo visualizaron como un futuro no lejano, para nosotros es un presente aunque para muchos es un pasado lejano. El pueblo de Israel tuvo a sus profetas donde constantemente exhortaban al mismo pueblo a volverse a Dios, porque estos, fácilmente caían en la idolatría o abandonaban el camino para hacer al lado de los poderosos, solamente los que perseveraron hasta el fin, lograron las promesas de Dios.

Muchos del pueblo de Israel se equivocaron y otros pocos aprovecharon lo cierto es que Dios no los abandonó y es por ello que la Biblia deja testimonio de las maravillas que Dios hizo por su pueblo, lo dijo Zaracarías lo dijo la Virgen María y lo han dicho muchos, que sus nombres no aparecen en la Biblia, pero que es gente que vivió.

Muchos escaparon del holocausto y hoy contaron su historia, habían muchos creyentes que no dudaron aún murieran en la más cruel agonía. Dios sabrá porque permitió estos desatinos de la humanidad, pero no olvides que el hará justicia y mientras exista está esperanza nada se ha perdido.

Sí tu crees que Dios no ve tus acciones aún las más escondidas, te aseguro, que te equivocas. El Sabe tu conducta, sabe muy bien lo que haces y lo que dejas de hacer, sabe también lo que piensas, sabe también con que fin haces las cosas, lo que te quiero dar a entender es que para él no hay nada que se pueda ocultar. Caín pensó que podía ocultar a los ojos de Dios la barbarie cometida contra su propio hermano, incluso se atrevió a retar a Dios. Cuando Dios le preguntó por su hermano, lo hizo esperando un arrepentimiento de parte de Caín pero este le contestó: ¿Acaso soy yo guardián de mi hermano? Dios le contestó, la sangre de tu hermano clama hasta el cielo. Con esto le dio a entender que sabía lo que había hecho. Así que tú no pienses lo contrario. Dios conoce muy bien tu conducta. Sabe de tus fatigas, cuanto sufres hoy, por la conducta de tu espos@, hij@s, por la violencia que acosa tu país, por la angustia de conseguir un trabajo, por tus deudas, por tus pecados, por lo que prometes y no cumples, sabe muy bien que tu cruz a veces la sientes pesada y que te dices a ti mism@ que no aguantas más. Sabe de tu dolor por la enfermedad, la pobreza, la riqueza. Él te conoce, y te dice: yo te conozco hij@ mi@, sé lo cansad@ que estás de tu situación, sé que a veces no comprendes el porque de las cosas, el porque del sufrimiento, el porque de los hechos de hoy, ¡claro que lo sé! También sé de tu paciencia, ante los acontecimientos de tu vida. Sé que tienes paciencia con los enfermos, los hermanos de la iglesia, tu propia familia que a pesar de tus consejos sigue en lo mismo. Sé que tienes paciencia aún provoque sufrimiento en tu vida. Sé que no soportas a los malvados, esos que hacen el mal todo el tiempo, que inducen a jóvenes a la prostitución, a la pornografía, drogadicción, los ladrones, los viciosos, los proxenetas, los pedófilos, los mafiosos, los que buscan tomar ventaja todo el tiempo, los avariciosos, los mentirosos, los falsos, los hipócritas, sé que no los soportan, porque hacen daño, te han hecho daño, lastiman y los ves como día a día siguen actuando igual.

Sé también que en tu comunidad, tu ministerio, hay muchos apóstoles disfrazados de ovejas, pero que son lobos. Sé que has probado a algunos y los has descubierto en su falsedad, sé también que has hablado sobre aquellos que se escudan en el nombre de Jesús para enriquecerse así mism@s, que han fundado sectas que les llaman iglesias, que tú has luchado contra ellos o ellas. Qué hablan de la teología de la prosperidad y que dejan las obras y la fe por un lado, porque no es ese el intéres de ell@s.

Sé que la situación del mundo te angustia, dónde la pornografía infantil está de moda, la prostitución turística de igual manera, te angustian los desastres naturales que se suceden en todas partes, los signos de guerra que viven ciertos países, te angustia que la gente deje de creer en Dios, en la Iglesia y que sigan sus propias pasiones. Te angustia que el hombre juegue a ser Dios, que se hable de la nanología, que los abortos vayan en aumento, que se autorice matrimonios con personas del mismo sexo, te angustia el cambio climático, los nuevos virus que aparecen día con día, en fin, sé que te preocupas de muchas cosas, esto te produce fatiga, te cansa, pero que eres paciente.

Sé muy bien que has sufrido humillaciones a causa de mi nombre, porque estás en contra del aborto, matrimonio entre homosexuales, pornografía. Sé que te atacan verbalmente porque estás a favor de la vida, Porque defiendes el sacramento del matrimonio y estás en contra del divorcio, porque defiendes el sacramento del orden y estas en contra de las sectas, porque crees en el bautismo, en la confirmación. Sé que te ponen a prueba para que demuestres mi existencia en este mundo material. Sé que todo lo has soportado con paciencia y que no desfalleces en la lucha.

Sé muy bien todo lo que te angustia, lo que te cansa, lo bueno y malo que haces.

Pero tengo contra ti que has perdido tu amor de antes. Ciertamente me recuerdas, me invocas, sirves en el ministerio, pero no lo haces con ilusión, con fe, tus acciones y actitudes son contrarias a cuando me conociste. A pesar que te dije que te amaba, que eras como la niña de mis ojos, mi oveja pérdida que fui a buscar, que curé tus heridas, que te dí consuelo, ternura, que te libré de las garras del lobo, te has olvidado de mí. ¿Te acuerdas como era Judas? Él estaba con mi hijo, pero no le servía de corazón ni con fe, sólo le gustaba ir tras sus propios intereses. Yo soy el amor, tú primer amor, ya no me amas, ¿Acaso no te acuerdas de donde te saqué? Actúas cómo muchos, que pertenecen a esta Iglesia, los he sacado de los vicios, la prostitución, la idolatría, del egoísmo, de la lujuria, de la avaricia y paro de contar, pero se parecen a los perros que regresan a comerse su propio vomito. Sé hasta donde has caído, has cambiado unos pecados por otros, y muchos los cometes en secreto por el que dirán ¡hipócrita! Que los fariseos en mucho se parecen a ti, sepulcros blanqueados por dentro pero podridos por dentro, aún así eres ministro de la eucaristía, aún así eres líder, aún así reprendes a la ovejas, porque ellas no se dan cuenta, pero yo si. Por eso te digo, arrepiéntete y vuelve a tu primera conducta. Como cuando perdoné tus pecados y deje tus vestiduras más blancas que la nieve, te demostré mi amor y te hice ver que tienes un padre amoroso que dio a su único hijo para perdón de los pecados, no dude en que fuera al sacrificio de la cruz, por ti. Arrepiéntete y sal de esta iglesia que tú mismo has formado, tal y como las levantan los falsos profetas de las sectas. Vuelve a mí, que te espero con los brazos abiertos, para decirte que te amo, para decirte que las fatigas, no serán iguales porque yo estoy contigo. Ciertamente me has abandonado y me utilizas como se utiliza cualquier logo, bandera, símbolo porque es lo que te conviene.

Si no te arrepientes, iré a ti y cambiaré de lugar tu candelero, y tú sabes lo que esto significa, irías al lugar oscuro, donde el rechinar de dientes y el lloro son eternos, estarás junto a aquellos que no se arrepintieron, que usan el sacramento de la confesión como una toalla, que limpian y luego ensucian, en pocas palabras se burlan de mí pidiendo perdón y vuelven al momento a sus mismos pecados, a llenarse de porquería que les llega hasta el cuello. Te he dado muchos ejemplos por medio del libro sagrado, pero lo olvidas fácilmente o crees que no puede pasar, así como Judas, así como el mal ladrón como lo llama la tradición, de ti depende no de mí, porque yo estoy esperando después de esto, que tú reflexiones y vuelvas a tu primer amor.

Sé que detestas a los que son como los nicolaítas, que son adeptos a las doctrinas perniciosas, que introducen en mi iglesia cosas malas. Sé que muchos siguen leyendo el horóscopo, que creen en charlatanerías de brujos y adivinos, que les gusta que les lean las cartas y las manos. Que aprueban las modas escandalosas, que no respetan mi templo. Sé que muchos te han hablado cosas en contra de mi voluntad, que te hablan de filosofías mundanas, de la nueva era, del gnosticismo, de la scientologia, del yoga etc. Sé que muchos utilizan la iglesia para vender sus artículos religiosos, otros hacen dinero a costillas del evangelio. Tú los detestas yo también.

Es por ello herman@ que te pido que reflexiones muy bien sobre como va tu vida, el caminar hacia la santidad, que analices sí tu perteneces a está iglesia que no es agradable a los ojos de Dios. Es por ello que el Señor te dice: el que tenga oídos para oiga, oiga lo que el Espíritu dice a la iglesia.

Porqué tu eres iglesia, fuiste insertado en ella por medio del sacramento del bautismo, lo malo es que poco a poco te has ido alejando de la verdadera iglesia y te acomodas en la iglesia que es mejor a tus interese, entiéndase movimiento, tú bien sabe que muchos defienden a capa y espada su movimiento, unos el camino, otros la renovación carismática, otros el plan pastoral, otros en cambio hacen cofradías, hermandades o se vuelven devot@s de tal o cual advocación de la Virgen o de Jesús, no es malo, lo malo es que viven para ello y aún así contravengan la doctrina siguen empecinad@s en ello, se pelean con los sacerdotes, y con los hn@s laicos, se odian entre sí, no están de acuerdo en la forma de expresarse según el carisma, lo mismo sucede entre las diferentes ordenes religiosas, te digo, Dios no es un Dios de movimientos o de ordenes religiosas, es por ello que es necesario vigilar donde está tu falla y cortarla de raíz, porque el mal se corta de raíz. El que tenga oídos que oiga porque dice el Señor, el que salga vencedor le daré a comer del árbol de la vida que está en el paraíso de Dios.

Te aseguro herman@, que muchos ya gozan de este privilegio. Y te digo aún más, no ilustro con ejemplos esta catequesis porque te aseguro que tu vida misma es un ejemplo y tú tienes ejemplo en los que te rodean.

Ahora bien, está catequesis es un mensaje para la iglesia. Como bien sabes iglesia somos todos y tenemos por cabeza a Jesús el hijo de Dios. Todos los que somos iglesia somos profetas, reyes y sacerdotes y como tales ponemos nuestros carismas al servicio del cuerpo místico de Cristo. Entendiendo esto, el numeral 36 del catecismo de la iglesia dice: La santa iglesia, nuestra madre, mantiene y enseña que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza mediante la luz natural de la razón humana a partir de las cosas creadas. Sin esta capacidad, el hombre no podría acoger la revelación de Dios. El hombre tiene esta capacidad porque ha sido creado a imagen de Dios.

Lo que resalto es la capacidad que tú tienes por medio del uso del uso de la razón para comprender lo que Dios quiere de ti. Ha quedado expuesto en ésta catequesis lo que quiere.

Él te conoce y por ello por medio de la sagrada escritura te dice lo que eres y como eres, sabe muy bien de tus fortalezas y debilidades, pero te pide que oigas lo que el espíritu dice, por tu bien. Él no quiere que seas un miembro de la iglesia de Efeso, sino un miembro de su Santa Iglesia Universal.

Te exhorta a que te arrepientas de la conducta que tienes hasta el momento y que te vuelvas a él con un corazón arrepentido, en pocas palabras que nazcas de nuevo.

Oremos:

Padre celestial, sé muy bien que no soy lo perfecto que debo de ser, porque me dejado dominar por mis propias pasiones. Ciertamente me he acomodado y me siento bien siendo como soy, pero hoy he descubierto que no es eso lo tú quieres de mí. Tú quieres que yo sea perfect@ y que oiga a tu santo espíritu, sólo puedo decir, que necesito tu ayuda, que me llenes con la fuerza de tu Santo Espíritu y que de ésta manera yo tenga un corazón dócil a tu voluntad. ¡Ayúdame a no ser el mism@! ¡Quiero cambiar y ser mejor día a día! Quiero volver a ti Señor. Amen.

Padre nuestro…. Dios te salve… Gloria…

El ejercicio creo que lo has intuido… busca el sacramento de la confesión.

Luis Mayorga

Ministerioisaias@gmail.com

Próxima catequesis, 2do. Mensaje a la iglesia

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