02 Mensaje a las 7 iglesias



¡Bienvenid@ a esta catequesis, donde seguirás descubriendo a que iglesia perteneces! Ciertamente puedes contestar a la Iglesia Católica, pero te recuerdo que la Iglesia es la asamblea y el templo donde se reúnen los miembros de la asamblea.

Hoy el Señor te habla y sabes muy bien que la naturaleza del Señor es eterna, Él es el principio y el fin, el Alfa y la Omega. Sabes muy bien que él murió por tus pecados y que resucitó, con ello está facultado para darte animo, porque simple y sencillamente demostró que el camino es él, y hoy, a pesar de los miles de problemas que vive la humanidad, entre zozobras y dolores él con su ejemplo da esperanza. Porque el soportó el sufrimiento, el acoso, las falsedades que se levantaron en su contra y la tortura del suplicio de la cruz, es por ello que tiene autoridad para hablarte y consolarte. Él da la esperanza y la promesa, que aunque tú mueras, vivirás para siempre.

Con esto se confirma la cualidad del cristian@, adoras a un cristo vivo, no muerto, porque hay muchas religiones que adoran a un líder muerto y que por ende no pueden actuar a favor de los vivos, pero tú, sabes que el Señor si puede actuar en favor tuyo en cualquier momento. Él mismo Jesús lo dijo, Dios es un Dios de vivos, no de muertos y este mismo Dios fue el que resucitó a su hijo Jesús y esto hace que Jesús esté sentado a la derecha del padre.

Lee lo que el señor te dice: -Ap 2,8-11- Al ángel de la Iglesia de Esmirna escribe: Esto dice el primero y el último, el que estuvo muerto y revivió. Conozco tu tribulación y tu pobreza –aunque eres rico- y las calumnias e los que se llaman judíos sin serlo y son en realidad una sinagoga de Satanás, No temas por lo que vas a sufrir; el diablo va a meter a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis tentados, y sufriréis una tribulación de Diez días. Mantente fiel hasta la muerte y te daré la corona de la vida. El que tenga oídos, oiga lo que el espíritu dice a las iglesias: el vencedor no sufrirá daño en la muerte segunda. (Palabra de Dios)

Te hago un poco de historia. Esmirna era una ciudad pobre materialmente hablando, y ahí había una iglesia, aunque pobre materialmente pero rica espiritualmente. Lo que llama la atención es que la palabra se refiere a la sinagoga de Satanás. Porque hay gente que dice ser de la iglesia pero no lo es. Están dentro sirviendo pero son como lobos disfrazados de ovejas. Estos tienen su propia fe, son religiosos, están en todos los servicios pero sus ideas y doctrina son contrarias al evangelio.

Esta gente no da frutos, no da testimonio y con ello predican un mensaje diferente al que se predica por Jesús. Es por ello que te puedo decir que son una iglesia dentro de otra iglesia, son como un cáncer.

Estos falsos predican herejías que enamoran a otros en nombre del cristianismo y tanto así fue su fuerza que llegaron inclusive a finales del siglo II donde se hicieron más evidentes. Estos hacen una mezcla de la ley de la gracia, propiciada precisamente por los judíos. Una de estas herejías dice que Jesús no es el hijo de Dios nacido de una Virgen y aunque te escandalices el resultado lo tienes en muchos que se han vuelto protestantes o bien se van a otras religiones no cristianas, pero estos estaban precisamente en tu iglesia o comunidad. Alguna vez se atrevieron a decir abiertamente lo que pensaban y otras no, lo guardaban en secreto, pero si comulgaban para que muchos los vieran.

La otra herejía era que todos se salvan por medio de la fe, guardan el sábado y no comen comida inmunda. De estos también tú conoces a algunos y lo peor del asunto es que actuaban como si realmente fueran cristianos modelos a imitar. Hoy en la actualidad todavía existen este tipo de iglesias, que salieron de una u otra de tu iglesia. Recuerda la famosa reforma. A veces puedes preguntarte porque el Señor permite esto, solo te digo que recuerdes que él en algún momento dijo: es necesario que la cizaña y el trigo crezcan juntos.

Tu que eres un servidor@ en la iglesia y que haces tu trabajo con mucho amor ¿Cuántas veces has sido humillad@ por otros? Te ha sucedido en privado y en público de parte de los mism@s que se dicen herman@s tuy@s. Se que esto te atribula, hace que tu espíritu se entristezca, hace que pienses que no vale el seguir en la comunidad o ministerio al que perteneces. ¿Será que porque eres pobre materialmente?

Yo te digo que aunque eres pobre, eres inmensamente ric@ en espiritualidad, sé que has aprendido a soportar a tus herman@s en la fe. Sé muy bien que aunque a veces sientes desfallecer tú amor hacía mí te mantiene en el camino, porque sabes muy bien que lucha es diaria. Sé que cuando hay actividades encaminadas a la evangelización te colocan en los trabajos más humildes, los que los otros no quieren realizar, porque siempre quieren estar en los primeros lugares. Tu pobreza material no es obstáculo, porque te enriqueces diariamente con mi palabra y la sabes guardar en tu corazón.

Sé que te calumnian, los mis@s que conviven contigo en la comunidad, en la familia, en el hogar, en el trabajo por tu misma condición de pobreza. Pero es más triste cuando lo hacen tus hermanos en la fe, que se supone deben amarte, cuidarte como lo he hecho yo con cada uno de ellos. Estos se afanan en ponerte mal con el sacerdote, con el líder de la comunidad, del ministerio, dicen que te falta crecimiento espiritual, que no sabes hablar en público, que falta mucho para el servicio. Te digo, estos se llaman así mism@s cristian@s, pero te digo, están lejos de serlo. Se han convertido al igual que los fariseos, que cuidan su apariencia ante la vista de los demás pero que tienen el corazón podrido, yo lo puedo ver. Estos pertenecen a la iglesia de Satanás, que hacen su propia iglesia dentro de la misma iglesia, lo permito, para que como ejemplos como el tuyo puedan convertirse y salvarse de la muerte segunda.

Sé valiente y no temas, el sufrimiento es parte de la vida, el sufrimiento es parte de los que llevan la cruz, como te sucede a ti, el secreto es aceptarla y saberla cargar con amor, ahí tienes el ejemplo de mi hijo amado, que lo supo hacer hasta el final y con ello está sentado a la derecha del trono. No temas, porque el diablo se va a empecinar para echarte fuera de la iglesia, eso es lo que quiere, eso es lo que busca, cada día se las ingenia para ello, busca ponerte un azote, aburrirte, cansarte, desesperarte. Tú has visto que no han aguantado y han abandonado el primer amor, cedieron ante la tentación y la tribulación, pero, tú eres fuerte y aguantas por amor.

Así como tú hay otros, que pertenecen a mi iglesia, y Satanás no descansará hasta verte preso en sus garras, muchos saldrán por poco tiempo y luego volverán porque entenderán que yo soy el camino y la vida, estarán presos en la cárcel de sus propias pasiones, presos en sus pecados, pero volverán y ahí estaré con los brazos abiertos para recibirlos de nuevo.

Quizás tú pensaste que en la iglesia ibas a encontrar mucha paz, mucho amor, y, así es, porque no todo está perdido. En mi iglesia es donde Satanás trabaja más fino, porque no quiere que tú te salves. Él tratara de catequizarte y te preguntará ¿Por qué tienes tu que aguantar a tal o cual herman@? ¿Todo lo que haces y sirves para qué? ¿No crees que Dios te ha abandonado? El mismo diablo te dirá: si eres hij@ de Dios, ¿Por qué permite que te traten así? Te digo, él tratara de ponerte en tentación, incluso te hará ver cosas como que la iglesia se equivoca, que los sacramentos no son bíblicos, que sí tu sigues creyendo en el sacerdote o laico, te equivocas. Sí tu lees la Biblia, te darás cuenta que el diablo siempre quiere destruir mi obra y alejar de mí a los que se acercan. Está es la lucha espiritual entre el bien y el mal. Él no quiere sufrir solo, porque es egoísta, él quiere llevarse a muchos, la tercera parte.

Judas, estuvo en comunidad, sólo él se salió y salió con maldad, el diablo se lo ganó. Pedro fue tentado varias veces y estuvo en la comunidad, pero, él salió victorioso porque reconoció que sólo Jesús tenía palabras de vida eterna.

Todo esto que te sucede en el seno de la iglesia, está puesto para que tú te hagas fuerte y perseveres hasta el final, porque te tengo un premio, tendrás la corona de la vida, la vida eterna, que es tú meta final, venir a mi encuentro y reinar conmigo por los siglos de los siglos. Persevera que nada es inútil para tu salvación.

Tú pobreza material es recompensada con la riqueza espiritual de mis dones que luego dan fruto en ti. Con ello tendrás la corona de la vida. EL QUE TENGA OÍDOS, OIGA LO QUE EL ESPÍRITU DICE A LAS IGLESIAS porque si tú vences, no tendrás daño en la muerte segunda. Recuerda, yo he estado con mi pueblo, después estuvo mi hijo, y ahora, está el espíritu Santo. La primera muerte es el bautismo, la segunda es tu muerte física, en la muerte segunda, estarás a salvo porque el paraíso te espera, así como le sucedió al ladrón que estaba en la cruz junto a mí hijo.

Para ilustrar, te dejo una bella historia, para que comprendas que aunque mucho se te humille, por los falsos cristian@s que te rodean, o por mucha angustia que sientas, siempre siempre, el Señor esta contigo, aunque tú a veces no lo notes.

Una noche tuve un sueño… soñé que estaba caminando por la playa con el Señor y, a través del cielo, pasaban escenas de mi vida.

Por cada escena que pasaba, percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena, unas eran las mías y las otras del Señor.

Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena y noté que muchas veces en el camino de mi vida quedaban sólo un par de pisadas

En la arena.

Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles de mi vida. Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al Señor. ‘Señor, Tu me dijiste, cuando resolví seguirte, que andarías conmigo, a lo largo del camino, pero durante los peores momentos de mi vida, había en la arena sólo un par de pisadas. No comprendo porque Tu me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba’.

Entonces, Él, clavando en mi su mirada infinita me contestó: ‘Mi querido hijo. Yo te he amado y jamás te abandonaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas fue justamente allí donde te cargué en mis brazos’.

Este precisamente es el mensaje que el Señor te da, tu que perteneces a la iglesia que sufre humillaciones a causa del evangelio. Tú que constantemente estás siendo asechad@ por Satanás, hoy el Señor te dice, nunca, nunca te abandonaré y te tengo para ti la corona de la vida de la eterna. Así que aunque sientas que ya no aguantas, que tu sufrimiento es mucho, que te agobias, que la cruz ya no la soportas, El Señor, ten la plena seguridad, te cargará en sus brazos en los momentos más difíciles de tu vida. La pobreza material, no importa, lo que importa es la riqueza espiritual.

La madre iglesia también tiene algo que decirte al respecto de lo tratado en esta catequesis, para ello lee el numeral 164 y 165 del catecismo católico:

Ahora, sin embargo, caminamos en la fe y no en la visión -2Co 5,7- y conocemos a Dios como en un espejo, de una manera confusa… imperfecta -1Co 13,12- Luminosa por aquel en quien cree, la fe es vivida con frecuencia en la oscuridad. Le fe puede ser puesta a prueba. El mundo en que vivimos parece con frecuencia muy lejos e lo que la fe nos asegura; las experiencias del mal y del sufrimiento, de las injusticias y de la muerte parecen contradecir la buena nueva, pueden estremecer la fe y llegar a ser para ella una tentación.

Entonces es cuando debemos volvernos hacia los TESTIGOS DE LA FE: Abraham, que creyó, esperando contra toda esperanza (Rm 4,18); la Virgen María que, en la peregrinación de la fe, llegó hasta la noche de la fe participando en el sufrimiento de su Hijo y en la noche de su sepulcro; y tantos otros testigos de la fe: También nosotros, teniendo en torno nuestro tan gran nube de testigos, sacudamos todo lastre y el pecado que nos asedia, y corramos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe (Hb 12,1-2)

Cuando sientas desmayar, haz lo que propone la Iglesia que es sabia, pon tu mirada en los testigos de la fe, que vaya si hay muchos, es una gran nube. No lo olvides, la Iglesia está en la tierra y sus miembros son humanos, por lo tanto, muchos serán tentados y pondrán tu fe a prueba, pero no lo olvides, Dios te promete que si perseveras hasta el fin de tus días la corona de la vida eterna.

He querido dar en estas catequesis sobre el mensaje a las iglesias la sensación de que es Dios mismo quien te habla, sin usurpar funciones, más bien, para que tú entiendas el mensaje de mejor manera. Lo que expongo es que Dios te conoce, y hoy, sabe, que tu sufres tribulación y angustia, porque hay muchos hermanos que entorpecen tu caminar, se han vuelto piedra de tropiezo, esto en lugar de desanimarte, te debe de llevar a ser más fuerte en tu fe. Sirva la historia de las pisadas en la arena como algo verdadero de que Dios actúa sin que tú lo notes, pero no te abandona. Ten en cuenta que el mundo en que vives es duro y no pretendas vivir una fantasía religiosa que te haría mas daño que bien. Vive eso sí con la esperanza de que Dios te ha ofrecido una corona y esta corona es la vida eterna. Él sabe muy bien de ti, conoce tu pobreza, pero sabe muy bien de tu riqueza espiritual.

Tú tienes que dar tu respuesta y que mejor si la das conforme a la palabra de Dios que te dice:

MANTENTE FIEL HASTA LA MUERTE Y TE DARÉ LA CORONA DE LA VIDA. EL QUE TENGA OÍDOS, OIGA LO QUE EL ESPÍRITU DICE A LAS IGLESIAS; EL VENCEDOR NO SUFRIRÁ DAÑO EN LA MUERTE SEGUNDA. (Ap. 2,10-11)

Y esto es precisamente lo que tienes que hacer, mantenerte fiel, así como lo hizo Abraham, La Virgen María, El Apóstol Pablo, Juan Pablo II. Tienes muchos ejemplos.

Tu ejercicio para toda la vida a partir de hoy es mantenerte fiel a tu fe.

Ahora en el silencio de tu lugar, has tu oración personal pidiéndole a Dios el auxilio necesario para serle fiel en las buenas y malas situaciones de la vida.

Padre Nuestro…. Dios te salve… Gloria….

Luis Mayorga

Ministerioisaias@gmail.com

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