sábado, 10 de julio de 2010

11 TEMPLANZA


FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO

Hoy inicias una catequesis más, que te ayudará a ser mejor cada día, no solo contigo mism@ sino para con los demás. La templanza es otro fruto del Espíritu Santo, que se tiene que dar en tu persona, tu eres la tierra donde el Señor ha lanzado la Semilla de su Espíritu Santo que germina día a día para luego dar su fruto, y que mejor si este fruto es la templanza que no es mas que moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, abstenerse de los deleites carnales (continencia), virtud que modera y refrena las pasiones, ya que la pasión es un apetito o afición vehemente a una cosa o persona.

Antes de que procedas a leer el texto bíblico que te iluminará en esta catequesis, quiero citar las palabras de San Josemaría Escrivá de Balaguer:

Oro, plata, joyas… tierra, montones de estiércol. Goces, placeres sensuales, satisfacción de apetitos… como una bestia, como un mulo, como un cerdo, como un gallo, como un toro. Honores, distinciones, títulos… cosas de aire, hinchazones de soberbia, mentiras nada.

Te veo caballero cristiano, dices que lo eres, besando una imagen, mascullando una oración vocal, clamando contra los que atacan a la Iglesia de Dios… y hasta frecuentando los Santos Sacramentos. Pero no te veo hacer un sacrificio, ni prescindir de ciertas conversaciones… mundanas, ni ser generoso con los de abajo… ¡ni con esa Iglesia de Cristo!, ni soportar una flaqueza de tu hermano, ni abatir tu soberbia por el bien común, ni deshacerte de tu firme envoltura de egoísmo, ni… ¡tantas cosas más! Te veo… , no te veo, y tu… ¿dicen que eres caballero cristiano? ¡Que pobre concepto tienes de Cristo!

Probablemente te preguntes el porque de las citas anteriores, quiero decirte herman@ que conforme leas la catequesis y la vayas asimilando entenderás el porque de las citas de este santo hermano.

Entremos de lleno a leer la palabra de Dios, no si antes rogar que te ilumine para poder entender su designio y la ruta que El quiere que tú tomes en tu vida.

2 Samuel 11,1-17

Y acaeció a la vuelta de un año, al tiempo que suelen los reyes salir a campaña, que David envió a Joab y con él a sus oficiales, y a todo el ejército de Israel, a talar el país de los amonitas, y sitiaron a Rabba, su capital. David se quedó en Jerusalén. Entretanto sucedió que un día levantándose David de su cama después de la siesta, se puso a pasear por el terrado de su palacio, y vió en otra casa de enfrente una mujer que se estaba lavando en su baño; y era de extremada hermosura.

Envió, pues, el rey a saber quién era aquella mujer, y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, heteo.

David la hizo venir a su palacio, habiendo enviado primero a algunos que le hablasen de su parte, y entrada que fue a su presencia, durmió con ella, la cual se purificó luego de su inmundicia. Y volvió preñada a su casa. De lo que dio aviso a David, diciendo: he concebido. En seguida despachó David un correo a Joab, diciéndole: Envíame a Urías, heteo. Se lo envió Joab; y llegado Urías, le preguntó David en qué estado estaban Joab y sus tropas, y cómo iban las cosas de la guerra. Dijo después David a Urías: Vete a tu casa, lava tus pies, y descansa. Salido que fue Urías de palacio, le envió el rey en seguida comida de su real mesa. Mas Urías durmió delante de la puerta de palacio con otros criados u oficiales de se señor, y no fue a su casa.

Se lo contaron luego a David, diciéndole: Urías no ha ido a su casa. Por lo que dijo David a Urías: ¿no has llegado de un viaje? Pues, ¿Cómo no has bajado a descansar en tu casa? Respondió Urías a David: el arca de Dios, e Israel y Judá están en tiendas de campaña, y mi señor Joab y los siervos de mi señor duermen en el duro suelo; ¿e iría yo a mi casa a comer y beber, y dormir con mi mujer? Por la vida y por la salud de mi rey juro que no haré tal cosa.

Le dijo entonces David: Quédate también hoy aquí, que mañana te despacharé. Se quedó, pues, Urías en Jerusalén aquel día y el siguiente. Lo convidó David a comer y beber en su mesa, y procuró embriagarlo; mas él saliendo al anochecer, se fue a dormir en su tarima del cuerpo de guardia con los oficiales de su señor, y no bajó a su casa.

Llegada fue la mañana, escribió David una carta a Joab, y se la remitió por mano de Urías. Decía en ella. Pon a Urías al frente en donde esté lo más recio del combate, y desamparadle para que sea herido y muera.

Estando, pues Joab en el sitio de la ciudad, puso a Urías frente al puesto donde sabía que estaban los más valientes de los enemigos.

Los cuales habiendo hecho una salida de la ciudad, cargaron sobre Joab, y murieron algunos del ejército de David, y entre éstos también Urías, heteo.

(Palabra de Dios)

Lee también el siguiente texto Juan 12,5-6

Por lo cual Judas Iscariote, uno de sus discípulos, aquel que le había de entregar, dijo: ¿por qué no se ha vendido este perfume por trescientos denarios, para limosna de los pobres?

Esto dijo, no porque él pasase algún cuidado por los pobres, sino porque era ladrón y teniendo la bolsa, llevaba o defraudaba el dinero que se echaba en ella. Pero Jesús respondió: Dejadla que lo emplee para honrar de antemano el dí de mis sepultura (palabra de Dios)

Estos textos bíblicos son para descubrir que sucede cuando no se tiene el fruto de la templanza, es por ello que los iré explicando paso a paso.

David era rey, Dios lo había elegido para desempeñar importante cargo, pero David era un humano, era el más pequeño de los hermanos, era un pastor de ovejas, era el que no dudó enfrentarse a Goliat el gigante quién salió derrotado en manos de David. David conocía las leyes de Dios, sabía que misión tenía, pero falla, porque no supo adquirir el fruto de la templanza, muchos han muerto por no tener este fruto y los que lo cuidaron prolongaron su vida, esto se da más adelante en la vida de David, pero, en este momento toca analizar que sucede cuando este fruto no se da.

Judas el Iscariote, es un discípulo de Jesús, el está encargado de los tesoros de esta pequeña comunidad formada apenas por 12 personas. Judas vió muchos de los milagros de Jesús, escucho de boca de Él la sana doctrina, pero carecía del fruto de la templanza, el fruto que tiene la virtud de moderar y refrenar las pasiones. La pasión de Judas era su apetito por los bienes monetarios, David sucumbió por su apetito sexual. Judas no prolongó su vida, porque el fruto de la templanza no estaba con él.

Tanto David como Judas en épocas diferentes en circunstancias diferentes tuvieron ante si las tentaciones, en David se presentó la mujer, hermosa, desnuda, deseable a los sentidos. Judas tenía el control del tesoro, quizás hasta acariciaba las monedas que caían en la bolsa, es por ello que con falsa sobriedad, reclama el desperdicio del frasco de perfume con él cual la mujer ungió a Jesús. Otra nota característica de estos hechos en la vida de David y Judas es que la falta de este fruto trae consigo otros males, como la traición, la mentira, la muerte, esto queda testificado en los textos leídos.

David y Judas no supieron contenerse, no tuvieron fuerza de voluntad para dominar las pasiones de la carne, no tuvieron en su momento la virtud que modera y refrena las pasiones, se olvidaron de la justicia ¿Por qué quién de ellos amó la justicia? Ninguno de los dos, ambos se mancharon sus manos con sangre de inocentes, Urías fue mandado a matar, Jesús fue entregado a sus verdugos. Duro es, cuando el hombre carece del fruto de la templanza. David careció de virtudes, solo lo dominó el deseo por la mujer y con tal de quedarse con ella, no dudó en cometer un crimen por medio de terceras personas. Judas, fue dominado por la avaricia, por 30 monedas de plata entregó al justo de las naciones, ¿Dónde estaban sus virtudes?, por los malos pensamientos, la carencia del fruto de la templanza hace que las virtudes desaparezcan en un momento.

Si tan solo ellos hubiesen amado la justicia, las virtudes, los frutos se hubiesen manifestado. David se hubiese contenido, pensando en el mandamiento que dice no desearas la mujer de tu prójimo, Judas se hubiese contenido, pensando en el mandamiento no tendrás dioses ajenos delante de mí. Los frutos hubiesen florecido en ellos y la historia hubiese sido otra.

La justicia enseña, templanza, prudencia y fortaleza. Las cárceles están llenas de gente que carece o careció de este fruto del espíritu santo. De los dos personajes que menciono en esta catequesis, uno de ellos comprendió que para el ser humano no hay más dicha que los frutos del Espíritu, y este fue David, Judas no llegó a entenderlo.

Los frutos del espíritu santo son muchos, y si David hubiese obrado conforme al Espíritu no se habría perdido en su momento los siguientes frutos, amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, modestia, dominio de sí, ya que contra tales cosas no hay ley, él no hubiese cometido error tras error, dejó de amar a Dios, al prójimo y así mismo, perdió la alegría y esto lo dice la escritura más adelante cuando se enfrenta con el profeta, indudablemente que perdió la paz, porque su pensamiento estaba centrado en como hacer matar a Urías, la paciencia no estaba con él, mucho menos la bondad y olvidémonos de el dominio de sí, como puedes notar te aseguro que su vida en ese momento era un infierno, dominado por sus pasiones, lo mismo te aseguro le sucedió a Judas, cuyo final tu sabes muy bien. Nota pues, lo difícil que es la vida cuando se carece del fruto de la templanza, y te aseguro que conoces a muchas personas que no viven en paz.

David y Judas, lo tenían todo asegurado, mientras estaban en paz con Dios, pero le hicieron la guerra. El diablo le hizo la guerra a Dios y en su momento estos personajes pasaron a hacer hijos del diablo, no importando que uno fuera rey, cuyo nombre estaba predestinado muchas generaciones antes, desde Ruth la moabita.

La palabra de Dios en algún lugar: ‘’el vino es vida para el hombre, siempre y cuando se beba con medida’’ ¿Por qué menciono este pasaje? Porque quiero compararlo de la siguiente manera, el hombre puede hacer muchas cosas, esta en su libre derecho, pero, como bien dice San Pablo: ‘’todo lo puedo hacer, más no todo me es lícito. ’’ David podía apreciar la belleza de la mujer, pero no desear el poseerla, el podía como el vino beber con su vista la hermosura de la mujer, pero no embriagarse por el deseo.

El subió a la terraza y casualmente estaba Betzabé desnuda tomando un baño, el simple hecho de ver, no es pecado siempre y cuando no lo hiciese con el deseo sexual, al fin y al cabo, la belleza se puede admirar, el problema es fantasear y desear y hacer lo imposible por obtener aquello que no es lícito. A David lo hundió en el pecado la lujuria y a Judas lo hundió la avaricia.

Para que esto no se mal interprete aclaro, todo hombre y mujer que conoce la ley de Dios, sabe perfectamente, que es licito y que no lo es, si tu vista te hace pecar, es mejor que te lo quites y entres tuerto al reino de Dios, dice en algún lugar de la escritura. Con esto quiero decir, deja al mundo que se consuma en sus pasiones y deseos insanos, pero el que es de Dios, que evite por todos los medios que el pecado germine en su corazón.

David tenía mujer, no tenía necesidad de desahogar su impulso sexual en Betzabé. San Pablo pide en la carta a los corintios, que el que no pueda contenerse es mejor que se case no sea que se abrase. Sin embargo, David se dejó abrasar por el deseo sexual poniendo este deseo en la mujer ajena. El fruto de la templanza no esta en él, perdió la sensatez, dejó de ser sobrio, no supo moderar su pasión dejándose llevar por el placer de los sentidos, pero veamos algunas características que conlleva el tener el fruto del Espíritu Santo, propiamente en David y Judas. David cometió adulterio, traición, mintió, mató. Judas, cometió traición, mintió, mató. Que triste es ver como estos personajes sucumbieron ante las pasiones, y, no les importó quedarse sin el favor de Dios en sus vidas. Afortunadamente uno de ellos recapacitó a tiempo, supo escuchar la palabra de Dios y salvó su vida, obtuvo el perdón.

El Señor te ha dado a ti en lo personal un Espíritu de valentía, por lo cual no dudo que con semejante espíritu tu no caigas en la tentación, el te ha hecho valiente porque te ha dado su espíritu de fortaleza, de caridad y de templanza. Tu puedes verte reflejad@ en David o bien en Judas. Porque también te digo que la mujer, puede en su momento provocar que un hombre casado caiga en sus brazos, a ti te puede atraer un hombre, pero, míralo, más no lo desees y provoques fornicación o bien adulterio, sea cual fuere tu condición civil.

Los cristianos en general, saben que Dios les ha dado su espíritu por medio del bautismo, y también por medio del sacramento de la confirmación, por lo tanto te ha hecho valiente, para que no te avergüences en dar un fuerte testimonio. David y Judas en su momento actuaron cobardemente, porque el Espíritu definitivamente no estaba en ellos, pero lo tienes, y eres capaz de vencer cualquier situación de pecado que se te presente. Debes fortalecerte día a día con la lectura bíblica, para ello puedes recurrir a las lecturas diarias que te he proporcionado, debes de recurrir a la oración diaria, según te he presentado al principio de estas catequesis y no lo olvides, el sacramento de la comunión, tienes tres armas poderosas, la palabra de Dios, la comunicación con Dios y su sangre y cuerpo del hijo amado, David y Judas no tuvieron el privilegio de comer del cuerpo y beber la sangre del cordero que quita el pecado del mundo pero tú sí.

No te avergüences de defender tu fe, de denunciar todo lo que es pecado, como el adulterio, la fornicacion, el aborto, la idolatría etc., y en tus conversaciones siempre procura evangelizar, no solo con tu testimonio sino que también con la palabra de Dios.

Ciertamente sufrirás por dar testimonio, pero el sufrimiento no es nada comparado con el amor que Dios te tiene. Recuerda que David y Judas olvidaron dar testimonio con los actos que cometieron. Soporta con paciencia, porque el diablo no está contento contigo, tratará de desesperarte por todos los medios, te pondrá fuertes tentaciones, pero tú saldrás avante.

Las modas cada vez son más escandalosas, las cantantes procuran mostrar más cuerpo que voz, los cantantes procuran ser bellos cada día y sus canciones incitan claramente a la violencia, a la sensualidad, al engaño a la mentira. El empresario quiere hacerte creer que vales mientras más dinero tengas, estas son las tentaciones modernas, cuerpos desnudos, tecnología, poder, tener y tener, pero tú eres valiente y sabes muy bien que sólo Dios te basta.

Ciertamente tu como laic@ tienes obligación de evangelizar desde tu estado de vida, ser un @ auxiliar de tu presbítero y trabajar conjuntamente en la misión de engrandecer el reino, no desde el punto de vista religioso que ya tenemos bastantes religiones hoy en día y seguirán habiendo nuevas conforme pasen los años.

El fruto de la templanza se debe dar en ti, para gloria y honra de Dios, pero, los sacerdotes también tienen que dar testimonio, es por ello, que el papa Benedicto XVI los llamó a la reflexión instituyendo el año sacerdotal y tomando como eje de las catequesis la vida de San Juan de la Cruz, si tu eres sacerdote o hermano seminarista medita sobre lo siguiente a la luz de la palabra en la epístola a Tito capítulo 1 versículos del 5 al 8, Dios te ha dado una parroquia una porción de su pueblo, para que apacientes sus ovejas, para que organices y establezcas comunidades según tú plan de trabajo de acuerdo a los diferentes movimientos existentes. Tu como sacerdote debes de ser irreprochable, casto, hacer fieles creyentes, no debes dar un mal testimonio de libertinaje ni de de rebeldía, porque eres un administrador de Dios, debes de ser irreprochable, no arrogante, no colérico, no bebedor ni vicioso, no violento, no dado a lo negocios personales, sucios o de otra índole, debes de ser hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, piadoso, dueño de sí. Todo esto, debes de pedir a tus laicos colaboradores, pero, si tú no das un testimonio ¿cómo podrías pedir tales cosas? Bien dijo Jesús un ciego no puede ayudar a otro. David era rey, dirigía un pueblo, Judas era un ‘’laico’’, ambos pecaron, a pesar de saber de la misión que tenían, esto no debe de ser excusa para tu caer en lo mismo, todo lo contrario, es un espejo, para no caer en la tentación y tampoco abusar de la misericordia del Todopoderoso.

Para ti herman@ en la fe, lo anterior también te debe llevar a reflexionar profundamente, porque tú tampoco puedes pedir que tu sacerdote sea un santo, si tú con tu testimonio no lo ayudas, ni mucho menos puedes ser dirigente, si tu vida no se ajusta a la volunta de Dios.

¿Qué decir de los cristianos que andan en las cosas del mundo siendo servidores?, hay que llamarlos a la reflexión. Tu eres hijo de la luz, no puedes y no debes hacer cosas que contradigan los mandamientos, no estar a favor del aborto, no estar viendo películas anticristianas, no estar en los modos de la moda, no debes afanarte por el consumismo, preferir un evento social a la eucaristía. Eres hijo de la luz para iluminar a los que andan en tinieblas, llevarlos a la presencia del Salvador, no duermas como los demás que están narcotizados por lo que el mundo les ofrece, que al final descubrirán que es vanidad, pero mientras tanto sufrirán.

Vela y se sobri@, porque tienes una gran misión en esta tierra, que al final de tu caminar Dios te lo demandará. Tu testimonio debe ser muy fuerte para arrastrar multitudes, ¿recuerdas al papa Juan Pablo II? Él, arrastró multitudes y no se cansó de anunciar la fe que profesaba.

Que los demás no te acusen con el dedo, por dar un testimonio como el que dio David o Judas, la historia aún señala a Judas como el traidor, tu no debes señalad@ como un traidor de la fe, pide al Señor que los frutos se den en ti. Mantente alerta, porque el diablo anda como león rugiente, buscando a su presa, para devorarla. Ora y ayuda mucho por los herman@s que se han alejado, sea cual fuere el motivo y tú ten cuidado de ser piedra de tropiezo para los niños en la fe.

Piensa que el Señor demanda mucho de ti y por amor a Él te aguantas tus deseos de la carne, tu compañera debe de ser la sobriedad y la continencia en todo, pero un poco más en los deleites carnales, en el placer de los sentidos, aprender a dominar cada sentido sensorial de tu cuerpo, como el gusto, la vista, el tacto, el olfato, el oído, tienes que ser sobrio en todo, rechazar todo aquello que limite tu crecimiento espiritual. El portarte con prudencia tiene que ser una característica en tu vida, refrenar las pasiones y aprender a desear lo que enriquece tu espíritu, ten en cuenta que Jesús dijo claramente, buscad primero el reino de los cielos, lo demás, lo material vendrá por añadidura.

Cuando la añadidura venga, también tendrás que ser prudente y moderar los apetitos de los sentidos. Aprenderás la filosofía cristiana, la filosofía de aquel que dijo, el hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza, pero, ganó la gloria, el sentarse a la diestra del Padre. El ministerio de David, tiene una mancha, que registra la historia, el ministerio de Judas también tiene una mancha, no supieron ser valientes, pero tú, tienes que serlo, porque ya tienes ejemplos, experiencia de la vida, sufrimiento en carne propia y es por ello que en base a tu experiencia con el creador o bien de los años en tu vivir debes de evangelizar y soportar los sufrimientos que esto conlleva.

Muchos te ridiculizaran, te humillaran, te vejaran o perseguirán, pero tienes la fuerza del Espíritu y esto no lo dudes ni por un instante. Los cobardes no sufren por causa del evangelio y es más fácil ceder a la tentación, Judas lo fue.

La templanza es poner a prueba tu voluntad, voluntad para dominar las pasiones, para dejar los vicios, cuando tu voluntad se pone en sintonía con la de Dios, te puedo decir que tienes el fruto de la templanza en ti. Jesús orando en el huerto, la noche en que iba a ser entregado, puso su voluntad a prueba, hizo la voluntad del padre, es por ello que te puedo decir que Jesús tenía este fruto, no sucumbió ante la tentación de abandonar su misión y por ello que con justa razón pudo decir en la cruz, ‘’padre, todo está cumplido’’, pero para ilustrar mejor esto de la voluntad, de la templanza te cuento la siguiente historia:

Un viejo amerindio estaba hablando con su nieto. Le decía: me siento como si tuviera dos lobos peleando en mi corazón. Uno de los dos es un lobo enojado, violento y vengador. El otro está lleno de amor y compasión.

El nieto preguntó: abuelo, dime, ¿Cuál de los dos lobos ganará la pelea en tu corazón? El abuelo contestó: AQUEL AL QUE YO ALIMENTE

David alimentó el deseo de poseer a la mujer. Judas alimentó el deseo de querer ser el tesorero del rey, pero cuando vió que el camino no era el que él esperaba, se vengó. Estos dos hombres alimentaron el lobo enojado, violento y vengador que estaba en sus corazones. Tú no eres la excepción, estos dos lobos están en tu corazón día a día, pero eres tú el que decide a quien alimentar y al que tú alimentes a ese harás fuerte y es el que prevalecerá.

Jesús alimento al ‘lobo’ del amor y compasión y por ello se entregó al sacrificio de la cruz, por amor a ti y a la humanidad, el te muestra el camino a seguir, te muestra al padre, te da su santo espíritu y está contigo todos los días de tu vida, te hace valiente, sobri@, rechazar las pasiones, porque te ha dado el fruto de la templanza. Y cuando te debilitas, recuerda que tienes dos lobos en tu corazón, uno es Jesús el otro es el diablo, ¿a quien alimentarás?

El catecismo de la Iglesia en su numeral 1809 enseña mucho este fruto y dice: la templanza es la virtud moral que modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad. La persona moderada orienta hacia el bien sus apetitos sensibles, guarda una sana discreción y no se deja arrastrar para seguir la pasión de su corazón (Si 5,2). La templanza es a menudo alabada en el antiguo testamento: no vayas detrás de tus pasiones, tus deseos refrena (Si 18,30) en el nuevo testamento es llamada moderación o sobriedad. Debemos vivir con moderación, justicia y piedad en el siglo presente (Tt 2,12)

Vivir bien no es otra cosa que amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todo el obrar. Quien no obedece más que a El –lo cual pertenece a la justicia- , quien vela para discernir todas las cosas por miedo a dejarse sorprender por la astucia y la mentira – lo cual pertenece a la prudencia - , le entrega su amor entero – por la templanza -, que ninguna desgracia puede derribar – lo cual pertenece a la fortaleza –

Creo que lo dicho anteriormente, es suficiente, no queda más que hacer un breve resumen de la catequesis. David, deseo a la mujer del prójimo, la cual según la ley de Dios le estaba prohibida, se dejó dominar por la pasión, alimento al lobo vengador, provocó dolor y muerte en sus semejantes, abusó de estado de vida. Judas, buscaba honores, gloria y poder. Este sentimiento lo hizo estar al lado de Jesús sin estar, su mente estaba en el dinero, alimentó el lobo equivocado. Tú has pasado por situaciones similares en tu vida, quizás has alimentado el lobo contrario al amor, pero Jesús te ha abierto las puertas de su corazón y te muestra que él es el camino la verdad y la vida. Tú no puedes luchar para no dar el fruto de la templanza en tu vida. Déjate llevar por la acción del espíritu santo y te aseguro que tu vida cambiará. No ceses de pedir el ser ungido por el Espíritu de Dios. El espíritu que el te dio es un espíritu de valentía no de cobardía y hoy tienes que permitir que los frutos de la templanza se den en ti, deja que el Señor lleve tu vida y no te arrepentirás.

Muy pocos escuchan al Señor, y se cuentan entre ellos sacerdotes, obispos, religiosos, religiosas, diáconos, laicos y laicas, prefieren oír la voz de sus propias pasiones. Lo que te recuerdo es lo siguiente, toda palabra que viene de Dios, exige una respuesta, tú tienes que dar una respuesta a cada catequesis, caso contrario, de nada sirve que leas y te instruyas, veamos que quiere Dios de ti en 2da. Pedro 1,5-9 POR ESTA MISMA RAZÓN, PONED EL MAYOR EMPEÑO EN AÑADIR A VUESTRA FE LA VIRTUD, A LA VIRTUD EL CONOCIMIENTO, AL CONOCIMIENTO LA TEMPLANZA, A LA TEMPLANZA LA PACIENCIA ACTIVA, A LA PACIENCIA ACTIVA, LA PIEDAD, A LA PIEDAD EL AMOR FRATERNO, AL AMOR FRATERNO LA CARIDAD. PUES ESTAS COSAS, SI LAS TENÉIS EN ABUNDANCIA, NO OS DEJARÁN INACTIVOS NI ESTÉRILES PARA EL CONOCIMIENTO PERFECTO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. QUIEN NO LAS TENGA ES CIEGO Y CORTO DE VISTA; HA HECHADO AL OLVIDO LA PURIFICACIÓN DE SUS PECADOS PASADOS. (Palabra de Dios)

En pocas palabras el Señor te pide que te perfecciones cada día más y que al fruto del espíritu que ya posees le añadas otros más. Recuerda que tus pecados ya te fueron perdonados.

Oremos:

Gracias te doy Señor porque me has permitido instruirme en tus cosas por medio de esta catequesis. Te agradezco Señor que tu Iglesia siga buscando los medios necesarios y modernos para la evangelización. Permite Señor que el fruto de la templanza se dé en mí y que lo pueda poner al servicio de los que me rodean. No permitas que yo caiga en las tentaciones como le sucedió a David y a Judas, no permitas que yo alimente el lobo de la venganza y el odio, más bien ayúdame a añadir más frutos de tu espíritu a este cuerpo mío que el templo de tu Santo Espíritu. Escúchame Padre, no quiero ser el mism@, quiero ser mejor para gloria y honra tuya, tener la valentía de anunciar la buena nueva al mundo y que sepan que tu hijo está vivo y que resucitó. Amén.

Luis Mayorga

Ministerioisaias@gmail.com

Ejercicio, añade este fruto de la templanza a los que ya tienes, ejercítate domina tus pasiones y haz la voluntad de Dios, a partir de hoy.

Próxima catequesis el fruto de la castidad

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