09 FE



Herman@s, que siguen estas catequesis, Dios les bendiga. Estas catequesis son para llevarlas personalmente, porque es un poco difícil que los movimientos existentes los acepten, debido a que ellos tienen su propio programa catequetico. El secreto esta en que al movimiento al que perteneces note la diferencia en tu hablar y conducta porque tu realmente te estas ejercitando y por ende dando fruto. No me cabe la menor duda que en ti se cumplirán las palabras de Jesús ‘POR SUS FRUTOS LOS CONOCERÉIS’ esto porque tu estas dejándote llevar por la acción del Espíritu Santo, que inspiran estas catequesis, para tu perfección. No es casualidad el que leas este blog. Te aseguro que no, es acción de Dios, porque el quiere lo mejor para ti. No es casualidad que alguien te haya hablado sobre este blog. ¡Animo! Sigue adelante perseverando en los caminos del Señor y lo que es importante instruyéndote, para mas adelante dar a los demás tu luz.

Hoy te inicio en la catequesis sobre el fruto del espíritu santo llamado FE. Pero, ¿Qué es la fe? Es creer en algo sin necesidad de que haya sido confirmado por la experiencia o la razón, o demostrado por la ciencia. Recuerda que Jesús dijo ‘BIENAVENTURADOS LOS QUE NO VIERON Y CREYERON’ Esta palabra tan fácil de escribir, puesto que solo esta formada por dos letras viene del latín FIDES-EI que significa fe, confianza, pero que también es ‘AQUELLO QUE DA ORIGEN A LA CONFIANZA tu fe y la mía esta basada en Dios y el que da origen a ello es Jesús, y es sobre El que la madre Iglesia nos enseña amparada en las sagradas escrituras.

Para entrar en materia veamos lo que dice el evangelio de San Marcos en su capitulo 5 versículos del 21 al 43

Jesús paso de nuevo en la barca a la otra orilla y se aglomeró junto a el mucha gente; el estaba a la orilla el mar. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo y al verle, cae a sus pies, y le suplica con insistencia diciendo: Mi hija esta a punto de morir; ven impón tus manos sobre ella, para que se salve y viva. Y se fue con el. Le seguía un gran gentío que le oprimía.

Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacia doce años, y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, habiendo OÍDO lo que se decía de Jesús, se acerco por detrás entre la gente y toco su manto. Pues decía: si logro tocar aunque solo sea sus vestidos, me salvare. Inmediatamente se le secó la fuente de sangre y sintió en su cuerpo que quedaba sana del mal. Al instante Jesús, dándose cuenta de la fuerza que había salido de el, se volvió entre la gente y decía ¿Quién me ha tocado los vestidos? Sus discípulos le contestaron: estás viendo que la gente te oprime y preguntas ¿Quién me ha tocado? Pero el miraba a su alrededor para descubrir a la que lo había hecho. Entonces la mujer, viendo lo que le había sucedido, se acerco atemorizada y temblorosa, se postró ante el y le contó toda la verdad. El le dijo: Hija, TU FE te ha salvado, vete en paz y queda curada de tu enfermedad.

Mientras estaba hablando llegan de la casa del jefe de la sinagoga unos diciendo: tu hija ha muerto; ¿a que molestar ya al maestro? Jesús, que oyó lo que habían dicho, dice al jefe de la sinagoga: no temas, solamente ten FE. Y no permitió que nadie le acompañara, a no ser Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a la casa del jefe de la sinagoga y observa el alboroto, unos que lloraban y otros que daban grandes alaridos. Entra y les dice: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no ha muerto, esta dormida Y se BURLABAN de El. Pero El, después de echar fuera a todos, toma consigo al padre de la niña, a la madre y a los suyos, y entra donde estaba la niña. Y tomando la mano de la niña, le dice: muchacha, a ti te digo levántate. La muchacha, se levantó al instante y se puso a andar, pues tenía doce años. Quedaron fuera de si llenos de estupor. Y les insistió mucho en que nadie lo supiera; y les dijo que le dieran a ella de comer.

En el texto anteriormente leído, encontramos a personajes que tienen fe y otros que no, unos porque habían oído tenían fe, y otros, ni aun oyendo o viendo, estos son lo que no creían, de ellos se puede decir que son incrédulos, dubitativos, inseguros que son antónimos a la fe.

Te puedo decir que de una u otra manera los personajes aquí expuestos, como el jefe de la sinagoga o bien la mujer pusieron a prueba su fe. Esta prueba tuvo como resultado lo positivo, pero veamos algo más para ir comprendiendo esto de la fe. ¿Te acuerdas de Abraham? El hombre que no podía engendrar, el hombre que deseaba con ansias un hijo, el hombre que creyó en la promesa de Dios. ¿te acuerdas?, pues bien, este hombre vio la promesa cumplida pero, Dios se lo pide más adelante en sacrificio ¿Qué pudo pensar Abraham?, Dios me dice, sal de tu tierra, luego me promete un hijo, pasa largo tiempo pero lo cumple y ahora me pide a mi único hijo, el amado, ¿Qué es Dios entonces? ¡Sorpresa! Abraham no paso nada por la razón, simplemente, tuvo fe y accedió a lo que Dios le pedía. ¡Dura prueba de fe, para Abraham! Dura prueba de fe para la mujer con sangrado y para el jefe de la sinagoga. Toma nota, la fe de Abraham vino por el oír, la fe del jefe de la sinagoga igual y la fe de la mujer también. Toma nota.

En el caso de Abraham, Dios puso a prueba la fe de este hombre, muchas veces Dios lo hace con el único fin de fortalecer al hombre precisamente en la fe. El hombre no entiende en su momento, pero la vida le da la respuesta en su momento.

Alguien dijo, los ojos son el espejo del alma, es decir que en ellos se refleja los pensamientos del hombre. Si te acuerdas, cuando le presentan a Jesús al paralítico, dice la escritura que Jesús vio que el hombre tenia fe. Probablemente a este hombre lo llevaron porque habían oído de Jesús, el hombre paralítico tenía fe, Jesús lo notó, pero, también había muchos que dudaban y porque no decirlo, se burlaban. Jesús no solo vio la fe del paralítico, sino de quienes lo llevaban ante su presencia. Quiero decir con esto que la fe, se nota. También te digo, que no hay que confundir fe, con querer o desear, estos son sentimientos totalmente diferentes a la fe.

La fe por decirlo así, es algo que no se puede explicar, pero que se nota. Si volvemos al caso de Abraham, el simplemente se abandono a Dios. La mujer que toco el vestido de Jesús, se abandono a su fe, y el jefe de la sinagoga, simplemente espero en Dios, por medio de su hijo. Los 3 tenían fe, pero os aseguro que no podían explicar que es la fe, Jesús la compara con el tamaño de un grano de mostaza la cual es casi del tamaño de un grano de arena, lo interesante en el plano espiritual es que la semilla de mostaza da vida mientras que la de arena no. La fe da vida, pon atención, le dio vida a Abraham, le dio vida al jefe de la sinagoga y le dio vida a la mujer que sangraba. Entonces se puede deducir que la fe es vida, Jesús tuvo fe en su padre, sabia que resucitaría, y esto es posible únicamente teniendo fe. La fe es algo propio de cada quien, es por ello que Jesús dice, SI TUVIERAS FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA, así de pequeña ha de empezar la fe, para luego crecer cual árbol, grande.

En estos personajes hay algo similar, tuvieron que caminar, buscar un camino para llegar hacia donde estaba Jesús. El jefe de la sinagoga anduvo por el camino que lo llevaría hasta la presencia de Jesús para solicitar de El un favor. La mujer tuvo que hacerse camino para llegar hasta la presencia de Jesús y tocar su vestido. Los impulsó la fe, la fe los hizo caminar, al igual que los que llevaron a la presencia de Jesús al paralítico, la fe los impulsó a hacer camino.

La verdadera fe, hace al hombre a ponerse en pie, y buscar el camino que lo conduce precisamente a la presencia del hijo de Dios, el cual es el camino para llegar a Dios. Jesús preparó el terreno, el mismo lo dijo, YO SOY EL CAMINO y quizás en estos personajes se cumpla lo que el dice.

Pero el camino de la fe, lleva al jefe de la sinagoga y a la mujer nada mas y nada menos que a la presencia de la luz, aquella que hace que las tinieblas se disicipen y que la humanidad pueda encontrar el verdadero sentir de su existencia. Estos personajes buscaron en esta ocasión únicamente un favor, el ser sanados, no buscaron precisamente el ser salvados eternamente, pero si querían ser salvados de los dolores humanos, la fe conduce mas que a un alivio, conduce a la búsqueda de la salvación.

En los templos católicos, vemos muchas manifestaciones de fe, expresadas por medio de placas o plaquetas atribuyendo milagros a determinada imagen, lo lamentable es que la fe se queda ahí, en la sanación corporal, no en la espiritual, Jesús muestra como símbolo la sanación del cuerpo, no negó a nadie sanación, pero lo expreso claramente, que el venia para la salvación.

Cuando la humanidad aprenda a tener fe, entenderá y comprenderá que la fe, no reside únicamente en milagros de índole físico, sino que va más allá, que es la resurrección para la vida eterna, ese es el camino que hay que andar, buscar la salvación, la santidad y esto hará que la fe vaya creciendo, vaya echando raíz, hasta convertirse en un árbol grande.

En muchas ocasiones en la Biblia, aparecen textos donde se exhorta a tener fe, la madre iglesia exhorta a tener fe apostólica, en la profesión de la doctrina y en los sacramentos. Los apóstoles tuvieron fe cuando Jesús les dice, coman y beban, este es mi cuerpo y esta es mi sangre. Tuvieron fe en que lo que comían era realmente el cuerpo y sangre de Jesucristo es por ello que la Iglesia continúa realizando el memorial.

Ananias, Azarias, Misael se salvaron de las llamas, por una simple razón, tenían fe y si quieres tómalo como un símbolo sobre el salvarse del infierno. El jefe de la sinagoga tuvo de vuelta a la vida a su hija, por una simple razón, tuvo fe. La mujer que sangraba quedo sana por una simple razón, tuvo fe. ¿De que tamaño seria la fe de estos personajes? ¿Será que oyeron? ¿Será que nunca dudaron? ¿De que tamaño seria el grano de su fe? Las respuestas quedan en el aire, pero es bueno reflexionar al respecto.

Repito, el tener fe, no es querer o desear es simple y sencillamente tener fe. La resurrección vino por la fe, la sanación vino por la fe, bien vale el tener fe, sin necesidad de exhortaciones o pedidos, pero Dios, sabe de la condición humana y es por ello que pide tener fe. La fe viene por el oír. La fe nace de la necesidad de tener confianza en algo o alguien en este caso debe de nacer de tener confianza en Dios, en el Hijo, así como el jefe de la sinagoga, así como la mujer con flujo de sangre, tuvieron plena confianza y el resultado se conoce.

El pueblo de Dios, tenía fe en que Dios les iva a enviar a su salvador que los liberara del yugo egipcio, fueron aproximadamente 400 años de esperar con fe. Este mismo pueblo espero muchos años para que Dios les enviara a el Mesías, los que esperaron esperaron en la fe. Hoy la Iglesia que es el pueblo de Dios, espera la segunda venida del Señor, la parusía, y esto es por fe.

Nadie puede pensar hoy en día, que Jesús vuelva, porque el mundo se ha vuelto como en lo tiempos de Noé. Pero hay un resto, que si tiene fe. Esta espera, sin prueba científica, sin razonamiento, es imposible de creer. Como imposible de creer para muchos que la hija del jefe de la sinagoga resucitara, como los médicos que vieron a la mujer sanara a pesar de todos los avances de su época.

Pues así, como vino Moisés, como vino Jesús, te digo, Jesús vendrá de nuevo. El pueblo de Israel esperaba salvación, pero salvación de la opresión, hoy se espera salvación de la muerte eterna. ¿Quién puede decir como es la muerte? Nadie, ni Jesús nos contó sobre ello, es un misterio. En este misterio radica la fe. ¿Puede decir alguien como resucito Jesús? Nadie, es un misterio. En ello radica la fe. ¿Puede alguien explicar la concepción de María la Virgen? No, es un misterio, en ello esta la fe. ¿Puede alguien explicar como es Dios porque le ha visto? No, es un misterio. Esto es fe. ¿Puede alguno decir como será la segunda venida? No. Es un misterio. Ahí esta la fe. Creer en que Jesús vendrá de nuevo, que vendrá a Juzgar a vivos y muertos. Creer en la parusía es fe. Esperar para ello es fe. ¿Será posible que este fruto se de en abundancia en los hijos de Dios?

Ciertamente la Biblia nos narra muchos acontecimientos sobre la fe en la espera de Dios. Desde el principio Dios reveló, la salvación. Sansón esperó en Dios, Ruth esperó en Dios, Ester esperó en Dios, Noé esperó en Dios, muchos lo hicieron y vieron la espera cumplida. Vieron el resultado de la fe en Dios.

En el texto que leímos al principio dice que habían quienes se burlaban, estos como ya dije, son los que no tenían fe, que todo lo pasaban por la razón, y el salmo 94 en uno de sus versículos nos ilustra muy bien donde dice: ‘no endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto, cuando vuestros padres me pusieron a prueba, y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.’ La falta de fe, es precisamente endurecer el corazón ante la misericordia de Dios.

El pueblo de Israel a pesar de haber sido participante de la presencia de Dios, le faltó fe, para llegar a la tierra prometida y dudaron, endurecieron su corazón y por lo tanto esa generación no llego a su destino. Con el jefe de la sinagoga sucede lo contrario, tiene fe, pero un resto dice ¿para que molestar al maestro? Tu hija ha muerto. Aquí se manifiesta la falta de fe. Cuando Jesús pregunta quien me ha tocado, los discípulos incrédulos preguntan ¿Cómo quien te ha tocado? Si la multitud es mucha. Es lo mismo en ocasiones de la vida, ¿para que tener fe? Si el mundo presenta que la fe no es necesaria, solamente lo es, lo que se puede tocar, ver y sentir.

Te aseguro, que si Jesús no ve la fe de estos personajes, ellos no hubiesen obtenido la vida y la sanación. La falta de fe, es simple y sencillamente no creer en Dios.

En Deuteronomio 9,23 dice Y CUANDO YAHVE OS HIZO SALIR DE CADES BARNEA DICIENDO: SUBID A TOMAR POSESION DE LA TIERRA QUE YO OS HE DADO, OS REBELASTEIS CONTRA LA ORDEN DE YAHVE VUESTRO DIOS, NO CREISTEIS EN EL NI ESCUCHASTEIS SU VOZ.

La falta de fe también es no escuchar la voz de Dios. Los que tienen fe, escuchan a su pastor y las ovejas le entienden. La falta de fe, es rebelarse contra Dios, como lo hicieron los del sanedrín, por ello condenaron a Jesús, por su falta de fe.

Dios ha enviado a su hijo, para que la humanidad salga de la esclavitud del pecado, de las tinieblas, para que tome posesión de la tierra prometida, pero… la humanidad no escucha su voz, endurece su corazón, no cree en Dios. El jefe de la sinagoga si escuchó, si creyó en Dios. La mujer, si escuchó, si creyó en Dios, tuvo fe, los faltos de fe, se convirtieron en simple espectadores, su duro corazón, dominado por la razón los deja fuera de la bondad infinita de Dios.

Imaginémonos, que el jefe de la sinagoga o la mujer a pesar de los obstáculos encontrados no se hubiesen mantenido en la fe, ¿Qué hubiese sucedido? El obstáculo para el jefe y que bastaba para que su fe se tambaleara fue lo dicho, ‘ella esta muerta, no molestes al maestro’ con esto era suficiente para que la razón se antepusiera a la fe, ya está muerta. Nadie vuelve a la vida, pero… el se mantuvo en su fe, cree en Jesús a pesar de lo que le dicen los recién llegados, Jesús le dijo, no temas, ten fe, el mantenerse en la fe a pesar de la adversidad hizo el milagro.

El obstáculo para la mujer fue la pregunta de Jesús, ella sintió miedo, suficiente razón para dudar, para dejar de tener fe, porque el que le hace la pregunta la descubrió, descubrió hasta lo que ella pensaba, pero aún temblorosa explica a Jesús y este viendo la fe de ella la cura.

En los dos casos, la fe se mantiene, y así, podría mencionar muchos casos bíblicos donde la razón es nublada por la fuerza de la fe. Es por ello que la Biblia en 2Tes 2,15 dice: ‘Así pues, hermanos, manteneos firmes y conservad la tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta’.

En este caso tradición se traduce por fe, conservar y mantener la fe, que ha sido transmitida de viva voz o por carta. Esto ha sido así, la fe nos ha llegado por el oír o escuchar, desde la tradición de los apóstoles y es la madre Iglesia quien la ha transmitido al mundo entero, todos los que de una manera u otra creen en el único Dios creador de todo cuanto existe, es por fe y la fe es lo que hace que se sirva en la iglesia de Dios. No importa el razonamiento humano, es la misma fe que un día tuvo el jefe de la sinagoga, la mujer que tenia flujo.

La iglesia siempre hasta la venida del hijo, estará rodeada y por que no decirlo, tendrá en su seno a muchos que dudarán, que no creerán, pero los que han oído, los que se han mantenido en la fe, tendrán su recompensa, resucitaran, sanaran.

De todo esto nace una pregunta, ¿el jefe de la sinagoga y la mujer amaban a Dios? Porque para amar a Dios hay que tener fe. No es un solo decir de dientes al labio amo a Dios. El amar a Dios es hacer su voluntad, implica creer en El y si se cree en El se ama a Dios. Porque no se puede creer en El si no hace su voluntad. Jesús lo dijo claramente.

En lo personal pienso que esta gente tenia fe en lo que Jesús hacía, pero no tenían fe en Jesús, cosas muy diferentes. La verdadera fe, mueve al amor a Dios. La fe en el Dios esta por encima de todo, el que la posee, ¿A quien se le puede comparar? Porque esta fe es la única valedera. El jefe de la sinagoga ciertamente puso su fe en Jesús, en lo que el podía hacer, igualmente la mujer. Hasta cierto punto y por decirlo así los movía un interés que era la sanación del cuerpo, porque la mujer ya no soportaba más su enfermedad y el hombre no quería que su hija muriera, pero había fe.

Hoy sabemos que la fe en Dios no es interesada, no es únicamente para buscar la sanación ni mucho menos la salvación, es por amor a Dios. Y que esta fe nace de escuchar la palabra de Dios que nos ha transmitido fielmente la madre Iglesia.

Los evangelios ya no cuentan sobre estos personajes, pero si cuentan sobre una mujer, que no creía, que dudaba, que le fueron lanzados fuera de si siete demonios, que acompañó a Jesús hasta el calvario, su nombre Magdalena. Si lo quieres ver así, no fue evangelizada, pero fue sanada para salvación. Otro personaje fue el ladrón que creyó en Jesús y por fe encontró la salvación, mientras que el que dudaba no la encontró. Puedo decir entonces que la fe tiene que nacer por amor a Dios y no por un interés personal.

Jesús hizo algunos milagros sin que la gente tuviera fe, ¿Por qué los hizo?, para que se glorificara al padre y por misericordia divina, esto no hay que olvidarlo. De los milagros que recuerdo, está el de Lázaro y, de la mujer que tenía un único hijo, que coincidieron por el camino, Jesús resucito al hijo sin que la mujer lo pidiera. Vuelvo a decirlo, aquí intervino la providencia. En el caso del texto bíblico que se leyó a un principio de la catequesis los protagonistas tienen fe, pero también había quienes no la tenían, pero, Jesús viendo la fe de los que le pidieron, hizo el milagro y el resto aunque no lo pidió lo vió para gloria de Dios.

Esto quiere decir que pueden darse milagros sin que la fe de la persona intervenga, es lo que llamamos la providencia divina. San Agustín no pidió encontrarse con el Señor, pero la fe de la mamá de San Agustín pudo más. La Biblia nos narra en San Mateo 13 versículo 58 que Jesús no hizo muchos milagros por la falta de fe de las personas de ese lugar. Se puede deducir que para que se obre un milagro, es necesario que exista fe, caso contrario si el milagro ocurre, es por misericordia divina.

Nuestros personajes acudieron a Jesús por un motivo, hay otros casos en que se acude por un llamado, si pones un poco de atención te darás cuenta que Jesús llamo a unos cuantos para presenciar el milagro de la resurrección de la hija del jefe de la sinagoga, El los llamo directamente. A ti el Señor te ha llamado por tu nombre para que le sirvas, para que le seas testigo, para que tu fe se acreciente. Tu condición de human@ exige también el ver para creer, pero basta con que te veas a ti mism@ para que te des cuenta que en ti los milagros se dan.

Tu fuiste llamad@ un día, quizás lo recuerdas, quizás el pecado, los problemas eran para ti insoportables, ya no aguantaba más y el Señor envió a sus ángeles para que tuvieras un encuentro personal con Él, por medio de un retiro de iniciación. Ahí te puedo decir con toda certeza que por fe, conociste que Dios te ama y que eres lo mas preciad@ para Dios. Ahí escuchaste que Jesús es el salvador y por fe, aceptaste la salvación. Ahí, pediste perdón por tus pecados y por fe conociste que te fueron perdonados por medio del sacramento de la reconciliación. Ahí, consagraste tu vida al Señor y recibiste la efusión del Espíritu Santo, por fe, lo creíste. Ahí, fuiste convidad@ a la cena del Señor y por fe, sabes que comes y bebes de El. Entonces el Señor te señala tu misión, la cual ejerces desde tu ministerio que puede ser, evangelización, social, enfermos, alabanza, oración que se yo. Aceptaste el llamado del Señor por fe.

Dichos@ tu que fuiste llamad@ para engrandecer el Reino de Dios, y te digo con toda franqueza que tu fe, te ha salvado junto a tus obras. Te digo que tu camino, no es difícil, al contrario todo es cuestión de que tengas fe, de que acrecientes tu fe, en dos ocasiones Jesús llamo a uno cuantos apóstoles para presenciar en una, la transfiguración y en otra la resucitación de la hija del jefe, ¿será que ellos tenían más fe? No lo sé, pero, si tu tienes fe, te digo que el Señor te ha llamado para que seas testig@ de grandes prodigios, en tu misión no temas, solamente ten fe.

Si yo te pregunto ¿Tienes fe? Seguramente me contestaras que sí, pero, ¿Fe a que tienes? Y es aquí donde tienes que hacer un alto. Ya te dije que hay personas que tienen fe o creen tenerla porque esperan algo ¿es este tu caso? O bien ¿Crees tener fe?, no es mi propósito que lo descubras aquí porque hay una catequesis especifica para contestar a esta pregunta y donde descubrirás si realmente tienes fe.

Lo que si te digo, es que la fe, es no esperar en nada por interés alguno. Pero, si debes tener fe, en ¿Quién? Pues en Jesús el hijo de Dios. Y esta fe, debe obligarte a un total abandono en el. No le busques porque estas enferm@, o porque esperas un milagro en concreto, no le busques por quieres que tu matrimonio se arregle, o bien porque quieres que tu hij@ salga del dominio de las adicciones. Búscale porque crees en el como el hijo de Dios, como tu salvador. No le busques únicamente como lo hizo la mujer que sangraba o como lo hizo el jefe de la sinagoga. Esto no es malo, pero ¿Qué sucede con este tipo de personas? Pronto olvidan y luego ni se acuerdan de quien hizo el milagro. Hoy el mundo te ofrece poner tu fe en muchas cosas, fe en la lotería, fe en la cremas reductoras, fe en el botox, fe en amuletos para la buena suerte, fe en las quinielas deportivas, fe en los candidatos a cargos públicos, pero difícilmente te ofrecen que pongas tu fe en Dios.

Aunque hay algunos que si te inducen a ello, pero llevan como propósito el enriquecerse a tus costillas. Te venden la fe y construyen grades templos, auditorios, y poco a poco te llevan por la teología de la prosperidad, cuando los únicos que prosperan son estos farsantes y mercaderes de la fe. ¡Ten cuidado donde pone tu fe! Porque la verdadera fe en Dios no persigue la prosperidad, ni tampoco la sanación, solo persigue el tener amor a Dios, el que tu seas reciproc@ con El.

Por la fe en su nombre, el mismo nombre a quien Dios ha resucitado y es a quien tu ves y conocéis porque el espíritu de Dios te lo ha manifestado. La fe en Jesús, no la puedes comprar ni alquilar, porque es un fruto del Espíritu Santo y estos frutos vienen por causa de los dones del Espíritu Santo. Por lo tanto la obtienes por fe, Jesús por así decirlo compró el terreno para ti, ahora te corresponde sembrar, y cosechar.

Tu como cristian@ estas llamad@ a hacer el bien, esto ayudará a acrecentar tu fe, lamentablemente muchos obvian esto de hacer el bien, la sagrada escritura pide que se haga el bien a los mismos hermanos en la fe. Por ejemplo, se te descompuso tu auto, recurres a tu mecánico de confianza o bien al que te ha influenciado la publicidad o bien el recomendado por tu amigo o familiar ¿acaso entre tus hermanos en la fe no hay mecánicos? Darle el trabajo a este hermano es hacer el bien.

La riqueza de profesiones entre los hermanos en la fe es ilimitada, pero cuando tu necesitas de algún profesional ¿Por qué no recurres a tus herman@s en la fe?, ¿por que desperdicias la oportunidad de hacer el bien? ¿Acaso ellos no saben por igual que cualquier otro? En cosas simples puedes hacer el bien, así como pagar lo justo.

El dar trabajo a un herman@ en la fe es hacer el bien. Quizás tu prefieras ayudar a instituciones como orfanatórios, o centros de rehabilitación etc., los que necesitan ayuda están en tu misma comunidad, ministerio etc. Ahí, es donde se prueba tu fe.

¿Cuántos no han acudido a ti en busca de ayuda? ¿Les has presentado un cristo que cierra las puertas? Piénsalo. No olvides que tú tienes que ser imagen y semejanza de Jesús vivo aquí en la tierra y por lo tanto no escatimes esfuerzos en ayudar a los tuyos. Si no tienen trabajo, alimento, vestido, necesitan consuelo, palabras de aliento para eso estas tú, para hacer el bien. Demuestra tu fe, no seas egoísta y solamente tengas fe para lo tuyo.

Jesús no negó la ayuda a la mujer y al jefe de la sinagoga, porque vió la fe de ellos, y lo hizo para gloria del Padre, de esta forma el hizo el bien a sus semejantes. Tu al hacer el bien glorificas al Padre de los cielos. ¡Hacer el bien es tener fe! La palabra de Dios dice en Gálatas 6,10 ´´ por tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, PERO ESPECIALMENTE A NUESTROS HERMANOS EN LA FE´´ Pon atención, a tus hermanos en la fe. Al hacer esto cumplirás el mandamiento, así mismo estarás atesorando en el cielo y cuando tú enfrentes necesidades te serán satisfechas, nada de lo que el Señor te pide, se lo guarda para si, al contrario es tuyo y te lo devuelve.

En muchos casos hay servidores que ´´sé entregan al servicio los hermanos en la fe los ven como algo digno de ejemplo, pero, sucede que muchos de ellos no tienen fe. Esto parece ilógico, porque se entiende que si son servidores deberían de tener fe, sucede también con los sacerdotes, hay falta de fe en el mismo seno de la Iglesia. ¿Entonces porque son servidores? Porque es el único lugar donde los acogen, o tienen un puesto importante dentro de la pastoral, o bien es un modo de vida. Esto que no te extrañe, tu bien podrías ser un servidor y que lamentablemente no tiene fe. Porque si lo has ido descubriendo, la fe es algo muy propio, difícil de explicar, pero fácil de ver.

Clara es la interrogante de Jesús ´´ ¿a mi regreso cuanta fe hallaré?, recuerda que tu eres parte del nuevo pueblo de Dios y lo que dice en Lucas 7,9 bien se podría aplicar a tu vida pon atención: Al oír esto, Jesús quedó admirado de él, y volviéndose dijo a la muchedumbre que lo seguía: OS DIGO QUE NI EN ISRAEL HE ENCONTRADO UNA FE TAN GRANDE.

El bien te podría decir a ti, en verdad te digo que no he encontrado fe en ti. Esto te dejaría perplej@, así que lo mejor es que reflexiones muy bien como está tu fe si tu fe es tan grande como para saber que vas a sanar, que tu hij@ va a cambiar su vida, que tu matrimonio va a resurgir, que tu situación va a cambiar etc. Si tu fe es puro interés, desde ya te digo que solo la misericordia de Dios obrara. Puede ser que aún viendo los prodigios y milagros que se han dado todavía dudes y al respecto te digo, no seas como los fariseos que se atrevieron a tentar a Jesús.

Si eres servidor, modifica tu espiritualidad y pide con ansias y con humildad los dones del espíritu santo para que den fruto en ti. Así cuando venga el Señor en tu ultimo día él diga, verdaderamente he encontrado fe en ti. Tu fe te ha salvado.

Recuerda que si eres catequista, evangelizador, coordinador o que se yo, lo que transmites es por fe, no por pura teoría, porque un testimonio dado desde la perspectiva de la fe, es mas fuerte que un testimonio dado desde la perspectiva teórica. Muchos se han vuelto a Dios, por el solo hecho de leer la Biblia, la razón, la Biblia fue escrita por hombres de fe, y esto es suficiente para transmitir la fe.

Si tu eres un servidor@ sin fe, te aseguro que en tu hogar no habrán cambios, por la sencilla razón de que no estas transmitiendo la fe, sino solo teoría, que es la que no salva.

Me imagino que como miembro de la Iglesia que eres, tú recitas el CREDO, la interrogante sería si realmente lo crees. Sí es así, entonces crees y por ende tienes fe en que Jesús vendrá por segunda ocasión, que es cuando la novia se desposará con el esposo. Esta demás el decir quien es el esposo.

El tener fe en ello, te da animo para perseverar, para cumplir con los mandamientos de Dios, para ser perfect@ aquí en la tierra y con ello esperar con ansias la venida del novio. La venida del novio lo anticiparon los profetas como Óseas, el creyó, no dudo.

El jefe de la sinagoga esperó con fe, a que Jesús se dirigiera a la casa para sanar a su hija, lo hizo en la fe. Esta fe es la que mueve voluntades para hacer lo que el mundo es incapaz de hacer. Si tú tienes fe, esperas en el Señor, esperas la segunda venida no solo para la restauración de todas las cosas, sino para restauración de tu vida.

En esta venida del Señor, te aseguro que unos cuantos de los que están en la Iglesia creen, que son los que perseveran, los quieren cambiar sus actitudes, su forma de ser, que quieren ser perfect@s, el resto, tu lo deduces por lógica.

Si tú tienes fe, crees que el Señor se desposara contigo para siempre, crees que se desposara contigo en derecho y justicia en amor y compasión. Crees que te desposara en fidelidad y podrás conocer a Dios. Si lo crees, es por fe, no porque lo veas o lo toques, simplemente lo crees porque la iglesia te lo ha trasmitido por tradición oral.

Crees que resucitaras, que tendrás un cuerpo glorioso, que tu rey será Jesús, que no habrá en la otra vida, llanto, dolor o muerte. Esto es tener fe, y en base a ello es que te esfuerzas por ser mejor cada día de tu vida. No seas como el resto de la gente que rodeaba al jefe de la sinagoga, que dudaba. La fe te ha sido transmitida y ahora tú la transmites para gloria y honra del Señor.

Tu premio es el mas grande, la vida eterna, el consuelo eterno, la promesa es anunciada en las bienaventuranzas, si lo crees es un hecho. No pongas tu fe en la ciencia del hombre, en la tecnología, que únicamente es un auxiliar para poder tener una vida llena de comodidades, pero que de nada sirve para tu salvación. Te invito a que te des una vuelta por el cementerio y veas, cuantos se llevaron sus casas, su televisor, su auto, su teléfono, y te darás cuenta que no pudieron llevarse nada donde pusieron su fe, te aseguro que ni aún se llevaron la esperanza de la resurrección. Lamentablemente muchos ponen su fe en cosas materiales y no tienen la dulce espera de la venida del Señor.

Hay algun@s que han perdido la fe o quizás nunca la tuvieron, espero que este no sea tu caso. Ellos son como el perro que regresa a comerse su propio vomito. Conocieron el amor de Dios, saben a ciencia cierta lo que Jesús hizo por ell@s, pero abandonan su primer amor y regresan a la prostitución, drogadicción, borracheras, mala vida en general.

Si notas que no soportas a tus hermanos de comunidad, estas perdiendo la fe, si la palabra de Dios no te ´´llena´´ estas perdiendo la fe, si te encuentras con que sientes pereza para la oración o asistir a misa, estas perdiendo la fe. Hay muchos aspectos que tu mism@ puedes descubrir donde te darás cuenta que estas perdiendo la fe, y lo mas probable es que termines ausentándote de tu comunidad y el servir en la iglesia, ya no asistirás a misa porque cualquier pretexto es bueno, dejaras de orar y poco a poco el mundo te ira absorbiendo con todo lo que te ofrece, bailes, reuniones sociales, trabajo, estudio, televisión, deporte etc. Cosas no malas, pero que cuando te alejan de la fe, poco a poco se Irán convirtiendo en tus nuevos dioses.

La palabra de Dios entonces te calificara de la siguiente manera: Saliste de entre los de la iglesia, pero no eras de ella. Pues si hubieses sido de la Iglesia habrías permanecido con la iglesia. Así se pondrá de manifiesto que no todos son de la iglesia. Cf. 1Jua 2,19. Es por ello que Jesús dijo ´MUCHOS SON LOS LLAMADOS, POCO LOS ESCOGIDOS´ Aún los que estaban buscando a Jesús como el jefe de la sinagoga y la mujer pudo haber sido que perdieran la fe, al conseguir lo que querían, de esos hay muchos en la Iglesia. Si tú estas dudando, es bueno que hagas un alto y reconsideres todo lo relativo a la fe.

No te fijes en actitudes negativas de tus herman@s en la fe, porque ello puede conducir a que pierdas la fe, pon tu fe en Jesús. También esta escrito, hay de aquel que haga tropezar a un niño, mas lo hubiese valido no nacer. Examínate y cuídate, de no hacer que por tu culpa se vayan los neófitos, los niños, los pocos maduros en la fe.

Hay un buen grupo, que ciertamente existe, existió o llegará, pero estos nunca fueron de Dios, estos quizás están como ejemplo para que tu perseveres en la fe. No te preocupes por ell@s, ell@s simplemente se irán, ora por ell@s y que el Señor tenga misericordia de estos fals@s.

Lo que si te digo es que tienes que luchar, defender tu fe. Porque solo el o la que realmente ha edificado sobre roca ha cimentado sobre base sólida, la roca es Jesucristo. ¿Cuántos conoces que se han ido de la Iglesia para abrazar otra fe?, me imagino que varios, ellos no defendieron ni lucharon por su fe, sus cimientos eran débiles y vino el viento y arrasó con su fe. Que esto no te pase a ti, tu fe tiene que ser tan sólida como la del jefe de la sinagoga o bien la mujer, se mantuvieron a pesar de las murmuraciones y dudas del resto. Que a ti no haga caer la murmuración de los que están a tu alrededor ni mucho menos te dejes contagiar por los faltos de fe que están en tu familia, trabajo, colegio, comunidad, ministerio etc. Tu fe tiene que estar puesta en Cristo Jesús, así lo comprendió la mujer que sangraba y el jefe de la sinagoga.

Las sagradas escrituras te exhortan a ello, y esto lo puedes leer en Judas 3, te recomiendo su lectura y que leas la vida de los mártires, que supieron defender su fe aún hasta la muerte. ¿Estarías tu dispuest@ a dar tu vida por defender la fe cristiana? Quizás hoy respondas que si, pero si tu situación cambia de acuerdo a los acontecimientos quizás tu respuesta seria otra.

Jesús defendió su fe, la tenia puesta en el Padre del universo y Él no lo abandonó, resucitó al tercer día y es ahí donde descansa tu fe, lo dice San Pablo, vana sería nuestra fe, si Cristo no hubiese resucitado.

Pueden suceder acontecimientos naturales, físicos, violentos, imprevistos que hagan tambalear tu fe, es ahí, donde tu, mostraras realmente si el fruto esta en ti.

Tu puede ser que digas tengo fe, pero Jesús preguntó ¿Cuánta fe hallaré a mi regreso? En el tiempo en que Él estuvo aquí en la tierra, no encontró fe suficiente, es por eso que hace la pregunta. Hoy la tecnología está avanzando vertiginosamente y esta ha abarcado casi todos los campos. El hombre ahora te fabrica bebés a tu gusto, ¿necesitas una oreja? Simplemente pídela, porque con las células madre se puede hacer de todo. El planeta Marte esta cada vez más cerca del hombre. La luna es una estación espacial. El hombre orbita el planeta tierra todos los días. Con todo esto, es más fácil que creas en la tecnología y no en un Dios que no ves. ¡Así de fácil!

Hacía donde lances tu mirada te vas a encontrar con personas que no tienen fe en Jesús. ¿La razón? Él no es un solucionador de problemas inmediato, Jesús no presta dinero el banco sí. Jesús no te da empleo, la empresa si, Jesús no te transporta, el barco, el avión, el automóvil si. Jesús no te sana, el medico si y así sucesivamente vas a ir encontrando muchas razones para que muchos no crean y tu tampoco. La pregunta que hizo Jesús sigue latente. Jesús le dijo al jefe de la sinagoga, solamente ten fe, y esto precisamente es lo que hace falta hoy. Nada puedes hacer, trabajar, viajar, tener dinero si Dios no lo permite, pero Él es un Dios que da la vida a buenos y malos, el mismo sol te cobija, el avión, el dinero, el medico no te dará la vida eterna, lo hará el Hijo de Dios que para eso vino al mundo. ¿Lo crees?

Ante todo esto, lo que queda es hacerse un autoexamen el cual te digo no daría un resultado exacto, porque depende de tu perseverancia y lo mucho que seas asidu@ en la oración. Pero mejor te cito una fuente creíble como lo es la Biblia y para ello te invito a que leas 2Cor 13,5 donde dice: Examinaos vosotros mismos si os mantenéis en la FE. Poneos a prueba a vosotros mismos. ¿No reconocéis que Jesucristo está en vosotros? ¡A no ser que os encontréis reprobados!

La lectura te da el índice para saber si tú estás en la fe, y lo vas a reconocer por los frutos que das, pero no me digas que sí das fruto. Esto lo tiene que decir el que te rodea, no tu, pero sí puedes reconocer sí Cristo esta en ti, es decir la fuerza de su Espíritu Santo. Prueba a responder esto: ¿Oras todos los días? ¿Asistes a misa cada domingo? ¿Perseveras en tu comunidad o ministerio? ¿Qué dicen las personas de ti, que te rodean?

¿Te esfuerzas por aprender más de la Biblia día a día? ¿Ven los demás el rostro de Jesús en tu persona?

Querido herman@ obtén tus propias conclusiones y sabrás si eres perseverante en la fe, porque tener fe, es también hacer la voluntad del padre EN TODO. Porque al fin y al cabo tu fe es creer en Dios, es por ello que rezas el credo del cual hablare en futura catequesis. De momento te invito a que si algo no ha quedado claro, repasa las catequesis anteriores, reforzando aquellas donde sientas que te hace falta. Recuerda que el jefe de la sinagoga en su silencio ante los que dudaban y criticaban, se autoexaminó así mismo y simplemente creyó en Jesús, haciendo lo que el dijo, no sintió temor y tuvo fe.

La vida te azotará tarde o temprano y es ahí donde probarás tu fe. Esto me recuerda a una santa que se llamaba FE o Foy y te cuento algo respecto, pon atención:

Ella es Santa Virgen y Mártir cuya fiesta se celebra el 6 de octubre. Esta en el listado del Martilogio Romano en Agen, ciudad de Aquitania, Santa Fe, su martirio fue en el siglo IV.

Lamentablemente mucha documentación se perdió , pero si se sabe que fue canonizada antes de la creación del Congregación para la causa de los Santos, y que su culto fue aprobado por el Obispo de Roma, el Papa.

En Francia es conocida por muchos ya que su nombre en francés es Foy. Pues bien, esta doncella compareció ante los procuradores Daciano y Ageno por ser cristiana, hizo primero la señal de la cruz y pidió ayuda celestial, después se volvió hacia Daciano, quien le preguntó: ¿Cómo te llamas? Ella respondió: Me llamo Fe y espero estar a la altura de mi nombre. Daciano le preguntó: ¿Cuál es tu religión? Fe replicó: Desde niña he servido a Cristo y a Él me he consagrado. Daciano que se sentía inclinado al perdón, le dijo: Hija mía, piensa en tu juventud y tu belleza. Renuncia a tu religión y ofrece sacrificios a Diana. Es una diosa de tu sexo y te concederá toda clase de bienes. Pero la santa respondió: Todos los dioses de los gentiles son malos. ¿Cómo, pues, me pides que les ofrezca sacrificios? Daciano Exclamó: Si no ofreces sacrificios, morirás en el tormento. La joven replicó: Estoy pronta a sufrir todos los tormentos por Cristo. Ardo en deseos de morir por Él. Daciano ordenó a los verdugos que trajesen una parrilla y tendiesen a Fe sobre ella. Los verdugos vertieron aceite en el fuego para avivar las llamas y hacer más violenta la tortura. Algunos espectadores, horrorizados gritaron: ¿Cómo te atreves a atormentar a una doncella cuyo único crimen es adorar Dios? Daciano mandó arrestar al punto a algunos de los que habían lanzado ese grito. Como éstos se negaron a ofrecer sacrificio, fueron decapitados junto con Santa Fe. Esto que te cuento no es fidedigna, ya que se confunde en algunos puntos con la de San Caprasio. Pero el culto de Santa Fe era muy popular en la Edad Media en Europa.

Lo que quiero resaltar como esta Santa murió por lo que ella creía, murió por la fe que tenía. ¿Harías tú lo mismo si invadieran tu país y te obligaran a adorar otro dios? ¡Tú sabrás!

El catecismo en su numeral 171 dice: La Iglesia que es columna y fundamento de la verdad, guarda fielmente la fe transmitida a los santos de una vez para siempre. Ella es la que guarda la memoria de las palabras de Cristo, la que transmite de generación en generación la confesión de fe de los apóstoles. Como una madre que enseña a sus hijos a hablar y con ello a comprender y a comunicar, la Iglesia, nuestra Madre, nos enseña el leguaje de la fe para introducirnos en la inteligencia y la vida de la fe.

Esto te da a entender que para que crezcas en la fe, es necesario que tu estés involucrad@ en este circulo de Sant@s. Te lo digo así, si quieres saber sobre medicina, lee sobre ello, estudia y rodéate de médicos. Si quieres ser ingenier@ lee sobre ello, estudia sobre ello y rodéate de ingenieros. Si quieres tener fe, asiste a la Iglesia, Aprende sobre Jesús y te digo, tu fe crecerá día a día.

A manera de resumen te digo, ya vimos como el jefe de la sinagoga y la mujer tuvieron fe, no claudicaron, vimos que había quienes dudaban y hasta aconsejaban que no era necesaria la fe. Vimos como Jesús notaba la fe. Vimos como el mundo constantemente te va ha hacer dudar, pero, lo que no sabes todavía es donde está puesta tu fe. Tú dices que en Dios, espero que así sea, recuerda que los del pueblo de Israel dudaron de Dios aunque habían visto sus obras.

Si tú tienes fe y has dado este fruto, indudablemente crees lo siguiente, Señor tú me llamaste para ser instrumento de tu gracia. Para anunciar la Buena Nueva, para sanar las almas. Instrumento de Paz y justicia, pregoner@ de todas tus palabras, agua para calmar la sed hiriente, mano que bendice y que ama. Señor, tu me llamaste para curar los corazones heridos, para gritar, en medio de las plazas, que Cristo esta vivo, para sacar del sueño a los que duermen y liberar al cautivo tal y como lo hizo Jesús. Soy cera blanda entre tus dedos, has lo que quieras conmigo. Señor tú me llamaste para salvar al mundo ya cansado, para amar a la humanidad y tu creación entera. Señor me quieres para abolir las guerras y aliviar la miseria y el pecado, hacer temblar las piedras y ahuyentar los lobos del rebaño.

Jesús se identifica claramente con todo lo anterior, ¿y tú?

Por ello es necesario que atiendas la exhortación del mismo Dios, que des una respuesta concreta a está catequesis, porque de lo contrario de nada sirve que la hayas leído, tu corazón tiene que estar dispuesto a recibir la fe y a ponerla en practica. Pon atención a lo que Dios quiere de ti hoy, no mañana, HOY LO QUIERE y por favor da tu respuesta cada día a partir de hoy, tu en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas, corre al alcance de la justicia, de la piedad, DE LA FE, de la caridad, de la paciencia en el sufrimiento, de la dulzura. Combate el buen combate DE LA FE, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos.

En pocas palabras busca la santidad hoy, mañana y siempre.

Oremos:

Señor, tu sabes bien que me cuesta el acrecentar mi fe, sabes muy bien que por las circunstancias que me rodean a veces dudo. Pero aquí estoy ante tu presencia, humilde porque creo que tu eres el único Dios y que tu hijo Jesús es mi salvador, Señor permite que de el fruto de la fe se manifieste en mi, más que el jefe de la sinagoga, más que la mujer que sangraba y si te es posible, mas que Foy. Se muy bien que me hace falta pero con tu ayuda lo lograré, tengo fe en ello. Amen.

Padre nuestro…. Dios te salve…. Gloria ….

Ejercicio para hoy y siempre:

No dudar jamás de Dios y acrecentar tu fe.

Próxima catequesis, modestia.

Luis Mayorga

Luisfema2003@yahoo.com.mx

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