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08 LONGANIMIDAD


FRUTO DEL ESPÍRITU SANTO

Esta palabra no es muy común y aunque se menciona en ocasiones, pocos conocen su significado, ello por que en las biblias modernas la traducción esta apegada a un sinónimo. El diccionario de la lengua española la define como GRANDEZA Y CONSTANCIA DE ANIMO EN LAS ADVERSIDADES. Para muchos se traduce como perseverar, este es el término que se utilizara en esta catequesis.

Para ir comprendiendo el sentido de este fruto del espíritu santo veámoslo a la luz de las sagradas escrituras:

Lucas 11,5-13

Supongamos que alguno de ustedes tiene un amigo y recurre a el a medianoche para decirle: amigo préstame tres panes porque uno de mis amigos LLEGO DE VIAJE Y NO TENGO NADA QUE OFRECERLE. El de adentro te responde: no me FASTIDIES, ahora la puerta esta cerrada y mis hijos y yo estamos acostados. No puedo levantarme para dártelos.

Yo les aseguro, que aunque el no se levante para dárselo por ser su amigo, se levantara al menos a causa de su INSISTENCIA y le dará todo lo necesario. También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontraran, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama se le abre. ¿Hay entre ustedes algún padre que da a su hijo una piedra cuando le pide pan? Y si le pide un pescado, ¿le dará en su lugar una serpiente? Y si le pide un huevo, ¿le dará un escorpión?

Si ustedes que son malos saben dar cosas buenas a sus hijos, cuanto mas el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a aquellos que se lo pidan.

Hn@, bien vale la pena el analizar el texto anterior, veamos tres aspectos:

1- fastidio

2- problema

3- insistencia (perseverancia=longanimidad)

No hay nada que perturbe mas que una persona fastidiosa, insistente, mas cuando se esta ocupad@ o descansando. Un ejemplo de lo puede sentir una persona por otra que fastidia, lo tenemos en el faraón de Egipto. Indudablemente que Moisés se había convertido para el en un ser fastidioso. No soportaba la insistencia de Moisés en su rogativa para que dejase ir al pueblo de Israel.

Otro personaje lo encontramos en Jesús de Nazareth, que se volvió un fastidio para los sumos sacerdotes, los fariseos y otros muchos más. La causa de este fastidio era la doctrina de la buena nueva. En ambos casos, estos personajes no eran amigos de Moisés y mucho menos de Jesús. Se volvieron enemigos de los enviados por Dios. Ambos misioneros de Dios, tuvieron en común algo, que tú deducirás sin que yo te lo mencione.

Otro personaje que menciono es Abel, se convirtió en un fastidio indirecto para Caín, porque este no soportaba las ofrendas que Abel que le dedicaba a Dios. Si analizas un poco, notaras que los 3 personajes mencionados, actuaron con violencia. En el caso de la parábola, se trata de un amigo. Este amigo no se torna violento, pero… como bien dice Jesús, obtendrá el favor porque el otro, no quiere sentir la presencia del que toca. No me fastidies ya la puerta esta cerrada y mis hijos y yo estamos acostados, le dice el amigo al otro.

El diablo se siente fastidiado con la Iglesia, porque esta tiene una misión que le perturba sus planes, porque no quiere que los espíritus se salven, que sigan el camino correcto, que busquen a su Dios. Porque el diablo desprecio el amor de Dios. Es por ello que el diablo quiere hacer ver que las puertas están cerradas para todo pecador, que no hay salvación y quiere mostrar a Dios como el que se cansa y ha dejado a la humanidad a la deriva. El diablo no soporta a los hijos de la luz. Como no soportaba el Faraón a Moisés, recuerda que el Faraón hecho mano de sus sacerdotes y todas sus artimañas para evitar que Moisés lo siguiera perturbando. Los del Sanedrín y compañía, hicieron lo mismo con Jesús, utilizaron toda clase de mentiras, trucos, mañas para evitar que Jesús los siguiera importunando. Caín, despreciaba a su hermano y utilizo el único recurso que tenia a la mano, para evitar que su hermano lo siguiera fastidiando. Indudablemente que detrás de esto personajes que se sentían fastidiados, estaba la mano de el diablo, porque el odia la libertad, odia la evangelización, odia la ofrenda que se le hace a Dios.

Nuestro amigo tiene un problema, tiene que buscar la solución, porque un amigo le visita y lo toma desprevenido, sin pan, quizás pensando busca la manera de cómo darle de comer al visitante. Entonces se acuerda de su amigo y no importando la hora decide salir y buscarle, pero se encuentra con que la puerta esta cerrada, no esta abierta como de costumbre. Pero este amigo suyo es el único que puede ayudarle en la solución de su problema.

Moisés también tenia un problema serio, y era nada mas y nada menos que sacar al pueblo de Dios de la tierra de Egipto, ¡vaya problema!, quizás sacarlos hubiese sido fácil, pero el problema residía en el faraón, fíjate, para uno era la visita del amigo, para otro el obedecer a Dios, los dos se lanzan a la tarea de buscar la solución, pero, uno se encuentra con la puerta cerrada y el otro con la negativa del faraón.

Jesús, también tenia que solucionar un problema, anunciar la buena nueva ante un pueblo muy tradicionalista, no importando ello también busca la solución al problema lanzándose a la predica abierta en el templo, las sinagogas, cualquier lugar es bueno, pero se enfrenta a la oposición de los altos sacerdotes.

Caín tiene un problema, su ofrenda no es agradable a Dios, las causas pueden ser muchas y tiene que buscar una solución y pronto.

Nuestro amigo de la parábola, Moisés y Jesús buscaron la manera de solventar la solución al problema, uno con la visita de un amigo imprevista por este y los otros dos por mandato del Padre Celestial. Lo que quiero es que tomes notas de lo siguiente, la vida no es fácil, y siempre se tendrán problemas, unos buscan a los humanos para resolverlos, otros buscan a Dios y los últimos buscan sus pasiones. Hay que saber encontrar la solución al problema para resolverlo.

Jesús nos cuenta que el hombre obtendrá lo que desea a causa de su longanimidad, es decir su perseverancia. Ponte a pensar entonces en lo que persevero Moisés, en lo que persevero el mismo Jesús, ponte a pensar en los que no perseveran, dejan inconclusa la obra o la ejecución del mandato. Moisés, Jesús habían dado indudablemente el fruto del Espíritu Santo. Moisés, guió a todo un pueblo por el desierto, encontrado un sinfín de problemas. Persevero aun pasando vicisitudes como el clima, la falta de comida, la desesperación de la gente, el deseo de muchos de ser lideres, iban y venían con sus cargas a cuestas, vieron parientes, amigos, morir, vieron a otros nacer, acampaban y vivían un tiempo en determinado lugar, pero Moisés tenia una misión que cumplir y por ello persevero en su misión, hasta llegar a la tierra prometida.

Jesús acepto su misión desde el mismo bautizo, persevero afrontando múltiples problemas porque su misión era llevar a muchos al Padre culminando con el sacrificio en la Cruz. El diablo quiso hacerlo desistir de su misión, lo tentó en el desierto, lo tentó por medio de Pedro, lo quisieron apedrear cuando lo echaron de la sinagoga, tuvo que predicar en lugares no adecuados, El mismo lo dijo, el hijo del hombre no tiene que comer ni donde recostar su cabeza. Pero, la voluntad del padre era una y es por ello que el persevero hasta el fin.

No cabe duda que el fruto del Espíritu se manifestó en grande ante las gentes. Otros en cambio no lo hicieron y sus resultados fueron desastrosos. Recuérdate de Caín y del mismo Satanás.

Algo que tuvieron en común Moisés y Jesús, a pesar de la diferencia de épocas es lo siguiente: Pidieron, buscaron y tocaron. Moisés pidió a Dios su ayuda, apoyo, gracia, fuerza, discernimiento. Busco en Dios consuelo, consejo, sostén. Toco el corazón de Dios por medio de la oración incesante.

Jesús pidió todo el tiempo al Padre su auxilio, su presencia, su fuerza. Busco a solas a su Padre, porque Jesús se retiraba mucho tiempo para orar. Toco la voluntad del Padre e hizo con ello el cumplimiento de su misión.

Por su parte Dios, dio, se dejo encontrar y abrió las puertas para que entraran por ellas, el pueblo de Israel, pudo llegar a la tierra prometida y nosotros ahora podemos llegar a Dios.

Creo que has comprendido muy bien lo que es longanimidad. Pero… no hay que confundir longanimidad o perseverancia con la obstinación. La obstinación no es igual que el perseverar. La obstinación va de la mano de alguna idea fija que puedes tener, mientras que la perseverancia surge a partir de tener claro hacia donde quieres ir, cual es tu misión, que es lo que Dios quiere, en pocas palabras el perseverar no es un capricho que nace porque si, o porque simplemente lo quieres.

Por eso te digo que el foco de atención esta puesto sobre este o aquel lugar hacia donde claramente ves que tienes que ir y saber sostenerte hasta que alcances la meta. Un ejemplo puede ser tu ministerio bajo la dirección del Espíritu, perseverar en comunidad, en la evangelización etc.

En la obstinación lo que te guía no es una clara idea discernida con lucidez, sino se tu puso en la cabeza, y entonces obsesivamente te vinculas a esa idea y obstinadamente te aferras a ella, con toda la cerrazón que supone la obsesividad y la obstinación. Esto no puede conducir a nada bueno, recuerda a Caín.

Probablemente te haya pasado por tu mente el abandonar la Iglesia, la comunidad, el ministerio etc. Por razones propiamente humanas, un día decidiste perseverar y otro día decides dejar. Quizás porque Dios no te entiende o no eran las cosas como tu las esperabas. Ves a tu alrededor y te das cuenta que los pecadores tienen mas que tu, carros, casas, mujeres, dinero, salud, posición económica etc. Mientras que tu que estas sirviendo al Señor quizás no tengas nada, o tienes poco, o deseas mas. Sientes que la palabra de Dios no se cumple en tu vida, como tú lo deseas. Esto a causa de los pecadores porque en el fondo de tu corazón de tu mente les ENVIDIAS. El demonio te esta acosando sutilmente y te esta haciendo ver otro mundo. Yo te digo herman@ que no les tengas envidia, porque solo ellos se están labrando su destino hacia la muerte eterna, aquí en este mundo todo es pasajero.

Tu que eres un cristian@ y que te entregaste al Señor, sabes muy bien y no tengo que repetirlo que tienes que PERSEVERAR en al amor a Dios. ¿Qué no has avanzado?, te digo que si, porque si razonas, al momento de leer esta catequesis y siguiendo el ritmo semanal de estudio y ejercicios, ¿Cuánto tiempo llevas leyendo esta catequesis y poniéndolas en practica? Más de 2 años. ¡dichos@!

Persevera en el amor a Dios, amando a tu prójimo, orando a diario, adquiriendo conocimiento a diario, asistiendo a tu comunidad, a tu ministerio, a tu parroquia, evangelizando, rechazando al demonio con todas tus fuerzas. Persevera en el amor a tus hijos e hijas, a tu espos@, novi@, se mejor cada día en tus relaciones interpersonales y veras en un futuro todas las bendiciones que Dios tiene para ti.

No tengas envidia de lo que otros tienen y que el mundo les ofrece a granel, Jesús no sucumbió ante el ofrecimiento de los reinos terrenales. Compadécete de los pecadores y ora mucho por ellos, porque todavía andan en la oscuridad. Que tu espíritu no se entristezca porque no tienes televisor 3d, que es eso para tu salvación, porque no tienes millones en el banco, que es eso para tu salvación, porque no tienes el mejor auto del mundo, que es eso para tu salvación. Te aseguro que Dios te da, según el sabe es conveniente para tu salvación.

¿De que te sirve saber todo lo aprendes en estas catequesis, si no las pones en práctica?

Te aseguro que de nada te sirven. ¿Te acuerdas de Rajab? Ella era una prostituta, pero ayudo a los mensajeros a irse por otro camino y de esta manera se salvaron de la muerte. El punto es, ella escucho y actuó.

¿Cómo estas tu con tanta predica, homilía, catequesis escuchadas? ¿Con tanto libro que has leído? ¿Cuánto has puesto en practica? Mucho, poco o nada. Solo tú lo sabes. Moisés oyó y puso en práctica, Jesús oyó y puso en práctica, Caín y el diablo escucharon y no lo pusieron en práctica.

Ten presente que la fe se complementa con obras, las obras pueden ser el testimonio de vida, los frutos que da el Espíritu Santo por medio de ti, esto no lo olvides. Es por ello que Jesús enseño por medio de parábolas para que por medio de ellas tu entiendas lo que quiere decir. En este caso, el amigo tenia fe, puso manos a la obra y logro su cometido, la obra en este caso es la perseverancia. No lo olvides.

También te digo, tu como persona siempre aspiras a tener mas en la vida, si tienes una bicicleta, quieres una moto, luego un automóvil. Si empiezas a estudiar deseas culminar tus estudios. Si te casas, deseas tener hijos. Todo ser humano es así, y para el buen cristian@ también. Si es oveja, quiere ser pastor, si es pastor quiere ser líder y así sucesivamente, esto no es malo. Lo malo es excederse y con ello caer en pecado, lo malo es tener y luego perderlo, lo malo es no tener, pero no me refiero a las cosas materiales, me refiero en este caso a los frutos del Espíritu.

Si tu tienes los dones del Espíritu, es natural que desees dar fruto, como es natural que la mujer que contrae matrimonio desee dar fruto, es decir un hij@. Lo malo es pecar de falsedad haciendo creer que tienes determinado fruto, fruto fingido, fruto podrido. Lo malo es tener el fruto o frutos del Espíritu Santo y luego perderlos por no perseverar, por falta de longanimidad, ¿Cuántos hermanos o hermanas has visto que se han alejado de la Iglesia y el servicio? ¡Muchos! ¿Por qué? Porque no perseveraron, el fruto no se dio en ell@s porque no tenían a Dios en su corazon. Lo malo es no dar fruto, ser estéril en las cosas de Dios, porque entonces de nada sirve la presencia. Si la sal pierde su sabor, no es buena ni para el estercolero, si eres estéril en las cosas de Dios simple y sencillamente no sirves para nada. Es por ello que tienes que abrir tu corazón al amor de Dios.

Si tu no perseveras, corres el riesgo de perder a Dios y perder la oportunidad de llegar a la tierra prometida, una gran figura de ello, es lo que nos narra el libro del Éxodo, de aquellos que perdieron la vida, que no perseveraron y por lo tanto perdieron la oportunidad de llegar a la tierra prometida. Esa precisamente es tu meta, llegar a la tierra que el Señor te ha prometido, lo que anuncio Jesús, el mismo lo dice, me voy a preparar tu morada, porque hay muchas en la casa de mi Padre.

Si no perseveras lo pierdes todo, pierdes a Dios, al Hijo y al Espíritu Santo, pierdes tu comunidad, tu Iglesia, a tus hermanos en la fe, y ¿Qué te queda? La oscuridad, el volver al mundo de pecado, de dolor, de diversión efímera, de placer momentáneo, tu vida de antes. Perseverar es la única regla que debe existir en tu vida, perseverar para alcanzar las metas espirituales, perseverar para lograr la salvación, la perfección.

Los equipos de fútbol, perseveran porque quieren ser campeones, tú perseveras ¿para que?

Los cristian@s como tu saben muy bien que Dios todo el tiempo premia tus esfuerzos por mantenerte en la fe. Al decir premio no quiero decir que es como un chantaje, es simple y sencillamente el propio premio a tu esfuerzo que viene de Dios. No pienses en un premio material como te lo ofrece el mundo por medio de sus spots publicitarios, no, es algo que tiene mucho mas valor que cualquier bien. ¿Sabes cual es el premio? PAZ, ¿Qué mas puedes pedir? El hombre de la parábola sin duda alguna tuvo paz cuando logro resolver su problema. Moisés tuvo paz porque concluyo lo pedido por Dios y el mismo Jesús dijo en la cruz TODO ESTA CUMPLIDO, Jesús dice, yo doy la paz, el mismo dice mi paz os doy, mi paz os dejo. Esta paz se cumple en aquellas personas que como tu cumplen la voluntad del Padre y tienen fe.

Si lo ves desde el punto humano, no pierdes, todo lo que hagas ponlo en las manos del Señor y persevera que lo demás vendrá por añadidura. No pongas tu longanimidad únicamente en lo material, antes bien, busca primero el reino de Dios, persevera hasta el fin y así conjuntamente con la Iglesia puedes decir con toda certeza MARANATA.

A continuación ilustro con una historia lo relativo a la perseverancia, esto tiene como objetivo que tu profundices un poco mas sobre la parábola que nos narra Jesús y el porque de su respuesta.

Érase una vez una pequeña vela que vivió feliz su infancia, hasta que cierto día le entro curiosidad en saber para que servia un hilito negro y fino que sobresalía de su cabeza. Una vela vieja le dijo que ese era su ‘cabo’ y que servia para ser ‘encendida’. Ser ‘encendida’ ¿Qué significaría eso? La vela vieja también le dijo que era mejor que nunca lo supiese, porque era algo muy doloroso.

Nuestra pequeña vela, aunque no entendía de qué se trataba, y aun cuando le habían advertido que era algo doloroso, comenzó a soñar con ser encendida. Pronto, este sueño se convirtió en una meta. Hasta que por fin un día, ‘la luz verdadera que ilumina a todo hombre’, llego con su presencia contagiosa y la ilumino, la encendió. Y nuestra vela se sintió feliz por haber recibido la luz que vence a las tinieblas y le da seguridad a los corazones.

Muy pronto se dio cuenta de que haber recibido la luz constituía no solo una alegría, sino también una fuerte exigencia… si. Tomo conciencia de que para que la luz perdurara en ella, tenia que alimentarla desde el interior, a través de un diario derretirse, de un permanente consumirse… entonces su alegría cobro una dimensión mas profunda, pues entendió que su misión era consumirse al servicio de la luz y acepto con fuerte conciencia su nueva vocación.

A veces pensaba que hubiera sido mas cómodo no haber recibido la luz, pues en vez de un diario derretirse, su vida hubiera sido un ‘estar ahí’, tranquilamente. Hasta tuvo la tentación de no alimentar mas la llama, de dejar morir la luz para no sentirse tan molesta.

También se dio cuenta de que en el mundo existen muchas corrientes de aire que buscan apagar la luz. Y a la exigencia que había aceptado de alimentar la luz desde el interior, se unió la llamada fuerte a defender la luz de ciertas corrientes de aire que circulan por el mundo.

Mas aun, su luz le permitió mirar mas fácilmente a su alrededor y alcanzo a darse cuenta de que existían muchas velas apagadas. Unas porque nunca habían tenido la oportunidad de recibir la luz. Otras, por miedo a derretirse. Las demás, porque no pudieron defenderse de algunas corrientes de aire. Y se pregunto muy preocupada: ¿podré yo encender otras velas? Y, pensando, descubrió también su vocación de apóstol de la luz. Entonces se dedico a encender velas, de todas las características, tamaños y edades, para que hubiera mucha luz en el mundo.

Cada día crecía su alegría y su esperanza, porque en su diario consumirse, encontraba velas por todas partes. Velas viejas, velas hombres, velas mujeres, velas jóvenes, velas recién nacidas… y todas bien encendidas.

Cuando presentía que se acercaba el final, porque se había consumido totalmente al servicio de la luz, identificándose con ella, dijo con voz muy fuerte y con profunda expresión de satisfacción en su rostro: ¡cristo esta vivo en mí!

¡Que historia más bella! Te ilustra perfectamente lo que es el fruto de la longanimidad, es precisamente el derretirse y consumirse sin lamentos por lograr una meta, en este caso, la evangelización, el llevar la buena nueva a todo el mundo, el cumplir la palabra de Jesús cuando dice ‘VOSOTROS SOIS LA LUZ Si tu perseveras por cosas del mundo, por obtener un televisor, un reloj, un radio, una casa, un amueblado, un vestido etc. Y lo logras a base de muchos sacrificios, como el dar estudio a tus hij@s, alimentación, te consumes en pro de ellos, ¿Por qué no hacer lo mismo por la evangelización?

El perseverar duele, no hay sacrificio que no implique dolor, tú lo sabes, como también sabes que estas en este mundo para cumplir una misión, al igual que la vela, dar luz en medio de la oscuridad, encender la llama del amor de Dios en muchos. Persevera, persevera, persevera. No desmayes, en lograr tu meta.

Mientras tú lees la catequesis y yo la reviso, me sirve a mí y a ti para aprender más sobre la fe, y no solo aprender, sino que ejercitarnos en la fe. Es por ello también importante conocer que dice el magisterio de la Iglesia por medio del catecismo en su numeral 162 La fe es un don gratuito que Dios hace al hombre. Este don inestimable podemos perderlo; San Pablo advierte de ello a Timoteo: ‘combate el buen combate, conservando la fe y la conciencia recta; algunos, por haberla rechazado, naufragaron en la fe 1Tm 1,18-19. Para vivir, crecer y perseverar hasta el fin en la fe debemos alimentarla con la palabra de Dios; debemos pedir al Señor que la aumente; debe ‘actuar por la caridad’ Ga 5,6 Ser sostenida por la esperanza y estar enraizada en la fe de la Iglesia. (Léase también santiago 2,14-26)

Repito, es importante perseverar en la fe, lo demás te viene por añadidura. Necesitas en tu perseverancia, derretirte como la vela, por amor a Dios. Sin envidias, tener y no perder los frutos adquiridos, oír la palabra y hacerla vida, que al final al igual que Moisés, Jesús, la vela de nuestra historia tendrás tu premio, que es la paz, estar en paz con tu creador y por que no decirlo, ser admirad@ por muchos, como lo son los santos de la Iglesia, porque cuando tu lees sus biografías, notaras que fueron velas, se consumieron a si mismos, por alcanzar una meta, que indudablemente vale la pena, que debe ser tu meta también, obtener los dones del espíritu y dar mucho fruto para ser luz de aquellos que han perdido la fe, o bien no la conocen.

Yo se que no es fácil a la primera entender la palabra longanimidad, por no ser usual en nuestro vocabulario, siempre sorprende a quien la escucha, pero si digo perseverar o perseverancia lo entendemos mas.

¿Quién es perseverante? El que espera, el que no abandona inmediatamente el camino, tal como Moisés, Jesús, el hombre de la parábola mencionada en esta catequesis, y la vela. Si eres perseverante no te dejaras desconcertar por las actitudes o realidades que se oponen, no importan los vientos, no importan los faraones, no importa el sanedrín, no importa que sea media noche y la puerta este cerrada, no importa que la vela pueda ser apagada por los vientos, no importa. Porque todo hoy habla de desconfianza. Es decir, se han quebrado los vínculos entre los seres humanos, porque hay dudas sobre los sistemas políticos, financieros etc. Pero el que persevera en la oración, en la fe, obtendrá la luz, que le permitirá encender a otros. El evangelio de San Mateo, Jesús dice dos veces a los discípulos EL QUE PERSEVERA HASTA EL FIN SE SALVARA.

¿Deseas cumplir tu misión, como lo hizo Jesús y Moisés? ¿Deseas ser luz para lo demás? ¿Deseas tocar la puerta y ser escuchad@? ¿Deseas derretirte y consumirte por el Reino? Tu y solo tu tienes las respuestas… lo que si te digo es que debes afanarte por dar fruto, en abundancia.

Recuerda que cada catequesis, cada palabra de Dios escuchada debe obligarte a dar una respuesta, Jesús te pide algo, y no es difícil el hacerlo por ello te dice en su santa palabra: También les aseguro: pidan y se les dará, busquen y encontraran, llamen y se les abrirá. Porque el que pide, recibe; el que busca, encuentra y al que llama se le abre.

Te invito a que te pongas en actitud de oración, y ores al Señor, pidiendo el fruto de la longanimidad, no dudes que te lo dará. Ora con fe, deja la razón por un lado, hoy no te hago una guía, sino que expresa lo que tu corazón quiere y siente por haber leído y comprendido esta catequesis. Amen.

Padre nuestro…. Dios te salve… Gloria….

Ejercicio para toda la vida a partir de hoy, perseverar en todas tus metas trazadas, tanto espirituales como materiales.

Próxima catequesis fe.

Luis Mayorga

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