LAS 7 PALABRAS 7
PADRE, EN TUS MANOS PONGO MI ESPÍRITU
Las 7 palabras
7ma. Semana
El ser humano esta hecho de cuerpo, alma y espíritu. El cuerpo es lo que Dios formo del polvo, el alma es pensamientos, recuerdos, inteligencia etc. Y el ESPÍRITU es la donación de Dios mismo en la criatura formada por El.
Querid@ herman@ en la fe, hoy das inicio a una nueva catequesis. Espero en Dios que esta catequesis te ayude a superarte en el plano humano y espiritual. Se muy bien que el camino a la perfección es difícil, angosto, pero con la ayuda que viene de lo alto es posible.
Jesús en la cruz, en la última hora exclama PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU. Pon atención a esto, no dijo cuerpo, dijo espíritu. Para entender esto tienes que remitirte a la creación. Dios me ha de iluminar para que esta catequesis sea de mucha bendición en tu vida y que dicha bendición tú la lleves a los demás.
Antes de continuar te digo; Jesús dice PADRE, es una suplica, una oración. No quiero profundizar sobre el tema de quien es el Padre, te pido que repases la catequesis EL PADRE NUESTRO, en lo relativo a la primera que PADRE NUESTRO. Ahí, encontraras lo necesario para entender ello. Antes de hablar de la creación, te hablare sobre el ABANDONARSE A DIOS. Muchos de tus antepasados lo hicieron, cito algunos nombres, Abraham se abandono a la palabra, Noé hizo lo mismo, construyó una arca donde no había mar, Moisés se convierte en salvador de un pueblo a la voz de Dios, Isaías solamente dice, envíame a mi. María se abandona ciegamente, hágase en mí según tu palabra. Sin duda alguna, todos ellos confiaron en el Dios de todos nosotros es decir YAVE.
Empiezo con el tema del abandonarse a Dios. De todos los personajes que mencione anteriormente, ninguno de ellos sabía su futuro. Sin embargo se les puede decir que fueron justos porque esta actitud consiste en ENTREGARSE CON CONFIANZA en las manos de la providencia en lo que se refiere al futuro y en abandonar toda curiosidad malsana con respecto al futuro. Te puedo decir que el único que conocía su futuro es Jesús, el sabia hacia donde lo encaminaba la voluntad del Padre y no dejo de hacer su voluntad, te recomiendo releer la catequesis sobre el Padre Nuestro en lo relativo a HAGASE TU VOLUNTAD.
Demasiada era la confianza puesta en Dios por Abraham que no dudo en la promesa y por si fuese poco, no dudo en dar a su único hijo. Moisés experimento el abandonarse a Dios, fue intimo con El y de esta intimidad con el Dios fiel, lento a la ira y rico en amor Cf. Ex. 34,6 Moisés ha sacado la fuerza y la tenacidad de su intercesión. No pide por el, sino por el pueblo que Dios ha reunido. Moisés intercede ya durante el combate con los amalecitas Cf. 17,8-13 o para obtener la curación de Myriam. Cf. Nm 12,13-14. Pero es sobre todo después de la apostasía del pueblo cuando MANTIENE EN
¿Qué tanta es tu confianza en Dios? ¿Estarías dispuest@ a dejarlo TODO por seguirle? ¿Le darías a tu hijo único o alguno de tus hijos en sacrificio? ¿Serias capaz de convertirte en caudillo para liberar un pueblo? ¿Darías tu vida en aras de la voluntad del Padre? Las respuestas tú las tienes. Lamentablemente el ser humano antepone la razón a la fe, ahí radica el mal mayor. Las cosas de Dios son por Fe, no por razonamiento humano. Jesús pide un ABANDONO filial en la providencia del Padre celestial que cuida de las mas pequeñas necesidades de sus hijos: NO ANDÉIS, PUES, PREOCUPADOS DICIENDO: ¿Qué VAMOS A COMER?, ¿Qué VAMOS A BEBER?... YA SABE VUESTRO PADRE CELESTIAL QUE TENÉIS NECESIDAD DE TODO ESO. BUSCAD PRIMERO SU REINO Y SU JUSTICIA, Y TODAS ESAS COSAS SE OS DARÁN POR AÑADIDURA Mt. 6,31-33 Cf. Mt. 10,29-31 Si lo analizas interviene una palabra compuesta por únicamente dos letras FE. Y esta es tan poderosa, pero que muchos no creen en tal poder, te cuento una historia:
Un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inicio su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria para el solo, por lo tanto subió sin compañeros.
Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y mas tarde, y no se preparo para acampar, sino que decidió seguir subiendo. Decidió llegar a la cima, de pronto oscureció.
La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.
Subiendo por un acantilado, a solo
Seguía cayendo… y en esos angustiántes momentos, le pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida, pensaba que iba morir… sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos… si, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.
En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo más que gritar:
Ayúdame Dios mío… De repente una voz grave y profunda de los cielos le contesto:
¿Qué quieres que haga? Sálvame Dios mío. ¿Realmente crees que te pueda salvar? Por supuesto Señor. Entonces corta la cuerda que te sostiene… Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferro más a la cuerda y reflexiono…
Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda… a dos metros del suelo…
Si te das cuenta, el alpinista antepuso la razón a
En la pasión, la misericordia de Cristo vence al pecado. En ella es donde este manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad; incredulidad, rechazo y burlas por parte de los jefes y del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y abandono de los discípulos. Sin embargo, en la hora misma e las tinieblas y del príncipe de este mundo, el sacrificio de Cristo se convierte también en un claro ejemplo de lo que debe de ser el Abandono en el Padre. El moría, pero tenía la certeza que resucitaría el tercer día. Su espíritu estaba en buenas manos, estaba al cuidado de Dios quien nunca deja a sus hijos sin amparo. El secreto Fe.
Y que son las manos de Dios, difícil de explicar puesto que tu conocimiento y el mío de Dios es limitado, tu lenguaje sobre Dios lo es también. No puedes nombrar a Dios sino a partir de las criaturas, y según tu modo humano limitado de conocer y pensar.
PADRE, EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU. Para entender esto vamos a lo que es la creación:
La madre Iglesia Universal en la profesión de fe del IV concilio de Letrán afirma que Dios, AL COMIENZO DEL TIEMPO, CREO A
La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como
Cada alma espiritual es directamente creada por Dios NO ES PRODUCIDA POR LOS PADRES, y que es inmortal, no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final. Claro ejemplo las apariciones de Jesús a los apóstoles.
A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así San Pablo ruega para que tu SER ENTERO, el espíritu, el alma y el cuerpo sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor —1Ts 5,23— Espíritu significa que tu estas ordenad@ desde tu creación a un fin sobrenatural, y que tu alma es capaz de ser elevada gratuitamente a la comunión con Dios. Es decir tus pensamientos.
Dios creo al hombre a su imagen. En esto hay que tener cuidado, porque Dios no es como el ser humano, no tiene cuerpo, pies o manos. Muchos creen que al decir imagen es en sentido literal. Cuando se lee Gn 1,27 recalca que a imagen de Dios creo al hombre y a la mujer. Esta hecho a imagen de Dios. ¿Cuál es esta imagen? Pues la respuesta es de los mas simple, recuerda el hombre fue formado del polvo o barro o como quieras llamarle. Después Dios soplo aliento de vida, es decir le dio su Espíritu y ahí es donde radica la imagen y semejanza. ¿Recuerdas los 7 dones del Espíritu Santo y los frutos de este? Esa, precisamente es la imagen. Este Espíritu es el que vuelve a Dios trato de explicarlo de esta manera, el agua del mar, sube en forma en vapor al cielo, se forman las nubes, estas descargan el agua cuando llueve y se va a los ríos, estos a su vez desembocan en los mares. El agua vuelve al mar, aunque tenga que pasar por un proceso de evaporación.
Entonces podemos decir que el Espíritu esta atrapado en tu cuerpo, este espíritu es inmortal y vivirá para siempre, ya sea en el cielo o bien en el infierno. Es por ello más que importante que tu luches por tu perfección. Cristo te muestra esta verdad, pon atención, en la muerte, hay separación del espíritu y del cuerpo, el cuerpo cae en la corrupción, es decir, se pudre, se lo comen los gusanos, mientras que tu espíritu va al encuentro con Dios, en espera de reunirse con tu cuerpo glorificado. Jesús lo mostró. Dios en su omnipotencia te dará definitivamente un cuerpo a la vida incorruptible uniéndolos a tu alma, por la virtud de
Lee Juan 5,29; Daniel 12,2. Cristo resucito con su propio cuerpo: MIRAD MIS MANOS Y MIS PIES; SOY YO EL MISMO —Lc 24,39— toma nota, no era un cuerpo terrenal, era un cuerpo glorificado, transfigurado. Te lo digo, cuerpo celestial, ¡que Gracia la que hemos obtenido! Del mismo modo, en El TODOS RESUCITARAN CON SU PROPIO CUERPO, QUE TIENEN AHORA, la gran diferencia es que tu cuerpo estará libre de imperfecciones, tu cuerpo será TRANSFIGURADO en cuerpo de Gloria Flp 3,21 en CUERPO ESPIRITUAL 1Co 15,44 para reforzar esto te digo lo siguiente amparado a la luz de las sagradas escrituras:
Pero dirá alguno: ¿como resucitan los muertos? ¿Con que cuerpo vuelven a la vida? ¡Necio! Lo que tu siembras no revive si no muere. Y lo que siembras no es el cuerpo que va a brotar, sino un simple grano… se siembra corrupción, resucita incorrupción… los muertos resucitaran incorruptibles. En efecto, es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad 1Co 15,35-37.42.53.
Queda claro el porque Jesús encomienda su Espíritu, es la esencia misma de Dios, es lo que vale, es lo que da la vida, es lo que necesitas salvar, porque salvando tu espíritu es como salvas tu alma y transfiguras tu cuerpo para la vida eterna en el Señor.
Refuerzo lo dicho durante el desarrollo de esta catequesis, el que había temido al pecado, y había gritado ¿Por qué me has abandonado?, no tiene miedo en absoluto a la muerte, porque sabe que le espera el amor infinito de su Padre.
Durante tres años se lanzo por los caminos y por las sinagogas, por la ciudades y por las montañas, para gritar y proclamar que Aquel, a quien en la historia de Israel se le llamaba El Elohim, El eterno, El sin nombre, sin dejar de ser aquello, era su Padre. Y también el tuyo.
El hecho de que tenga seis mil millones y pico de hijos en el mundo, eso no impide que te mime y te cuide como a su hijo único. Y, salvadas las distancias en Jesucristo, también tú puedas decir en el momento de tu muerte, Dios es mi Padre, cumplo la voluntad de mi Padre y por lo tanto LE ENCOMIENDO MI ESPIRITU.
Si bien es cierto que es un Padre Todopoderoso, también es cierto que lo es todo cariñoso. En las mismas manos que sostiene el mundo, esas mismas manos llevan escrito tu nombre.
Por ello nunca digas, yo estoy sol@ en el mundo, a mi nadie me quiere, El, el Padre del cielo, responde NO ES CIERTO. YO SIEMPRE ESTOY CONTIGO.
Vive con la alegre noticia de que Dios es el Padre que te cuida. Aunque a veces sus caminos sean incomprensibles, ten la seguridad e que El sabe lo mejor que tu lo que hace. Ama a Dios si, pero también déjate amar y querer por Dios.
En las manos del Padre que Jesús conocía y amaba entrañablemente, es donde El puso su Espíritu. Es justo ahí, donde tu tienes que encomendar tu espíritu, que es imagen y semejanza de Dios, tu cuerpo con todos sus defectos volverá a la tierra, pero tu espíritu, lo que realmente eres tu, volverá a Dios. No olvides la promesa hecha al ladrón, no olvides que eres Hij@ de Dios y El que te ama velara por tu Espíritu.
Luis Mayorga
Ejercicios para estas semanas:
Reflexionar sobre tu esencia misma y cual es la imagen que tienes de Dios en ti.
Visita a los enfermos terminales y ayúdales en oración a encomendar su espíritu al Padre. Reflexiona sobre si estas cumpliendo con tu misión según tu estado de vida.
PROXIMA CATEQUESIS LOS 7 SACRAMENTOS.
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