Séptima semana de ejercicios espirituales sobre la oración del Señor. Creo que ahora entiendes un poco más el significado de esta oración, la cual debe brotar de tus labios como una verdadera oración y no como una simple letanía sin sentido y aprisa que es lo peor.
DANOS HOY NUESTRO PAN DE CADA DIA
DANOS: es hermosa la confianza de los hijos que esperan todo de su Padre. HACE SALIR SU SOL SOBRE MALOS Y BUENOS, Y LLOVER SOBRE JUSTOS E INJUSTOS. Cf Mt. 5,45 y da a todos los vivientes – a su tiempo su alimento—Cf. Sal 104,27. Jesús nos enseña esta petición, porque el Hijo le sabe pedir al padre, el hijo sabe que solo en su padre hallara sustento, sabe muy bien el hijo, que su padre esta en todo momento para ayudarle, aconsejarle y apartarle del mal. Todos hemos sido hijos y en nuestra niñez, juventud, adolescencia y por que no decirlo, adultes, acudimos al padre en los momentos que mas lo necesitamos, que es cuando nuestras situaciones en la vida nos aquejan y atormentan. Si esta confianza le tenemos al padre terrenal, ¡Cuánto mas le debemos confiar a Nuestro Padre Celestial! Es por ello que confiadamente le pedimos el sustento diario, que necesita nuestro cuerpo para vivir. Es por ello que con esta petición se glorifica, en efecto, a nuestro Padre reconociendo hasta que punto es Bueno más allá de toda bondad.
El ‘’danos’’ es algo mas profundo, implica algo mas fuerte, es la expresión de
San Cipriano dice con justa razón y pleno conocimiento de lo que significa la alianza y confianza en el Padre, ‘’ A los que buscan el Reino y la justicia de Dios, El les promete darles todo por añadidura. Todo en efecto pertenece a Dios; al que posee a Dios, nada le falta, si el mismo no falta a Dios.
¿Qué sucede con la otra cara de la moneda?, toma en cuenta que Jesús dijo ‘entre vosotros siempre habran pobres’. Hay hombres que padecen hambre por falta de pan que revela otra hondura de esta petición. El drama del hambre en el mundo LLAMA A LOS CRISTIANOS que oran en verdad a una responsabilidad efectiva hacia sus hermanos, tanto en sus conductas personales como en solidaridad con la familia humana. Esta petición de
Se trata de ‘’nuestro’’ pan, uno para muchos: la pobreza de las Bienaventuranzas entraña compartir los bienes: invita a comunicar y compartir bienes materiales y espirituales, no por la fuerza sino por amor, amor a Dios en el temor de Dios, haciendo su voluntad aquí en la tierra, para que la abundancia de unos remedie las necesidades de otros. En la parábola, Dios le dio mucho al rico, el rico se lleno de soberbia y avaricia, le dio poco a Lázaro, al final al que tenia poco se le dio mucho, y al tenia mucho se le quito todo, por favor analiza tu comportamiento, si Dios te da suficiente pan o poco, siempre queda algo para dar y si no, siempre se puede compartir.
San Benito dice: ‘’ ORA ET LABORA’’, traducido quiere decir, ora como si todo dependiese de Dios y trabajad como si todo dependiense de vosotros. Una vez hecho nuestro trabajo, el alimento viene a ser un don del Padre; es bueno pedírselo y darle gracias por el. Es bueno pedírselo, pero no es bueno quedarse sentado sin hacer nada. Cuando el don de Dios se manifiesta en tu mesa, es bueno compartirlo. Este es el sentido de la mesa en una familia cristiana, compartirlo no solamente con los tuyos sino que con los más necesitados, de esta manera, Dios que todo lo ve, te recompensará.
Llenar la necesidad física con el pan, es un paso, recuerda que esta petición y la responsabilidad que implica sirven además para otra clase de hambre de la que desfallecen los hombres: NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE, SINO QUE EL HOMBRE VIVE DE TODO LO QUE SALE DE
Hay hambre sobre la tierra y es innegable, mas no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Dios Cf. Am 8,11. Por la falta de este pan para el espíritu, es que abundan las religiones contrarias al conocimiento de Dios y ahora surgen nuevas religiones poniendo como estandarte la figura del Hijo de Dios, pero no son de la doctrina o enseñanza de la palabra de Dios... Por eso, el sentido específicamente cristiano y santo de esta petición se refiere al PAN DE VIDA: la palabra de Dios que se tiene que acoger en la fe, el Cuerpo de Cristo recibido en
Tu como cristiano estas conciente del valor de
Hace un año recibiste el pan diario, hoy lo recibes. El hoy es también una expresión de confianza. El señor no dejara tu estomago vacío, ni tu Espíritu hambriento, lo demostró ampliamente durante la travesía de su pueblo en el desierto, les dio mana, les dio codornices, un pueblo exigente, incrédulo y Jesús en el hoy del Señor, te da el pan día a día, solo tienes que ir a tomarlo. El señor te lo enseña; no hubiéramos podido inventarlo. Como se trata sobre todo de su Palabra y del Cuerpo de su Hijo, este Hoy no es solamente el nuestro tiempo mortal: ES EL HOY DE DIOS.
San Ambrosio lo explica así:
Si recibes el pan cada día, cada día para ti es hoy. Si Jesucristo es para ti hoy, todos los días resucita para ti. ¿Como es eso? ‘TU ERES MI HIJO; YO TE HE ENGENDRADO HOY’ CF sal 2,7. Hoy, es decir, cuando Cristo resucita.
Por ello Jesús dijo, no te afanes del día mañana, cada día trae consigo lo suyo. No olvides, el tiempo de Dios no es igual al nuestro y el Hoy de Dios es eterno, el hoy del hombre, es perecedero. Si tú recibes hoy el pan, da el pan hoy de cada día a los más necesitados, físicamente y espiritualmente.
La palabra EPIOUSIOS, solo se emplea en nuevo testamento. Tomada en un sentido temporal, es una repetición pedagógica de HOY Cf. Ex 16,19-21 para confirmarnos en una confianza sin reserva. Tomada en un sentido cualitativo, significa lo necesario a la vida, y más ampliamente cualquier bien suficiente para la subsistencia. Cf 1Tm 6,8. Tomada al pie de la letra, designa directamente el Pan de Vida, el Cuerpo de Cristo, REMEDIO DE INMORTALIDAD sin el cual no tenemos
La eucaristía es nuestro pan cotidiano. La virtud propia de este divino alimento es una fuerza de unión: nos une al Cuerpo del Salvador y hace de nosotros sus miembros para que vengamos a ser lo que recibimos. Este pan cotidiano se encuentra, además, en las lecturas que oís cada día en
El Padre del cielo te exhorta a pedir como hijo del cielo el Pan del cielo. Cf. Jn 6,51 Cristo mismo es el pan que, serrado en
Padre nuestro…. Dios te salve…. Gloria….
Luis Mayorga
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