PADRE NUESTRO 4


VENGA A NOSOTROS TU REINO

Conforme te has ido adentrando a las catequesis y realizado los ejercicios espirituales te has dado cuenta de que algo ha cambiado en tu vida. En un principio ha sido difícil pero poco a poco se ha hecho menos difícil, esto, por la fuerza de voluntad que pones y por la ayuda del Espíritu Santo.

Abre tu mente y corazón para dejar que la palabra de Dios se sumerja en ti y comprendas esta catequesis. En el nuevo testamento, la palabra ‘’ BASILEIA’’ se puede traducir por realeza – nombre abstracto --, reino – nombre concreto – o reinado – de reinar, nombre de acción--. El reino de Dios esta ante nosotros. Se aproxima en el Verbo encarnado, se anuncia a través de todo el Evangelio, llega en la muerte y la Resurrección de Cristo. El Reino de Dios adviene en la Ultima Cena y por la Eucaristía esta entre nosotros. Llama la atención el hecho de que Jesús le dice a Poncio Pilato, ‘’ mi reino no es de este mundo’’, quiere decir que es de otro, que no alcanzamos a conocer o no podíamos entender, con la venida de el se aclara el panorama porque el mismo dice ‘’ el reino de Dios esta entre vosotros’’, El hizo posible este acercamiento a Dios, de hecho vino El reino con Jesús, pero lo disfrutaremos y viviremos cuando se llegue al día final y estemos gozando de la presencia de El, tal y como lo narra el libro del Apocalipsis. El Reino de Dios llegara en la gloria cuando lo devuelva a su Padre:

San Cipriano lo expone así, INCLUSO PUEDE SER QUE EL REINO DE DIOS SIGNIFIQUE CRISTO EN PERSONA, AL CUAL LLAMAMOS CON NUESTRAS VOCES TODOS LOS DIAS Y DE QUIEN QUEREMOS APRESURAR SU ADVENIMIENTO POR NUESTRA ESPERA. COMO ES NUESTRA RESURRECCION PORQUE RESUCITAMOS EN EL, PUEDE SER TAMBIEN EL REINO DE DIOS PORQUE EN EL REINAREMOS

Cuando participamos en la sagrada Eucaristía hay un momento en rito en el cual decimos todos MARANA THA, la repetimos muchas veces sin convicción, y quizás no consientes de lo que decimos, la realidad de esta expresión es la siguiente: VEN SEÑOR JESUS, debe de ser el grito del Espíritu y de la Esposa, estamos diciendo venga tu reino, lo clamamos y a la vez lo imploramos, pero, ¿ realmente queremos o deseamos que el Reino de Dios venga?, sin temor a equivocarme pienso que la gran mayoría no lo desea, porque nos remite al Apocalipsis y solo el hecho de pensar en ello nos pone los pelos de punta, ¿la razón?, no estamos preparados para ello y puede ser que el Señor nos encuentre desnudos.

Tertuliano dice:

Incluso aunque esta oración no nos hubiera mandado pedir el advenimiento del Reino, habríamos tenido que expresar esta petición, dirigiéndonos con premura a la meta de nuestras esperanzas. Las almas de los mártires, bajo el altar, invocan al Señor con grandes gritos ‘’ ¿HASTA CUANDO, DUEÑO SANTO Y VERAZ, VAS A ESTAR SIN HACER JUSTICIA POR NUESTRA SANGRE A LOS HABITANTES DE LA TIERRA?’’ Ap 6,10. En efecto, los mártires deben alcanzar la justicia al fin de los tiempos. Señor, ¡apresura, pues, la venida de tu Reino!

Si pones atención, te habrás dado cuenta que los piden la venida del reino, son los mártires, es decir los santos que nos han antecedido y claman justicia al Todopoderoso, es por ello que la humanidad esta como esta, sin rumbo, sin dirección, sin metas, sin Dios, porque estamos careciendo de hombres y mujeres que busquen la Santidad con ansias, porque Dios no es prioridad en la vida de la gran mayoría, si Dios no es prioridad, mucho menos lo es la búsqueda de la Santidad, porque solo el acercamiento con Dios, nos puede hacer buscar la santidad, para cumplir con la voluntad del Padre, del Padre nuestro, somos hipócritas al recitar la oración del Padre nuestro y al decir en el ritual de la misa MARANA THA. En la oración del Señor, se trata principalmente de la venida final del Reino de Dios por medio del retorno de Cristo. Cf. Tito 2,13. Es un deseo de pocos, comparado con la cantidad de habitantes en el mundo y la Iglesia, la verdadera Iglesia tiene este deseo que no la distrae de su misión en este mundo, más bien la compromete. Porque desde Pentecostés, la venida del Reino es obra del Espíritu Santo del Señor A FIN DE SANTIFICAR TODAS LAS COSAS LLEVANDO A PLENITUD SU OBRA EN EL MUNDO.

El Reino de Dios es justicia y paz y gozo en el Espíritu Santo Rm 14,17. Los últimos tiempos en los que estamos, que no sabemos en que medida, son los de la efusión del Espíritu Santo. Desde entonces esta entablado un combate desicivo entre LA CARNE Y EL ESPIRITU Cf. Ga 5,16-25. Es por ello, que urge la búsqueda de la santidad, ser santos para que la plegaria llegue hasta Dios y tenga misericordia de todos.

San Cirilo de Jerusalén dice con acierto. Solo un corazón puro puede decir con seguridad ‘’ ¡VENGA A NOSOTROS TU REINO! ‘’. Es necesario haber estado en la escuela de Pablo para decir ‘’ QUE EL PECADO NO REINE YA EN NUESTRO CUERPO MORTAL’’ Rm 6,12. El que conserva puro en sus acciones, sus pensamientos y sus palabras, puede decir a Dios ‘’ ¡VENGA TU REINO!’’

Creo que vas descubriendo la realidad, la exigencia es SER SANTO.

Toma en cuenta que esta petición esta sostenida y escuchada en la oración de Jesús Cf. Jn 17,17-20, presente y eficaz en la Eucaristía; su fruto es la vida nueva según las Bienaventuranzas Cf. Mt 5,13-16; 6,24; 7,12-13. Se entiende entonces que recitar el Padre Nuestro y repetir en la Eucaristía Marana tha, no es algo que debe hacerse mecánicamente, sino, que vehementemente, es un ruego, una suplica y como dije anteriormente, debe provenir de un corazón puro, un corazón lleno de santidad ¡Basta de hipocresía!, el mismo Señor dice, estoy harto de tus sacrificios y ofrendas, lo que quiero es un corazón puro, es por ello que los santos piden justicia.

Padre Nuestro…. Dios te salve… Gloria….

Luis Mayorga

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