jueves, 8 de enero de 2009

INTELIGENCIA 2

Otro don del Espíritu Santo es la Inteligencia, es gracia, regalo de Dios para aquellos que lo piden. Tan grande es este don, que el que tiene inteligencia en las cosas de Dios y obra según su voluntad, obtiene por añadidura todo lo demás. El que posee este don siendo servidor de Dios, sabe gobernar y dirigir la porción del pueblo que el señor le ha entregado y destaca entre los quehaceres del mundo.

Hoy inicias otra semana mas, donde el ejercicio se centrara en actuar inteligentemente, poniendo cada acción del día en las manos de Dios y pidiéndole al mismo tiempo sabiduría para saber tomar las decisiones adecuadas. Lee con atención los textos bíblicos, meditalos y encuentra tu similitud en los personajes presentados, uno es Salomón y el otro es Jesús.

Después lee la catequesis y pídele a Dios este don maravilloso, que si es voluntad de El, sin duda alguna que te dará este don también.


10Al Señor le agrado que Salomón le hiciera tal petición, 11y le dijo: “Porque me has pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino inteligencia para saber oír y gobernar, 12voy a hacer lo que me has pedido: yo te concedo sabiduría e inteligencia como nadie las ha tenido antes que tu ni las tendrá después de ti. 13Además, te doy riquezas y esplendor, cosas que tu no pediste, de modo que en toda tu vida no haya otro rey como tu. 14Y si haces mi voluntad, y cumples mis leyes y mandamientos, como lo hizo David, tu padre, te concederé una larga vida.”

46Al cabo de tres días lo encontraron en el templo, sentado entre los maestros de la ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas. 47Y todos los que lo oían se admiraban de su inteligencia y de sus respuestas.

El Don de Inteligencia.



.....Inteligencia es el conocimiento íntimo de un objeto : «intelligere ese intus legere». El don de inteligencia es una luz que el Espíritu Santo concede para penetrar las verdades oscuras que la fe propone. Dice Santo Tomás, que esta penetración debe hacer concebir una idea verdadera y una justa estimación del fin último y de todo lo que con él se relaciona; ya que de otro modo no sería un don del Espíritu Santo.
..... La fe considera tres clases de, objetos: primero, Dios y sus misterios; segundo, las criaturas en lo que con Dios se relaciona; y tercero, nuestras acciones para dirigirlas al servicio de Dios. Naturalmente somos muy cortos en la proporción en que el Espíritu Santo nos ilumina por remedio de la fe y de las demás luces que nos comunica. Lo que la fe nos hace creer simplemente, el don de inteligencia nos lo hace penetrar con más claridad y de una manera que parece hacer evidente lo que la fe enseña, aunque la oscuridad de la fe permanece siempre; por eso se extraña uno de que algunos no quieran creer los artículos de nuestra fe o que puedan dudar de ellos.
.....Los que tienen el cargo de instruir a los demás – como los predicadores y los directores – deben estar llenos de este don. Ha resplandecido en los santos Padres y en los Doctores y es particularmente necesario para comprender el sentido de la Sagrada Escritura, sus figuras alegóricas y las ceremonias del culto divino.
..... Es difícil entender la Sagrada Escritura, porque Dios habla allí según sus sentimiento, que están incalculablemente separados de los nuestros; pero El los modera de tal forma que podemos entenderlos si nuestro corazón está bien purificado. Por ejemplo, nos dice San Juan en su primera epístola: Esta es la última hora» (1); lo que repugna a nuestro sentido porque no podemos comprender cómo el santo Apóstol ha podido decir, hablando de sus días, que estaba en la última hora. Y sin embargo, esto es verdadero en el sentir de Dios.
.....Todos los demás libros espirituales son en parte obra da la gracia y en parte obra de la naturaleza; pero el medio de recibir al Espíritu Santo y de ser conducidos por el, es leer con frecuencia la Sagrada Escritura. Es un gran abuso leer tantos libros espirituales y casi nada la Sagrada Escritura. San Gregorio Nacianceno, que es el único que no tiene en sus obras ningún error de los condenados por la Iglesia, y San Basilio, cuya doctrina es tan sólida, no leyeron más que la Sagrada Escritura durante once o doce años. Deberíamos leerla antes que a los Santos Padres, ya que con pureza de corazón se entra poco a poco en los diversos sentidos que tiene, y aunque se la haya leído cien veces, aprovechando la pureza de corazón, se la sigue leyendo y se profundiza cada vez más sus misterios.
.....El vicio opuesto al don de inteligencia, es la grosería respecto de las cosas espirituales. Este vicio es natural, y nosotros lo aumentamos todavía más con nuestros pecados y con nuestras pasiones y afectos desordenados. Se nota esto mucho más en las personas que están en pecado mortal. David tenía un corazón excelente para amar a Dios. Había recibido de El hermosos conocimientos y altos sentimientos. Sin embargo, después de su adulterio y después de que hizo morir a Urias estuvo nueve meses sin reconocer su pecado, y quizá no hubiera abierto los ojos si Dios no le llega a enviar al profeta Natán para ponerle delante su situación lamentable.
.....A este, don corresponde la sexta bienaventuranza: «Bienaventurados los limpios de corazón» (1). Dice Santo Tomás que esta pureza se extiende a todas las potencias del alma, quitando todo le que la puede manchar: las pasiones, los movimientos desordenados del apetito concupiscible, los afectos viciosos de la voluntad, los errores y las falsas máximas del entendimiento. Incluso regula de tal manera la imaginación, que no le viene ningún pensamiento más que en el tiempo y lugar conveniente y con la duración necesaria. Así San Bernardo, cuando quería rezar, dejaba los pensamientos de las demás ocupaciones y los recogía una vez terminada la oración. Esto es lo que sucede a las almas que están muy purificadas. Por su pureza han logrado este perfecto dominio sobre ellas mismas.
..... El fruto del Espíritu Santo que se relaciona con este don y con todos los demás que ilumina el entendimiento, es la fe. La fe precede a los dones y es su fundamento; pero los dones a su vez perfeccionan la fe. Dice San Agustín que es indispensable creer primero y afianzarse bien en este piadoso afecto tan necesario a la fe. Después vienen los dones del Espíritu Santo y la hacen más penetrante, más viva y más perfecta (2). (1) Sit primum pietas credentu, ~rit postes fructua ice. lligentis. San Agustín. (2) Haec est novissimc hora. I Joon.. Il, 18. Beati mundo carde. Mat., V. S


Ahora procede a leer tu catecismo, ello te ayudara para entender y comprender lo que el magisterio nos enseña acerca de este don. Nótese que se colocado este don con respecto a la inteligencia de Dios, de Fe y Espiritual.


CIC 108

REFERENCIA PARA ESTUDIO CIC 30-89-94SS-108-143-154-236-1147-1135-1177-1202-1611-1722-1804-1831-1998-2419-2500-2518

DE DIOS 271

DE FE 156SS-250

ESPIRITUAL 1095-250


Pide con fe, y obtendrás estos dones, lucha por obtenerlos y dejate llevar por la fuerza del Espíritu Santo, ejercitate diaramente en ello.


Padre Nuestro..... Dios te Salve.... Gloria....


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