DINERO, MENTIRAS, DINERO, MENTIRAS eran el pan diario con la
que tenían que luchar los discípulos. No se sabe ciertamente los motivos de la discusión,
los apóstoles habían dado cabida para que los conversos tuvieran participación en
el templo, quizá esto molestaba a los religiosos de ese tiempo. Solo se hablaba
de que Jesús estaba contra el templo cosa no cierta y Esteban lo defendía. No
era contra el templo, si no contra los que dirigían el templo, donde solo veían
el dinero y lo defendían con mentiras. Hechos 6,8-15
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