Y DIOS DIJO A MOISÉS: pasa delante del pueblo, y toma contigo de los ancianos de Israel y, toma también en tu mano tu vara con que golpeaste el rio, y ve. He aquí que yo estaré delante de ti allí sobre la peña en Horeb y, golpearas la peña y, saldrán de ella aguas, y beberá el pueblo. Y Moisés lo hizo así en presencia de los ancianos de Israel – éxodo 17,5-6 – Los detalles de esta escena, y de la compasión de Dios por el pueblo, se repiten a través del sacrificio de Jesús y, son recordados en la Eucaristía. Cristo es la roca que fue golpeada por tus pecados cuando estabas perdido-a y vagando. Y él es el agua viva que te sostiene. Pablo te dice: Porque no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres… bebían de la roca espiritual que los seguía, y la roca era cristo. La escena del desierto demuestra lo que Jesús hace con las personas que murmuran, él lleva el castigo que ellos merecen y declara, yo seré condenado por ellos, seré azotado, tomare sus pecados sobre mi espalda, seré