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La fe religiosa es
heredada por medio de las familias, o bien puede ser impuesta por medios coercitivos,
aunque en este caso quizás no estemos hablando de fe, pero el hecho de que la
fe sea transmitida tampoco garantiza que se tenga fe.
Discernir sobre la
verdadera fe, es algo difícil, porque muchos piensan que una religión o bien
una doctrina es la verdad absoluta y en esto puede estar la equivocación.
Muchos nacen espiritualmente en un movimiento, y creen que es la verdad absoluta
y a la verdad están en un error, la única verdad
es la que hace libre y es la verdad que
enseñó Jesús. Por ello Él mismo dijo, la verdad los hará libres. Muchos nacen
espiritualmente en una religión protestante y creen que esta es la verdad absoluta,
cuando en verdad siguen una doctrina impuesta.
La fe, la verdadera fe,
es la que habita en cada ser humano, es la fe que hace que los milagros sean
posibles y no importa de qué religión sean. Este comentario puede caerle mal a
los católico y a los protestante o ha a cualquier seguidor de alguna religión.
Pero la fe, no se fundamenta en religiones, esta en cada quien y cada quien la
puede potenciar. Lo malo como he dicho anteriormente es potenciar la fe en
cosas extrañas como un amuleto, el horóscopo, el tarot, las personas, las
religiones. Quizás se hace así por el
hecho de creer en algo, porque el hombre siempre tendrá la necesidad de creer
en algo.
Creer en Dios es lo
mejor, y Dios no tiene nombre, y el nombre que se le de, es nombre inventado por
los mismos hombres para poder llamarle de acuerdo a su conveniencia y
criterios. Esta fe, que hace que invoques a Dios, es la fe que debes potenciar.
Porque es innegable y aunque se dude y se afirme lo contrario, la teoría de la
evolución, no es posible si antes no hubiese dado el poder de la vida un ser
superior. Te sea suficiente el viajar en avión y ver hacía abajo para
dimensionar la no casualidad de la vida, te baste estar en el espacio aéreo
para admirar y comprender la no casualidad de la creación misma.
De que hay un creador
único, omnipotente, omnipresente que no quepa la menor duda de su existencia,
de que es espíritu, que no quepa la menor duda y que nada se mueve sin la
voluntad de Él, no lo dudes, no lo niegues, y te afirmo algo más, solo el
espíritu es capaz de entender el espíritu y así comprender muchas cosas que la
materia no puede comprender, es decir la razón humana.
Sea cual sea la fe
religiosa que heredaste, potencia dicha en fe en Dios y verás y harás milagros,
de ello que no quepa la menor duda, pero por favor, no te llenes la cabeza con
ideas y argumentos y doctrinas puramente religiosas, Dios te ha dado el don del
discernimiento así que aprovéchalo.
La fe lleva también
implícita una promesa, la promesa de la fe en Dios es nada más y nada menos que
la promesa de la vida eterna. Cuando Jesús accedió a ir al sacrificio de la
cruz, fue por fe, fe en Dios que sabía que lo habría de resucitar y le prometía
la vida eterna. Esta misma promesa es la que Jesús le hace al ladrón en la cruz,
le promete el paraíso, porque este hombre no endureció su corazón, sino que lo
abrió a la fe.
La fe, puesta en la
materia o pensamientos puramente humanos, no trae consigo nada, más que en la
mayoría de la veces, grandes decepciones y frustraciones. Hay quienes han
quedado en ridículo ante los demás a causa de una fe vana. Recuerda a Abraham,
el puso su fe en una promesa hecha por Dios. Abraham escuchó la voz y el poner
la fe en el Dios verdadero, le trajo
consigo la promesa de una descendencia incontable, así como la promesa de
heredar la tierra prometida.
Quizás tu has escuchado
la voz de Dios, pero has hecho oídos sordos, no crees en las promesas del Dios
verdadero y por ello quizás sufres, la promesa existe y está vigente, la tierra
prometida también es para ti, y si tu lo quieres también para tus
descendientes, solo basta que creas, la tierra prometida de hoy no es una
tierra física, donde todo está corrompido, es nada menos y nada más que el
cielo, la morada celestial junto al Padre y al Hijo. Pero para ello tienes que
creer, tener fe que es así y que así será, por ello bien dice Pablo, vana sería
nuestra fe, si Jesús no hubiese resucitado. En ello hay una gran verdad, la
verdad que mantuvo a Pablo predicando la buena nueva toda su vida, y que no dejó
de hacerlo hasta el momento en que murió.
El por fe, se mantuvo en su creencia y te digo, que ya logró su heredad.
Hoy te toca a ti, lograr también parte de la promesa y de la herencia.
Para que tú entiendas
más sobre la fe, te invito a leer el libro del génesis en su totalidad, alguno
de los 4 evangelios y hechos de los apóstoles. Esto porque, en el génesis descubrirás
sobre la ley, la promesa de Dios, y la fe de los primeros hombres, en los
evangelios encontraras lo relativo a la enseñanza sobre la fe por medio de Jesús
y en Hechos de los apóstoles descubrirás el poder de la fe. Si te das cuenta,
primero la manifestación de Dios, segundo la manifestación de Jesús y tercero
la manifestación del Espíritu del Santo. Creo en lo personal que los libros mencionados
anteriormente te educaran, enseñaran y mostraran la verdad de la fe, sin
necesidad de estudios avanzados teológicos, doctrinas religiosas, porque las
doctrinas pueden quedar en pura teoría. Te invito a que leas los libros
mencionados, no con espíritu humano, si no más bien buscando el entendimiento
de la fe y enfócate en ello, te aseguro que harás un gran descubrimiento, como
quizás muchos de nuestros antepasados lo hicieron.
Porque si te basas solo
en la ley, te digo, tu fe, no es nada y la promesa quedaría abolida para ti.
Todo depende de la fe.
Porque sin fe no hay conocimiento de Dios ni mucho menos de su hijo Jesucristo.
Por fe es que creemos en la teoría de la creación y por la misma fe rebatimos
la teoría de la evolución. Porque el universo es tan exacto, la naturaleza es
tan puntual que no cabe la existencia de ambas por el hecho de la pura
casualidad.
Ciertamente la biblia
nos habla muchas veces en sentido puramente metafórico como por ejemplo el Arca
de Noé o bien que el mundo y el universo fue creado en tan solo 7 días. Es un
lenguaje figurado para explicar acontecimientos de una forma simple y
entendible.
La fe nos hace creer en
Dios, cuyo nombre no sabemos y forma tampoco, pero de que existe, existe y es
el mismo Dios que Jesús nos vino a mostrar por medio de Él. La ciencia ha
tratado de encontrar una explicación lógica y científica a acontecimientos
narrados en la biblia, la fe no los busca y cuestiona simplemente los
acepta. Así que ten en cuenta que la fe
es un don gratuito y es algo que existe en tu persona, para que la promesa de
la salvación eterna se cumpla , de la vida eterna quede asegurada, te digo, tu
puedes creer en lo que quieras y quizás la misma fe en lo que crees de
resultado inmediatos o a largo plazo, pero si tu fe es creer en la existencia
de Dios, te digo, tu fe te llevará a la vida eterna donde conocerás a Dios cara
a cara, sin razonamientos humanos, por ello tu espíritu se complace cuando actúas
conforme a la voluntad de Dios.
Repito y repito, no
pongas tu fe en cosas humanas ni mucho menos en el hombre en si, tampoco en
instituciones religiosas o imágenes de cualquier tipo, sean cristianas o no. Tu
fe, debes ponerla en el conocimiento de Jesús y el Padre. Toma en cuenta, que la Iglesia no te salvará,
quizás al final te condene, si no, revisa la historia de las iglesias,
incluyendo a la que perteneces, la verdadera iglesia y en la cual debes de
sentirte a gusto, es la iglesia universal, la iglesia espiritual que esta
diseminada por todo el mundo y es la que Cristo vino a fundar. No te creas que sea
algo terrenal y que dicha iglesia tenga en la mano la verdad.
La institución llamada
iglesia, no es la salvación, es solo un instrumento para que te puedas acercar
a Dios, pero hasta ahí. Y recuerda que el templo de adoración es tu cuerpo,
morada del espíritu santo y no un templo fabricado por humanos con piedra y cal
que más de algún día ha de derrumbarse, que no te hagan creer que es el único
lugar de adoración o culto para Dios, tu misma casa es un templo de adoración y
culto hacia Dios. Que no te hagan creer
que mientras mas suntuoso es un templo más le agrada a Dios, recuerda que con
la muerte de Jesús, el mismo templo erigido por humanos sucumbió y se rasgó el velo el templo mismo. No enriquezcas a los astutos con tu diezmo o limosnas,
más bien acumula tesoros en el cielo dando tu diezmo y limosna a los pobres.
No te sometas a la esclavitud en servicio a los
curas, pastores, ministros que solo te obligaran a donar tu tiempo para
mantenerte en la esclavitud como a muchos, recuerda que el evangelio es verbo y
no sustantivo.
Conforme vayas creciendo
en la fe, podrás entender esto y muchos más, y con esto no estoy en contra de
mi iglesia, si no, por favor revisa los documentos del Vaticano II.
La fe es tan poderosa
que te digo, puedes mover montañas con el solo hecho de tener fe como el grano
de una mostaza. Abraham tenía más de 80 años, se puede decir que era un hombre
que difícilmente podía llegar a copular por los problemas inherentes a la edad,
su mujer no solo tenia el problema de la edad sino que además era estéril, a la
razón era imposible que ambos pudieran tener hijos. El cuadro presentaba un
caso difícil para procrear.
Sin embargo uno de los
dos tuvo fe, el hombre tuvo fe en la promesa de Dios, mientras que la mujer
usando el razonamiento y la lógica dudó, y creyó esto imposible, ser madre y
que su esposo pudiera tener un hijo con ella. El hombre tuvo fe y esperó
pacientemente, ciertamente la promesa no se cumplió de inmediato sino que tuvo
pasar un buen tiempo, pero el hombre llamado Abraham no vaciló en su fe.
Esto es un gran ejemplo
para que muchos de los que dudan recapaciten en su fe, pero hay que tomar nota
de los siguiente, Abraham puso su fe en Dios, en la voz de Dios, en la promesa
de Dios, no puso su fe en cosas humanas, iglesias o religiones, políticos,
sociedades consumistas, si tu fe está puesta en Dios, sin dudas, sin
vacilaciones, te digo, tu fe hará prodigios.
Hoy, sucede que a pesar
de que el ser humano ha perdido la fe, al mismo tiempo tiene fe y esto suena a
ilógico, o se tiene o no se tiene. Desde
otro punto, están los que se burlan de los que tienen fe. En un templo, donde
se reúnen los religiosos creyentes, te digo, no todos tienen fe, otros tendrán
fe, pero no fe en Dios y otros se burlaran del grupo pequeño que tiene fe,
entonces, Abraham tuvo, más Sarai no, ella actuó con incredulidad, pero el otro
se fortaleció y con ello dio honra y gloria a Dios.
Hoy un pequeño número
tiene fe en la promesa de Dios, y el tiempo de Abraham con respecto al nuestro
sin incluir avances tecnológicos y científicos, el estado del hombre sigue
siendo el mismo y por ello, el que es capaz de escuchar la voz de Dios, tendrá
fe en ello, más el que escucha pero sin tener la capacidad de la fe, dudará. Es
más fácil para muchos creer en Nostradamus y sus inventadas profecías, en
libros como las profecías de los papas, o la profecía de la gran pirámide que
en lo escrito en la Biblia.
De una u otra manera
cada quien tiene fe en lo que pone la fe, es por ello que Jesús dijo claramente
atesoren en el cielo y no en la tierra. Es decir, pongan su fe en las cosas del
reino y no en las cosas del mundo. Asumamos que la historia de Abraham es
cierta, y por cierta es que hoy existen miles de cristianos, por la fe
transmitida en la fe de Abraham. Hoy, tú puedes ser Abraham o bien puedes ser
Sarai.
La fe en Jesús debe ser
fuerte, sólida, sin dudas ni cuestionamientos, sin razonamientos humanos, esta
fe debe ser firme como la roca, por ello Pablo quien lo entendió muy bien
afirmó, que vana sería nuestra fe, si Cristo no hubiese resucitado. Porque en
la resurrección de Cristo descansa nuestra fe.
Cito lo dicho por Santo
Tomas en la suma teológica:
1. El hombre no debe
analizar con sus solas fuerzas naturales lo que excede su comprensión; sin
embargo, esto que le excede ha sido revelado por Dios para ser aceptado por la
fe. De ahí que el texto aquel continúe diciendo (v.25): Te han sido mostradas
muchas cosas que están por encima del hombre. En estas cosas se centra la
doctrina sagrada.
2. A diversos modos de
conocer, diversas ciencias. Por ejemplo, tanto el astrólogo como el físico
pueden concluir que la tierra es redonda. Pero mientras el astrólogo lo deduce
por algo abstracto, la matemática, el físico lo hace por algo concreto, la
materia. De ahí que nada impida que unas mismas cosas entren dentro del campo
de las materias filosóficas siendo conocidas por la simple razón natural, y, al
mismo tiempo, dentro del campo de otra ciencia cuyo modo de conocer es por la
luz de la revelación divina. De donde se deduce que la teología que estudia la
doctrina sagrada, por su género es distinta de la teología que figura como
parte de la filosofía.
Es imposible que por la
razón natural se llegue al conocimiento de la trinidad de las personas divinas.
Ya se demostró (q.12 a.4,11 y 12), que por la razón natural el hombre no puede
llegar al conocimiento de Dios más que partiendo de las criaturas. Y las
criaturas llevan hasta el conocimiento de Dios como el efecto lleva a la causa.
Así, pues, con la razón natural sólo se puede conocer de Dios lo siguiente: Que
le corresponde necesariamente ser principio de todo lo existente. Este es el
fundamento que hemos utilizado anteriormente (q.12 a. 12) al hablar de Dios.
Además, el poder creativo de Dios es común a toda la Trinidad; por eso
pertenece a la unidad de esencia y no a la distinción de Personas. Así, pues,
por la razón natural se puede llegar a tener conocimiento de lo que pertenece a
la unidad de la esencia, no de lo que pertenece a la distinción de Personas.
Quien pretenda demostrar
por la razón natural la trinidad de personas atenta contra la fe de dos
maneras: La primera, en cuanto a la dignidad de la misma fe, centrada en lo
invisible, siendo esto algo que excede la razón humana. De ahí que diga el
Apóstol en Hab_11:1 : La fe se tiene de lo que no se ve. Y en 1Co_2:6 : Entre
los perfectos anunciamos la sabiduría, pero no la sabiduría de este mundo, ni
la de los príncipes de este mundo, sino que anunciamos la sabiduría que está
escondida en el misterio de Dios. La segunda, en cuanto a la utilidad de llevar
a otros a la fe. Pues cuando alguien, para demostrar la fe, presenta argumentos
que no son comprensibles, provoca la burla de los que no creen, pues piensan
que tales argumentos son el fundamento por el que nosotros creemos.
Por lo tanto, lo que pertenece a la fe, no hay que
intentar probarlo más que mediante autoridades ante aquellos que las admiten.
Ante los demás, en cambio, basta con defender que no es imposible lo que
anuncia la fe. Por eso Dionisio en el c.2 De Div. Nom. Dice: Si alguien rechaza
totalmente la Escritura, estará muy lejos de nuestra filosofía; si por el
contrario, admite los escritos (sagrados), haremos uso de este canon
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