sábado, 6 de octubre de 2012

FE 02


La fe no es propia de los cristianos, tiene fe el musulmán, el mahometano, el budista, el que cree en Krisna, tiene fe el que cree en sus dioses personales. Tiene fe el que cree en cualquier amuleto. La fe, es algo que está dentro de ti, algo así como una energía interna capaz de romper con las leyes naturales, capaz de romper todos los esquemas establecidos y esto queda demostrado en el pasaje bíblico que nos cuenta sobre la conversación que tuvo Jesús con el centurión romano. Verdad o mentira, no importa, lo que importa es el mensaje que transmite.  Y el mensaje que transmite es sobre la fe.

El pueblo de Dios fue llamado para ser salvado, para que tuviera fe en Jesús, pero estos desecharon la piedra angular. Y viene un hombre politeísta, que tenia una gran variedad de dioses a su disposición, como Júpiter o Marte, ¿Por qué no invocar a estos dioses?, no acude a ellos, acude a Jesús, quizás porque había oído hablar de el, y esto lo impulsa a buscarle, y se dirige a Jesús con mucho respeto, para solicitarle un favor. Durante la conversación sostenida con Jesús, el centurión logra el favor de parte de Jesús y esto gracias a que el centurión tuvo fe, y es cuando Jesús lo pone de ejemplo y dice que asegura que en Israel no había encontrado en nadie fe tan grande.

Podemos deducir de esto, que ni los apóstoles que todo el tiempo acompañaban a Jesús tenían la fe, que el centurión tenia. Con esto queda claro lo siguiente, no tienen más fe los religiosos, los jerarcas de la iglesia católica  u otra, ni los que están en movimiento alguno que los que no pertenecen a estos círculos, quizás tiene más fe, el ebrio que tu desechas, el drogadicto que tu ignoras, el que lava los coches en la calle al cual tu desprecias. Quizás ellos tienen más fe, y la tienen.

Nota que el centurión tuvo fe en Jesús, y esto no hizo que el se convirtiera como seguidor o discípulo de Jesús, el mensaje está claro, por la fe, el criado de este sanó.

Así que de nada sirve que seas líder, que te pases aruñando la cara en el templo, que seas un servidor consagrado al Señor, si no tienes fe.  De nada sirve que emules a los fariseos y saduceos si no tienes fe, de nada te sirve caminar tanto en la doctrina si no tienes fe, si no recuerda lo que sucedió con Moisés, por dudar, no logró entrar a la tierra prometida, a pesar de que según el pensamiento humano, lo merecía después de guiar a un pueblo por el desierto durante 40 años.  Ni David siendo un hombre de fe, tuvo el privilegio de construir un templo para Dios. De nada sirve todo lo que haces, todos los proyectos que inicias, el trabajar diariamente para lograr el pan de cada día si no tienes fe. De nada sirve que ayunes, que hagas penitencia, que te confieses si no tienes fe.

Queda el texto bíblico que nos ilustra, la fe, no es propia del cristiano, la fe propia del cristiano es creer en Jesús y el poder de este y las palabras de Él.

Mat 8,10  Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan grande.

Queda como lección, que el centurión, a pesar de su religión y creencias, tuvo más fe  en Jesús que cualquier otro, y que la fe, estuvo por encima de sus propias creencias. Quizás descubrió que, solo había un verdadero profeta y maestro.

En lo personal me gusta mucho el libro del gran pensador, eclesiástico, que al final de su recorrido en la vida, descubre que todo es vanidad, y que también hay tiempo para todo. Descubre que la fe encarnado en la sabiduría es lo más importante.

La humanidad ha dado a muchos pensadores, grandes filósofos, pero la gran mayoría filosofa sobre los acontecimientos humanos y en casi nada sobre el espíritu. Ello han buscado la verdad por medio de la observación de la naturaleza, el cosmos y el pensamiento. Muchos de ellos son admirados y así admiramos a Confucio, Buda, Sócrates, etc. Otros seguirán sus enseñanzas y hasta tratan de imitar su vida, pero que ¿hay de Jesús? Ni aun los que se dicen cristianos, alcanzan a comprender la filosofía cristiana.

Los discípulos de Jesús compartieron con él muchas experiencias, lo vieron realizar milagros, lo escucharon predicar la buena nueva,  y aún así no lograron obtener la fe suficiente. Dudaban, dudaban de sí mismo al leer mat 8,26 en su contexto nos encontramos con la falta de fe de los discípulos, pensaban que zozobraban, que perecerían ante la furia del mar, y solo bastó que Jesús increpara al viento y al mar para que cesara la tormenta. Jesús les dice hombres de poca fe.

Y esto es aplicable para todos los cristianos, que siendo participes del amor de Dios, dudan de Dios, dudan de la compañía de Jesús, y se dejan abatir por los problemas que deben enfrentar en la vida. Porque vivir, no es un estado de alegría perenne, ni mucho menos es vivir sin problemas, pero si se tiene fe en quien es creador de todo cuanto existe, te digo, los problemas se solventan, los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos se limpian, pero no entra en juego mi voluntad o la tuya, sino el simplemente tener fe.

La fe juega un papel muy importante en al existencia del hombre y a veces puede suceder que se manifieste en forma colectiva. Muchas personas convergen en fe sobre que ha de suceder algún acontecimiento y este sucede. Aunque la fe del resto no esté sobre dicho acontecimiento. Digo esto porque cuando a Jesús le llevaron a un paralitico y tuvieron que bajarlo por el techo, los que lo llevaban tenían fe, no así los que  estaban con Jesús en dicha casa.

Ahí se narra un acontecimiento donde tiene que ver la fe en forma colectiva. Cabe resaltar que cuando alguien manifestaba tener fe, la curación por parte de Jesús se realizaba en el solicitante. Es por ello que en la iglesia hay muchos testimonios de curaciones, porque la fe en un momento se hace colectiva, porque la iglesia ora con fe por algo o alguien.

A pesar de dichos prodigios, la fe sigue siendo esporádica, momentánea, como que no logra mantenerse y es justo en los momentos de debilidad en que se siente que se está perdiendo la fe, surge la palabra de Jesús como un empuje, un aliento más, ¡animo! Y es el ánimo el que debe de mantenerse,  para mantener en pie la fe.

Hasta aquí todavía no descubrimos como es la fe, que es la fe, y solo se logra descubrir en cada quien, como algo propio. Es como una especie de energía o bien poder que sobrepasa todo entendimiento humano en que las cosas de darán tal y como se espera.

En la fe, descansa nuestra esperanza de la venida del Hijo de Dios por segunda ocasión y es lo que conocemos como parusía, y en esta venida es donde aspiramos a la vida eterna, esta fe sostiene nuestra esperanza y sabemos muy bien que cuando morimos no morimos en vano sino con la esperanza de resucitar.

A veces nos preocupamos por cosas del cuerpo, como el sida, el cáncer, una enfermedad terminal o bien una enfermedad crónica y es nuestro deseo liberarnos de tales males, pero vemos frustradas  la curación y nuestra fe decae, cuando la sanación no ocurre, ¿será por falta de fe? O porque la voluntad de Dios es otra, o porque lo que queremos es que se haga nuestra voluntad.

Voluntad y fe, juegan un papel muy importante en conjunto, recuerda lo que acabo de mencionar sobre el paralitico, tuvo que haber voluntad de muchos para llevar el cuerpo en camilla ante la presencia de Jesús, aunado a la voluntad estaba la fe en que se lograría el propósito de llevar al paralitico a la presencia de Jesús para curación. Recuerda también al centurión, tuvo voluntad de buscar y presentarse ante Jesús para que la sanación de su criado se diera.

Así que no olvides, la voluntad implica ponerse en marcha, trabajar y buscar a la par de la fe la solución a nuestros problemas.


Mat 9,22 Jesús se volvió, y al verla le dijo: « ¡Animo!, hija, tu fe te ha salvado.» Y se salvó la mujer desde aquel momento.

El texto leído, trata sobre el pasaje de la mujer que había gastado toda su fortuna en tratar de curar la enfermedad que le aquejaba desde hacia varios años. La fe de ella tuvo su recompensa, la fe de ella la había salvado de seguir padeciendo la enfermedad que la aquejaba.

La mujer puso su voluntad en ponerse en movimiento, puso su voluntad en tocar el manto de Jesús, la fe de ella la motivó a decir para sí misma, con solo que toque su manto bastará, eso era suficiente según la fe de ella y así sucedió.

Te digo, para que se den los milagros es necesario tener fe, y hacer a un lado el deseo propio basado en el egoísmo. La fe, se siente, es como algo celestial, como una sensación de serenidad en que lo que se desea se logrará. La fe puesta en el Señor no defrauda, y esto no lo digo solamente yo, lo dicen todos aquellos que tienen fe en el Señor. Que han visto su vida cambiar y la de sus seres queridos.

Hay cosas donde la fe no es necesaria, porque basta con poner un poco de voluntad o toda la voluntad necesaria, como por ejemplo, el dejar las drogas, el alcohol, el cigarrillo, la amante, el cambiar actitudes para mejorar las relaciones interpersonales. En ello va, la voluntad del individuo.

La fe, esta para cosas más grandes, como por ejemplo sanaciones, logros y metas que lleven a un beneficio individual o colectivo donde se sabe, que a pesar de todos los esfuerzos humanos no es posible realizar tales acontecimientos, aquí es donde la fe se pone de manifiesto y el resultado puede ser un final feliz.

La mujer que tocó el manto de Jesús, sabía muy bien que la ciencia o bien el poder humano no la podía curar y recurrió con fe, a quien si podía hacerlo. Aquí es donde se rompe la barrera entre lo científico y lo inesperado, donde la razón pierde y da paso a lo increíble.

Me admira en lo personal, ir a templos católicos y observar con detenimiento las plaquitas y placas que cuelgan alrededor de determinados santos y santas sobre los favores recibidos, aquí no actuó la imagen, la cual es hecha por manos de hombre y de cualquier material posible, actuó la fe de la persona, que recibió la dadiva en base a su fe y estas personas son las que mejor pueden explicar esta energía que fue capaz de transformar un cáncer en sanación, un viaje imposible en posible, un matrimonio fracasado en un matrimonio estable y feliz. Esa es la más grande manifestación de la fe.

Lamentablemente el ser humano, busca una figura o imagen para rezar, o bien orar, habla y toca a la imagen como si fuese un ser vivo que le escucha y pone atención a su problema. Digo lamentable, porque, la imagen en sí solo es una representación de un acontecimiento bíblico o bien de un santo o santa.

He visto como hay personas que rezan ante la imagen de un Jesús que yace, que por cierto no puede hacer nada, lo que actúa, lo que realmente actúa es la oración dirigida a Dios y actúa la fe, pero no la fe en la imagen, sino la fe personal, la fe en Dios. Es por ello que muchos endiosan a las imágenes. Tuercen el sentido del porque fueron creadas, cuya función es únicamente recordar un personaje o bien un acontecimiento bíblico.

Lamentablemente la iglesia permite estos endiosamientos quizás por conveniencia. En lugar de enseñar a centrar la fe en Dios, creador de todo cuanto existe.

El que está muriendo está experimentando la muerte, siente como esta le va llegando y arrebatándole la vida, es una experiencia muy personal y diferente para cada ser, así es la fe. El que experimenta el dolor, no lo puede explicar, solo sabe que duele, así es la fe, cada quien la experimenta y la siente pero no la puede explicar.

Todos sabemos lo que es estar vivos, experimentamos sensaciones diversas y los demás pueden vernos que vivimos y nosotros los vemos a ellos, pero los que mueren, no experimentan más nada y los muertos no nos pueden ver, algo así es la fe, los que la tienen ven a los demás los que no, no pueden ver como nosotros los que tenemos fe, vemos los acontecimientos que nos suceden.

La fe, es inexplicable, pero existe, está en ti, es una sensación de consuelo, poder, certeza, confianza, esperanza y todo ello es intangible, pero, la fe puede hacer las cosas tangibles. La fe, podríamos decir que es un cumulo de sensaciones y a la vez es una energía extraordinaria capaz de realizar grandes eventos.

Queda demostrado en el suceso que narra el evangelio de Mateo en su capitulo 9 y versículos 27 al 29, al leer dicho pasaje encontramos algo interesante, y es lo que Jesús dice a los ciegos, Hágase en Uds. Según vuestra fe. Volvemos al principio de todo, ellos, creían, tenían la esperanza en Jesús que el podía sanarlos. Se pusieron en movimiento, pusieron su voluntad, tuvieron fe, y conforme a su fe, Jesús los sanó.

Según su fe, y es que la fe podría decirse que puede medirse en nada de fe, poca fe o mucha fe, la poca fe, es cuando el razonamiento entra en juego y se  duda de que con la fe  se puede lograr lo que se desea. He presentado dos casos o más de personas de fe según narra la biblia, te invito a que hagas tu parte, recurre a la historia de la humanidad y encontraras personas de fe y que los milagros se dieron según su fe.

Con esto también te aclaro, la fe, no es una cosa mágica, o un don donde puedes hacer lo que quieras, no es así, la fe tiene que ver con la salvación y de acuerdo a la voluntad de Dios en tu propio provecho. No pidas nada, que pueda ser, no será bueno para ti, aunque pienses que así será.

Para que un milagro se de, es necesario un ingrediente, este ingrediente es la fe. Jesús no hizo milagros en algunos lugares y esto por la falta de fe de las personas en esos lugares.

Muchos esperan milagros, y esperan que se den como por arte de magia y la cosa no funciona así, es necesario tener fe. Como te lo he dicho, la fe, es algo propio, en cierto sentido algo individual, unos tienen fe profunda, otros a medias y otros nada de fe, pero la fe operará de acuerdo a su intensidad en cada individuo, y no es cosa, de desear con todas las fuerzas, o hacer con todas las herramientas, es algo que la persona  siente y presiente que se dará, sin desesperarse, sin angustiarse, te digo, es como una sensación de paz celestial y tranquilidad.

No esperes milagros de charlatanes, que solo presentan shows televisivos como si fuese un circo, esto sin menospreciar tan noble profesión como lo es ser cirquero. No pretendas milagros en una noche, o jornada de sanación inventada por algunos para hacerse publicidad o bien llenarse el bolsillo de monedas en base a la necesidad de las personas.

Cuando los milagros se dan no se montan eventos, es algo que simplemente sucede, cuando Jesús realizó milagros lo hizo para enseñar, si no, lee los evangelios y notarás la verdad de lo que te digo. Los apóstoles hicieron milagros cuando era necesario, y no para crear adeptos, o bien fundar sus propias iglesia o crear sus propios movimientos cristianos.

Los hicieron por misericordia o bien como dije, según las circunstancias. Así que no te dejes sorprender por aquellos que quieren manipularte cual marioneta, ni creas que son poseedores de los dones del espíritu santo y que con solo tocar a las personas estas ya sanaron. No creas en ello, porque ni los mismos que montan estos shows creen en lo que predican, y  en esto, están los pastores de otras religiones, los sacerdotes, los laicos que son lideres etc.

La fe, es propia. No se expone a eventos publicitarios ni los busca ni los persigue.  Y toma nota del siguiente texto   Mat 13,58  Y no hizo allí muchos milagros, a causa de su falta de fe.

Tu eres hij@ de Dios, por lo tanto, ya naciste con una pizca de fe, esta en ti, el aumentarla, el conocer al hijo de Dios por medio de las sagradas escrituras, pero no efímeramente, sino, profundamente, porque te aseguro, que leyendo los evangelios aprenderás a conocer a Jesús y el habla mucho sobre la fe, porque el es la fe misma. El por fe, se entregó al sacrificio de la cruz, sabía y sin dudarlo que el Padre lo resucitaría y Jesús lo anunció en varias ocasiones, él por así decirlo, transmitió la fe, pero no la fe, en la religión, o movimiento alguno, sino en él mismo y en el Padre.

Los escritores del evangelio escribieron dejando plasmado lo que creían por fe, San Pablo fue un hombre de mucha fe, y al leer lo escrito por él, notarás lo grande e inmensa que fue su fe. Y no por ello se engrandeció así mismo, ni puso su propia iglesia ni buscó derrocar a los que Jesús había dejado como pilares de la verdadera iglesia naciente. Sí Pablo no hubiese tenido fe, nada hubiese hecho, pero Pablo mismo, es un milagro.

¿Te recuerdas del pasaje bíblico cuando Pedro empieza a caminar sobre el agua? Dicho pasaje bíblico es muy ilustrativo, porque demuestra lo que le sucede al hombre cuando pierde la fe. Se hunde, se ahoga en el mar de las filosofías humanas, en el mundo cambiante de la ciencia, descubriendo al final de su camino que solo sabe que no sabe nada.

El hombre ha tratado de encontrar explicación a su origen, un filosofo llego a decir que somos pensamiento, porque cuando estas despierto es lo único que no puedes dejar de hacer. Pensar. Cuando Pedro, se vio a si mismo caminando sobre el agua y la razón lo atacó pensando que eso no es posible, dudó y por ello Jesús le dice hombre de poca fe. La duda, es un gran enemigo para la felicidad del ser humano, para realizar un proyecto, para formar un hogar y así para muchas cosas.

La serpiente sembró la duda en la humanidad. Sembrando duda  también se consigue dividir y en la división se pierde la batalla. Por ello alguien dijo, divide y vencerás.  Por ello Jesús pidió que todos fuésemos uno, así como Él y Dios eran uno en todo.

A como  están las cosas hoy en día, las dudas son muchas y más cuando se duda de la existencia de Dios, cuando se cuestiona lo escrito en la biblia, cuando el materialismo te hace dudar, cuando los ateos con su excelente defensa de la no existencia de Dios razonan con mucha lógica. En fin. Muchas son las causas que pueden sembrar la duda. Tal vez conoces la historia de Otelo, un hombre que dudó de la fidelidad de su esposa y lo llevó a cometer asesinato en una persona totalmente inocente. No permitas que la duda germine en tu corazón, Jesús vino a enseñar el camino para la salvación y la fe. No vino a contar la historia de la humanidad, la biblia misma no es un libro científico, o histórico, es un libro que muestra únicamente la existencia de Dios, y la salvación por medio de su hijo.

No importa a que pueblo o nación Dios se le haya manifestado, bien pudiera haber sido tu país o el mío, lo que importa, es que Dios se acercó al ser humano para que se salve de la perdición, es decir, de la muerte eterna.

Deja que Dios tome tu mano, y así evitar que te pierdas, recuerda, somos ángeles caídos, ángeles que compartimos la rebelión contra Dios  instigada por el diablo y que hoy, tenemos la oportunidad de salvarnos, no mañana ni pasado. Jesús ya no vendrá a predicar, vendrá como Juez  y Rey para gobernar a los suyos. Aprende a disipar las dudas con la fuerza de la fe. Permite que tu voluntad ponga fe en las cosas de Dios y te aseguro que tu vida cambiará, por ello la palabra de Dios no se equivoca cuando dice, procurad las cosas del Reino que lo demás vendrá por añadidura.

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