La fe no es propia de los
cristianos, tiene fe el musulmán, el mahometano, el budista, el que cree en
Krisna, tiene fe el que cree en sus dioses personales. Tiene fe el que cree en
cualquier amuleto. La fe, es algo que está dentro de ti, algo así como una
energía interna capaz de romper con las leyes naturales, capaz de romper todos los
esquemas establecidos y esto queda demostrado en el pasaje bíblico que nos
cuenta sobre la conversación que tuvo Jesús con el centurión romano. Verdad o
mentira, no importa, lo que importa es el mensaje que transmite. Y el mensaje que transmite es sobre la fe.
El pueblo de Dios fue llamado
para ser salvado, para que tuviera fe en Jesús, pero estos desecharon la piedra
angular. Y viene un hombre politeísta, que tenia una gran variedad de dioses a
su disposición, como Júpiter o Marte, ¿Por qué no invocar a estos dioses?, no
acude a ellos, acude a Jesús, quizás porque había oído hablar de el, y esto lo
impulsa a buscarle, y se dirige a Jesús con mucho respeto, para solicitarle un
favor. Durante la conversación sostenida con Jesús, el centurión logra el favor
de parte de Jesús y esto gracias a que el centurión tuvo fe, y es cuando Jesús
lo pone de ejemplo y dice que asegura que en Israel no había encontrado en
nadie fe tan grande.
Podemos deducir de esto, que ni
los apóstoles que todo el tiempo acompañaban a Jesús tenían la fe, que el
centurión tenia. Con esto queda claro lo siguiente, no tienen más fe los
religiosos, los jerarcas de la iglesia católica
u otra, ni los que están en movimiento alguno que los que no pertenecen
a estos círculos, quizás tiene más fe, el ebrio que tu desechas, el drogadicto
que tu ignoras, el que lava los coches en la calle al cual tu desprecias.
Quizás ellos tienen más fe, y la tienen.
Nota que el centurión tuvo fe
en Jesús, y esto no hizo que el se convirtiera como seguidor o discípulo de
Jesús, el mensaje está claro, por la fe, el criado de este sanó.
Así que de nada sirve que seas
líder, que te pases aruñando la cara en el templo, que seas un servidor
consagrado al Señor, si no tienes fe. De
nada sirve que emules a los fariseos y saduceos si no tienes fe, de nada te
sirve caminar tanto en la doctrina si no tienes fe, si no recuerda lo que
sucedió con Moisés, por dudar, no logró entrar a la tierra prometida, a pesar
de que según el pensamiento humano, lo merecía después de guiar a un pueblo por
el desierto durante 40 años. Ni David
siendo un hombre de fe, tuvo el privilegio de construir un templo para Dios. De
nada sirve todo lo que haces, todos los proyectos que inicias, el trabajar diariamente
para lograr el pan de cada día si no tienes fe. De nada sirve que ayunes, que
hagas penitencia, que te confieses si no tienes fe.
Queda el texto bíblico que nos
ilustra, la fe, no es propia del cristiano, la fe propia del cristiano es creer
en Jesús y el poder de este y las palabras de Él.
Mat 8,10 Al oír esto Jesús quedó admirado y dijo a los
que le seguían: «Os aseguro que en Israel no he encontrado en nadie una fe tan
grande.
Queda como lección, que el
centurión, a pesar de su religión y creencias, tuvo más fe en Jesús que cualquier otro, y que la fe,
estuvo por encima de sus propias creencias. Quizás descubrió que, solo había un
verdadero profeta y maestro.
En lo personal me gusta mucho
el libro del gran pensador, eclesiástico, que al final de su recorrido en la
vida, descubre que todo es vanidad, y que también hay tiempo para todo.
Descubre que la fe encarnado en la sabiduría es lo más importante.
La humanidad ha dado a muchos
pensadores, grandes filósofos, pero la gran mayoría filosofa sobre los acontecimientos
humanos y en casi nada sobre el espíritu. Ello han buscado la verdad por medio
de la observación de la naturaleza, el cosmos y el pensamiento. Muchos de ellos
son admirados y así admiramos a Confucio, Buda, Sócrates, etc. Otros seguirán
sus enseñanzas y hasta tratan de imitar su vida, pero que ¿hay de Jesús? Ni aun
los que se dicen cristianos, alcanzan a comprender la filosofía cristiana.
Los discípulos de Jesús
compartieron con él muchas experiencias, lo vieron realizar milagros, lo
escucharon predicar la buena nueva, y
aún así no lograron obtener la fe suficiente. Dudaban, dudaban de sí mismo al
leer mat 8,26 en su contexto nos encontramos con la falta de fe de los
discípulos, pensaban que zozobraban, que perecerían ante la furia del mar, y
solo bastó que Jesús increpara al viento y al mar para que cesara la tormenta.
Jesús les dice hombres de poca fe.
Y esto es aplicable para todos
los cristianos, que siendo participes del amor de Dios, dudan de Dios, dudan de
la compañía de Jesús, y se dejan abatir por los problemas que deben enfrentar
en la vida. Porque vivir, no es un estado de alegría perenne, ni mucho menos es
vivir sin problemas, pero si se tiene fe en quien es creador de todo cuanto
existe, te digo, los problemas se solventan, los ciegos ven, los cojos andan,
los leprosos se limpian, pero no entra en juego mi voluntad o la tuya, sino el
simplemente tener fe.
La fe juega un papel muy
importante en al existencia del hombre y a veces puede suceder que se
manifieste en forma colectiva. Muchas personas convergen en fe sobre que ha de
suceder algún acontecimiento y este sucede. Aunque la fe del resto no esté
sobre dicho acontecimiento. Digo esto porque cuando a Jesús le llevaron a un
paralitico y tuvieron que bajarlo por el techo, los que lo llevaban tenían fe,
no así los que estaban con Jesús en
dicha casa.
Ahí se narra un acontecimiento
donde tiene que ver la fe en forma colectiva. Cabe resaltar que cuando alguien
manifestaba tener fe, la curación por parte de Jesús se realizaba en el
solicitante. Es por ello que en la iglesia hay muchos testimonios de
curaciones, porque la fe en un momento se hace colectiva, porque la iglesia ora
con fe por algo o alguien.
A pesar de dichos prodigios, la
fe sigue siendo esporádica, momentánea, como que no logra mantenerse y es justo
en los momentos de debilidad en que se siente que se está perdiendo la fe,
surge la palabra de Jesús como un empuje, un aliento más, ¡animo! Y es el ánimo
el que debe de mantenerse, para mantener
en pie la fe.
Hasta aquí todavía no
descubrimos como es la fe, que es la fe, y solo se logra descubrir en cada
quien, como algo propio. Es como una especie de energía o bien poder que
sobrepasa todo entendimiento humano en que las cosas de darán tal y como se
espera.
En la fe, descansa nuestra
esperanza de la venida del Hijo de Dios por segunda ocasión y es lo que
conocemos como parusía, y en esta venida es donde aspiramos a la vida eterna,
esta fe sostiene nuestra esperanza y sabemos muy bien que cuando morimos no
morimos en vano sino con la esperanza de resucitar.
A veces nos preocupamos por
cosas del cuerpo, como el sida, el cáncer, una enfermedad terminal o bien una
enfermedad crónica y es nuestro deseo liberarnos de tales males, pero vemos
frustradas la curación y nuestra fe
decae, cuando la sanación no ocurre, ¿será por falta de fe? O porque la
voluntad de Dios es otra, o porque lo que queremos es que se haga nuestra
voluntad.
Voluntad y fe, juegan un papel muy
importante en conjunto, recuerda lo que acabo de mencionar sobre el paralitico,
tuvo que haber voluntad de muchos para llevar el cuerpo en camilla ante la
presencia de Jesús, aunado a la voluntad estaba la fe en que se lograría el
propósito de llevar al paralitico a la presencia de Jesús para curación.
Recuerda también al centurión, tuvo voluntad de buscar y presentarse ante Jesús
para que la sanación de su criado se diera.
Así que no olvides, la voluntad
implica ponerse en marcha, trabajar y buscar a la par de la fe la solución a
nuestros problemas.
Mat 9,22 Jesús se volvió, y al verla le dijo: « ¡Animo!, hija, tu fe
te ha salvado.» Y se salvó la mujer desde aquel momento.
El texto leído, trata sobre el
pasaje de la mujer que había gastado toda su fortuna en tratar de curar la
enfermedad que le aquejaba desde hacia varios años. La fe de ella tuvo su
recompensa, la fe de ella la había salvado de seguir padeciendo la enfermedad
que la aquejaba.
La mujer puso su voluntad en
ponerse en movimiento, puso su voluntad en tocar el manto de Jesús, la fe de
ella la motivó a decir para sí misma, con solo que toque su manto bastará, eso
era suficiente según la fe de ella y así sucedió.
Te digo, para que se den los
milagros es necesario tener fe, y hacer a un lado el deseo propio basado en el
egoísmo. La fe, se siente, es como algo celestial, como una sensación de
serenidad en que lo que se desea se logrará. La fe puesta en el Señor no
defrauda, y esto no lo digo solamente yo, lo dicen todos aquellos que tienen fe
en el Señor. Que han visto su vida cambiar y la de sus seres queridos.
Hay cosas donde la fe no es
necesaria, porque basta con poner un poco de voluntad o toda la voluntad
necesaria, como por ejemplo, el dejar las drogas, el alcohol, el cigarrillo, la
amante, el cambiar actitudes para mejorar las relaciones interpersonales. En
ello va, la voluntad del individuo.
La fe, esta para cosas más
grandes, como por ejemplo sanaciones, logros y metas que lleven a un beneficio
individual o colectivo donde se sabe, que a pesar de todos los esfuerzos
humanos no es posible realizar tales acontecimientos, aquí es donde la fe se
pone de manifiesto y el resultado puede ser un final feliz.
La mujer que tocó el manto de
Jesús, sabía muy bien que la ciencia o bien el poder humano no la podía curar y
recurrió con fe, a quien si podía hacerlo. Aquí es donde se rompe la barrera
entre lo científico y lo inesperado, donde la razón pierde y da paso a lo
increíble.
Me admira en lo personal, ir a
templos católicos y observar con detenimiento las plaquitas y placas que
cuelgan alrededor de determinados santos y santas sobre los favores recibidos,
aquí no actuó la imagen, la cual es hecha por manos de hombre y de cualquier
material posible, actuó la fe de la persona, que recibió la dadiva en base a su
fe y estas personas son las que mejor pueden explicar esta energía que fue
capaz de transformar un cáncer en sanación, un viaje imposible en posible, un
matrimonio fracasado en un matrimonio estable y feliz. Esa es la más grande
manifestación de la fe.
Lamentablemente el ser humano,
busca una figura o imagen para rezar, o bien orar, habla y toca a la imagen
como si fuese un ser vivo que le escucha y pone atención a su problema. Digo
lamentable, porque, la imagen en sí solo es una representación de un acontecimiento
bíblico o bien de un santo o santa.
He visto como hay personas que
rezan ante la imagen de un Jesús que yace, que por cierto no puede hacer nada,
lo que actúa, lo que realmente actúa es la oración dirigida a Dios y actúa la
fe, pero no la fe en la imagen, sino la fe personal, la fe en Dios. Es por ello
que muchos endiosan a las imágenes. Tuercen el sentido del porque fueron
creadas, cuya función es únicamente recordar un personaje o bien un
acontecimiento bíblico.
Lamentablemente la iglesia
permite estos endiosamientos quizás por conveniencia. En lugar de enseñar a centrar
la fe en Dios, creador de todo cuanto existe.
El que está muriendo está
experimentando la muerte, siente como esta le va llegando y arrebatándole la
vida, es una experiencia muy personal y diferente para cada ser, así es la fe.
El que experimenta el dolor, no lo puede explicar, solo sabe que duele, así es
la fe, cada quien la experimenta y la siente pero no la puede explicar.
Todos sabemos lo que es estar
vivos, experimentamos sensaciones diversas y los demás pueden vernos que
vivimos y nosotros los vemos a ellos, pero los que mueren, no experimentan más
nada y los muertos no nos pueden ver, algo así es la fe, los que la tienen ven
a los demás los que no, no pueden ver como nosotros los que tenemos fe, vemos
los acontecimientos que nos suceden.
La fe, es inexplicable, pero
existe, está en ti, es una sensación de consuelo, poder, certeza, confianza,
esperanza y todo ello es intangible, pero, la fe puede hacer las cosas
tangibles. La fe, podríamos decir que es un cumulo de sensaciones y a la vez es
una energía extraordinaria capaz de realizar grandes eventos.
Queda demostrado en el suceso
que narra el evangelio de Mateo en su capitulo 9 y versículos 27 al 29, al leer
dicho pasaje encontramos algo interesante, y es lo que Jesús dice a los ciegos,
Hágase en Uds. Según vuestra fe. Volvemos al principio de todo, ellos, creían,
tenían la esperanza en Jesús que el podía sanarlos. Se pusieron en movimiento,
pusieron su voluntad, tuvieron fe, y conforme a su fe, Jesús los sanó.
Según su fe, y es que la fe
podría decirse que puede medirse en nada de fe, poca fe o mucha fe, la poca fe,
es cuando el razonamiento entra en juego y se
duda de que con la fe se puede
lograr lo que se desea. He presentado dos casos o más de personas de fe según
narra la biblia, te invito a que hagas tu parte, recurre a la historia de la
humanidad y encontraras personas de fe y que los milagros se dieron según su
fe.
Con esto también te aclaro, la
fe, no es una cosa mágica, o un don donde puedes hacer lo que quieras, no es
así, la fe tiene que ver con la salvación y de acuerdo a la voluntad de Dios en
tu propio provecho. No pidas nada, que pueda ser, no será bueno para ti, aunque
pienses que así será.
Para que un milagro se de, es
necesario un ingrediente, este ingrediente es la fe. Jesús no hizo milagros en
algunos lugares y esto por la falta de fe de las personas en esos lugares.
Muchos esperan milagros, y
esperan que se den como por arte de magia y la cosa no funciona así, es
necesario tener fe. Como te lo he dicho, la fe, es algo propio, en cierto
sentido algo individual, unos tienen fe profunda, otros a medias y otros nada
de fe, pero la fe operará de acuerdo a su intensidad en cada individuo, y no es
cosa, de desear con todas las fuerzas, o hacer con todas las herramientas, es
algo que la persona siente y presiente
que se dará, sin desesperarse, sin angustiarse, te digo, es como una sensación
de paz celestial y tranquilidad.
No esperes milagros de
charlatanes, que solo presentan shows televisivos como si fuese un circo, esto
sin menospreciar tan noble profesión como lo es ser cirquero. No pretendas
milagros en una noche, o jornada de sanación inventada por algunos para hacerse
publicidad o bien llenarse el bolsillo de monedas en base a la necesidad de las
personas.
Cuando los milagros se dan no
se montan eventos, es algo que simplemente sucede, cuando Jesús realizó
milagros lo hizo para enseñar, si no, lee los evangelios y notarás la verdad de
lo que te digo. Los apóstoles hicieron milagros cuando era necesario, y no para
crear adeptos, o bien fundar sus propias iglesia o crear sus propios
movimientos cristianos.
Los hicieron por misericordia o
bien como dije, según las circunstancias. Así que no te dejes sorprender por
aquellos que quieren manipularte cual marioneta, ni creas que son poseedores de
los dones del espíritu santo y que con solo tocar a las personas estas ya
sanaron. No creas en ello, porque ni los mismos que montan estos shows creen en
lo que predican, y en esto, están los
pastores de otras religiones, los sacerdotes, los laicos que son lideres etc.
La fe, es propia. No se expone
a eventos publicitarios ni los busca ni los persigue. Y toma nota del siguiente texto Mat
13,58 Y no hizo allí muchos milagros, a
causa de su falta de fe.
Tu eres hij@ de Dios, por lo
tanto, ya naciste con una pizca de fe, esta en ti, el aumentarla, el conocer al
hijo de Dios por medio de las sagradas escrituras, pero no efímeramente, sino,
profundamente, porque te aseguro, que leyendo los evangelios aprenderás a
conocer a Jesús y el habla mucho sobre la fe, porque el es la fe misma. El por
fe, se entregó al sacrificio de la cruz, sabía y sin dudarlo que el Padre lo
resucitaría y Jesús lo anunció en varias ocasiones, él por así decirlo,
transmitió la fe, pero no la fe, en la religión, o movimiento alguno, sino en
él mismo y en el Padre.
Los escritores del evangelio
escribieron dejando plasmado lo que creían por fe, San Pablo fue un hombre de
mucha fe, y al leer lo escrito por él, notarás lo grande e inmensa que fue su
fe. Y no por ello se engrandeció así mismo, ni puso su propia iglesia ni buscó
derrocar a los que Jesús había dejado como pilares de la verdadera iglesia
naciente. Sí Pablo no hubiese tenido fe, nada hubiese hecho, pero Pablo mismo,
es un milagro.
¿Te recuerdas del pasaje
bíblico cuando Pedro empieza a caminar sobre el agua? Dicho pasaje bíblico es
muy ilustrativo, porque demuestra lo que le sucede al hombre cuando pierde la
fe. Se hunde, se ahoga en el mar de las filosofías humanas, en el mundo
cambiante de la ciencia, descubriendo al final de su camino que solo sabe que
no sabe nada.
El hombre ha tratado de
encontrar explicación a su origen, un filosofo llego a decir que somos
pensamiento, porque cuando estas despierto es lo único que no puedes dejar de
hacer. Pensar. Cuando Pedro, se vio a si mismo caminando sobre el agua y la
razón lo atacó pensando que eso no es posible, dudó y por ello Jesús le dice
hombre de poca fe. La duda, es un gran enemigo para la felicidad del ser
humano, para realizar un proyecto, para formar un hogar y así para muchas
cosas.
La serpiente sembró la duda en
la humanidad. Sembrando duda también se
consigue dividir y en la división se pierde la batalla. Por ello alguien dijo,
divide y vencerás. Por ello Jesús pidió
que todos fuésemos uno, así como Él y Dios eran uno en todo.
A como están las cosas hoy en día, las dudas son
muchas y más cuando se duda de la existencia de Dios, cuando se cuestiona lo
escrito en la biblia, cuando el materialismo te hace dudar, cuando los ateos
con su excelente defensa de la no existencia de Dios razonan con mucha lógica.
En fin. Muchas son las causas que pueden sembrar la duda. Tal vez conoces la
historia de Otelo, un hombre que dudó de la fidelidad de su esposa y lo llevó a
cometer asesinato en una persona totalmente inocente. No permitas que la duda
germine en tu corazón, Jesús vino a enseñar el camino para la salvación y la
fe. No vino a contar la historia de la humanidad, la biblia misma no es un
libro científico, o histórico, es un libro que muestra únicamente la existencia
de Dios, y la salvación por medio de su hijo.
No importa a que pueblo o
nación Dios se le haya manifestado, bien pudiera haber sido tu país o el mío,
lo que importa, es que Dios se acercó al ser humano para que se salve de la
perdición, es decir, de la muerte eterna.
Deja que Dios tome tu mano, y
así evitar que te pierdas, recuerda, somos ángeles caídos, ángeles que
compartimos la rebelión contra Dios instigada por el diablo y que hoy, tenemos la
oportunidad de salvarnos, no mañana ni pasado. Jesús ya no vendrá a predicar,
vendrá como Juez y Rey para gobernar a
los suyos. Aprende a disipar las dudas con la fuerza de la fe. Permite que tu
voluntad ponga fe en las cosas de Dios y te aseguro que tu vida cambiará, por
ello la palabra de Dios no se equivoca cuando dice, procurad las cosas del
Reino que lo demás vendrá por añadidura.
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