Esta parte del credo llama mucho la atención, porque muchos se preguntan como es posible que Cristo haya descendido a los infiernos, siendo Él puro y, en este lugar no puede haber cabida para Él, precisamente sobre este tema trata la catequesis de hoy, catequesis que te debe de ayudar a ser mejor, de seguir buscando el camino hacía la santidad. Recuerda que estas catequesis llevan consigo un ejercicio implícito, no es una simple catequesis, porque si la tomas así, lo mejor es que leas únicamente cualquier contenido que trate sobre el tema y te instruyas e incrementes tu acervo cultural.
Esta catequesis como las anteriores y las posteriores, es para que te ejercites y con ello comprendas aún más tu misión aquí en la tierra. Pero, ¿Qué significa descendió a los infiernos? Recuerda que este credo, fue formulado en el siglo V, y se refiere al descenso del Espíritu de Cristo, ya separado del cuerpo por la muerte, al lugar que también se llama Sheol o Hades. El cuarto concilio Lateranense, en el 1215, definió esta doctrina de Fe.
En este caso infierno, no se refiere al lugar de los condenados, donde al final de los tiempos se creará el infierno el cual aún no existe, infiernos es el lugar de espera de las almas de los justos de la era antes de Cristo. Entre la multitud de los justos allí esperando la salvación estaban San José, los patriarcas de los cuales tu sabes su nombre, estaban los profetas y todos aquellos que murieron en paz con Dios. Todos, absolutamente todos necesitaban, como tu y como yo, la salvación de Cristo para poder ir al cielo. Porque, nadie había recibido la salvación sino hasta la venida de Cristo, para entender esto leamos lo que dice la sagrada escritura en 1Pedro 3,18-19.
1Pedro 3,18-19 . "Como hombre, murió; pero como ser espiritual que era, volvió a la vida. Y como ser espiritual, fue y predicó a los espíritus que estaban presos".
Todos sabemos la condición de la naturaleza humana, nace, crece, se reproduce y muere. Jesús como hombre murió. Su cuerpo bajó al foso de los muertos, esto lo vimos en la catequesis anterior. Con su muerte completa lo que es natural al ser humano, va su cuerpo al seol y este era el lugar que los judíos reconocían que era a donde se dirigían los muertos, fuesen benditos o no.
Muchos hombres santos escribieron la historia del antiguo testamento, entre ellos los patriarcas, los profetas, los reyes, los jueces, ninguno pudo evitar llegar a su final, al seol fueron a parar Samuel, Saúl, David, Ezequiel, Amós, no hubo excepción.
El seol era considerado como lugar de olvido y de reposo para el creyente, lugar donde se vuelve al polvo, porque el humano fue tomado del polvo y al polvo volverá, su cuerpo servirá de abono a la tierra, volverá fundirse a la tierra misma y ser parte de la tierra misma. Los vivos, olvidaban a sus muertos, los enterraban y los olvidaban, porque para ellos ya no eran productivos, eran incapaces de hacer algo, ya no saben nada, ni poseen nada, ni hacen buenas ni malas obras, esta es la realidad del que muere.
Ciertamente mueren para los vivos, ciertamente mueren a toda actividad conocida por el ser humano, pero, los muertos siguen existiendo, no sus cuerpos, si no lo que existe es su espíritu, el cual vimos es eterno. Entonces podemos decir que el seol, el sepulcro, recibe el cuerpo, pero su espíritu está en algún lugar, el cual es difícil de explicar, porque ni aún Jesús lo explicó, aunque si dejó una pista al respecto, al decirle al ladrón que hoy estaría con Él en el paraíso, entonces se puede entender que los espíritus justos están en ese lugar.
Los espíritus impíos están en otro lugar, ya no en el seno de Abraham, y otros han tenido la dicha de experimentar un arrebatamiento como sucedió con Enoc y Elías cada uno en diferente tiempo.
Para afirmar esta teoría expongo lo siguiente, cuando Jesús oró en el huerto y cuando se dio el caso de la transfiguración, se le aparecieron personajes que estaban muertos, pero vivos y que no están en el cielo, ni en la tierra, están en un lugar esperando la venida segunda del hijo de Dios.
Entonces se puede decir que los que han bajado al seol son separados, unos van a un lugar donde todo es tinieblas y crujir de dientes y otros van al paraíso, que a mi manera de pensar a de ser un lugar de paz y tranquilidad, hasta el momento de la espera de la venida del Señor.
Jesús ilustró a los de su tiempo y empleó expresiones y dio notables precisiones acerca de la morada de los muertos. Al ladrón le prometió consuelo y reposo en el paraíso el mismo día de su muerte, el mismo día en que había de descender al sepulcro. En cambio el malo, el asesino, el mentiroso sufre en un lugar del que no puede salir. Esperando allí la resurrección de todos los buenos y los malos, el juicio final y la estadía final que tendrá lugar en el infierno, donde su rey y soberano será el mismo Satanás.
Estos lugares si así lo quieres ver, están abiertos a los ojos de Dios, baste con recordar la parábola del rico y Lázaro.
No hay que equivocarse con infierno, lugar no creado aún e infiernos, son totalmente diferentes, infiernos es el sub-mundo, donde hay dos lugares, uno para los buenos y otro para los malos, y no olvides el purgatorio, destinado a purificar a los espíritus que ameritan más el paraíso que el lugar de tinieblas.
Cuando Jesús muere, abandona el cuerpo y se convierte en un ser espiritual, al igual que todos los seres humanos. Por ello en el texto leído dice la palabra que como ser espiritual que era, porque al abandonar el cuerpo, la esencia se libera, es como un globo que se llena con gas, el cuerpo es el globo que aprisiona el gas, en este caso el cuerpo es el que aprisiona al espíritu, cuando se pincha el globo, el gas se libera, no se percibe con el ojo, ni se siente al tacto, pero se conoce de su existencia, lo mismo es con el Espíritu, no se ve, ni se percibe, pero se libera, es por ello que Jesús pasa a ser un ser espiritual.
Veamos un poco sobre el ser espiritual, tanto desde el punto de vista religioso como filosófico y por que no decirlo científico. Un espíritu o ser espiritual como lo era Jesús después de su muerte es una entidad no corpórea que aparece en muchas religiones.
También se cree que son capaces de poseer a las personas, algo que los creyentes debemos tomar como cierto, porque la biblia lo describe, y hay pasajes que describen como Jesús echó demonios, que son seres espirituales de aquellos cuerpos que poseían.
Esta palabra espíritu viene del latín spiritus, cuyo significado es aliento y este a su vez es sinónimo de vida, todos sabemos que el cuerpo muere, pero el espíritu no muere, este sigue viviendo.
Siguiendo el contexto religioso el espíritu ha llegado a tener varios significados, veamos algunos. Sinónimo de fantasma, demonio, duendecillo. Sinónimo de alma en su estado más profundo, por medio del cual pueden ponerse en contacto con Dios.
Teologías hay varias, en la occidental el espíritu santo es una persona de la divina trinidad. Así mismo en varias culturas los espíritus existen en el mismo plano que los dioses siendo su rango y jerarquía menor, en este modo de pensar se encuentra el cristianismo y como ejemplo los Elfos de origen nórdico. Te digo, en cada cultura o religión se encontrará algo sobre los espíritus, pero, no encontrarás algo similar al espíritu de Jesús, el cual es el mismo espíritu de Dios y por ende el mismo espíritu santo.
Cuando leemos en el texto que nos ocupa, leemos, VOLVIO A LA VIDA, no quiere decir esto que el espíritu murió y luego resucitó, lo que esta dando a entender es que el cuerpo volvió a la vida y aquí encontramos algo muy diferente con respecto al cuerpo, no es el mismo cuerpo, sino que es un cuerpo glorificado, sin defectos, es un cuerpo capaz de atravesar paredes, capaz de viajar en el tiempo, lo digo en base a los testimonios dejados en el evangelio y en hechos de los apóstoles.
Es un cuerpo que pertenece a otra dimensión, la ciencia bien podría llamarle la cuarta dimensión, el espíritu hace, que el alma también viva, lo demostró Jesús. En una ocasión le pregunté a un sacerdote, ¿Cómo puedo hacer para viajar a la cuarta dimensión? Él me respondió así de tajante, tienes que morirte.
La resurrección de Jesús solo demuestra lo que Él había dicho con respecto al cuerpo, ponle atención cuando responde a los que le preguntan sobre la ley del levirato y la forma en que Jesús contesta. Ponle atención a la diferencia entre un cuerpo formado de la tierra y un cuerpo formado en el espíritu. Cosas muy diferentes son, pero que mantienen su esencia con respecto al alma.
San Pablo, no cabe la menor duda, estudió mucho y comprendió mucho la filosofía cristiana, porque Pablo era una persona muy culta. Los años que le llevó su recorrido por varias ciudades y conocer las diferentes culturas, le dieron conocimiento y este conocimiento le hizo perfeccionar el conocimiento de Jesucristo. Es por ello que Pablo habla con mucha propiedad. Y no lo olvides, el estuvo en otro cielo.
Siendo Jesús un ser espiritual después de la resurrección se manifiesta a los discípulos de diferentes maneras, cabe resaltar algo que hace la diferencia, el cuerpo de Jesús no sufrió corrupción, el pudo tomar su propio cuerpo, esto lo demuestra al decirle a los apóstoles, vean mis heridas, también cuando le dice a Tomás que meta su dedo en la llaga del costado, no olvides que Jesús como hijo de Dios tenía poder y con su poder el podía hacer lo que quisiese.
Recuerda que se les apareció a los apóstoles camino a Emaús y estos no lo reconocieron, se les apareció en le cenáculo y estos se asustaron. Se le apareció a María de Magdala y en muchos de los casos no lo reconocieron, no cabe la menor duda que Jesús había sufrido alguna transfiguración, de una u otra manera, cuando Jesús se llevó a algunos de los apóstoles y estos presenciaron la transfiguración era un hecho que mostraba en cierta manera la resurrección, porque se resucita en un cuerpo glorioso y pienso que el espíritu le puede dar forma al cuerpo en su forma original, es decir, al cuerpo que se tenía, pero siendo un cuerpo muy diferente al que conocemos hoy en día.
Se que es difícil de entender lo que es ser un cuerpo espiritual porque no lo hemos experimentado, pero sí existe, porque la biblia lo dice, porque Jesús lo mostró, Lázaro, resucito a la vida, pero su cuerpo seguía siendo el mismo, y luego murió y espera la resurrección de los muertos, se puede pensar entonces que nuestros cuerpos resucitados serán los mismos, con ojos, oídos, lunares, cicatrices quizás, defectos tal vez, ¿Quién sabe?, pero lo que si es cierto es que estarán en un nuevo estado, inmortales, sin defecto, el que era manco, ya no lo será, el que era cojo ya no lo será, el que tenía cáncer ya no lo tendrá, porque el cuerpo es glorificado, será un cuerpo celestial, espiritual, no se corromperá, no se enfermará, no envejecerá, no se dañará, en pocas palabras no sufrirá nunca más.
El cuerpo de Cristo resucitado no alcanza a ser comprendido por la naturaleza humana, había sufrido una transformación, tanto así como ya lo dije, los apóstoles no lo reconocían, María Magdalena sufrió la misma experiencia de no reconocerle. Ahora bien nosotros decimos que Cristo subió al cielo en cuerpo y espíritu y esta sentado a la diestra de Dios Padre, ¿Cómo puede ser posible? ¿De que se alimenta? Te digo, es un cuerpo glorioso, el cual ya no esta sujeto a las leyes del tiempo y espacio, esta en un cuerpo glorificado por acción del poder de Dios, además recuerda, que Jesús fue una encarnación, es decir, su espíritu tomó o se formó un cuerpo en el seno de la Virgen María.
No olvides que el primer hombre fue hecho alma viviente, y Jesús fue hecho un espíritu que da vida. Así que cuando tú mueras, tu cuerpo se corromperá, volverá al polvo, pero resucitarás en un cuerpo glorioso, es decir en un cuerpo espiritual, así resucitarán Moisés, Jacob, Isaac, Lázaro, Juan, Pedro etc. Porque será el espíritu de Cristo el que les dará vida por estar revestidos de Él. Hay una condición, para obtener este cuerpo espiritual, y es, cumplir con la voluntad del Padre, que es precisamente lo que Jesús vino a enseñar, y que con su resurrección muestra la realidad de un cuerpo glorioso, sin mancha, sin defecto, incorruptible, es por ello que la biblia no se equivoca al decir que hasta los mares devolverán a sus muertos, hasta los que fueron incinerados volverán a la vida en un cuerpo glorioso, y quizás en la otra vida tengas la oportunidad de conocer a Cristóbal Colom, Indira Gandhi, Buda, y tantos personajes que la historia te ha mencionado, porque todos, absolutamente todos, volverán a la vida, unos para condenación y otros para salvación.
Claro está que el como, cuando y donde y como será este cuerpo, sobrepasa nuestro entendimiento, y nuestra imaginación. Todo es posible para los que tienen fe, como la fe de Abraham, de Moisés, de David, de San Pablo por mencionar algunos. Ten en cuenta que la fe juega un papel primordial, porque los que tienen fe, actúan de acuerdo a lo que Dios quiere y desea para bien de cada uno de sus hij@s.
El espíritu de Jesús, el mismo que le había encomendado al Padre, el mismo que estaría junto con el ´´buen ladrón´´ es el mismo espíritu que descendió a los infiernos, es decir a los que estaban en el seno de Abraham, fue a liberar a los que estaban cautivos. Muchos piensan que los cautivos, los presos son aquellos que cometieron asesinatos, violaciones, en fin, que quebrantaron las leyes, según la interpretación bíblica, no es así, sino son todos aquellos que vivieron de acuerdo a lo que Dios quería, a los que esperaban a el Mesías pero que no pudieron conocerle, verle, escucharle, es por ello que él bajó a predicar y probablemente a decirles, he aquí, yo soy el que soy, he triunfado sobre la muerte y las escrituras se han cumplido.
La lista de personajes podría ser interminable, pues abarca desde Adán y Eva hasta el momento justo de la muerte de Jesús, te menciono por ejemplo, a Abel, Isaac, Sansón, José, los hermanos de José, Esther, Ruth, los profetas mayores y menores etc.
Todos ellos fueron liberados y llevados al lugar donde esperan la resurrección al final de los tiempos. Santo Tomas Aquino enseña esto y fue el más claro defensor de esta teoría.
Si tu eres creyente, si crees que lo que dice la biblia que es palabra de Dios, entonces no habría dudas al respecto, toma nota que el texto dice, fue y predicó a los espíritus que estaban presos, no a los cuerpos, los cuerpos quedaron donde quedaron al momento de su muerte, los que fueron enterrados, ahí quedaron, los que fueron incinerados donde las cenizas quedaron, los que murieron en el mar, ahí quedaron, pero sus espíritus estaban en el seno de Abraham, ahí fue Jesús a liberarlos.
Los que murieron después, y los que mueren hoy, estarán en el lugar designado según sus obras, los arrepentidos los que buscaron la salvación a tiempo irán al paraíso, la muestra, Jesús mismo se lo dijo a uno de los ladrones crucificado junto a Él, los que no, los duros de corazón al lugar donde están las tinieblas, donde es llorar y crujir de dientes, y los otros, los que aún según sus acciones no alcanza para ir a un lugar como el paraíso estarán en el purgatorio, hasta que se purifiquen y puedan acceder al paraíso. Como lo dije anteriormente, difícil de entender para los que no tienen fe. Pero entendible para los que tienen fe.
Cuando tu lees acerca de la historia universal, te encuentras con la historia del hombre, independientemente de las teorías existentes se dice que el hombre ha evolucionado, pero en su esencia sigue siendo el mismo hombre primitivo. El hombre más bien ha avanzado-evolucionado en tecnología, medicina, construcción etc. Pero sigue dominado por sus pasiones.
La humanidad sigue propiciando guerras, dominaciones para despojar a otros de lo que tienen utilizando medios coercitivos, bélicos, políticos etc. El hombre sigue ansiando el poder, tener el mundo a sus pies y sigue explorando los campos subterrestres, acuáticos y atmosféricos así como la estratosfera, sigue inventando pero con un único fin, dominar al hombre mismo.
Los que tienen petróleo, dominan, los que tienen agua, dominan, y así vemos que provocan la escases para enriquecerse. Esto los lleva a matar, delinquir, destruir, vejar, porque al fin y al cabo, siguen siendo hombres.
Tu eres un human@, y como tal, piensas y razonas, la pregunta sería, si actúas en tus hechos por el bien del prójimo o bien solo por el bien de tu familia y propio.
Buscas placeres, riquezas, poder, el ser admirad@, afamad@, y todo esta bien siempre y cuando se haga dentro del marco de lo que Dios quiere. La biblia nos presenta algunos casos sobre la avaricia, la codicia, el odio, la venganza, la ira, la lujuria, el desamor hacía el prójimo, y esto, porque el hombre como ya dije en su esencia sigue siendo primitivo, ciertamente no utiliza hojas para cubrirse, o hachas de piedra, pero ha aprendido a moldear lo que la naturaleza le proporciona, hoy no se cubre con hojas, lo hace con telas, las cuales aprendió a moldear de los diferentes árboles o piel de animales, en pocas palabras se volvió artesano, pero sigue siendo primitivo, no vive en cavernas, pero sigue robando, violando, asesinando etc.
Te digo, como human@ que eres, tu final será, morir. Tu cuerpo el que tanto ostentas, el que tanto maquillas, el que tanto cuidas, será al final pasto seguro para los gusanos, se pudrirá y de el emanaran olores fétidos, te abrirán para extraerte todas las vísceras y te voltearan en una caja, o te tiraran en una fosa, o te cremaran. Quizás puedas evitar algo de lo que te he dicho, pero te digo, no podrás evitar la muerte, y aquí es donde experimentarás la dicha o la angustia, porque lo que vives en la tierra no es nada comparado con lo que vivirás eternamente, dependiendo eso sí, de tu conducta aquí en la tierra. Como ser humano morirás, no lo dudes, y te digo, te acompañará únicamente un féretro, y la ropa que te pongan, porque ya no tendrás el derecho a elegir ni tu vestimenta última.
Tu cuerpo morirá, pero tu espíritu vivirá.
Ya lo te lo he dicho, tú tienes cuerpo, alma y espíritu. Tu espíritu es el que vive para siempre y tendrá la felicidad o el sufrimiento eterno. Aún no puedes ser un ser espiritual pero si puedes experimentar este estado como un anticipo a lo que será después. Esto es gracias a la acción del espíritu santo en tu vida.
En la iglesia se utiliza mucho el termino ser un ser espiritual, se identifica a las personas que están llenas o han sido tocadas por el espíritu santo. Dan muestras de serlo, porque se nota la bondad, el amor, la comprensión, la sabiduría, el amor a Dios. Te menciono algunos que tu probablemente conozcas o conociste en vida, Madre Teresa de Calcuta, quien con su ejemplo dio muestras de ser un ser espiritual. Juan Pablo II, no haré una biografía de él, porque con lo que hizo es más que suficiente para entender su espiritualidad. Personas como las mencionadas hay muchas, y tu probablemente seas alguna de ellas en tu entorno o bien conozcas a alguien en tu comunidad.
Recuerda que Jesús prometió hacer morada en todos aquellos que cumplan con la voluntad del Padre, y dijo, que por sus frutos les conocerías. Te remito pues, a la catequesis sobre los dones del Espíritu Santo, para que tú te analices y te cuestiones sobre tu espiritualidad.
Sería muy bueno que muchos dijeran de ti, que eres un ser muy espiritual, porque sería un claro indicio de que los dones del espíritu santo se están derramando en tu vida. Además te digo, todavía no puedes tener un cuerpo glorioso, pero si puedes experimentar en mínima parte la gracia de ser un ser espiritual, San Pablo lo experimentó, San Juan el que escribió el evangelio y el apocalipsis también dieron muestras de este anticipo que está reservado a los hijos de Dios, a los hijos que hacen la voluntad del Padre.
Tú puedes ser una persona, llena del Espíritu Santo y experimentar en vida la promesa de una vida puramente espiritual al lado del Rey de Reyes. Te exhorto a que continúes ejercitándote en el camino hacía la santidad, que no desmayes sean cual fuere los tropiezos que encuentres, ya sea en tu comunidad, en tu sociedad, en tu familia etc.
Tu que hoy eres un servidor@ en la iglesia, te digo, volviste a la vida, porque en realidad estabas muert@, y esto se debió a la acción del espíritu santo, porque tu eras un cadáver, estabas atrapad@ en la tumba del pecado. Pero, cuando decidiste dar tu paso en la fe, cuando decidiste asistir a tu retiro de sanación, de reconciliación, el espíritu de Dios te volvió a la vida.
Estabas en la tumba al igual que Lázaro, quien llevaba 3 días de muerto, de quien las hermanas decían que ya hedía. La sociedad también te tachó a ti de que estabas muert@, que hedías, porque tu pecado te había matado.
Tu que lees hoy esta catequesis, quizás estés muert@ para el mundo, porque la paga del pecado es la muerte, y lo sabes muy bien, muertos están los alcohólicos, hieden, la familia ya no los soporta, la sociedad los rechaza, un alcohólico, no se baña, no se muda de ropa, se deja al abandono, ya no respira y cuando lo hace es cuando esta sobri@ pero vuelve a su tumba. Un drogadict@ presenta las mismas condiciones. Todos los que están en pecado son muertos, porque creen que no pueden resucitar, a ellos les digo, basta con que vean la actividad que se lleva a cabo en los templos, con que vean a los predicadores, y sabrán que son personas que el Señor ha resucitado.
La gran mayoría son personas que dan testimonio de lo que eran, cuentan sobre que pecado los tenía en la tumba, y cuentan como vieron la luz y volvieron a la vida, porque lo que hace el espíritu del Señor es dar vida. Recuerda como fue hecho el hombre, y nota cuando fue que el cuerpo inanimado vivió, recuerda que los apóstoles estaban muertos, el miedo, la persecución, la duda, el dolor, la tristeza por la muerte de su líder los había matado, su espíritu estaba muerto, pero el día de pentecostés volvieron a la vida.
Si tu hoy, te encuentras en pecado, te digo, estas muert@, pero no te desanimes, el Señor puede volverte a la vida, el secreto está en que tu le busques, que le busques en el interior de tu corazón, que estés dispuest@ a reconocer tu pecado delante del Señor, que estés dispuest@ a entregarle tu vida, a dejar tu sepulcro, y sí tu lo haces, te digo, volverás a la vida. A una vida diferente, donde la paz y los dones del espíritu se derramaran en tu persona.
La acción de Jesús quedó plasmada en los evangelios y el resucitó por lo menos a 3 personas, te digo, Lázaro, el hijo de la viuda, y la niña a la que le dijo TALITA CUM, te baste este ejemplo para saber que tu puedes volver a la vida, hoy.
Así como creemos en la resurrección, así creemos en que para el Señor todo es posible, y tu, no eres un imposible, no importa la magnitud de tu pecado, no importa cuanto la sociedad y la familia te hayan despreciado o te desprecian, no importa cuanto tu estés sufriendo, pero que ello no sea un pretexto para que te quedes muert@, tu necesitas vivir y lo único que tienes que hacer, es, reconciliarte con Dios.
No te estoy hablando de la resurrección médica, ni te estoy hablando de un volver a la vida después de muert@, te estoy hablando de algo más importante, la resurrección de tu espíritu, de tu moral, de tu autoestima, de lo grande que tu eres, de lo importante que eres para muchos, aunque tu no lo sepas. Te hablo de que mereces vivir, de que tienes una vida por delante, una misión, de que no estás sol@, porque el espíritu que da vida, quiere que tu vivas, hoy. Y si tu lo permites, te aseguro que experimentaras la acción del espíritu santo en tu vida y por ende, vendrás a ser un ser espiritual.
La experiencia del ser espiritual no es la misma a la que tendrás cuando resucites, pero, si puedes experimentarla desde ya de una manera diferente, siendo un ser espiritual terrenal. ¿Cómo se logra esto?, siendo sant@, no es imposible, pero en la medida en que te vas ejercitando, en la medida en que obtienes los dones del espíritu vas experimentado el estado espiritual que permite, una relación con Dios más profunda.
El ser espiritual se conoce por sus frutos, se conoce porque primero busca las cosas del reino, se conoce porque es amoros@, caritativ@, humilde, sencill@, su sola presencia es capaz de infundir paz a quienes le rodean. Posee sabiduría, es una persona de oración.
Cuando tú lees los evangelios, te encuentras con un Jesús espiritual, que reúne las características mencionadas. Sírvete de ejemplo.
Hoy en día, a tu alrededor hay personas espirituales, que reúnen varias de las caracteriscas mencionadas. Quizás tú conozcas a más de alguna. Estas personas trabajan para el engrandecimiento del reino. También conocerás otro tipo de ser espiritual, que su tarea es hacer el mal, sembrar el odio, la duda, son seres egoístas, envidiosos, soberbios, déspotas, carentes de humildad y amor por los demás y a la naturaleza. Son seres que buscan la manera de estar en los puestos de poder, pero para beneficio propio. También conoces a más de alguno.
Esta en tu persona, que clase de ser espiritual deseas ser, aquel que te aleje de Dios o bien el que te acerque. Tu estas llamad@ a ser un hijo de la luz, un ser espiritual, acuérdate que apenas somos inferiores a los ángeles, acuérdate que eres templo del espíritu santo, acuérdate que Jesús dijo que vendría a hacer morada en ti. Si tu te acordarás de todo lo que Jesús dijo, te digo, no habría necesidad de catequesis, predicas, porque estarías en el camino de la santidad, pero Dios, permite el que muchos nos recuerden sus palabras, palabras que transmitió por boca de Jesús, y que muchos que no le conocieron, pero que escucharon a los apóstoles, se convencieran de que Jesús descendió a los infiernos, y esto los ha convencido para luchar por ser seres espirituales, que dan frutos en abundancia.
Recuerda que tu eres sal y luz del mundo, recuerda que de ti pueden brotar ríos de agua viva, recuerda que tu también puedes realizar milagros, por medio de la fe, la cual si la tuvieras del tamaño de un grano de mostaza, le dirías a la montaña muévete y esta se movería, recuerda que Jesús dijo, Uds. Harán muchas cosas en mi nombre, los 12 cuando fueron enviados lo hicieron, la promesa esta dada y en muchos se ha cumplido, es por ello que tenemos en la iglesia seres espirituales, que son excelentes predicadores, sanadores del cuerpo y el espíritu, sabios, profetas etc. Y en esto están la jerarquía y los laicos, así como los religios@s. Porque ciertamente el espíritu de Dios se derrama en toda creatura.
El espíritu de Dios es para tod@s , es para quien lo pida y conforme el espíritu de Dios se vaya manifestando en tu vida, te irá transformando en un ser espiritual, te digo, casi a punto de la perfección.
Te puedo decir lo siguiente, Jesús al morir no dejó de trabajar en la salvación de los espíritus, esta claro que predicó en los infiernos para llevarse a los que estaban presos. Esa precisamente es la tarea de los que son seres espirituales. Predicar, predicar y bajar a los infiernos, porque te digo, el que nace de nuevo por el espíritu, ciertamente muere a las cosas del mundo, deja el hombre viejo, y con ello renace en el espíritu y por lo tanto predica. Recuerda el día de pentecostés, cuando los apóstoles fueron ungidos por el Espíritu Santo, murieron a lo viejo, nacieron a lo nuevo, fueron purificados y se volvieron valientes, predicaron con fuerza el evangelio, con tanta fuerza que hoy en día son millones los seguidores de Jesús.
Tu predicas en el infierno en que viven los que están presos por la droga, la prostitución, el alcoholismo, los que han sido atrapados por toda clase de pasiones bajas, por codicia que los ha llevado incluso al asesinato de seres inocentes. Estas personas que están alejadas de Dios y que viven su propio infierno, se hace necesario que tu bajes y les prediques, ¿por que digo bajes? Porque tú estás arriba, en un plano espiritual más alto. Porque has recibido los dones del Espíritu Santo, y porque con ello te has convertido en un valiente para el Señor.
Es por ello que la Iglesia universal, no cesa de dar a luz a nuevos miembros por medio del espíritu, estos hijos, son seres espirituales que tienen por misión, el rescate de los oprimidos. Infiernos hay muchos, hay quienes no tienen su conciencia tranquila por causa del aborto que cometieron, por la infidelidad en que se encuentran, por la violencia intrafamiliar etc. A ellos tú debes llegar con fuerza, con valentía y anúnciales la buena nueva.
Hay quienes están viviendo su propio infierno a causa de su odio, rencor, avaricia, codicia, enfermedad, esterilidad, humillaciones, vejaciones, violaciones sexuales etc. A ellos les debes de llevar la luz de la esperanza. Otros viven su propio infierno porque pertenecen a sectas, pandillas, etc. A ellos debes bajar para anunciar la buena nueva, porque tu eres un ser espiritual, un ser que ha nacido del espíritu Santo, porque has muerto con Cristo y resucitado con Cristo. A donde quiera que fueres, predica con tu actitud, con tu testimonio, con la palabra de Dios. Porque forma de predicar el evangelio hay varias, un día San Francisco invitó a su discípulo a predicar la buena nueva, fueron al hospital a curar a los enfermos, a consolar a los afligidos y pasó el tiempo. El discípulo quizás desesperado le pregunta a San Francisco, ¿Cuándo predicaremos? Y el simplemente le contestó, ya lo hicimos con nuestra actitud.
Estés donde tu estés, en el ministerio en que trabajes, a la pastoral o movimiento al que pertenezcas, desde ahí, con tu testimonio, predica. Que al final del tiempo no seas juzgad@ por pereza, porque tu ya conoces las mieles del anticipo del reino de Dios que está por venir, no se sabe cuando, aunque han pasado más de dos mil años, pero medida de tiempo humana, no de Dios.
San Pablo entendió muy bien, y por ello dice, hay de mi si no predicare el evangelio, es por ello que yo te digo, hay de ti si no predicas el evangelio, yo lo he entendido y es por ello que utilizo los medios a mi alcance para predicar la verdad de la buena nueva, es por ello que creo en lo que predico.
Ciertamente, vas a encontrar tropiezos para realizar la labor de predicar en los infiernos en que viven las personas, son seres que su espíritu clama por salvación, porque te digo, hay muchos inocentes, y la palabra les ha de abrir los oídos, ciertamente el enemigo no dejará que realices tu tarea, el pondrá muchas tentaciones, tanto a tu persona, como a los que están sumidos en el dolor de su propio infierno. A propósito, quiero ilustrar esto de las tentaciones con la siguiente historia:
Hace un tiempo atrás Satanás realizó una venta de garaje, Allí estaban, parados en pequeños grupos, todas sus brillantes baratijas. Tenía herramientas que ayudaban a romper, a malograr. También había lentes de aumento para aumentar la propia importancia, y que si mirabas por el otro lado, podías usarlos para disminuir a los demás o incluso a uno mismo.
Contra la pared estaba la usual variedad de implementos de jardinería con la garantía de hacer crecer la SOBERBIA, el rastrillo del DESPRECIO, la lámpara de LOS CELOS para cavar un abismo entre uno y el prójimo, las herramientas DEL CHISME Y LA CALUMNIA, DE EGOISMO Y APATIA. Todos estos utensilios eran agradables a la vista y venían llenos de promesas y garantías de prosperidad. Los precios, claro está, no era muy baratos; ¡pero no había que preocuparse!, tenía grandes facilidades de pago para todos los clientes. ¡Llévelo a casa, úselo, no se preocupe que lo pagará más tarde! Era la frase favorita del diablo.
El visitante notó dos herramientas desconocidas y muy desgastadas de pie en una esquina. Y sin ser cercanamente tan atractiva como los otros objetos, le pareció raro que estas dos herramientas tuvieran un precio más alto que las demás.
Cuando preguntó por qué era esto, Satanás sonrió y dijo: bueno, eso es porque yo las uso muchísimo. Si no tuvieran tan mala apariencia la gente las vería como son realmente. El diablo señaló las herramientas diciendo: mira, esa es la propia INSEGURIDAD y la otra es la DESESPERANZA, y estas serán las únicas que funcionaran.
Te he contado la anterior historia para que tomes nota de lo siguiente, tú has nacido de nuevo y no puedes por ningún motivo que la inseguridad y la desesperanza se apoderen de ti. No permitas que tu fe sea atacada por personas que son materialistas, ateas, que quieren que tú vivas sin Dios, no permitas que los espejismos te alejen del paraíso que seguramente ya has ganado. No permitas que la negativa ante los que se sienten bien en el infierno te desanime. Tu, predica y deja que el resto lo haga nuestro Señor, porque nuestro Señor es más que suficiente para concluir lo que empiezas, pero recuerda que hay de ti si no predicares el evangelio, por que el diablo esta hambriento de espíritus, esta hambriento y no cesará en su afán de llevarse a cuantos más pueda. Siempre les estará ofreciendo las mejores herramientas en su garaje para desviar a las almas del camino que conduce a Dios.
Tu fuiste rescatad@ de los infiernos, y tienes porque darle gracias a Jesús, el bajó al seno de Abraham y liberó a los cautivos, tu no tienes que hacerlo porque tu labor esta aquí en la tierra, pero por si no quedara claro esta frase de Jesús bajó a los infiernos, veamos lo que dice el catecismo de la iglesia en su numeral 632 al 634 y con ello espero que comprendas, tu misión y el porque es necesario creer en lo que reza el credo.
Las frecuentes afirmaciones del nuevo testamento según las cuales Jesús resucitó de entre los muertos, presuponen que, antes de la resurrección, permaneció en la morada de los muertos. Es el primer sentido que dio la predicación apostólica al descenso de Jesús a los infiernos; Jesús conoció la muerte como todos los hombres y se reunió con ellos en la morada de los muertos. Pero ha descendido como Salvador proclamando la buena nueva a los espíritus que estaban allí detenidos.
La escritura llama infiernos, sheol o hades a la morada de los muertos donde bajó Cristo después de muerto, porque los que se encontraban allí estaban privados de la visión de Dios. Tal era, en efecto, a la espera del Redentor, el estado de todos los muertos, malos o justos, lo que no quiere decir que su muerte sea idéntica como lo enseña Jesús en la parábola del pobre Lázaro recibido en el seno de Abraham. Son precisamente estas almas santas, que esperaban a su Libertador en el seno de Abraham, a las que Jesucristo liberó cuando descendió a los infiernos.
Jesús no bajó a los infiernos para liberar allí a los condenados ni para destruir el infierno de la condenación, sino para liberar a los justos que le habían precedido.
Hasta a los muertos ha sido anunciada la buena nueva… el descenso a los infiernos es el pleno cumplimiento del anuncio evangélico de la salvación. Es la última fase de la misión mesiánica de Jesús, fase condensada en el tiempo, pero inmensamente amplia en su significado real de extensión de la obra redentora a todos los hombres de todos los tiempos y de todos los lugares porque todos los que se salvan se hacen participes de la redención.
Con lo expuesto en el catecismo de la Iglesia, queda claro, que los infiernos es el bajo mundo, y que el seno de Abraham es el lugar donde estaban los santos, los que merecían la salvación, por mencionar algunos nombres, Abel, Adán, Eva, Noé, Jacob, Isaac, José etc. Y del otro lado, solo alcanzaran la respuesta al final de los tiempos, queda claro, entonces, que, Paraíso es el lugar donde esperan los arrepentidos, mientras que el otro lugar, es obscuro, y solo están esperando la ejecución de la sentencia.
Es por ello que te decía, tal y como dice el catecismo, tú eres parte de la misión redentora de Jesucristo. Así que no dejes de predicar.
El mensaje ha sido transmitido a tu persona, está en ti el evangelizar, tomando en cuenta que la muerte de Jesús tuvo un propósito que se llevo a cabo acatando la voluntad del padre. La muerte de Jesús no solo sirvió para nuestra salvación sino para salvación de todos aquellos espíritus que estaban en el seno de Abraham y para que aquellos que están el lugar de las tiniebla sepan que el salvador vino. Ellos no saldrán sino hasta el día del juicio para la ejecución de su condena, donde sufrirán para la eternidad.
Tu tienes algo que hacer y ya te lo he dicho, PREDICAR A LOS QUE ESTAN VIVIENDO EL INFIERNO de sus vidas. Llévales el mensaje de esperanza, de salvación y cuando tú bajes a este infierno a predicar, te digo, habrás cumplido también con tu misión.
Padre nuestro….. Dios te salve… gloria….
Luis Mayorga
Ejercicio: Predicar el Evangelio
Próxima catequesis Al tercer día resucito de entre los muertos
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