05 Mensaje a las 7 iglesias



¿Qué te dice la palabra abandonar? Depende del conocimiento que tengas puede decirte muchas cosas, lo cierto es que es dejar, desamparar, desistir, renunciar, dejarse dominar por afectos, pasiones o vicios, descuidar los intereses, las obligaciones, el aseo personal, rendirse ante las adversidades. Para comprender mejor, desde la perspectiva de las sagradas escrituras, ponle atención a lo siguiente: dejar, desistir, renunciar, dejarse dominar por afectos, descuidar los intereses, rendirse ante las adversidades, y ponle atención al texto bíblico que leerás, porque sin duda alguna el Señor te tiene un mensaje que te llamará a la reflexión, que te hará sentir que tan cerca o lejos estás de Él.

Para ello toma tu Biblia y ábrela en el libro del Apocalipsis, libro que a muchos sorprende y otros aterra, pero nosotros los cristian@s sabes que es la narración de los acontecimientos pasados, presentes y futuros para esperar al Señor en su gloria. Bien, lee el capitulo 3 versículo 1 al 6

Al ángel de la Iglesia de Sardes escribe: Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas. Conozco tu conducta; tienes nombre como de quien vive, pero estás muerto. Ponte en vela reanima lo que te queda y está a punto de morir. Pues no he encontrado tus obras llenas a los ojos de mí Dios. Acuérdate, por tanto, de cómo recibiste y oíste mi palabra: guárdala y arrepiente. Porque, si no estás en vela, vendré como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Tienes no obstante, en Sardes unos pocos que no han manchado sus vestidos. Ellos andarán conmigo vestidos de blanco; porque lo merecen. El vencedor será así revestido de blancas vestiduras y no borraré su nombre del libro de la vida, sino que me declaré por él delante de mi Padre y de sus ángeles. El que tenga oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. (Palabra de Dios)

Todas las personas para identificarse y diferenciarse unas de las otras tienen un nombre, de esta manera a los hombres los identificamos por su nombre, al igual que las mujeres, si no sabrías quien es quien. En la Bibliala Biblia el que vive tiene un nombre el cual está escrito en el libro de la vida, este nombre indica quienes viven y no están muertos, pero en el pasaje bíblico dice, tienes nombre de vivo, pero estás muerto y la muerte en este caso se refiere al Espíritu. también se identifica a los personajes por su nombre, si digo, el que abrió las agua, inmediatamente sabes que se trata de Moisés, si digo el que llevó a los animales de cada especie en el arca, sabes que se trata de Noé. Si no tuvieran nombre, no se les podría identificar. En

Jesús dijo en una ocasión que Dios era un Dios de vivos no de muertos, sin embargo Elías y Moisés murieron, pero, están vivos, escribieron su nombre en libro de la vida y es por ello que se le aparecieron a Jesús para consolarlo, con ello te digo que la palabra de Dios no miente y es verdad lo que ella afirma.

Muchos estaban vivos, pero muertos en realidad, Saúl y Judas. En la vida normal, la que el cuerpo vive, la que los humanos percibimos, notas sus acciones, pero cuando dejaron este mundo por causa de la muerte dejaron de responder, no vivieron, sino que están muertos Es por ello que Jesús afirma, el que está muerto vivirá, pero no lo interpretes únicamente en el sentido corporal o cuando sea la segunda venida, esté vivirá después de muerto es real, ejemplo, Moisés y Elías. Jesús lo hace notar con la resurrección de Lázaro y cuando le dice al ladrón que está junto a Él en la cruz, hoy estarás conmigo en el paraíso, no murieron sino que viven, el mismo libro del Apocalipsis lo dice, los santos alaban a Dios y los muertos no lo pueden hacer, pues también lo dicen los salmos.

Enviados de Dios, profetas de Dios tuvieron algo en común, recibieron la palabra de Dios y la aceptaron por fe. Esto que recibieron los hizo realizar grandes prodigios según cada quien su misión, Abraham simiente del pueblo del Israel, Noé construcción de una barca, Moisés liberar a un pueblo, Isaías denunciar el pecado, Jesús anunciar la buena nueva, Pedro ser la piedra de edificación de la Iglesia, Pablo ser misionero, esto para mencionar a unos cuantos, sin faltar María la madre de Jesús, llevar en su seno al salvador del mundo.

Notarás algo extraordinario en cada uno de los personajes que recibieron la palabra, Abraham no dudo en sacrificar a su único hijo, porque supo recibir la palabra aunque esto le implicará un gran dolor, Noé se lanzó a la aventura a pesar de las burlas, Isaías continuó con su labor a pesar del sufrimiento, Jesús se mantuvo en su misión de anunciar aún hasta la muerte y la Virgen María también supo llevar en su seno al hijo sabiendo que podía morir apedreada, sin duda alguno todos ellos están vivos.

Pero no solo están vivos, sino que recibieron la palabra para guardarla en su corazón, este guardar que es igual a mantener, hizo que su fe creciera, que su fe los fortaleciera, porque cuando tu lees la vida de estos personajes que tienen nombre, entenderás que la vida de ellos no fue fácil. Sufrió cada quien según la época en que vivió, de una u otra forma fueron objeto de burlas, humillaciones, propensos a ser asesinados, pero no les importó, porque no sólo vivían físicamente, sino que vivía por la palabra y es interesante y deja mucha lección cuando lees la vida de cada uno de los hombres y mujeres que vivieron por la palabra, sin saber que Dios les tenía reservada la vida eterna, porque esto se supo hasta que Jesús lo viene a anunciar, en forma más clara. Ellos vivieron para recibir la palabra y mantenerla.

Así mismo hubo quienes vivieron, recibieron pero no guardaron la palabra. La desecharon, prefirieron morir sin saberlo, desearon vivir para disfrutar de los placeres del cuerpo. Caín es uno, vivo pero muerto, Jezabel es otra, Judas a quién ya mencioné y así encontrarás a muchos, incluyendo a los que acusaron a Jesús y lo mataron, aunque habían recibido la palabra y se decían así mismos doctores de la ley.

La palabra de Dios se recibe, para mantenerla y con ello vivir, razón tiene quien dijo, tu palabra es como lámpara a mis pies, y el otro que dijo ¿A quién iremos? Si sólo tú tienes palabras de vida eterna. Me imagino que ya identificaste a los personajes que dijeron lo antes citado.

Es por ello que este mensaje, es para todos los que están en la iglesia sin estarlo, es para todos aquellos que dicen estar vivos pero que en realidad están muertos. La gran diferencia es que, muchos de los que recibieron la palabra y no actuaron conforme lo tenían que hacer han muerto, no sólo físicamente sino que eternamente. ¡Que triste! No se puede hacer nada por ellos, pero hoy Dios, te exhorta y te anima porque tú todavía estas a tiempo.

Tú a lo mejor te preocupas por vivir tu vida, como mejor te parece, pero hace mucho tiempo recibiste un mensaje de parte del Señor, o bien hace poco tiempo. Lo cierto es que parece ser que te has olvidado para que vives y para quien vives. En cierta ocasión se planteo una pregunta, ¿quien es primero, Dios, trabajo, familia o iglesia? La gran mayoría respondió que Dios, ciertamente no se equivocaron del todo, pero al final se entendió que primero es la familia, luego el trabajo y tercero la iglesia, pero Dios no aparece, entonces se entendió que actuando así Dios es primero en todo. Espero que lo comprendas.

Digo esto porque muchos están muertos, porque dan la vida por su familia, tenerla rodeada de comodidades, viajes, placeres, estudio etc. Dando la vida en el trabajo porque de ahí obtienen el dinero necesario para suplir lo anteriormente dicho y cuando les sobra tiempo sirven en la iglesia, pero dejaron a Dios por un lado, de último lo han dejado.

¿De donde te saco Dios? Tu lo sabes, ya no aguantabas la vida que tenías, le buscaste cuando más herid@ y lastimad@ estabas, entendiste que llevabas una vida de pecado donde la inmundicia te llegaba hasta el cuello amenazándote con ahogarte y después de tu encuentro con el Señor, volviste a la vida. Hiciste promesas de evangelizar, porque en ti ardía el Espíritu de Dios y querías que muchos supieran las maravillas que el Señor había hecho en tu vida.

Estabas muert@, pero volviste a la vida y te integraste a la Iglesia, recibiste la buena nueva y el perdón de tus pecados, empezaste a dedicar tiempo y esfuerzo en pro del servicio para iglesia, no te importó sacrificar paseos, juegos, distracciones, juegos de fútbol, dejar a la familia tanto tiempo sin tu compañía porque estabas entregad@ al Señor en pro de la evangelización.

Poco a poco te fuiste enfriando y no guardaste lo que el Señor te obsequió y hoy probablemente ni te acuerdas de tus herman@s de comunidad, quizás hace mucho que no asistes a la eucaristía en fin tu sabes.

Y tu, que has vuelto a la prostitución, no importando tirar el mensaje por el desagüe de aguas sucias, no te importa manchar el nombre de Dios, porque vuelves a la vida que según tú te da lo necesario para vivir, sin sabes que estas muert@.

Y tú, que vuelves a integrarte a tu pandilla para cometer toda clase de fechorías, no importándote el que muchos lloren por causa de tu mala vida y ahora te burlas de la palabra.

Y tú, que no te importa hundirte nuevamente en el alcoholismo, matando con ello los sentimientos de los seres que te aman y rodean. Despreciando la salvación con tal de apagar la sed de tu vicio, no apagas nada y todo lo contrario, estas alimentando tu cuerpo y espíritu para la muerte eterna.

Y tu, que has hecho con lo recibiste, ni siquiera lo has guardado, lo has tirado todo, porque decidiste un día que es mejor vivir como el mundo te lo propone que vivir bajo la luz de la palabra, porque tu mismo decidiste rechazar todo lo que viene de arriba inventando miles de pretextos.

Y tu, que hoy criticas y te burlas de las enseñanzas recibidas, que odias y detestas todo lo que huele a santidad, te digo, te has dejado atrapar nuevamente, porque fuiste débil, porque no tuviste ni el mínimo coraje como lo tuvo Abraham, Moisés, Isaías, La virgen María, Jesús, Pedro y Pablo, no queda más que la lamentación.

Y tú que un día enfermarás y estarás postrad@ en la cama, sintiendo remordimiento por todo lo que desaprovechaste ¿de que te servirá ello, si ya nada podrás hacer? Llorarás y llorarás y quizás no encuentres consuelo en todo lo que pensaste que era bueno y entonces descubrirás el tesoro que se te dio y que era para vivir.

Y tú, que piensas que todo lo tienes y que no necesitas de nada ni nadie, porque estás san@, joven y potente, date una vuelta por el cementerio y lee los epitafios así como fecha de nacimiento y muerte y te darás cuenta que no eres dueñ@ de tu vida.

Hoy el señor ya no envía a Moisés, o Isaías porque tu ya recibiste el mensaje, ya conociste las bondades del Rey, pero aún así te ha enviado ángeles para al igual que el hijo prodigo regreses a los brazos del padre.

Acuérdate entonces, donde estabas, que eras y que eres hoy. Acuérdate de cómo el Padre lavo tus vestidos hasta dejarlos más blancos que la nieve. Acuérdate de toda la misericordia que recibiste. Acuérdate de todo los peligros de los cuales escapaste, acuérdate como los tuyos dejaron de llorar porque te habías encontrado con el Señor, tienes mucho de que acordarte. Tienes mucho que agradecer por lo que recibiste, salud, paz, concordia, amor, perdón, tú sabes muy bien que recibiste sin dar nada a cambio, porque el Señor Jesús lo dio todo por ti.

El recibió los azotes por tus pecados, el recibió las humillaciones por tus pecados, por tus caprichos, tu orgullo y soberbia. Él recibió el sacrificio de la cruz para liberarte de las ataduras del Diablo, pero tú lo desprecias y vuelves a ser feliz en la esclavitud, el fango y la inmundicia, porque apestas por causa del pecado.

Sí haces una lista de lo que has recibido, te digo que sí ello tuviera un precio no te alcanzaría todo el oro del mundo para pagar la deuda, porque muchos han recibido de ti humillaciones, vejaciones, dolor, amargura, lágrimas, inestabilidad emocional, sufrimiento, intranquilidad y tú lo sabes, pero hubo alguien que reparó y sanó esas heridas por ti, por amor a ti, sin embargo, te vale un pepino y hoy no eres dign@ de recibir nada.

¿Dónde guardas tu Biblia? ¿Dónde guardas los sacramentos bautismo, confirmación, confesión, comunión? ¿Dónde? Te digo, en el basurero, porque los has pisoteado, los has mandado al estiércol, porque no te importa, porque prefieres olvidar el vivir para siempre, porque no crees todas las mentiras que se dicen sobre ello, según tú, porque sin entenderlo estas muert@.

La pregunta que tiene que hacerte es ¿Será tiempo de cambiar? ¿Estoy a tiempo de poder cambiar? Te aseguro que sí, pero depende de ti, el Señor ya hizo lo suyo, ahora sigues tú, porque hoy el Señor te llama a la reflexión, te extiende los brazos para que regreses a Él, porque sólo Él tiene palabras de vida eterna, sólo Él es capaz de perdonarte nuevamente, porque si te das cuenta el mundo no perdona, cobra la factura tarde o temprano, si la hiciste la pagas. Es por ello que con el siguiente texto te invito a que reflexiones y mires no hacía atrás sino hacía al frente, al nuevo horizonte, pon atención:

Tienes edificios más altos, pero menos calma.

Autopistas más amplias, pero tus puntos de vista son más estrechos.

Gastas más, pero tienes menos.

Compras más, pero lo disfrutas menos.

Tienes casa más grande, y familia pequeña.

Más comodidades, pero menos tiempo.

Tienes grado académico, pero menos sensatez.

Más conocimiento, pero menos juicio.

Eres más experto, pero más problemas.

Más medicamentos, pero menos bienestar.

Bebes demasiado,

Fumas demasiado,

Gastas imprudentemente demasiado,

Ríes demasiado poco,

Manejas demasiado rápido,

Te enojas fácilmente,

Te detienes demasiado tarde (el daño ya está hecho),

Te levantas cansad@,

Raramente lees,

Ves demasiada televisión,

Te sumerges más que navegar en Internet

Y rara vez oras o rezas.

Haz multiplicado tus posesiones, pero reducido tus valores y principios.

Hablas demasiado,

Amas demasiado raramente

Y caes demasiado frecuentemente.

Haz aprendido como hacer una vida, pero no a vivir.

Has agregado años a la vida, no vida a los años.

Y fíjate como el hombre ha encontrado la forma de ir a la luna y regresar, pero tiene problemas para cruzar la calle y conocer al nuevo vecino.

Como el hombre ha conquistado espacio exterior, pero no su espacio interior y ser dueñ@ de sí mismos.

Has hecho cosas más grandes, pero no cosas mejores.

Has limpiado el aire, pero contaminado el alma.

Escribes más, pero aprendes menos.

Planificas más, pero logras menos.

Has aprendido a acelerar el paso, pero no a esperar.

Tienes ingresos más altos, pero moral más inferior.

Más alimento, pero menos templanza.

Más reconocimiento, pero menos amigos.

Más esfuerzo, pero menos éxito.

En general construimos más computadoras para almacenar más información, para procesar más datos que siempre, pero tenemos menos comunicación.

Hemos logrado mucho en cantidad, pero poco en calidad.

Estos son los tiempos de comida rápida, y digestión lenta.

De hombres altos y carácter corto.

Ganancias acumuladas y relaciones efímeras.

Estos son los tiempos de paz mundial, pero guerra en el hogar.

Más ocio y menos diversión.

Más tipos de alimento pero menos nutrición.

Estos son días en que ambos esposos trabajan y ganan dinero, pero hay más divorcios.

De casas más fantásticas, pero hogares rotos.

Estos son días de viajes rápidos, pañales desechables, moralidad desechable, estancias de una noche, cuerpos con sobrepeso, y píldoras que hacen cualquier cosa desde alegrar hasta tranquilizar o matar.

Es un tiempo donde hay mucho en el aparador y nada en la bodega de mercancías.

Tenemos más biblias, pero no la leemos.

Escuchamos sobre como orar, pero no lo hacemos.

Hablamos mucho sobre valores y no los practicamos.

Prometemos mucho, pero cumplimos poco.

Tenemos más cosas y desperdiciamos muchas.

En pocas palabras has regresado de donde saliste, has abandonado lo más por lo menos y así no quieres lamentarte, el mundo está pronto a ofrecerte muchas cosas cual tienda de ofertas, pero no te ofrece la vida eterna. Tú has recibido la palabra y has tu balance entre lo que es del hombre y lo que es de Dios y concluye por ti mism@ que es más conveniente, porque Dios espera por ti nuevamente, has recibido un gran tesoro y sólo tienes que guardarlo. Dios no te presiona, te deja en libertad y en tu libertad tu sabes lo que te conviene, tu elijes, pero no elijas mal. El catecismo de la Iglesia tiene enseñanza al respecto, leasmolo en el numeral 1861 y dice así:

El pecado mortal es una posibilidad radical de la libertad humana como lo es también el amor. Entraña la pérdida de la caridad y la privación de la gracia santificante, es decir, del estado de gracia. Si no es rescatado por el arrepentimiento y el perdón de Dios, causa exclusión del Reino de Cristo y la muerte eterna del infierno; de modo que nuestra libertad tiene poder de hacer elecciones para siempre, sin retorno. Sin embargo, aunque podamos juzgar que un acto es en sí una falta grave, el juicio sobre las personas debemos confiarlo a la justicia y a la misericordia de Dios.

He resaltado en rojo lo concerniente a esta catequesis, lo preocupante es que a causa de tu pecado pierdes la gracia santificante y esto lo dice claramente el texto bíblico leído al principio de la catequesis. El único que tiene el poder ahora eres tú, por medio del arrepentimiento y buscando el perdón de Dios. No permitas que nombre sea borrado del libro de la vida, no tires a la basura la palabra recibida así como los dones que te dio el Espíritu Santo, al contrario guárdalos y utilízalos, porque al final eres de Dios y para Dios estás en este mundo, sé que tu tienes la libertad de elegir, si volver al primer amor, al amor del Padre o bien continuar con tu capricho y orgullo de alejarte de la salvación. No te excluyas del Reino de Cristo y busques tu condena a la muerte eterna del infierno, porque hoy, el Señor te habla.

El mensaje esta dado, tú lo has leído, la palabra de Dios no deja lugar a dudas, el sabe muy bien lo que te dio, tu sabes muy lo que recibiste y lo que recibiste fue su perdón, su amor por medio del sacrificio de su hijo Jesús en la cruz, tu sabes muy bien de donde el te ha sacado, que ataduras tenías, a que estabas esclavizad@. Te recuerdo que los dones de Dios son para que vivas no para que mueras, porque hoy, con tu alejamiento, tu acedía en las cosas de Dios estas muert@ pero viv@ para los humanos, no importa este estado, sino que importa el que vivas para la vida eterna, el que esté tu nombre en el libro de la vida, el que recibas el nombre que sólo el Señor y tú conocerán. Sabes muy bien que es lo que el mundo de ofreció y que era lo que tenías antes de conocer al Señor, sabes muy bien lo que te ofrece y también sabes que es lo que el Señor te ofrece. Eres libre de elegir, pero está en la sabiduría el elegir bien, siempre tendrás dos caminos frente a ti, tú eliges el que más te parezca, porque ya conoces hacía donde conduce cada uno, tu desición será la que marque tu vida actual y la futura.

Aún así el Señor te exhorta por medio de su palabra, a que te arrepientas, a que estés en vela, porque el vendrá como ladrón y aunque parezca que todo en la vida te sonríe no te confíes porque no sabes la hora en que le dirás adiós a este mundo, en el que tu lugar será tumba donde únicamente tendrás como posesión una caja de madera, donde los gusanos se comerán tu cuerpo, pero tu espíritu tendrá que rendir cuentas al creador y no habrá marcha atrás, es por ello que Jesús sabiendo que lo importante es el espíritu y no el cuerpo le dice al Padre: ‘PADRE EN TUS MANOS ENCOMIENDO MI ESPÍRITU’ así que escucha la exhortación de Dios y la puede leer en el libro del Apocalipsis capítulo 3, 3 ‘ACUÉRDATE, POR TANTO, DE CÓMO RECIBISTE Y OÍSTE MI PALABRA: GUÁRDALA Y ARREPIÉNTETE. PORQUE, SI NO ESTÁS EN VELA, VENDRÉ COMO LADRÓN Y NO SABRÁS A QUE HORA VENDRÉ SOBRE TI’ (palabra de Dios)

Ahora ponte en actitud de oración y tu sabes muy bien de lo que tienes que arrepentirte, tú sabes muy bien que le tienes que decir al Señor, pero sí no encuentras las palabras adecuadas, déjame ayudarte y repite está oración y notarás como el Señor te irá ayudando a soltar tu lengua para que le hables con un corazón sincero y arrepentido

Padre amado, me arrepiento de todas las formas que te haya ofendido, a sabiendas o sin saber. Yo he pecado en lo que he hecho, y en lo que he dejado de hacer. Yo vengo a tu presencia y pido por la gracia de un corazón profundamente arrepentido. Tú sabes mis secretos más íntimos. Yo abro mi corazón a ti en este día y te pido que me enseñes de qué manera he bloqueado el paso de tu amor. Perdóname, Padre, por todos mis pecados, mis faltas, y mis fallos. Por todas las veces que me he ido a la deriva, y no he escogido la vida sino la muerte. Estoy profundamente arrepentid@. Me arrepiento de mi falta de fe sobre todo por que tu me has dado tu palabra, tu promesa de vida eterna y no la he sabido guardar y con ello he pecado de no creer verdaderamente en tu amor por mí.

Sé que he sido servidor en el reino y he pecado en contra de la pureza, lujuria, fornicación, adulterio, libros impuros, películas y videos, y fantasías sexuales por ello yo me arrepiento y te pido perdón.

Sé que he comportado compulsiv@ o adictiv@ a la bebida, droga, juego, sexo, comer excesivamente, y otras acciones que tú conoces, me arrepiento por ello y te pido perdón porque quiero estar cerca de ti y tener un nombre nuevo y no ser borrado del libro de la vida.

Sé que he herido a otras personas por mi comportamiento y porque me he alejado de ti y de la Iglesia, por robar, mentir, decepcionar y cometer fraude. Me arrepiento y te pido perdón.

Sé que he fallado en la evangelización y que mi testimonio no es el que debo dar, porque no he afianzado a otros en la fe, porque he desatendido a mis herman@s en la fe, sobre todo cuando buscaban consejo o bien cuando me exhortaban a seguir en tus caminos, por mi frialdad, mi poco amor y lo desconsiderad@ que he sido con ellos, porque he sido capaz de ver la paja en el ojo ajeno pero no en el mío, me arrepiento y te pido perdón, porque quiero tener mis vestiduras más blancas que la nieve.

Sé que he sido chismos@, he traicionado confidencias y porque he incumplido en el camino de la fe y he instado a otr@s a fijarse en otra fe. Me arrepiento por ello y te pido perdón.

También he sentido envidia, odio, resentimiento, falta de perdón, celos, crítica y he juzgado a otros porque he sido egoísta y no he expresado el amor como yo lo recibí de tu parte y no he guardado expresiones de amor. Me arrepiento y te pido perdón por ello.

Tengo muchas áreas que me dan vergüenza, áreas que tengo escondidas, ciertos hábitos personales, culpas secretas, oscuridad que me he negado a presentarte desde siempre y como me arrepiento de ello no te las escondo más ni a mí mism@, te pido perdón porque quiero que HOY sea el día de mi sanación y de mi liberación a la cual yo he vuelto, pero tú con tu palabra de amor me haces volver a tus brazos y de ahora en adelante compartiré tu amor con otros. Gracias, Señor. Amén.

Si quieres llorar, llora herman@, porque la sanación empieza y con ello sentirás el cálido abrazo de amor del padre.

Padre nuestro… Dios te salve… Gloria…..

Ejercicio para toda la vida, no volver a pecar de lo que te has arrepentido.

Luis Mayorga

Ministerioisaias@gmail.com

Próxima catequesis sexto mensaje a la iglesia

Comentarios

IRENE ha dicho que…
QUISIERA Y ME DIERAN UNA ORACION QUE LE PUEDA HACER AMI HIJO YA QUE TIENE HIPERACTIVIDAD AGRESIVA Y NO LO PUEDO CONTROLAR Y TIENE 5 AÑOS Y DESDE QUE TIENE 1AÑO ESTA ASI Y CREANME QUE YA NO PUEDO MIS ENERGIAS YA SE ESTAN ACABANDO AYUDENME POR FAVOR DIOS LOS BENDIGA
LUIS MAYORGA ha dicho que…
Querida hermana, te sugiero busques ayuda profesional que te pueda orientar. Tambien sería bueno que lo pongas en un colegio para que allí pueda 'quemar' toda la energía que tiene. No mencionas si tiene hermanos pero sería bueno que incremente su vida social.

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