PADRE NUESTRO 9


Cuantas semanas de catequesis, cuantos ejercicios espirituales ¿tus avances?, queda la respuesta en el aire.

Recuerda que en las oraciones básicas, las que haces todos los días, hay un ejercicio de Perdón. De ello te hablare en esta catequesis, continuando la serie LA ORACION DEL SEÑOR, espero que ya hayas buscado el sacramento de la confesión. Sigue adelante, no desmayes que el demonio no te aleje del camino correcto.

COMO TAMBIEN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN, así dice la oración del Señor, ahora bien, hagamos un pequeño cambio y di COMO TAMBIEN YO PERDONO A LOS QUE ME OFENDEN.

Este {COMO} no es el único en la enseñanza de Jesús: SED PERFECTOS {como} ES PERFECTO VUESTRO PADRE CELESTIAL Cf. Mt 5,48.

Recuerda y no lo olvides, perfecto, significa SANTO, es voluntad del Padre que tu seas un santo o una santa. SED MISERICORDIOSOS, {como} VUESTRO PADRE ES MISERICORDIOSO Cf. Lc. 6,36. OS DOY UN MANDAMIENTO NUEVO, QUE OS AMEIS LOS UNOS A LOS OTROS. QUE {como} YO OS HE AMADO, ASI OS AMEIS TAMBIEN VOSOTROS LOS UNOS A LOS OTROS Cf. Jn 13,34. Observar el mandamiento del Señor es imposible si se trata de imitar desde fuera del modelo divino. Se requiere de algo más, este más, se encierra en una sola palabra AMOR, amor al Padre. Y el amor al Padre es una participación, vital y nacida DEL FONDO DEL CORAZON, en la SANTIDAD, en la misericordia y en el amor de nuestro Dios. Solo el Espíritu que es TU VIDA (Ga 5,25) puede hacer tuyo el mismo sentimiento que hubo en Cristo Jesús Cf. Flp 2,1.5. Así, la unidad del perdón se hace posible, PERDONANDO MUTUAMENTE ‘COMO’ TE PERDONO DIOS EN CRISTO (Ef 4,32) Se entiende entonces que el que perdona esta mas cerca de la santidad que el que no lo hace, porque el perdón es un don divino. Jesús estando en la Cruz, pidió perdón por los que lo crucificaron. Humanamente, perdonar, imposible se puede decir, ¿ puedes tu perdonar al que te viola, al que mata, al que te golpea etc.?, si no lo has sufrido en carne propia, quizás digas si, o no. El que lo ha sufrido en carne propia, también pensará mucho antes de responder, el que ha sufrido en carne propia y esta logrando la búsqueda de la santidad lo hará, porque ha entendido el amor de Dios y el entendimiento de ese amor lo ha llevado a amar a Dios, con todas sus fuerzas, con toda su alma y con todo su pensamiento, sabiendo muy bien, que la venganza es de Dios, tu papel, es perdonar a los que te ofenden, a los que te humillan, a los que te maldicen, a los que insultan, a los que te hacen daño, a los que te hieren, a los que te hacen vejamen, a los que esclavizan, a los que te engañan, a los que te mienten, a los que odian y pudiera continuar con la lista, ¡ que difícil es ser CRISTIANO!, que fácil decir soy cristiano, que difícil actuar como Jesús, que fácil decir que soy como Jesús. Por ello, cuando digas COMO NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN... piensa muy bien lo que estas diciendo por qué es probable que no lo estés haciendo.

Así adquieren vida las palabras del Señor sobre el perdón, este Amor que ama hasta el extremo del amor Cf Jn 13,1. La parábola del siervo sin entrañas, que culmina la enseñanza del Señor sobre la comunión eclesial Cf. Mt 18,23-35 acaba con la frase: ESTO MISMO HARA CONTIGO MI PADRE CELESTIAL SI NO PERDONAIS CADA UNO DE CORAZON A VUESTRO HERMANO. Allí es, en efecto, en el fondo del corazón donde se ata y desata. No esta en tu mano no sentir ya la ofensa y olvidarla; pero el corazón que se ofrece al Espíritu Santo cambia la herida en compasión y purifica la memoria transformado la ofensa en intersecion. Aquí, es donde se nota al que esta evolucionando en la santidad, porque se esta humillando así mismo pero al mismo tiempo se esta sanando, esta purificando su corazón, su cuerpo y su espíritu. Toma en cuenta que el perdonar equivale al no odiar, al no guardar rencor, en ningún momento implica el estar con la persona y aguantar humillaciones y vejaciones de esta persona o personas hacia la tuya, eso si, si puedes ayudarle en algún momento de su vida, lo harás, porque no guardas rencor ni le odias. El perdonar es liberarse de odios y rencores es algo celestial como ya se dijo anteriormente, tan celestial es, que Jesús estando clavado en la cruz, pide perdón al Padre por los que lo llevaron a semejante sacrificio y los excusa ante el Padre porque dice no saben lo que hacen. Jesús se presenta ante el Padre limpio, va al Padre con un corazón puro. Por ello te digo, cuando Jesús es el centro de tu vida interior, esperas Su reconciliación contigo y con otros. El Espíritu Santo no te va a dejar tranquil@ en tus relaciones rotas, pero tampoco espera que tu perdones por tus propias fuerzas. El lo va ha hacer a través de ti, según lo dejes entrar en tu interior. Jesús contesto a la pregunta ¿hasta cuanto tienes que perdonar?, hasta 70 veces siete, es decir siempre. Haz la decisión de reconciliarte con las personas que forman parte de tu vida. Resuelve liberarlos; y a la vez LIBERATE también a ti mism@. Sabes muy bien que la vida es muy corta y muy preciosa, para desperdiciarla, y estar atad@ y atrapad@ en las cadenas del odio y el rencor, que son males por medio del cual el demonio te ata. Entregado todo, hoy. No te vas a arrepentir. El perdón empieza con una decisión, las emociones vendrán después.

Dile al Padre que escoges perdonar a todas las personas que te han dañado, por ejemplo a tu madre, padre, cónyuge, hijos, hermanos, hermanas, amistades, empleadores, maestros, profesionales, clero y otros que tu sabes que te han dañado, consiente o inconscientemente, pide bendiciones para todos ellos, sentirás como la cadena que te tenia atad@ se rompe y tu corazón se libera de la opresión causada por el odio y el rencor. Deja que Dios te sane, deja que El, te llene con su amor infinito, Jesús conocedor de la humanidad, sabe que para ser perdonado hay que perdonar, es por ello que la oración del Señor dice: perdona nuestras ofensas, COMO NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN.

Lo increíble de la oración cristiana es que llega hasta el perdón de los enemigos Cf. Mt. 5,43-44 Transfigura al discípulo configurándolo con su Maestro, se esta diciendo entonces que el Espíritu de Dios se posesiona de tu persona, elevándote a un grado de santidad, porque humanamente, se puede decir que es casi que imposible el poder perdonar, el Espíritu te configura, te transforma, pudiendo de esta manera perdonar, porque el perdón es cumbre de la oración cristiana y el don de la oración no puede recibirse mas que en un corazón acorde a la compasión divina, si tu corazón esta en sintonía con Dios, en su amor, no tengas ninguna duda que el perdonar se te hará fácil. Además, el perdón da testimonio de que, en tu mundo y en el nuestro el amor es mas fuerte que el pecado, se puede entender entonces que el no poder perdonar, es pecado, porque te atas a los deseos del enemigo es decir la serpiente antigua. Los mártires de ayer y de hoy dan este testimonio de Jesús. El perdón es la condición fundamental de la reconciliación Cf. 2Co 5,18-21 de los hijos de Dios con su Padre y de los hombres entre si. A esto le puedo sumar el hecho simple, todos pecamos, todos ofendemos nadie esta libre de culpa, entonces el que este libre de culpa, de pecado que lance la primera piedra, porque es muy fácil, ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el tuyo propio, recuerda, si el Padre te perdono todas tus culpas, ¿quien eres tu, para no poder hacerlo?

No hay limite ni medida en este perdón, esencialmente divino Cf Mt 18,21-22; Lc 17,3-4. Si se trata de ofensas (de pecados según Lc 11,4, o de deudas según Mt 6,12), de hecho tú eres siempre deudor: CON NADIE TENGAIS OTRA DEUDA QUE LA DEL MUTUO AMOR (Rm 13,8). La comunión de la Santísima Trinidad es la fuente y el criterio de verdad en toda relación Cf. 1Jn 3,19-24 Se vive en la oración y, sobre todo, en la Eucaristía Cf. Mt 5,23-24. Piensa un poco en lo hipócrita que eres al aceptar la Hostia consagrada, cuerpo de Cristo si tienes rencor contra tu prójimo, bien dice San Pablo, el que comulga indebidamente, para su condenación lo hace, es por ello que antes de la comunión se reza la oración del Señor, ¿Quieres ser sant@?, aprende a personar a los que te ofenden u ofendieron, perdona en al amor a Dios.

San Cipriano dice lo siguiente:

Dios no acepta el sacrificio de los que provocan desunión, los despide del altar para que antes se reconcilien con sus hermanos; Dios quiere ser pacificado con oraciones de paz. La obligación más bella para Dios es nuestra paz, nuestra concordia, la unidad en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo de todo pueblo fiel.

Que Dios nuestro Señor te ayude en esta semana de ejercicio espiritual, el cual CONSISTE EN PERDONAR A TODOS LOS QUE TE HAN OFENDIDO DE PALABRA, EMOCIONALMENTE, FISICAMENTE, DEJAR QUE LA PAZ INNUNDE TU CORAZON.

Padre Nuestro…. Dios te salve…. Gloria…

Luis Mayorga

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