LA GENTE RELIGIOSA TIENE LA TENDENCIA de enfocarse en la
oscuridad más que en la luz. Oigo a tantos cristianos pronunciando palabras que
provocan amargura en el espíritu tales como: la cultura tiene la culpa o el
gobierno tiene la culpa o tal grupo de interés especial es una influencia
negativa. Si tu caminas como Jesús lo hizo, no lamentaras la oscuridad porque estarás
enfocado en la luz que traes. Te digo:
Imagínate sentado en la banca de tu iglesia un domingo o cualquier
otro día por la noche, de pronto, las luces se apagan y el lugar queda a
oscuras totalmente. Si un acolito o fiel enciende solo una pequeña luz en ese
lugar, es vista de inmediato por todos los asistentes, no importa donde esté. Hno.
Hna. Es una imagen de ti en un mundo totalmente oscuro. No importa cuan grande
sea el espacio oscuro, tu luz puede ser vista por todos a tu alrededor. No se puede ocultar, así que, ¡déjala brillar!
Entonces no hay necesidad de enredarse en conversaciones estresantes, desalentadoras
a acerca de cómo está el mundo y lo que la cultura cambiante nos presenta.
Este tipo de caminar no solo te saca del modo religioso, sino
que te transporta al amor de Jesús. Eso nunca ocurre como resultado del desempeño
religioso. Como San Juan nos recuerda en la carta que escribió; Nosotros le
amamos a él, porque él nos amó primero -1 juan 4,19-
Si tratamos de realizar la obra de Dios con nuestra propia
fuerza, fuera de su amor, no habrá ningún poder detrás de ella. Pablo señala:
si yo hablase lenguas humanas y angelicales, y no tengo amor, vengo a ser como
metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Por el contrario, el amor de Cristo nos da un ambón en todas
partes, con el eterno poder del espíritu santo detrás de él, el amor nunca dejará
de ser, las profecías terminaran, y cesaran las lenguas, y la ciencia acabará. Porque
en parte conocemos, y en parte profetizamos, mas cuando venga lo perfecto,
entonces lo que es parte se acabará.
¡ tú eres luz!
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