Una excelente comparación con que el evangelio según San
Juan 15,1-8 describe la unión de los discípulos con Jesús. El es la vid, la
cepa. Los fieles son los sarmientos. De la vid pasa la savia, o sea la vida, a
los sarmientos, si permanecen unidos a la vid. Si no, quedan secos, no dan
fruto y se mueren. Dios Padre es el viñador, el que quiere que los sarmientos
no pierdan la unión con Cristo. Esa es la mayor alegría del Padre, que den
fruto abundante. Incluso para conseguirlo, a veces recurrirá a la poda, para
que de más fruto. De entre las varias comparaciones que tienen como clave la
vid y la viña se puede decir, el pueblo de Israel como una viña plantada por
Dios, que se queja amargamente de que la viña en la que se había puesto su
ilusión no le da frutos, los viñadores malos castigados porque no pagan al
dueño, esta de la cepa y los sarmientos es la que más íntimamente describe la unión
vital de Cristo con su iglesia.
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