CRISTO COMO LUZ SIGUE DIVIDIENDO A LA HUMANIDAD.
También ahora hay quien prefiere la oscuridad o la penumbra y es que la luz
siempre compromete, porque pone en evidencia lo que hay, tanto si es bueno como
defectuoso. Tu como seguidor de Jesús, ¿aceptas plenamente en tu vida su luz,
que te llega por ejemplo a través de su palabra que escuchas infinidad de
veces? ¿Eres hijo de la luz, o también en tu vida hay zonas que permanecen en
la penumbra, por miedo a que la luz de Cristo te obligue a reformarlas?
Ser hijo de la luz significa caminar en la verdad, sin
trampas, sin hipocresías. Significa caminar en el amor, sin odios o rencores.
La tiniebla es tanto dejarte manipular por el error, como encerrarte en tu egoísmo
y no amar.
Durante la cincuentena pascual, después de haber entonado
solemnemente en la Vigilia la aclamación Luz de Cristo, encendiste en tus celebraciones
el cirio pascual, cerca del libro de la palabra. Quiere ser un símbolo de que a
Cristo resucitado lo sigues porque es la autentica luz del mundo, y que quieres
vivir según su luz, sin tinieblas en tu vida.
Y además, siendo luz para los demás, porque ya te lo ha
dicho el Señor, tu eres la luz del mundo… brille así su luz delante de los
hombres. Mateo 5,14-16
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