LOS DE SIEMPRE, CONTRA JESÚS REACCIONAN MÁS VIOLENTAMENTE
aun que contra Jeremías. Sus enemigos de nuevo agarran piedras y lo quieren
eliminar. Es el acoso y derribo. Una vez más se suscita el tema crucial.
Blasfemas, porque siendo un hombre te haces Dios. Por eso lo quieren apedrear.
Su Yo Soy escandaliza a los judíos. Los razonamientos están llenos de ironía.
¿por cual de las obras buenas que he hecho me quieren apedrear? ¿No esta
escrito en la ley son todos dioses, hijos del altísimo? En parte, Jesús les da
la razón. Si Él no probara con obras que lo dice es verdad, serian lógicos en
no creerle. Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero sí las hace y,
por tanto, no tienen excusa su ceguera y obstinación. Otras veces lo tachan de fanático,
o de endemoniado, o de loco. Hoy en la lectura del evangelio San Juan 10,31-42
de blasfemo. Cuando uno quiere ver, no ve. Gracias a Dios que muchos creyeron
en Él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario