Se puede decir que Santiago fue como si escribiera para
nuestro tiempo o a lo mejor para nuestras comunidades. Somos un país con un
alto porcentaje que profesa el cristianismo, independientemente de la denominación
o movimiento al que se pertenece, pero estamos más fragmentados que un vidrio
roto. La pregunta es ¿por qué? La respuesta es por lo que señala Santiago,
basamos nuestra fe sólo para nosotros, y vaya, si no defendemos nuestros
movimientos, apostolados o religión de una manera egoísta y con ello buscar
nuestra salvación, con las practicas religiosas, olvidando que la practica
religiosa que desea el Señor Jesús y expresa verdaderamente nuestra fe es la
caridad, la fraternidad, la solidaridad. Sigamos así y nadie creerá en
nosotros, ni dejaremos que otros conozcan a Jesús si no nos amamos de verdad.
SANTIAGO 2,14-18
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