EN EL LIBRO DE LA SABIDURIA, el justo no es el que cumple fielmente las normas religiosas, si no el que vive con justicia, apartado de la maldad en otras palabras, de los principios que el mundo enseña, que hoy en día se están llevando a la iglesia por medio de ideologías. Nótese también que el justo vive la religiosidad, pero no para cumplir, sino para fortalecer su compromiso con el bien, con Dios y sus semejantes, de los cuales hay pocos. Hay bases para los conflictos sociales y religiosos. La envidia y la codicia, que forman parte de los 7 demonios o pecados capitales. Tener más lleva a la ambición y, arrastra a la fraternidad. No solo se puede ser envidioso en lo económico, también abarca otras áreas de la actividad humana. ¡Ten cuidado! Estos sentimientos son muy sutiles y, muchas veces, los cubren o saben cubrir con mascaras de bondad, de religiosidad, de servicio, duro decirlo, pero así es. El mismo Jesús encontró este germen dañino para el futuro de su proyecto. Ellos,