DESPUES DE HABER DE HABER SIDO SEDUCIDO O SEDUCIDA cuando
escuchaste el llamado del Señor, ahora te das cuenta de las consecuencias del si
que le diste. Todo comenzó alegremente y se quiere con mucha emoción,
entusiasmo, pero mientras vas caminando en la fe el camino se estrecha y la
pendiente se hace más pronunciada. ¿no has sentido alguna vez la amenaza y el
abandono del camino recto? Y esto es porque el camino del Señor no da regalos
anticipados y constantes, la corona se encuentra al final.
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