Hoy se recuerda a dos grandes pilares de la Iglesia, Pedro y Pablo. Humanamente les fue difícil trabajar juntos, porque tenían una visión diferente sobre cómo llevar la palabra y, además, eran punta de lanza, con un carácter que no pudieron conciliar. Pero, ambos estaban comprometidos, apasionados por el evangelio y Jesús. Cada uno de diferente manera entraron por el camino que Jesús les había trazado. ¿Qué puedes aprender de ellos para ponerlo en práctica en los días de hoy? Pedro era un hombre que el mismo evangelio nos presenta con poca educación, de profesión pescador, disponible desde el primer llamado del Señor, compartió su vida familiar, ya que el evangelio nos narra que Jesús le curó a su suegra y, según excavaciones de la arqueología bíblica, Jesús vivió en su casa o bien cerca de ella mientras se dedicaba a anunciar la buena nueva. Manifestó el protagonismo dentro del grupo de los doce, cosa que seguramente, le valió el ministerio de apacentar a la iglesia de Jesús. Ped
ESTE NO ES UN METODO, ES INSPIRACION DEL ESPIRITU SANTO PARA TU SALVACION MINISTERIO DE EVANGELIZACION ISAIAS 6,8