IGNORANCIA FUE LA PALABRA que usaron los apóstoles para
no darse cuenta de que en medio de ellos estaba el Mesías, que había hecho
milagros y dijo palabras más que Moisés y los profetas.
Pero este tipo de ignorancia puede costarte muy caro. Ignorar
a Dios y a Jesús es perder el sentido de la vida, es no saber interactuar con
tus semejantes y la naturaleza, es destruir tu vida bajo la esclavitud de tus
pasiones y egoísmos. Es, en fin, el perderlo todo. ¿No te has dado cuenta de
eso?
Los apóstoles estaban entre el miedo, la alegría,
desconfianza, la desconcertación… en fin en una serie de sentimientos que no
les permitía descubrir a Jesús resucitado, considerándolo un fantasma. Luchaban
con la indecisión de aceptar a Jesús como Mesías y Señor, o como uno mas de los
charlatanes de aquel entonces. Pero Jesús les ayudo a abrir sus entendimientos
al explicarles la escrituras y compartir los alimentos con ellos.
Sí, es en compartir
donde puedes descubrir a Jesús. Aislado en tus desordenes mentales y
sentimentales solo encontraras confusión. Permite que Jesús tome la iniciativa
y no tú, deja que Él te conduzca para poder encontrar el camino. Hechos 3,11-26
Lucas 24,35-48
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