JEREMIAS PRESENTA EL CONTRASTE entre el que confía y busca apoyo en un hombre o en la carne, y el que confía o tiene su corazón en el Señor. Entonces, ¿la invitación es a no confiar en el otro?
No. Aquí se entiende hombre como carne, que significa debilidad y caducidad humana manifestada en el egoísmo, la corrupción, etc. Por tanto, la invitación de Jeremías es a no confiar en las autoridades de su tiempo que se han hecho débiles, por no defender la Causa de Dios que son débiles, sino la causa de los poderosos de su tiempo. En este sentido, el que confía en la carne será estéril, es decir, no produce, no aporta, no contribuye al crecimiento de nada. Por eso es maldito. – Jeremías 17,5-8 -
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