Nuestra boca se ha abierto a vosotros.
NUESTRA BOCA SE HA ABIERTO A
VOSOTROS, oh corintios, nuestro corazón
se ha ensanchado. – 2 corintios 6,11- Pablo está hablando a una iglesia que
está entrando en una nueva temporada. Ellos tienen una historia buena y
gloriosa, pero también han soportado algunas pruebas y dificultades.
Todos los que leen esto tienen algo en común con todos los
demás, se llama la carne, esa cosa que hace que no llegues a alcanzar lo mejor
de Dios. La iglesia en Corinto estaba llena de lo Pablo llamaba carnalidad,
pero Pablo les aseguraba que su corazón estaba completamente abierto a ellos.
Pablo los desafía y quiere corregirlos, pero también anhela
ver el crecimiento y la madurez tengan lugar en ellos. En el versículo 12,
dice: no estáis estrechos en nosotros. En otras palabras, les está diciendo que
no hay limitaciones sobre ellos y que son libres de entregarse por completo a Jesús.
De la misma manera, no debemos ser personas de poca fe,
restringiendo la obra del Espíritu Santo en nuestras vidas. Pablo continúa
diciendo: pero si sois estrechos en vuestro propio corazón. ¿Qué te mantiene
limitado? ¿Qué te mantiene moderado, incluso aburrido en tu fe? ¿Por qué no estas
viendo una explosión de fe y celo en tu vida?
Quizás has sido herido, ¿Quién no?, y esto evita profundices
en las cosas del Señor. Pero la palabra dice: y seré para vosotros por padre, y
vosotros me seréis hijos e hijas. Un padre da dirección y habla bendición sobre
tu vida. El llama a la existencia grandes cosas para ti y te da una herencia.
Puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación
de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Al echar
mano de las promesas de Dios, puedes tener una comunión renovada con Cristo, lo
cual te hará andar en reverencia y santidad ¡de una manera que nunca has
experimentado!
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