Y BUSQUÉ ENTRE ELLOS HOMBRES QUE HICIESE vallado y que se pusiese
en la brecha delante de mí, a favor de la tierra. – Ezequiel 22,30-
Dios dice que él está buscando a alguien que esté dispuesto
a ponerse en la brecha, en ese lugar ancho y vacío donde algo está faltando. El
evangelizar, la adoración, la enseñanza, la predicación, las buenas obras y el
ministerio de jóvenes están bien cubiertos, pero la brecha en tu parroquia
puede ser la oración.
El Señor llama a su iglesia a ponerse en la brecha, sin
importar cuál pueda ser el resultado. Si sólo oras para tener éxito en tu
propia vida, eres como los fariseos, y Jesús los llamó hipócritas o impostores.
Puedes pretender estar en la brecha por alguien más, pero en realidad quieres
algo para ti mismo. Si no obtienes lo que quieres de Dios, después de quince minutos,
dejas de orar. La reunión de oración y la búsqueda de su rostro ya no forman
parte de tu vida, y dudas de que Dios conteste tus oraciones.
Dios busca la oración persistente, fiel y sincera. Ponerse en la brecha en el lugar secreto con Dios durante 15 minutos cada día es un buen comienzo. Te darás cuenta de que esos quince minutos se convierten en 20 y luego en 30. No te preocupes por cuánto tiempo oras, solo mantente constante.
La biblia dice claramente que él quiere que estemos llenos
de su amor y poder, y esto sólo sucede cuando vamos al lugar secreto con él. Si
estás haciendo buenas obras solamente para que te vean los hombres, eso es todo
lo que verás y tu vida se consumirá con preguntas como estas ¿me vieron?
¿aprecian lo que he hecho? ¿soy aceptado? ¿soy amado?
Cuando estes parado en la brecha y sirviéndole, no importara
lo que digan los demás y no estarás buscando esa palmadita en el hombro. Los ojos
del Padre están sobre ti y el está diciendo Bien hecho, buen siervo fiel.
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