SAN PABLO GUARDO

 

PABLO GUARDO SU FE DURANTE LOS TIEMPOS buenos y malos.

En sus últimos días, San Pablo pudo sentirse satisfecho: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 2timoteo 4,7. Reflexiona por unos instantes sobre el testimonio de  San Pablo en el momento que escribe. El podía haber dicho: Satanás envió mensajeros para pelear conmigo en Jerusalén, Damasco, Asia, Éfeso, Antioquía y Corinto. Pero guardé la fe.

Trató de hundirme en el Mediterráneo azotado por tormentas. Tres veces naufragué, descendiendo a lo profundo, noche y día. Pero guardé la fe.

Cinco los veces los judíos me golpearon con treinta y nueve azotes. He sido echado en la cárcel, tres veces golpeado con varas, apedreado y dejado muerto. Pero guardé la fe.

Me he enfrentado al peligro en el campo y la ciudad, en el desierto y en el mar. He sido robado por mis propios compatriotas. He sido puesto en peligro por falsos hermanos. Pero guardé la fe.

En ocasiones, he estado extremadamente agotado, lleno de dolores en el cuerpo, noches enteras sin dormir. He tenido hambre y sed, he estado con frio y desnudo, cargado pesadamente de todo tipo de preocupaciones. Sim embargo, guardé la fe.

He estado atribulado, perplejo por todos lados, afligido y perseguido, pero nunca en el suelo. Mi fe nunca fue sacudida. En todo ello, mi confianza en el Señor nunca ha sido destruida.

Así que hermano y hermana, no caigas en las mentiras del diablo cuando sufres angustia, dolor o problemas. No permitas que una raíz de amargura entre en tu corazón y comience a alimentar la ira hacia Dios y lo que es peor, dudar de Dios: ¿Por qué permite el Señor esto? ¡Si tú tratas tan duro de complacerlo, confiando tanto en Él! ¿Por qué te deja caer?

 Dios nos ha advertido acerca de tales tiempos, no permitan que esto suceda. En lugar de ello, sean diligentes, tengan cuidado, aferrándose a su confianza, que tiene una gran recompensa.

Más bien, recuerden que él nos dice: Invócame en el día de la angustia, te libraré, y tú me honraras.

Permanece fiel para invocarlo en los momentos difíciles. Hecha siempre tus preocupaciones sobre él.