XIII
Lo que he visto en las
iglesias, en los grupos o bien comunidades es que muchos se glorían de su
fe. Se vanaglorian del trabajo de los
demás, tomándoselo para sí, también he visto que los lideres se engrandecen a
si mismos, se olvidan de practicar la caridad que es el resultado de la fe, se
olvidan que tienen ovejas a su cargo, que son pastores que el señor ha elegido
para gobernar una pequeña parte de la iglesia terrenal.
Se atribuyen éxitos que no les
corresponde y gracias a estos líderes mi esposa nunca fue y quiso pertenecer a
la iglesia en forma activa. Cuando estos líderes tienen poder, el sacerdote o
pastor independientemente de la religión que sea, delegan tantas atribuciones
en los laicos sin supervisarlos adecuadamente que pierden el control. No se si
lo hacen para dedicarse a otras tareas extra pastorales.
Se olvidan de calificar constantemente
a los lideres en el progreso de la fe, y más se fijan en resultados económicos,
que en resultados espirituales, también cuando ven que un líder ha tomado
fuerza, lo bajan, porque temen que les quite el puesto, temen que sean mas
populares que ellos, entre los lideres se genera desconfianza, envidia, egoísmo
y más si el que esta tomando popularidad es recién ingresado al movimiento,
ministerio o que se yo. En esto tiene gran culpa el pastor general. Que no
vigila el progreso de la fe de sus lideres, lo mismo sucede con la curia, que
no evalúa a sus sacerdotes y los deja a su libre albedrio para que muchos
cometan abusos. Cuando el clamor de la grey aumenta simplemente lo mueven de
lugar cual piezas de ajedrez.
Los verdaderos a semejanza de Cristo
son los que esperan, son los que se engrandecen en la fe de los otros. Jesús fue engrandecido por medio de sus discípulos,
Dios fue engrandecido por medio de Jesús, lo que quiero decir, es que el mismo Jesús
nunca se proclamo a si mismo como un líder, como un rey, fue su testimonio el
que lo engrandeció, y el testimonio que el dio de si mismo hizo que muchos
creyeran en Dios.
El buen líder, no busca
engrandecerse a si mismo, sino que se engrandece gracias al testimonio de sus
seguidores. Ese es el fruto de la fe.
Me he examinado a mi mismo, y
puedo decir que estoy en la fe en Dios, más no la fe en la iglesia terrenal,
que no volveré a repetir lo que pienso y he visto, pero si digo que vive de
recuerdos gloriosos y que actualmente son incapaces sus miembros de emular a
los santos de los cuales se jactan y les tienen un día especial en el santoral.
Te invito a que te examines a
ti mismo, que compruebes y medites sobre tu fe, si esta está cimentada en una
religión, un santo, una imagen, un pastor, un sacerdote, un líder un
movimiento, o que se yo, que te pruebes a ti mismo si tu fe esta puesta en
Dios, si realmente crees y tienes fe que Jesucristo esta en ti. Porque si es
así tendrías que demostrar los dones del espíritu santo, los frutos del mismo. O acaso la lujuria no esta en ti, o la gula,
o el orgullo para empezar y que podemos decir de las mentiras, los adulterios,
los robos para mencionar algo. Te digo, de una u otra manera encontraremos que
ni tú ni yo tenemos a Cristo en nosotros, y de hecho estamos reprobados, pero
nuestra fe en Dios y nuestro actuar en las obras, lograran que la misericordia
del Señor se apiade de nosotros. Pedro de Betancourt, Francisco de Asís, son
personajes santos de la iglesia universal que sabían que estaban reprobados,
como lo dice Pablo y Agustín, pero la misericordia del Señor y la fe puesta en
él, logró cambios en estos hombres que hoy en día son tomados como santos por
la iglesia terrenal.
Y puedo afirmar, que hoy
pertenecen a la iglesia celestial, porque sus obras en base a su fe logró
cambiar sus vidas y lo demostraron con sus escritos, con sus predicas, con sus
obras. Creo que tu y yo, no somos dignos de desatar las correas de sus zapatos,
tal y como lo manifestó Juan el Bautista en relación a Jesús.
Prueba tu fe, y no lo digo solamente
por ti como siervo de la iglesia, sino que también invito a los sacerdotes y
toda la jerarquía que conducen el reino de Dios como si fuera un reino
terrenal, con bancos, guardias, ministros, diplomáticos y que gozan de una
ciudad dentro de otra ciudad, lo digo también por los mercaderes de la fe, que
se creen iluminados y construyen universidades, ciudades, mega templos y lucran
con el beneplácito de la clase política y que también les permite toda clase de
privilegios, estos mercaderes de la fe se multiplican día con día, y cuales
bacterias infectantes hacen colonias de la fe y desvían con sus doctrinas
fundamentalistas a los incautos de la fe verdadera en Dios.
No es queja, no es critica, es
una realidad existente en la humanidad desde sus inicios, donde los sacerdotes
se autoproclamaron como tales e inventaron dioses, inventaron normas y leyes y
ofrecieron sacrificios, ofrendas, viendo que era bueno lo instituyeron hasta
nuestros días, que bueno, que ya desapareció el Dios de la lluvia, del trueno,
de los vientos, del vino, del amor, que bueno que ya no se hacen cultos de
sacrificio humano en altares de piedra, pero, que malo que esta clase
sacerdotal persista y viva en lujos, llenos de oro y cometiendo toda clase de
barbaridades, como pedofilia, gula, homosexualismo, negocios, sometidos a la
clase política etc. Y puedo asegurar que una gran mayoría de jerarcas
religiosos actúa así.
Pruébense en su fe, y después exijan
a su grey, después critiquen a su grey, sean los primeros en acudir ante la necesidad
de los hambrientos, los oprimidos, los pobres de espíritu, los pacíficos, creo
que no han leído las bienaventuranzas y si lo han hecho, no lo toman en cuenta
para si porque lesiona sus intereses mezquinos.
Ponen de ejemplo a Pablo, Agustín,
Francisco, Pedro, ponen cargas sobre los fieles, los critican, les exigen, al
igual que los fariseos hipócritas, pero son incapaces de tender la mano al
necesitado, son incapaces de dar las migajas al hambriento, pero si exhiben
templos adornados suntuosamente, cobran por los servicios sacramentales,
manejan los templos como empresas y tienen los últimos adelantos tecnológicos,
¿Qué tal?, los invito a que se prueben a si mismos, que yo, estoy en proceso de
examen.
Lo que ayuda bastante a
mantener la fe y perseverar en la fe, es el testimonio de vida que dan personas
que quizás conozcas, aclaro, no es lo mismo testimonio de vida, que dar una
charla sobre experiencia de encuentro con el Señor. El testimonio de vida, se
demuestra día con día, por ello el Señor dijo muy bien, por sus frutos los
conoceréis.
En mi caminar mientras estuve
en comunidad y siendo fiel servidor de la iglesia tuve oportunidad de conocer a
muchas personas que daban su experiencia de vida, unos fueron ladrones, otros
drogadictos, otros borrachos, otros adúlteros etc, pero su testimonio dejaba
mucho que desear, porque de una cosa pasaron a ser, vanidosos, soberbios,
orgullosos, altaneros, envidiosos, chismosos y siendo lideres de la comunidad.
Mientras que otros, los muy pocos, los menos, no hablaban mucho sobre su vida,
pero el testimonio que daban de fe día con día, era de lo mejor. Y como siempre
en la vida, estos eran los más humillados o bien los menos tomados cuenta por
lideres y pastores de la iglesia.
Otros, hablan mal de la gente
que persevera, y les recuerdan
constantemente su pasado, y no solo en la iglesia en la que sirven, sino aun su
propia familia, vecinos y compañeros de trabajo, pero lo soportan con fe, lo
lamentable, es que los propios miembros de su comunidad hablen mal de ellos y a
espaldas de ellos.
Hermano y hermana, fíjate en
aquellos con su diario accionar, dan frutos, dan testimonio de la fe que tienen
en el Señor, porque ellos te ayudaran a fortalecer tu fe, ahí tienes de ejemplo
a Pablo, por ello te invito a que leas el contexto y texto del siguiente
versículo Gálatas 1,23
La historia humana ha dejado un
gran legado de personas que supieron encarnarse en Cristo, por bondad,
misericordia, solidaridad, paciencia, paz, amor hasta el sacrificio. Quizás
algunas no reúnan la santidad a la perfección, pero fueron capaces de mostrar
al mundo la esencia del Señor, lo hicieron por la fe que tenían.
Entendieron muy bien que hubo
un hombre, de origen divino que amó de gran manera que no dudo en entregarse a
un sacrificio horrendo con tal de lograr la reconciliación de la humanidad con
Dios. En estas personas que su fe era
demasiada dejaron que Cristo viviera en ellos y los frutos que dieron a los
hombres quedaron la mayor parte registrados. Lo bueno de todo esto, es que hoy
en día siguen habiendo personas que se nota que Cristo vive en ellos, a pesar
de lo turbulento de la historia contemporánea.
Repito, no importa a que
religión pertenezcan, porque al final nadie es culpable de haber nacido en un
hogar donde ya existía una creencia religiosa que le fue transmitida, lo
importante es actuar a la manera de Cristo, es por ello que quizás el dijo, hay
otras ovejas que no son de este redil, pero dio a entender que igual, eran
hijos e hijas de Dios.
Creo en lo personal que estas
comprendiendo el significado de la fe, fuerza extraña propia de tu persona,
pero que si la potencias en el Señor, será mucho mejor.
Algo que hay que mencionar y no
menos importante que la fe, es el Espíritu Santo, este hace que tu fe se
incremente, hace que Cristo habite en tu persona, ya lo dijo Jesús en una
ocasión. Si sumamos a tus buenas obras,
más la fe en la palabra de Dios, te digo, el Espíritu Santo se manifestará en
tu persona, otorgándote los dones necesarios para seguir por el camino de la
santidad.
Porque cuando sientes que te
debilitas, que ya no tienes fuerzas, el Espíritu Santo te auxiliará en el
momento oportuno, aunque, este a voluntad de Dios puede auxiliarte en cualquier
momento seas o no creyente en Jesús. Es lo que llamamos en algunas ocasiones
fuerza de flaqueza, divina providencia, milagros, casualidades etc.
El espíritu se manifiesta según
Dios lo quiere, y esto ha quedado plasmado en la historia de la salvación donde
el Espíritu de Dios se manifestó a varios personajes sin estos pedirlo o bien
aun sin creer en Dios. Fue Jesús quien
nos vino a hablar de Él, quien vino a mostrar las bondades del Espíritu Santo,
y fue la promesa que le hizo a los apóstoles, el cual recibirían la unción en
forma como lenguas de fuego que se posaron sobre sus cabezas.
Pablo, fue uno que recibió esta
fuerza que viene de lo alto, aunque la recibió mucho después, y fue gracias a
fuerza de la predicación que recibió de los apóstoles y la comprensión de las sagradas
escrituras, esto hizo que su fe se incrementara, por ello cuando lees lo
escrito por Pablo, notaras las influencia del Espíritu Santo en su vida, que no
es más que la influencia de Dios y del Hijo. En los escritos de Pablo descubrirás
las acciones y manifestaciones del Espíritu Santo.
Entonces te digo, suma tus
obras, más tu fe, y el Espíritu de Dios se manifestará en ti, porque haciendo
obras es como haces caridad y haciendo caridad haces la voluntad de Dios y
haciendo la voluntad de Dios, recibirás a Cristo y a Dios en tu vida, que hará
de ti una persona que podrá dar los frutos del Espíritu Santo a los demás.
La fe en la predicación nace de
ahí, de la escucha en la palabra de Dios que nace la fe. Por ello todo aquel
que predica, da catequesis, charlas, homilías no importando su estado de vida
hace que los oyentes vayan abriendo su corazón a la fe. Por ello Pablo dijo con
certeza, hay de mí si no predicare el evangelio. Pablo sabía que no estaba
haciendo nada, si no predicaba la buena nueva. Jesús fue el iniciador, el
primero en anunciar el reino de Dios, el amor de Dios, la buena noticia de la
salvación. Los que le escucharon fueron poco a poco cambiando sus vidas hasta
como muchos dar la vida por la verdad.
Cuando la fe se enraíza en el
corazón del oyente, el espíritu santo empieza a manifestarse hasta hacer que
esa alma de frutos, frutos que muchos tomaran para consolarse, para tener paz,
y Francisco de Asís fue una persona que dio muchos frutos y muchas personas
tomaron de esos frutos, cumpliéndose la palabra de Dios en Francisco, por sus
frutos los conoceréis.
Esto también hay que tomarlo en
cuenta, la palabra de Dios, el evangelio, cada quien tiene que hacer vida el
evangelio, como que Cristo se encarne por medio de su Espíritu en el creyente.
Y esto llevará consigo, el poder realizar milagros, porque los milagros se
pueden y dan hoy en día a pesar del escepticismo de muchos. Basta con creer,
basta con oír la palabra de Dios para
transformarte en hombre y mujer nuevos.
Por ejemplo, si un joven
escucha continuamente música Rock de la Heavy metal o bien Reggaetón, poco a
poco ira expresándose con vocabulario similar, aprenderá bailar este tipo de
música, se vestirá de acuerdo a como se visten los que cantan este tipo de
música, en fin quiero decir, se dejará influenciar de tal manera que perderá
incluso su propia personalidad. Tendrá fe en este tipo de música, y más por los
mensajes que recibe de la música misma. Quiero decir que, conforme oigas la
palabra de Dios, te iras asemejando a Cristo hasta ser como él, por ello Pablo
dijo en una ocasión, ya no soy yo el que vive, si no que es Cristo el que vive
en mi. Y te digo esto gracias al Espíritu Santo, porque
es el Espíritu el que hace que tu fe crezca. Ciertamente he dicho que la fe
reside en ti desde el principio y que es una fuerza capaz de mover montañas,
pero si la fe fuese en la palabra de Dios esta sería aún más, por ello dijo
Jesús que si tuvieras fe como el grano de una mostaza serías capaz de muchas
cosas.
Vale pues, poner la fe en Dios.
La historia de la salvación
tiene mucha riqueza para el engrandecimiento del espíritu. Es por ello que vale
el leerla, es decir empezar por leer el libro del génesis, es ahí donde
encontramos a un personaje llamado Abraham, a quien se tiene por padre de la
fe, porque fue un hombre que simplemente escuchó la voz de Dios y no dudó en dejar tierra y parentela para
seguir las instrucciones de Dios. No dudo en la promesa de Dios hecha a él, fue
un hombre de fe, por ello se les llama con justa razón a los que tienen fe en
Dios, hijos de Abraham, por fe.
Estos hijos recibieron la
herencia de Abraham y por ello se puede decir que no solo se cumplió la promesa
en forma física, haciendo de la descendencia de Abraham un pueblo numeroso,
sino que también se ha hecho una nación santa espiritual, la Jerusalén
celestial, el pueblo de Dios que es por fe, nacido de la fe. La doble
realización de la promesa se ha cumplido por medio de la fe.
No olvidemos que en la historia
de la salvación se narran dos aspectos, el hecho histórico con intervención
Divina y humana, y el hecho espiritual con intervención de Dios hacia el ser
humano, precisamente para que el hombre logre su salvación.
Por la fe, nació el pueblo
santo de Dios, por la fe, nace el pueblo santo de Dios espiritual, llamado
iglesia, la cual existe en la tierra con todos sus defectos y virtudes, pero
que de acuerdo a la fe, vendrá a un día a reinar conjuntamente con Cristo. Abraham
creyó en la promesa de una tierra, los creyentes en Cristo, creemos en la
promesa de una tierra santa celestial.
Esto lamentablemente no lo entenderán ni los científicos, los
materialistas, los ateístas y muchos otros que despotrican contra los creyentes,
burlándose de ellos, no sabiendo que se burlan de si mismos según dice la
palabra.
Hay quienes hablan de la ley de
Moisés como cosa suficiente para ser salvos, para aspirar a la vida eterna. Eso
estuvo bien antes de la venida de Jesús, y Jesús dejó muy claro, aquel que haga
la voluntad del Padre, ese tendrá la vida eterna, y la voluntad del Padre es
que se haga conforme a sus deseos. Jesús lo resumió así, amar a Dios por sobre
todas las cosas y amar al prójimo. Se puede decir que en esto está resumido
todo, es como decir que la biblia tiene 72 libros que empieza con el Génesis y
termina con el apocalipsis, ¿ pero que dice cada uno de estos libros? He ahí el
entendimiento de la palabra. Que quiere decir el resumen dicho por Jesús, he
ahí que se le debe escuchar para entender y practicar los preceptos de Dios,
por ejemplo: la fe te salvará si, vistes al desnudo, si visitas al enfermo o al
que está en la cárcel, si le diste de comer al hambriento, esto únicamente como
ejemplo, aun hay más, los diez mandamientos de Dios. Aun hay más, la practica
hará que tu fe se incremente, hará que entiendas el porque del cosmos actual,
del porque de la violencia, la maledicencia, el hambre, la muerte, la ciencia,
el ateísmo, la división entre religiones, te hará entender al hombre mismo.
Muchos dirán, la fe no hace eso, pues yo digo que si, porque por medio de la
fe, entiendes lo que el espíritu de Dios te dicta y solo el espíritu entiende
al espíritu.
El poder de la fe se manifiesta
aun más con la venida del Señor Jesús, fue él quien con su actuar y
demostraciones publicas hizo que la fe se manifestara en todo su poder. Todos los milagros que hizo Jesús se debieron
a que, él tenia fe, actuó con forme a la fe de los demás, y pidió que se
tuviera fe, vino a enseñarnos que la fe reside en cada uno de nosotros y que la
fe hay que acrecentarla, no dejarla dormir.
Antes si se puede decir así, la
fe estaba encerrada en la ley de Moisés, y Moisés fue un hombre de fe, aunque
no sabía en si lo que la fe era y por lo tanto no pudo transmitir el pleno
conocimiento de la misma, más bien enseñó la ley y puso la fe en la ley, hasta
que la fe por si misma se manifestó en El Señor Jesús y mostró con ellos
grandes prodigios, como la multiplicación de los panes, devolución de la vista
a los ciegos, hizo que los cojos caminaran, los tullidos se restauraron y los
leprosos sanaron, así mismo quito de las manos de la muerte a muchos como Lázaro,
la hija de Jairo y otros, demostró el poder de la fe y demostró que la fe era
el mismo.
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