.
Muchos
se preguntan porque la iglesia católica se llama católica, los protestantes
niegan el nombre porque bíblicamente no aparece, en cambio si aceptan el hecho
que nos llamemos apostólicos porque este nombre si aparece en la biblia., te
digo, la iglesia se llama apostólica porque fue fundada sobre los apóstoles,
siendo la primera piedra el apóstol Pedro y añado, mantiene la tradición apostólica
y la iglesia católica ha sido guiada por sus sucesores.
Jesús
llamó a los apóstoles, para que colaboraran con el. Ellos los apóstoles fueron
testigos oculares, tanto de los milagros que realizó Jesús como de su
resurrección, ellos experimentaron su compañía después de la resurrección,
ellos recibieron el espíritu santo y los envió como mensajeros por todo el
mundo, fue un envío con autoridad.
Los
apóstoles sabiendo y entendiendo esto fueron garantes de estos mandatos,
garantes del evangelio. Es por ello que su misión y poder lo transmitieron a
sus sucesores mediante la imposición de manos, hasta la fecha, dándose así la
sucesión apostólica.
Para
esta catequesis de hoy, donde hablaremos el porque es apostólica y que poniendo lo aprendido en practica como todas las anteriores nos ha
de llamar a la santidad, tomaremos como lectura principal el catecismo de la
iglesia católica en su numeral 857 el cual dice:
L La Iglesia es apostólica porque está fundada sobre los
apóstoles, y esto en un triple sentido:
- Fue y permanece
edificada sobre "el fundamento de los apóstoles" (Ef 2, 20; Hch 21,
14), testigos escogidos y enviados en misión por el mismo Cristo (cf Mt 28,
16-20; Hch 1, 8; 1 Co 9, 1; 15, 7-8; Ga 1, l; etc.).
- Guarda y
transmite, con la ayuda del Espíritu Santo que habita en ella, la enseñanza (cf
Hch 2, 42), el buen depósito, las sanas palabras oídas a los apóstoles (cf 2 Tm
1, 13-14).
- Sigue siendo
enseñada, santificada y dirigida por los apóstoles hasta la vuelta de Cristo
gracias a aquellos que les suceden en su ministerio pastoral: el colegio de los
obispos, "a los que asisten los presbíteros juntamente con el sucesor de
Pedro y Sumo Pastor de la Iglesia" (AG 5):
Porque no abandonas
nunca a tu rebaño, sino que, por medio de los santos pastores, lo proteges y
conservas, y quieres que tenga siempre por guía la palabra de aquellos mismos
pastores a quienes tu Hijo dio la misión de anunciar el Evangelio (MR, Prefacio
de los apóstoles).
Dios
en el plan que diseñó para la salvación mandó a su hijo para renovar a su
pueblo, el cual había caído en ceremonias y actos litúrgicos que no tenían
ninguna trascendencia, eran vacíos y carentes de espiritualidad. Jesús escoge
las columnas para fundar la iglesia, que es el pueblo de Dios renovado, que ya no será un
pueblo local sino un pueblo universal, porque la iglesia se levantará en todas
las naciones.
Los
apóstoles eran de las tribus de Israel, la misión iba encaminada a proclamar la buena
nueva a todas las naciones, Jesús es la piedra angular, te explico lo que
significa piedra angular para no caer en contradicciones o errores, como otros
que niegan la edificación de la iglesia sobre los apóstoles.
La
piedra angular o piedra base en este caso Jesús es la primera piedra en la
construcción, Jesús empezó a edificar la iglesia con Él mismo, lo hizo durante aproximadamente
3 años. De esta piedra angular se establecerán otras piedras como referencia a
esta piedra y es la que determina la posición de toda la estructura o
construcción.
El
rito de poner una piedra angular es un componente cultural importante de la
arquitectura occidental y metafóricamente en la arquitectura sacra en general.
Esta piedra angular que es Jesús es la que muchos constructores desecharon,
pues ha partir de esta piedra angular que el mismo pueblo Judío desechó, se
derivan las otras doce piedras que son los apóstoles, es por ello que decimos
que la iglesia es apostólica porque está edificada sobre los apóstoles. A Pedro se le encargó la misión de pastorear a
las ovejas, y las ovejas eran las otras 11 que cuando el espíritu santo se
derramó sobre ellos se convirtieron en piedras adheridas a la piedra angular,
hay un fundador de la iglesia en el plan de Dios, el fundador es Jesucristo,
las piedras los apóstoles y sigue construyéndose la iglesia con los nuevos discípulos
y apóstoles alrededor de todo el mundo, porque la iglesia apostólica está por
todo el mundo, cumpliendo con el mandato del Señor.
Los
apóstoles fueron testigos de todas las verdades que se dicen en los evangelios,
fueron testigos porque convivieron con Jesús durante un buen periodo de tiempo.
Ellos vieron la multiplicación de los panes, vieron la curación de los
leprosos, vieron la resurrección de Lázaro, vieron cuando Jesús fue apresado,
estuvieron con Jesús en la última cena, compartieron con Jesús resucitado. Ellos
fueron testigos de todo cuanto aconteció, así lo transmitieron y es por ello
que Lucas escribió un evangelio, es por ello que San Pablo se hizo misionero,
es por ello que muchos cristian@s existen hoy en día porque tomaron los conocimientos y la fe de los que fueron testigos.
Además
los apóstoles fueron escogidos por el mismo maestro Jesús, él los llamó a cada
uno según el tiempo, los llamó para que fueran columnas de la iglesia, fueran
el fundamento de la misma, y el escogido como piedra lo sabemos, fue Pedro.
En
Pedro recayó la responsabilidad de dirigir la Iglesia, de ser la cabeza de la
iglesia terrenal, fue al único que se le dijo, pastorea mis ovejas, y esto de
pastorear indica dirigir. Fue Pedro el elegido, es por ello que Jesús se lo
anticipó al decirle que ya no sería más Simón, sino piedra. Cada apóstol fue
elegido según los propósitos de Dios y te puedo decir, ninguno falló.
La
iglesia ha permanecido en pie, una porque es de Dios y dos, porque es dirigida
de acuerdo a lo transmitido a través de los siglos por sucesión de los apóstoles.
Esta dirección hace que se organice como toda sociedad humana en rangos,
teniendo para ello un organigrama donde la cabeza de la Iglesia, es el Papa,
que sigue la tradición desde que fue instituido Pedro como cabeza de la iglesia
terrenal.
Como
toda institución esta no podría permanecer si no estuviera bajo la dirección de
un principal, la pequeña comunidad primitiva estuvo bajo la dirección de Jesús,
así como el pueblo de Israel estuvo bajo la dirección de Dios. Quien a su vez,
tenia sacerdotes y profetas para ejercer diferentes ministerios.
Esto
terminará cuando Jesús venga por segunda vez, donde el será el principio y el
fin del nuevo pueblo, tendrá un reinado eterno, siendo la cabeza Jesús. Con
esto no quiero decir que Jesús no sea la cabeza de la iglesia, lo es, pero en
la tierra hay un representante de Jesús que actúa como cabeza visible de la
iglesia terrenal, y este es lo vuelvo a decir el Papa.
En
la biblia encontramos, que es necesario que haya una organización, lo encontramos
en el antiguo testamento y lo encontramos en el nuevo testamento, esta
organización fue dándose conforme las necesidades iban surgiendo. Todo cuerpo
que se organiza, tiene que tener una dirección, donde los miembros hacen lo que
cabeza dice, porque si no por ejemplo, la pierna iría por un lado, y el brazo
por otro, tu cuerpo es un ejemplo de organización, donde cada miembro hace lo
que la cabeza ordena. Permitiendo con ello coherencia en todos los actos, así
funciona la estructura de la iglesia, que sigue, la tradición de los apóstoles,
que fueron testigos y escogidos por el mismo Jesús.
Jesús
dijo hagan discípulos míos en todo el mundo, pues bien, hoy somos millones de
seguidores de Jesús, y por lo tanto es necesario que exista una organización que
debe estar dirigida por una cabeza.
Muy
importante fue el hecho de que los apóstoles no abandonaron la misión que Jesús
les había recomendado, el evangelizar.
Ciertamente cuando Jesús fue capturado y puesto bajo la custodia romana, ellos
tuvieron miedo, miedo que se acrecentó con la crucifixión de Jesús. Ellos se
escondieron y no creían en la
resurrección de Jesús, ni aun cuando María Magdalena les narró lo sucedido,
ellos creyeron hasta que Jesús se les apareció, tomando en consideración esta
actitud de parte de ellos es normal, eran humanos.
En
cuanto el espíritu santo descendió sobre ellos, cambiaron radicalmente y más
cuando vieron a Jesús ascender a los cielos. La misión que Jesús les encargó la
cumplieron a cabalidad, tanto así que fueron mártires, es por ellos que la
iglesia se empezó a propagar y en cada ciudad visitada por los apóstoles se
fundaron iglesias, primitivas, que poco a poco se fueron organizando. La
iglesia no solo es apostólica sino que también es misionera.
Bendito
sea Dios, porque hoy en día aún hay apóstoles, hay discípulos, que son auténticos
herederos del evangelio de Cristo, que son continuadores de los apóstoles, que
luchan incansablemente desde sus ministerios, movimientos o grupos religiosos.
Estos
apóstoles modernos son los que utilizan los medios de comunicación disponibles
al alcance para propagar las verdades aprendidas desde hace más de dos mil
años, que están sembrando la semilla para que otros cosechen. Los laicos fieles
a la tradición de la Iglesia, son los que evangelizan ahí precisamente donde no
pueden los religiosos y religiosas, así
como los clérigos, lo hacen desde su ámbito, según su estado de vida.
Lo
hacen bajo la dirección del magisterio de la iglesia, la sagrada escritura con
la dirección espiritual del párroco. Benditos sean los sacerdotes que saben muy
bien que solos no pueden con la evangelización, que necesitan de los laicos así
como los laicos necesitan de los sacerdotes.
Benditos sean los sacerdotes que reconocen los carismas de los fieles laicos y
los ponen a trabajar en pro del apostolado de la iglesia. Porque no solo los
sacerdotes son discípulos o apóstoles, también lo son los laicos. Porque todos
nosotros hemos sido bautizados en un solo espíritu.
Los
apóstoles de hoy, trabajan unos a medio tiempo, otros a tiempo completo y otros
cuando pueden, pero todos están en sintonía para seguir construyendo la iglesia
hasta la venida del Señor. En lo personal he conocido a un sinfín de herman@s
laic@s que llevan en la sangre el evangelio, que no se cansan de investigar, de
estudiar, de capacitarse y ejercitarse en el evangelio. Ciertamente no todos
tenemos las mismas habilidades, pero todos tenemos más de algún don del
espíritu santo.
Los
apóstoles de hoy los encuentras por todos lados, los escuchas por la radio, los
ves en televisión, lees sus comentarios y opiniones en los blogs o espacios
sociales, otros dictan cursos porque los apóstoles de hoy creemos en lo que
hicieron aquellos 12 de antaño junto a Jesús, y la fe, nos mueve a estar
presentes en la lucha diaria, por llevar un mensaje de salvación y paz.
Los
apóstoles de hoy, también son perseguidos, son martirizados, son los que
continúan escribiendo en el libro de los cielos los hechos de los apóstoles,
libro que por así decirlo aun no se ha terminado de escribir, porque cada paso
que da un nuevo apóstol, queda escrito su nombre y sus hechos en el libro de la
historia moderna y de los cielos. Su
nombre no será borrado.
Hoy
comparten en una cabina radial tanto la jerarquía, los religiosos como los
laicos, así como en un canal de televisión, así como en la programación diaria
de estos medios de comunicación, así como en los periódicos cristianos, te
digo, que el espíritu santo no cesa de manifestarse, y lo hace de diversas
maneras, porque Dios esta hablando constantemente a la humanidad utilizando
para ello a los apóstoles modernos o contemporáneos.
Todo
apóstol de hoy, sabe que tiene una misión y hace suyas las palabras de San
Pablo cuando dice, hay de mi si no predicare el evangelio. Por ello es que da
tristeza cuando en la iglesia se ven muchos calienta bancas, que solo les importa
el escuchar pero que no accionan, no son caritativos, no son amorosos, no los
mueve la voluntad para ponerse en marcha y realizar la misión. Hay muchos que
cuando les dicen que hay que ir a predicar de casa en casa tocando puertas,
inventan las mil y una excusas.
Pero,
como de todo hay en la viña del Señor, hay quienes constantemente están
renovando, están proyectando sobre la manera de evangelizar, y hoy que se
dispone de la poderosa herramienta del internet, la aprovechan, porque aunque
sea desde la comodidad de tu hogar u oficina, el tiempo que se dedique a la
evangelización es entender que la misión es importante. En los apóstoles de
hoy, aun resuenan las palabras del Señor, id y predicad el evangelio a toda
creatura. A todo el mundo, y hoy en día hay muchos avances tecnológicos que
permiten la difusión de la palabra a nivel mundial.
Así
que diría que, nadie que haya sido bautizado, está exento de misionar, que es
la primera vocación por excelencia. El mundo, te digo, está necesitado de
escuchar un mensaje que lleve paz a su corazón, el cual está maltratado por
situaciones como las guerras, las injusticias, las crisis económicas, y cuando
se hace un recuento de todos los acontecimientos negativos que suceden, es
donde se piensa, que el mensaje del cual tu eres poseedor, es necesario
proclamarlo a los cuatro vientos.
La
misión, mientras se llega la parusía, es urgente, es por ello que recordamos
con mucho cariño a Juan Pablo II, un hombre que dio su vida visitando muchos
países a donde llevó un mensaje de esperanza y consuelo para muchos hambrientos
y necesitados de la verdad del evangelio. No olvides, Jesús tenía la misión
encomendada por el Padre, es por ello que Jesús estando en la cruz, se atreve a
decir con toda propiedad, Todo esta cumplido, como diciendo, la misión se ha
llevado a cabo hasta el final. Espero, que cuando a ti te llegue la hora final,
puedas decir lo mismo, porque Dios te ha dado una misión. No solo en tu
comunidad, sino en tu familia, a quien debes conducir para que conozcan el
camino de la salvación, y tú debes misionar en cualquier ámbito donde te
muevas.
Si
los primeros apóstoles dieron testimonio, los de hoy también los dan, contando
a muchos lo que el Señor ha realizado en sus vidas, y son testigos de los
cambios de muchas personas por acción del Señor.
Estos
apóstoles contemporáneos no tuvieron encuentros con el Señor como el caso de
San Pablo, pero si lo tuvieron en sus retiros de iniciación, donde el Señor los
llamó, los tocó y transformaron sus vidas. Entre los llamados se cuentan
hombres, mujeres y jóvenes por miles alrededor del mundo y son los que hoy como
piedras vivas están construyendo la iglesia del Señor, basados en la
apostolicidad de los primeros, siguiendo sus enseñanzas y lo más importante,
transmitiendo las enseñanzas a otros por medio de la evangelización.
El
mundo pone reparos para otorgarte una plaza, el Señor, no, el da trabajo en su
reino y sabemos muy bien que lo demás vendrá por añadidura. Cientos de personas
que no han tenido un encuentro personal con el Señor, se ahogan en un vaso de
agua, en sus vicios, en sus frustraciones, pero los llamados, los que dan
testimonio, presentan al mundo una luz en medio de las tinieblas.
Dios
es uno e único y el poder de Él cuando la voluntad de la persona está dispuesta
cambia a las personas. Lo interesante es que, en la gran mayoría de las
personas se opera el cambio por dos circunstancias, una cuando ya no aguantan
su vida de pecado, cuando ya han tocado fondo. Cuando ya no aguantan con sus
cargas y buscan a Dios. Dos, cuando se da por la insistencia de los apóstoles,
en ser necios en predicar la palabra y convencerlos de ir a la iglesia, de
integrarse a un retiro de iniciación a un grupo o comunidad. Cuando la persona
se acerca a Dios, por estas causas y con un corazón sincero y arrepentido, es
cuando cambian.
Muchos
de los apóstoles de hoy, han dejado una vida de placeres, comodidades, prostitución,
drogadicción etc. Estos apóstoles se encontraron con el Señor en el momento
justo y han cambiado sus vidas, son hombres y mujeres nuevas que han encontrado
un tesoro y lo han dejado todo por seguir al Señor.
Van
por el mundo dando testimonio de las maravillas que el Señor ha realizado en
sus vidas, en lo personal conozco a muchos entre hombres y mujeres de todas las
edades, en lo personal soy un producto de mi encuentro con el Señor y gracias a
una apóstol, que se preocupó por llevarme a conocer al Señor. Dios la bendiga,
su nombre María, Maríita le decimos quienes la conocemos. Esto me llevó a
integrarme a una comunidad y ahí el Señor empezó a hacer su obra para
permitirme trabajar por su reino.
Soy
un apóstol contemporáneo que he visto como el poder de Dios ha cambiado a
muchas personas, y sé que después de mí vendrán otros, que igual, seguirán
lanzado la semilla y que muchos permitirán que la semilla del evangelio dé sus
frutos.
Prepárate
para leer la siguiente historia, que ilustrará sobre le tema que se está
tocando, el porque la iglesia es apostólica, el porque, somos misioneros y
testigos de la buena nueva.
Había
una vez una novia que preparaba su boda con todos sus detalles. Tenía tantas
ganas de que todo fuera perfecto, que durante meses asistió a todas las bodas
que pudo. Y cada vez que veía algo que le gustaba o le parecía bonito, decía
“Yo también quiero eso”, y lo apuntaba para que no faltase en su boda. Daba
igual que fueran unas flores rarísimas, un adorno en el vestido, una música
única o una preciosa fuente: cualquier cosa que le gustase acababa en su lista.
Y como cada boda tenía sus cosas preciosas y especiales, la lista no dejaba de
crecer.
Y
así llegó el día. Y nuestra novia se sentía como la reina de las novias, pues
ella sería la única que tendría en su boda cualquiera de las cosas bonitas que
hubiera podido tener ninguna otra novia. Mientras iba hacia la iglesia, no
dejaba de pensar en cómo la envidiarían todos, y lo admirados que estarían.
Pero,
al llegar, descubrió horrorizada todo lo contrario. Absolutamente nadie estaba
feliz, ni contento, ni siquiera admirado. La iglesia estaba tan llena de cosas
que era imposible moverse sin recibir un golpe. Había tantas flores y tan
distintas, que los olores se mezclaban de forma que casi no se podía respirar,
y los cinco excelentísimos coros juntaban sus cánticos, todos a la vez,
haciéndolos tan insoportables que un equipo de enfermeros había tenido que
acudir al lugar para repartir pastillas contra el dolor de cabeza.
Y
todo fue aún peor cuando la novia se presentó en la entrada. Pensaba
impresionar a todos con su vestido lleno de detalles y adornos, pero lo único
que provocó fue caras raras entre los adultos y muchas risas entre los niños,
pues el resultado de tantas cosas juntas era un aspecto ridículo.
Con
tal espectáculo fue imposible celebrar la boda, y la novia volvió a casa
terriblemente avergonzada, dándose cuanta de lo ridículo que era fijarse
constantemente en lo que hacían los demás y en tratar de tener más que nadie.
Y
con su nuevo traje de humildad, y aprovechando lo que había aprendido
asistiendo a tantas bodas, la novia volvió a preparar su boda tal y como de
verdad le gustaría a ella, sin importarle si faltaba tal o cual cosa que sí
hubo en alguna otra boda, y sin tratar de impresionar con todo lo que tenía o
hacía.
Y
fue precisamente así como su boda resultó preciosa, y sus invitados quedaron
verdaderamente encantados.
Todos
los apóstoles alguna vez fueron pecadores y sacados del fango, que quizás se
fijaban más en los defectos de los otros que de sí mismos, pero cuando se
revistieron con los dones del espíritu santo y sobre todo de humildad, lo
hicieron para reparar no solo su vida sino la de muchos, es por ello que Dios
como esposo de la iglesia ve a su iglesia hermosa, preciosa, revestida de las
mejores galas.
Es
por ello que muchos paganos ven con admiración a la esposa del cordero, porque
ellos con su cambio de vida que tuvieron y que hoy son apóstoles, muestran por
medio de su apostolado el rostro del Señor.
Pero
veamos que dice alguno de los documentos de la iglesia al respecto de la
sucesión apostólica que nos ocupa en este momento.
Hay
en los Apóstoles algo único e irrepetible: el haber convivido con Cristo durante
su vida terrena y haber sido testigos de su Resurrección -o al menos esto
último, como en S. Pablo-, y haber sido constituidos, por consiguiente, en
primer eslabón que, contando con una especialísima asistencia del Espíritu
Santo, transmite la Revelación (v.) a la comunidad cristiana. Ahora bien, nada
impide, en cambio, que la misión confiada a los Apóstoles pueda ser transmitida
a otras personas que les sucedan; más aún, en esa misión está implícita su
transmisión. Esas personas, obviamente, no serán Apóstoles, en el sentido
preciso que el término tiene en el N. T., sino sucesores de los Apóstoles. Como
escribe Schmaus (o. c. en bibl. 144-145) b) La idea de s. a. implica, pues, en primer
lugar, la pervivencia de una misión. Pero indica algo más: que esa misión
pervive a través de una transmisión realizada de persona a persona, de modo que
cabe trazar una línea histórica que une a la Iglesia actual con la apostólica.
La Iglesia es por eso apostólica no sólo porque en ella pervive la doctrina y
la praxis de los Apóstoles, sino por una apostolicidad de sucesión, es decir,
porque se ha dado -como consecuencia de la voluntad fundacional de Cristo y de
la asistencia del Espíritu Santo- una ininterrumpida sucesión de pastores y
maestros (v. IGLESIA 11, 5). Precisado
así el concepto vamos a continuación a examinar la idea de sucesión en las
fuentes precristianas para señalar luego la peculiaridad que tiene en el N. T.
como sucesión de Cristo a los Apóstoles y de éstos a sus sucesores. Cerremos
este apartado diciendo algunas palabras sobre la expresión literaria con que
suelen ser formuladas esas ideas. Son dos los enfoques más característicos:1°)
El primero presenta la sucesión como hecho histórico. Así la literatura judía
vierte en series unidas con la SUCESIÓN APOSTÓLICA expresión «ant'autou» (en
lugar de) la pervivencia concreta de un individuo escogido por el Señor «para
siempre»: «El rey X (léase David, Salomón, Roboam, etc.) se durmió con sus
padres y fue sepultado. Su hijo... Y... reinó en su lugar» («ant'autou»).
Idéntico esquema se usa para la sucesión del sacerdocio y del profetismo. Los
escritores helenísticos prefieren apoyar la permanencia de la tradición o
paradosis en el mecanismo de la sucesión: regnum post multos deinde reges
descendit ad Astyagen per ordinem successionis (Just., 1,4,1). Gran
Enciclopedia Rialp, 1991, Ediciones Rialp S.A
Como
todo en la vida, un aprendizaje necesita ponerse en práctica, hoy tú sabes y
tienes más claro o bien afirmas tus ideas sobre el apostolado, te digo, ponlo
en práctica y continua edificando la iglesia de Jesucristo.
Próxima
catequesis Creo en la comunión de los Santos
Luis
Mayorga
Comentarios