HOY EN EL TEXTO DE LA CARTA DE SANTIAGO 4,1-10 DESENMASCARA
con palabras duras a los que en la comunidad crean división y no paz.
Por cierto, que la situación no es halagüeña. Notamos como
desde siempre lo de las tensiones en una comunidad están y estarán presente por
diversas causas.
Santiago habla de guerras y contiendas, codician, matan, arden
en envidia, se hacen la guerra. Somos complicados. Santiago lo atribuye a dos
causas, el orgullo que tenemos dentro, con envidias y ambiciones, y a la falta
de una perspectiva desde Dios. Estamos a espaldas a Dios y amamos el mundo y
sus criterios. Somos adúlteros, según Santiago. Luego no es de extrañar que
haya todo lo que hay. Los soberbios no saben hacer otra cosa que engendrar
guerras, domesticas o mundiales.
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