La sabiduría como es divina proviene de Dios, tiene atributo de eternidad. Lo mismo le sucede al que busca la sabiduría de Dios, no la humana que perece, la sabiduría es eterna. La muerte no es una desgracia o destrucción, sino el encuentro de la paz. Paz que no puede tener este mundo y así lo dijo el Señor Jesús, porque este mundo es atormentado por los injustos y porque la prueba es parte de la realidad. Pero lo sabios, que manifiestan su fidelidad, serán participes del gobierno de Dios en el universo. ¿Por qué? Porque donde esté Dios, ahí estarán los justos, no es que ellos gobiernen, sino que serán acompañantes y testigos del gobierno de Él. Libro de la sabiduría capítulo 2, 23---3,9