lunes, 6 de mayo de 2013

XIII FE


XIII
 
Lo que he visto en las iglesias, en los grupos o bien comunidades es que muchos se glorían de su fe.  Se vanaglorian del trabajo de los demás, tomándoselo para sí, también he visto que los lideres se engrandecen a si mismos, se olvidan de practicar la caridad que es el resultado de la fe, se olvidan que tienen ovejas a su cargo, que son pastores que el señor ha elegido para gobernar una pequeña parte de la iglesia terrenal.

Se atribuyen éxitos que no les corresponde y gracias a estos líderes mi esposa nunca fue y quiso pertenecer a la iglesia en forma activa. Cuando estos líderes tienen poder, el sacerdote o pastor independientemente de la religión que sea, delegan tantas atribuciones en los laicos sin supervisarlos adecuadamente que pierden el control. No se si lo hacen para dedicarse a otras tareas extra pastorales.

Se olvidan de calificar constantemente a los lideres en el progreso de la fe, y más se fijan en resultados económicos, que en resultados espirituales, también cuando ven que un líder ha tomado fuerza, lo bajan, porque temen que les quite el puesto, temen que sean mas populares que ellos, entre los lideres se genera desconfianza, envidia, egoísmo y más si el que esta tomando popularidad es recién ingresado al movimiento, ministerio o que se yo. En esto tiene gran culpa el pastor general. Que no vigila el progreso de la fe de sus lideres, lo mismo sucede con la curia, que no evalúa a sus sacerdotes y los deja a su libre albedrio para que muchos cometan abusos. Cuando el clamor de la grey aumenta simplemente lo mueven de lugar cual piezas de ajedrez.

Los verdaderos a semejanza de Cristo son los que esperan, son los que se engrandecen en la fe de los otros.  Jesús fue engrandecido por medio de sus discípulos, Dios fue engrandecido por medio de Jesús, lo que quiero decir, es que el mismo Jesús nunca se proclamo a si mismo como un líder, como un rey, fue su testimonio el que lo engrandeció, y el testimonio que el dio de si mismo hizo que muchos creyeran en Dios.

El buen líder, no busca engrandecerse a si mismo, sino que se engrandece gracias al testimonio de sus seguidores. Ese es el fruto de la fe.

Me he examinado a mi mismo, y puedo decir que estoy en la fe en Dios, más no la fe en la iglesia terrenal, que no volveré a repetir lo que pienso y he visto, pero si digo que vive de recuerdos gloriosos y que actualmente son incapaces sus miembros de emular a los santos de los cuales se jactan y les tienen un día especial en el santoral.

Te invito a que te examines a ti mismo, que compruebes y medites sobre tu fe, si esta está cimentada en una religión, un santo, una imagen, un pastor, un sacerdote, un líder un movimiento, o que se yo, que te pruebes a ti mismo si tu fe esta puesta en Dios, si realmente crees y tienes fe que Jesucristo esta en ti. Porque si es así tendrías que demostrar los dones del espíritu santo, los frutos del mismo.  O acaso la lujuria no esta en ti, o la gula, o el orgullo para empezar y que podemos decir de las mentiras, los adulterios, los robos para mencionar algo. Te digo, de una u otra manera encontraremos que ni tú ni yo tenemos a Cristo en nosotros, y de hecho estamos reprobados, pero nuestra fe en Dios y nuestro actuar en las obras, lograran que la misericordia del Señor se apiade de nosotros. Pedro de Betancourt, Francisco de Asís, son personajes santos de la iglesia universal que sabían que estaban reprobados, como lo dice Pablo y Agustín, pero la misericordia del Señor y la fe puesta en él, logró cambios en estos hombres que hoy en día son tomados como santos por la iglesia terrenal.

Y puedo afirmar, que hoy pertenecen a la iglesia celestial, porque sus obras en base a su fe logró cambiar sus vidas y lo demostraron con sus escritos, con sus predicas, con sus obras. Creo que tu y yo, no somos dignos de desatar las correas de sus zapatos, tal y como lo manifestó Juan el Bautista en relación a Jesús.

Prueba tu fe, y no lo digo solamente por ti como siervo de la iglesia, sino que también invito a los sacerdotes y toda la jerarquía que conducen el reino de Dios como si fuera un reino terrenal, con bancos, guardias, ministros, diplomáticos y que gozan de una ciudad dentro de otra ciudad, lo digo también por los mercaderes de la fe, que se creen iluminados y construyen universidades, ciudades, mega templos y lucran con el beneplácito de la clase política y que también les permite toda clase de privilegios, estos mercaderes de la fe se multiplican día con día, y cuales bacterias infectantes hacen colonias de la fe y desvían con sus doctrinas fundamentalistas a los incautos de la fe verdadera en Dios.

No es queja, no es critica, es una realidad existente en la humanidad desde sus inicios, donde los sacerdotes se autoproclamaron como tales e inventaron dioses, inventaron normas y leyes y ofrecieron sacrificios, ofrendas, viendo que era bueno lo instituyeron hasta nuestros días, que bueno, que ya desapareció el Dios de la lluvia, del trueno, de los vientos, del vino, del amor, que bueno que ya no se hacen cultos de sacrificio humano en altares de piedra, pero, que malo que esta clase sacerdotal persista y viva en lujos, llenos de oro y cometiendo toda clase de barbaridades, como pedofilia, gula, homosexualismo, negocios, sometidos a la clase política etc. Y puedo asegurar que una gran mayoría de jerarcas religiosos actúa así.

Pruébense en su fe, y después exijan a su grey, después critiquen a su grey, sean los primeros en acudir ante la necesidad de los hambrientos, los oprimidos, los pobres de espíritu, los pacíficos, creo que no han leído las bienaventuranzas y si lo han hecho, no lo toman en cuenta para si porque lesiona sus intereses mezquinos.

Ponen de ejemplo a Pablo, Agustín, Francisco, Pedro, ponen cargas sobre los fieles, los critican, les exigen, al igual que los fariseos hipócritas, pero son incapaces de tender la mano al necesitado, son incapaces de dar las migajas al hambriento, pero si exhiben templos adornados suntuosamente, cobran por los servicios sacramentales, manejan los templos como empresas y tienen los últimos adelantos tecnológicos, ¿Qué tal?, los invito a que se prueben a si mismos, que yo, estoy en proceso de examen.

Lo que ayuda bastante a mantener la fe y perseverar en la fe, es el testimonio de vida que dan personas que quizás conozcas, aclaro, no es lo mismo testimonio de vida, que dar una charla sobre experiencia de encuentro con el Señor. El testimonio de vida, se demuestra día con día, por ello el Señor dijo muy bien, por sus frutos los conoceréis.

En mi caminar mientras estuve en comunidad y siendo fiel servidor de la iglesia tuve oportunidad de conocer a muchas personas que daban su experiencia de vida, unos fueron ladrones, otros drogadictos, otros borrachos, otros adúlteros etc, pero su testimonio dejaba mucho que desear, porque de una cosa pasaron a ser, vanidosos, soberbios, orgullosos, altaneros, envidiosos, chismosos y siendo lideres de la comunidad. Mientras que otros, los muy pocos, los menos, no hablaban mucho sobre su vida, pero el testimonio que daban de fe día con día, era de lo mejor. Y como siempre en la vida, estos eran los más humillados o bien los menos tomados cuenta por lideres y pastores de la iglesia.

Otros, hablan mal de la gente que persevera,  y les recuerdan constantemente su pasado, y no solo en la iglesia en la que sirven, sino aun su propia familia, vecinos y compañeros de trabajo, pero lo soportan con fe, lo lamentable, es que los propios miembros de su comunidad hablen mal de ellos y a espaldas de ellos.

Hermano y hermana, fíjate en aquellos con su diario accionar, dan frutos, dan testimonio de la fe que tienen en el Señor, porque ellos te ayudaran a fortalecer tu fe, ahí tienes de ejemplo a Pablo, por ello te invito a que leas el contexto y texto del siguiente versículo Gálatas 1,23

La historia humana ha dejado un gran legado de personas que supieron encarnarse en Cristo, por bondad, misericordia, solidaridad, paciencia, paz, amor hasta el sacrificio. Quizás algunas no reúnan la santidad a la perfección, pero fueron capaces de mostrar al mundo la esencia del Señor, lo hicieron por la fe que tenían.

Entendieron muy bien que hubo un hombre, de origen divino que amó de gran manera que no dudo en entregarse a un sacrificio horrendo con tal de lograr la reconciliación de la humanidad con Dios.  En estas personas que su fe era demasiada dejaron que Cristo viviera en ellos y los frutos que dieron a los hombres quedaron la mayor parte registrados. Lo bueno de todo esto, es que hoy en día siguen habiendo personas que se nota que Cristo vive en ellos, a pesar de lo turbulento de la historia contemporánea.

Repito, no importa a que religión pertenezcan, porque al final nadie es culpable de haber nacido en un hogar donde ya existía una creencia religiosa que le fue transmitida, lo importante es actuar a la manera de Cristo, es por ello que quizás el dijo, hay otras ovejas que no son de este redil, pero dio a entender que igual, eran hijos e hijas de Dios.
Creo en lo personal que estas comprendiendo el significado de la fe, fuerza extraña propia de tu persona, pero que si la potencias en el Señor, será mucho mejor.

Algo que hay que mencionar y no menos importante que la fe, es el Espíritu Santo, este hace que tu fe se incremente, hace que Cristo habite en tu persona, ya lo dijo Jesús en una ocasión.  Si sumamos a tus buenas obras, más la fe en la palabra de Dios, te digo, el Espíritu Santo se manifestará en tu persona, otorgándote los dones necesarios para seguir por el camino de la santidad.

Porque cuando sientes que te debilitas, que ya no tienes fuerzas, el Espíritu Santo te auxiliará en el momento oportuno, aunque, este a voluntad de Dios puede auxiliarte en cualquier momento seas o no creyente en Jesús. Es lo que llamamos en algunas ocasiones fuerza de flaqueza, divina providencia, milagros, casualidades etc.

El espíritu se manifiesta según Dios lo quiere, y esto ha quedado plasmado en la historia de la salvación donde el Espíritu de Dios se manifestó a varios personajes sin estos pedirlo o bien aun sin creer en Dios.  Fue Jesús quien nos vino a hablar de Él, quien vino a mostrar las bondades del Espíritu Santo, y fue la promesa que le hizo a los apóstoles, el cual recibirían la unción en forma como lenguas de fuego que se posaron sobre sus cabezas.

Pablo, fue uno que recibió esta fuerza que viene de lo alto, aunque la recibió mucho después, y fue gracias a fuerza de la predicación que recibió de los apóstoles y la comprensión de las sagradas escrituras, esto hizo que su fe se incrementara, por ello cuando lees lo escrito por Pablo, notaras las influencia del Espíritu Santo en su vida, que no es más que la influencia de Dios y del Hijo. En los escritos de Pablo descubrirás las acciones y manifestaciones del Espíritu Santo.

Entonces te digo, suma tus obras, más tu fe, y el Espíritu de Dios se manifestará en ti, porque haciendo obras es como haces caridad y haciendo caridad haces la voluntad de Dios y haciendo la voluntad de Dios, recibirás a Cristo y a Dios en tu vida, que hará de ti una persona que podrá dar los frutos del Espíritu Santo a los demás.

La fe en la predicación nace de ahí, de la escucha en la palabra de Dios que nace la fe. Por ello todo aquel que predica, da catequesis, charlas, homilías no importando su estado de vida hace que los oyentes vayan abriendo su corazón a la fe. Por ello Pablo dijo con certeza, hay de mí si no predicare el evangelio. Pablo sabía que no estaba haciendo nada, si no predicaba la buena nueva. Jesús fue el iniciador, el primero en anunciar el reino de Dios, el amor de Dios, la buena noticia de la salvación. Los que le escucharon fueron poco a poco cambiando sus vidas hasta como muchos dar la vida por la verdad.

Cuando la fe se enraíza en el corazón del oyente, el espíritu santo empieza a manifestarse hasta hacer que esa alma de frutos, frutos que muchos tomaran para consolarse, para tener paz, y Francisco de Asís fue una persona que dio muchos frutos y muchas personas tomaron de esos frutos, cumpliéndose la palabra de Dios en Francisco, por sus frutos los conoceréis.

Esto también hay que tomarlo en cuenta, la palabra de Dios, el evangelio, cada quien tiene que hacer vida el evangelio, como que Cristo se encarne por medio de su Espíritu en el creyente. Y esto llevará consigo, el poder realizar milagros, porque los milagros se pueden y dan hoy en día a pesar del escepticismo de muchos. Basta con creer, basta con oír  la palabra de Dios para transformarte en hombre y mujer nuevos.

Por ejemplo, si un joven escucha continuamente música Rock de la Heavy metal o bien Reggaetón, poco a poco ira expresándose con vocabulario similar, aprenderá bailar este tipo de música, se vestirá de acuerdo a como se visten los que cantan este tipo de música, en fin quiero decir, se dejará influenciar de tal manera que perderá incluso su propia personalidad. Tendrá fe en este tipo de música, y más por los mensajes que recibe de la música misma. Quiero decir que, conforme oigas la palabra de Dios, te iras asemejando a Cristo hasta ser como él, por ello Pablo dijo en una ocasión, ya no soy yo el que vive, si no que es Cristo el que vive en mi.  Y te  digo esto gracias al Espíritu Santo, porque es el Espíritu el que hace que tu fe crezca. Ciertamente he dicho que la fe reside en ti desde el principio y que es una fuerza capaz de mover montañas, pero si la fe fuese en la palabra de Dios esta sería aún más, por ello dijo Jesús que si tuvieras fe como el grano de una mostaza serías capaz de muchas cosas.

Vale pues, poner la fe en Dios.


La historia de la salvación tiene mucha riqueza para el engrandecimiento del espíritu. Es por ello que vale el leerla, es decir empezar por leer el libro del génesis, es ahí donde encontramos a un personaje llamado Abraham, a quien se tiene por padre de la fe, porque fue un hombre que simplemente escuchó la voz de Dios  y no dudó en dejar tierra y parentela para seguir las instrucciones de Dios. No dudo en la promesa de Dios hecha a él, fue un hombre de fe, por ello se les llama con justa razón a los que tienen fe en Dios, hijos de Abraham, por fe.

Estos hijos recibieron la herencia de Abraham y por ello se puede decir que no solo se cumplió la promesa en forma física, haciendo de la descendencia de Abraham un pueblo numeroso, sino que también se ha hecho una nación santa espiritual, la Jerusalén celestial, el pueblo de Dios que es por fe, nacido de la fe. La doble realización de la promesa se ha cumplido por medio de la fe.

No olvidemos que en la historia de la salvación se narran dos aspectos, el hecho histórico con intervención Divina y humana, y el hecho espiritual con intervención de Dios hacia el ser humano, precisamente para que el hombre logre su salvación.

Por la fe, nació el pueblo santo de Dios, por la fe, nace el pueblo santo de Dios espiritual, llamado iglesia, la cual existe en la tierra con todos sus defectos y virtudes, pero que de acuerdo a la fe, vendrá a un día a reinar conjuntamente con Cristo. Abraham creyó en la promesa de una tierra, los creyentes en Cristo, creemos en la promesa de una tierra santa celestial.  Esto lamentablemente no lo entenderán ni los científicos, los materialistas, los ateístas y muchos otros que despotrican contra los creyentes, burlándose de ellos, no sabiendo que se burlan de si mismos según dice la palabra.

Hay quienes hablan de la ley de Moisés como cosa suficiente para ser salvos, para aspirar a la vida eterna. Eso estuvo bien antes de la venida de Jesús, y Jesús dejó muy claro, aquel que haga la voluntad del Padre, ese tendrá la vida eterna, y la voluntad del Padre es que se haga conforme a sus deseos. Jesús lo resumió así, amar a Dios por sobre todas las cosas y amar al prójimo. Se puede decir que en esto está resumido todo, es como decir que la biblia tiene 72 libros que empieza con el Génesis y termina con el apocalipsis, ¿ pero que dice cada uno de estos libros? He ahí el entendimiento de la palabra. Que quiere decir el resumen dicho por Jesús, he ahí que se le debe escuchar para entender y practicar los preceptos de Dios, por ejemplo: la fe te salvará si, vistes al desnudo, si visitas al enfermo o al que está en la cárcel, si le diste de comer al hambriento, esto únicamente como ejemplo, aun hay más, los diez mandamientos de Dios. Aun hay más, la practica hará que tu fe se incremente, hará que entiendas el porque del cosmos actual, del porque de la violencia, la maledicencia, el hambre, la muerte, la ciencia, el ateísmo, la división entre religiones, te hará entender al hombre mismo. Muchos dirán, la fe no hace eso, pues yo digo que si, porque por medio de la fe, entiendes lo que el espíritu de Dios te dicta y solo el espíritu entiende al espíritu.

El poder de la fe se manifiesta aun más con la venida del Señor Jesús, fue él quien con su actuar y demostraciones publicas hizo que la fe se manifestara en todo su poder.  Todos los milagros que hizo Jesús se debieron a que, él tenia fe, actuó con forme a la fe de los demás, y pidió que se tuviera fe, vino a enseñarnos que la fe reside en cada uno de nosotros y que la fe hay que acrecentarla, no dejarla dormir.

Antes si se puede decir así, la fe estaba encerrada en la ley de Moisés, y Moisés fue un hombre de fe, aunque no sabía en si lo que la fe era y por lo tanto no pudo transmitir el pleno conocimiento de la misma, más bien enseñó la ley y puso la fe en la ley, hasta que la fe por si misma se manifestó en El Señor Jesús y mostró con ellos grandes prodigios, como la multiplicación de los panes, devolución de la vista a los ciegos, hizo que los cojos caminaran, los tullidos se restauraron y los leprosos sanaron, así mismo quito de las manos de la muerte a muchos como Lázaro, la hija de Jairo y otros, demostró el poder de la fe y demostró que la fe era el mismo.

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