jueves, 26 de julio de 2012

22 Creo en El perdón de los pecados


 ¿QUE SON LOS PECADOS?
Hay varios modos de responder lo mismo. Una acción es mala cuando: es contraria a  la voluntad de Dios, se opone al verdadero bien del hombre, se enfrenta a las leyes propias de la naturaleza humana (ley natural).
 El Creador desea el verdadero bien de los hombres, y nos creó con un modo de ser que se perfecciona cumpliendo sus leyes. Enfrentarse a esa Voluntad equivale a ir contra nuestra naturaleza y hacernos daño. Estas malas acciones se llaman pecados.
Es un acto voluntario opuesto a la ley de Dios (puede ser interno, externo e incluso una omisión). Es perjuicio para el hombre y ofensa a Dios.
                Luc 7,47 Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra.» 48 Y le dijo a ella: «Tus pecados quedan perdonados.» 49 Los comensales empezaron a decirse para sí: « ¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?»
                El pueblo de Israel tenía un rito para el perdón de los pecados, en el rito se sacrificaba un cordero sin mancha una vez en el año, el sacerdote ofrecía este sacrificio para el perdón de todos los pecados del pueblo de Israel. Este rito conlleva el Perdón de parte de Dios para su pueblo. En ello se demuestra el amor de Dios para con su nación.
Jesús siendo el hijo del Padre tiene la potestad de perdonar los pecados directamente sin necesidad de ritos y es por ello que le dice a la mujer tus pecados quedan perdonados, por que has demostrado mucho amor. Esta es la clave del perdón, el amor.  Y Dios, ha demostrado mucho amor para con sus hijos, tanto así que no dudó en mandar a su hijo Jesús como cordero de expiación, como cordero de inmolación para perdón de los pecados, porque Dios ha amado
Jesús dice algo que sorprende, quizás aplicable al humano, el que poco perdona, poco ama, como dando a entender que según la grandeza del perdón así se ama. Ama en demasía el que mucho perdona y de ahí se conjuga cuando el mismo dice, debes perdonar hasta setenta veces siete, para demostrar que se ama demasiado.
Israel  siendo un pueblo en ese entonces muy ritualista, perdió el sentido de los mandamientos de Dios y se preocupan más por los aspectos rituales que por las cosas del corazón, Jesús les llamó la atención sobre este aspecto. Y para afirmar lo dicho por Jesús y mostrando el gran amor de Dios, quien nos muestra su inmenso amor, al enviar a su amado hijo para perdón de todos, no solo del pueblo de Israel.
Para el pueblo de Israel escuchar lo que dice Jesús, tus pecados quedan perdonados, era blasfemia, era una ofensa grave a Dios y a los hombres. Nadie tenía la facultad de perdonar los pecados del otro, solamente Dios, Jesús estaba transgrediendo la ley de Moisés, estaba pasando por alto largos años de tradición Judía.
¿Cómo era posible perdonarle los pecados a esta mujer? En el pensamiento de ellos no era posible, era como una especie de ofensa para los comensales. Para los ahí presentes, no soportaron lo que sus oídos escucharon en labios de Jesús. Indudablemente esto traería consecuencias, obviaron las palabras de Jesús que dice, el que mucho ama mucho perdona. Se necesitaba mucho amor de parte de los presentes para entender la abundancia del perdón, que todo tenía que ser pasado por ritos, de lo contrario no valía, más cuando se tenía la creencia de que solo Dios perdona, no sabían que estaban frente al Hijo de Dios, frente al cordero sin mancha que había de ser inmolado y por ende, era el cordero perfecto para realizar el ultimo rito, el rito de la condonación de los pecados.
Cuando una persona no es capaz de amar, ante situaciones como las que nos presenta el texto que estamos utilizando, de inmediato juzga, critica, se opone. En el caso de Jesús que según ellos no tenía la capacidad de perdonar, de inmediato lo juzgan, ¿quien era Él para perdonar los pecados?, no era una pregunta con la idea de conocer, sino más bien llevaba implícito el sojuzgarlo.
A un pueblo con la tradición bien arraigada adquirida de sus antepasados indudablemente que la acción de Jesús los escandalizaba, tal y como sucede hoy en día cuando un sacerdote por medio del sacramento de la confesión perdona los pecados a quienes se acercan a este sacramento.
Todas las iglesias protestantes si no me equivoco, dicen que confesarse con un cura no sirve, porque los pecados solo a Dios se le confiesan, es una cuestión entre el pecador y Dios. Quizás olvidan lo que dice la biblia al respecto o bien lo esconden de tal manera en su doctrina que evitan el aceptar la confesión de pecados los unos a los otros.
El perdonar es algo celestial, y Jesús nos exhortó a perdonar hasta 70 veces siete, lo cual no es una suma sino que es una metáfora que se resume en perdonar siempre. Existe el perdón de los humanos  al cual estamos llamados a realizar, pero también existe el perdón de Dios, el cual se logra por medio de su hijo Jesucristo, y para ello Jesús dejó a los apóstoles que a su vez estos transmitieron este poder a sus sucesores hasta hoy en día.
Dios te ha perdonado a ti tus muchos pecados, recuerda la parábola del  deudor, pues así como Dios ha perdonado tus pecados así tu también has de perdonar para demostrar el mucho amor que tienes, Jesús te demostró mucho amor y si tu no has experimentado el perdón o amor de Dios en tu vida te invito a que lo experimentes acercándote al sacramento de la confesión, el cual servirá también para que tu descargues todas las cargas que impiden que seas feliz.
Perdona y serás amad@, perdona a todo aquel que te ha ofendido, herido o bien humillado, incluso al que te ha maltratado físicamente, sexualmente, moralmente, porque mientras que tu te liberas dejas en mano de Dios la justicia, y para que haya justicia, es necesario no odiar, o ¿crees que las palabras escritas en la biblia son mentira? Mientras más perdones más ascuas amontonarás en la cabeza de tu enemigo, porque es la justicia de Dios la que prevalecerá, además si tu no perdonas, siempre tendrás rencor, amargura y odio en tu corazón, creo que lo mejor es  que salgas de la  prisión en que te encuentras y que sigas el consejo de Jesús, con ello también demostrarás el mucho amor que le tienes a Él y a la vez cumplirás el mandato de ama a tu prójimo como a ti mismo.
A quien más se le perdona se le demuestra más amor, esto queda claro con respecto a los hijos, donde el papá y la mamá demuestran el mucho amor que les tienen al perdonarlos constantemente ante los múltiples errores que comenten durante su existencia. Mientras más perdones a quienes te ofenden, más amas, mientras más amas, más estas haciendo vida el evangelio de nuestro Señor.
Tu como humano, cometes muchos errores, que quizás los demás no te perdonen, pero Dios te perdona y con ello te demuestra lo mucho que te ama, pues bien, ahora te toca a ti hacer lo mismo. Perdona a todos aquellos que te han ofendido, de palabra u obra, es por ello que seguro estas del perdón de Dios, que tu mismo te atreves a pedir perdón cuando rezas en el rito de la misa, al pedir perdón por tus pecados de obra, omisión, pensamiento y te acusas ante la comunidad y Dios al decir tres veces por mi culpa.
El sacramento del perdón Jesús lo aplicó en muchos momentos de su vida y aun estando en la cruz pide el perdón por los pecados de sus asesinos, en el texto que nos ocupa pone de manifiesto este sacramento con autoridad, porque la autoridad le viene de Dios y dicha autoridad la delega en sus apóstoles,  quienes son miembros de la iglesia. Y hoy son los sacerdotes que por medio del sacramento de la confesión tienen la autoridad de perdonar los pecados, pero te digo, tú eres sacerdote, porque eres del pueblo de Dios que fue hecho un pueblo de sacerdotes, así perdona y ama mucho.
Tus pecados quedan perdonados en el sacramento de confesión , para los que han experimentado el perdón de los pecados por medio de la liturgia penitencial, te digo, realmente se liberan de todo aquello que los tenia atado. En la liturgia penitencial, se descubre lo cargado y necesitado que se estaba de ser perdonado. Si Jesús no hubiese transmitido este poder a sus apóstoles, a su iglesia, hoy el mundo estaría consumiéndose en el rencor y el odio, en la tristeza y el llanto sin final, pero gracias a este acto, el mundo cristiano encuentra la paz.
Es la paz que consiguió la mujer que le ungió  los pies a Jesús. Mientras los otros no lograban entender la razón del porque del perdón. Te insto si aún no los has hecho, a que te acerques a la liturgia penitencial y experimentaras el verdadero perdón de Dios.
Los que juzgan o creen que solo Dios perdona los pecados, se equivocan. Tu tienes el poder de perdonar los pecados realizados contra tu persona, los pecados realizados contra Dios,  la iglesia tiene el poder para perdonarlos. ¿Cuáles son los pecados contra Dios? Te digo, negar su existencia, negar y blasfemar contra el Espíritu Santo, negar a su hijo, atentar y dañar al prójimo. Dios en su infinito amor, ha dejado el sacramento del perdón, así que cuando te pregunten y  ¿quien es el sacerdote para perdonar  los pecados?, contesta, que Jesús delegó en Pedro y a su iglesia este poder, y este poder ha sido transmitido de generación en generación a la clase sacerdotal por medio del sacramento del sacerdocio.
Que no siembren la duda en tu corazón, que no te hagan ver fantasmas donde no los hay, porque la escritura está más clara que el agua en relación a este tema. Además si solo Juan hubiese tenido la potestad de bautizar ¿quien bautizaría después? Si solo los apóstoles hubiesen tenido la potestad de bautizar por mandato de Jesús ¿quien bautizaría hoy en día?, te digo nadie, pero el poder de bautizar se ha transmitido de generación en generación hasta la fecha, es lo mismo para el Perdón de los pecados. Aquel que considere que Solo Dios perdona los pecados en la intimidad de su corazón, también no deja de tener razón, pero, por algo dijo Jesús, a quien les perdones los pecados le serán perdonados. Ilustremos esta catequesis con la siguiente historia.
               
 



 El tema del día era El Resentimiento y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico. Ya en clase elegimos una papa por cada persona a la que guardábamos resentimiento. Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas. El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de papas. Naturalmente la condición de las papas se iba deteriorando con el tiempo. El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y como, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado, desatendía cosas que eran más importantes para mi.  Todos tenemos papas pudriéndose en nuestra "mochila" sentimental.
Esta historia muestra la carga que lleva en sí el pecador, si no existiera el sacramento de la reconciliación, toda su vida sería una podredumbre y jamás se liberaría de ello. Jesús conociendo y habiendo experimentado la condición del humano, deja este sacramento, perdona y te liberarás del rencor, de todo lo podrido que llevas en tu ser. Pide Perdón a Dios y el te lo concederá, acercarte a el con un corazón arrepentido y sincero y oirás las mismas palabras, tus pecados te son perdonados. Para una mejor comprensión sobre este sacramento te remito a la catequesis sobre los 7 sacramentos, lee sobre el sacramento del perdón en este mismo espacio.

                1485 En la tarde de Pascua, el Señor Jesús se mostró a sus apóstoles y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos" ( Jua_20:22-23). Catecismo de la Iglesia Católica
El texto que nos muestra el catecismo de la iglesia católica es más que elocuente, se perdonan los pecados porque se ha recibido el Espíritu Santo, y este Espíritu es el mismo que procede del  Padre y del Hijo. Como ya dije anteriormente, esto se ha transmitido por imposición de manos desde la misma iglesia primitiva. Más claro no puede estar.
                Para que se de la condición de perdón debe existir primero la transgresión de la ley, es decir haber pecado, el hombre es pecador por naturaleza y es por ello que constantemente debe ponerse en paz con Dios y con el prójimo, recuerda que el pecado es un acto voluntario a ley de Dios, porque se peca por voluntad propia, este pecado puede ser interno, contra ti mismo o bien externo contra tu prójimo y en algunos casos por omisión.
En la historia que te conté, recordarás lo de las papas y todos de una u otra forma tenemos  o bien poseemos una mochila sentimental donde hay papa pudriéndose y que expelen un olor desagradable, a podrido, olor nada agradable a Dios, recuerda, existe el sacramento de reconciliación, donde te descargaras de las cargas fétidas del pecado. Y escuchar la voz de Dios en boca del sacerdote tus pecados quedan perdonados. Te invito a que te acerques a dicho sacramento y te aseguro que sentirás  liberación total en tu vida.
Lo dicho por Jesús a sus apóstoles está vigente, no ha caducado, la iglesia tiene el poder de perdonar los pecados, si la iglesia te perdona los pecados, ten por seguro que en el cielo te han sido perdonados los pecados, porque esta es expresión de amor hacia tu persona de parte de Dios, y esta misma expresión es la que tu debes tener para con aquellos que te han ofendido de alguna manera. No lo olvides, el perdón es una expresión de amor. El perdón te libera de ataduras que te amargan la vida, que enferman tu cuerpo, que entristecen el espíritu santo que mora en ti. Cuando tú perdonas amas, ciertamente la vida puede ser injusta algunas veces, pero eso no lo puedes cambiar y tampoco puedes estar de acuerdo con el pecador, con el que te violentó, con el que cometió asesinato, con el que insultó o bien humilló, pero te digo, el perdonar no significa dejar de dar importancia a lo sucedido. Significa dejar de lado los pensamientos negativos que te causan dolor, enojo, rencor, ira, el perdón es celestial y es simplemente aceptar lo que pasó y dejarlo irse junto con la mochila llena de papas podridas.            
No te ates a tus resentimientos, odios y rencores, no te permitas el estar encadenad@  a estos sentimientos negativos, porque te digo, mientras tu te consumes en e sentimientos negativos, el otro está feliz de la vida, no permitas que te robe tu felicidad, al contrario demuestra tu amor a Dios y al mismo provocador de tus sentimientos negativos que eres feliz porque el Señor Jesús está contigo. No destruyas tu espíritu y amargues a los que están a tu alrededor. Perdona para que puedas ser perdonado, porque te digo, con la misma vara con que mides así serás medido.
                

 



 La palabra de Dios te invita a que acciones, a que actúes y para ello en el libro de Siracides te dice claramente en su capitulo 28,2 PERDONA A TU PROJIMO EL AGRAVIO, Y, EN CUANTO LO PIDAS, TE SERAN PERDONADOS TUS PECADOS. Dios no se equivoca y quiere y desea lo mejor para ti, esta en ti aceptar su palabra y actuar de acuerdo a la ley de Dios. Que es la ley del amor.
Oremos.  Señor: sabes mis indecisiones y mis cansancios; ahora mismo quisiera empezar y no me atrevo; muchas veces me confieso por rutina, pero hoy no quisiera que fuese así. Dame la gracia de conocerme tal como soy, de profundizar en mis intenciones últimas, de descubrir las raíces de mis pecados. de arrepentirme de veras. Haz que, de tu mano, recorra el camino de la penitencia, para llegar a ti, renovado sinceramente. Amen.


Luis Mayorga
Próxima catequesis:
223     Creo en La resurrección  ministerioisaias@gmail.com

DESTACADO

LA VIUDA DE SARAPTA

  Tema: la viuda de Sarepta