viernes, 14 de agosto de 2009

LAS 7 PALABRAS 1


PADRE PERDONALES PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN

Las 7 palabras

1ra. Semana

Herman@ en el Señor, te saludo y doy la bienvenida a esta nueva semana de ejercicio espiritual. Hoy te hablare sobre la palabra que pronuncia el Hombre que esta clavado en la Cruz, soportando el sufrimiento inmerecido a causa de los hombres. Golpeado, humillado, escupido, abofeteado, azotado, coronado con espinas, clavado. Esta casi una piltrafa humana. Sin embargo, abre sus labios para pronunciar palabras de perdón para aquellos que se burlan de El estando en la condición en que se encuentra. Hay muchos testigos, unos sufriendo, otros curioseando, otros burlándose y otros quizás atónitos. Lo cierto es que aun así dice: PADRE, PERDONALES PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN.

¡Que gran ejemplo! De misericordia de Dios hacia la humanidad. Te invito a que esta semana reflexiones profundamente sobre esta catequesis y que el dolor de Jesús clavado en la Cruz, tú lo experimentes y sirva para tu conversión.

Hoy te hablare sobre el estado físico de Jesús en la cruz, sobre el perdón y sobre la conciencia del hombre.

Teniendo información hallados en registros históricos y médicos, Geikie explica acerca de las torturas propias de la muerte por CRUCIFIXIÓN. Hablo de esto para que tú entiendas todo lo que sufrió este hombre llamado Jesús y pienses seriamente en tu búsqueda de la santidad. Por el sufrimiento de la crucifixión, resulta finalmente la muerte, esta provenía en parte de la postura fija y constreñida del cuerpo, así como de los brazos extendidos, lo que ocasionaba dolor intenso a cada contracción o movimiento del dorso lacerado por los azotes, y de las manos y pies atravezados por los clavos. Estos últimos se clavaban a través de estructuras en las que confluían muchos nervios sensitivos y tendones, de los cuales algunos resultaban seccionados y otros aplastados o desgarrados con violencia. Se producía enseguida la inflamación de las heridas de las manos y los pies, así como en otras partes del cuerpo cuya circulación sanguínea resultaba comprometida debido a las presiones anómalas existentes. Ello producía sensación de sed abrasadora y dolor insufrible. La sangre, que difícilmente podía irrigar las extremidades, congestionaba la circulación de la cabeza, ocasionando tormento indescriptible. Dado que el corazón no podía bombear la sangre de forma natural, impedido como estaba por la distensión de la caja torácica, había dificultad circulatoria de retorno que ingurgitaba las venas. En tales circunstancias la situación habría mejorado mucho si las heridas hubiesen podido sangrar profusamente, pero no sucedía así. El propio peso del cuerpo, apoyado en la estaca fijada al segmento vertical

De la cruz, el calor sofocante y los rayos del sol, convertían cada momento en peor que el anterior. Las rampas y las contracturas de los músculos mas distantes terminaban en dolorosas convulsiones que se iban haciendo mas extensas durante dos o tres días, afectando con el tiempo a partes vitales que traían por fin al sufriente el descanso de la muerte. (The life and words of Christ, p 781 y 782)

El Dr. Ritcher, medico, analizo las fases patológicas de la muerte por crucifixión.

La posición antinatural y tensión violenta del cuerpo, que ocasionaba sensación dolorosa al menor movimiento.

Los clavos, introducidos en las manos y pies a través de zonas atestadas de nervios y tendones, producían angustia indescriptible

La exposición a tantas heridas y laceraciones ocasionaban la respuesta inflamatoria, que solía desembocar en gangrena, y cada minuto que pasaba no hacia más que agravar el sufrimiento.

En las partes distendidas del cuerpo, las arterias llevan mas sangre de la que logran evacuar las venas, lo que redunda en una congestión de órganos como el cerebro y el estomago. El trastorno circulatorio resultante produce una desazón, ansiedad y malestar peores que la propia muerte.

Sed acuciante y abrasadora.

La muerte por crucifixión es, pues atribuible al estado inflamatorio desencadenado por las heridas, agravado por la exposición a la intemperie, a la privación de agua y a la penosa posición corporal. El estado de inflamación local de las heridas le sigue un estado general febril en correspondencia. En su primer estadio, cuando la inflamación de las heridas se caracteriza por la hinchazón, enrojecimiento y el dolor acuciante, tiene lugar un estado febril en el que la persona nota acaloramiento, dolor intenso de cabeza, sed, inquietud y ansiedad. Si se impide la curación de las heridas y se entra en la fase supurativa, la fiebre se presenta en accesos de gran intensidad, y se produce antes o después el agotamiento de los poderes vitales. No obstante, cuando el grado de inflamación de la herida se traduce en áreas extensas de necrosis, se produce inmediatamente la afectación de los centros nerviosos, y si la causa de ese proceso inflamatorio en torno a las heridas continua como sucede en la crucifixión, la víctima sucumbe rápidamente. Desaparece su sensibilidad al dolor, pero su ansiedad y estado de postración son intensos, sobreviene un ataque de hipo, la piel exuda un sudor frío y viscoso, y se produce la muerte. Es de esa forma en la que debía producirse la muerte de cruz en aquellos que gozaban de una constitución sana.

La verdad que tú, en tu estado de vida, no puedes imaginarte. Cuando sufres de algún dolor por golpe o enfermedad, tienes a la mano analgésicos y te alivias. Cuando sufres un golpe inmediatamente te aplicas algo para aliviar el dolor, ¡no quieres sufrir!, es por ello que te digo que no puedes imaginar el sufrimiento del Hijo del Hombre.

Jesús fue torturado, esto es evidente, la muerte en la cruz es una tortura y El sufrió muchos de los tormentos que has leído anteriormente, si bien su muerte ocurrió a las seis horas de haber sido clavado en la cruz. ¿Aguantarías tu el sufrir dolores agudos por 2 días o tres seguidos?, si padeces de migraña, ¿cuanto tiempo tardas en buscar ayuda?, si has sufrido de apendicitis, calculo biliar o renal ¿Cuánto tiempo tardaste en buscar ayuda? ¿Por qué?, ¡porque no querías sufrir! Pues bien, los crucificados solían durar dos o tres días, y en ocasiones una semana o mas. Evidentemente, cuanto más tiempo Vivian, más penosos eran sus sufrimientos físicos. La naturaleza sensitiva y refinada de Jesús debió sin duda potenciar su percepción del sufrimiento físico, de forma que sus seis horas de agonía bien pudieron equivaler a los dos o tres días habituales en un criminal endurecido. El clamor de Jesús: ‘! TENGO SED!’, no fue solo un cumplimiento de la profecía del salmo 69,21 ‘EN MI SED ME DIERON A BEBER VINAGRE’, sino que era también indicación de la existencia del proceso descrito con anterioridad.

Hace casi 2,000 años, Jesús de entre 33 y 34 años de edad, fue sentenciado a morir en la cruz, era una de las ejecuciones más crueles que lo romanos aplicaban a esclavos, extranjeros, revolucionarios y criminales.

La crucifixión fue definida por Cicero como CRUDELISSIMUS TAETERRIMUNQUS SUPPLICIUM, el castigo más cruel y abominable, provocaba muerte lenta con el máximo de dolor y sufrimiento. Desde que Jesús fue crucificado hasta las 3 de la tarde del día viernes, hora en que murió, Jesús sufrió de múltiples agresiones físicas y mentales pensadas para causar una intensa agonía, debilitar a la víctima y acelerar la muerte en la cruz.

En marzo de 1986, la prestigiosa publicación Journal of American Medical Association saco a luz un artículo en el que se detallaban, paso a paso, los aspectos físicos de la muerte de Jesús. El estudio causo un autentico revuelo. La revista JAMA recibió muy duras críticas, y los autores del trabajo, multitud de peticiones del polémico articulo.

Sin duda, la muerte de Jesucristo es un tema delicado para muchas personas. Sin embargo, muchos racionalistas se han propuesto analizarlas científicamente, y para ello solo cuentan con el cuerpo literario ya sea escrito por autores cristianos o no cristianos, ya que no disponen ni del cuerpo físico ni de los restos del esqueleto de Jesús.

Para trabajar los textos, los investigadores han de diferenciar lo que son hechos de los que es fe, y el diagnostico de lo que es mera descripción. El análisis del estado físico de Jesús en sus últimas horas empieza durante la oración en el Monte de los Olivos, después de la Santa Cena celebrada el jueves. San Lucas cuenta que Jesús intuía que la hora de su muerte estaba cerca y la intensa agonía convirtió su sudor en sangre.

Esta descripción coincide con un fenómeno rarísimo llamado HEMATOHIDROSIS, que se achaca a estados altamente emocionales y que provoca pequeñas hemorragias en las glándulas sudoríparas.

Poco después, Jesús fue arrestado por los oficiales del templo, que le llevarían durante toda la noche de un lado a otro a los lugares donde se celebraron los distintos juicios judíos y romanos. En total, recorrió unos cuatro kilómetros a pie.

Le llevaron ante Anas, Caifas este último era el SUMO SACERDOTE de aquel año y el sanedrín el cual era el tribunal supremo de los judíos y todos ellos le acusaron de blasfemia, un crimen que se penaba con la muerte.

Pero, como, para ejecutarle necesitaban el permiso de la autoridad romana, le enviaron ante Poncio Pilatos acusándole de haber infringido las leyes romanas. Pilatos no le encontró culpa alguna y lo envió a Herodes. Y este, de nuevo, lo devolvió a Pilatos, quien finalmente cedió a la petición de la multitud y condeno a muerte a Jesús.

La costumbre era azotar al condenado antes de la ejecución con un máximo de 39 latigazos, según la ley judía. El látigo estaba formado por cuatro o cinco correas de piel de becerro con bolas de plomo y pedazos de huesos de oveja insertados en los extremos.

Despojado de sus ropas y atado a un poste, Jesús fue azotado repetidamente hasta quedar moribundo. Si tú quieres tener una idea visual de este tormento, te recomiendo que veas la película dirigida por Mel Gibson, La Pasión. Se estima que los latigazos provocaron heridas equivalentes a quemaduras de tercer o cuarto grado, las correas de cuero y los trozos de hueso actuaron desgarrando la piel y los tejidos subcutáneos, y las bolas de metal causaron serias contusiones.

Jesús recibió una tercera parte de los golpes en el pecho y, el resto, en la espalda mientras permanecía inclinado hacia delante. Los primeros latigazos debieron causar un ligero desangramiento de los capilares y venas de la piel, pero a medida que avanzaba el castigo, debió brotar sangre en abundancia de los vasos de la musculatura inferior.

En lo que llevo descrito, ya te imaginas el sufrimiento de Jesús y la saña de sus enemigos, en este mundo en que todos le huyen al sufrimiento y se hacen insensibles al mismo, es difícil quizás entender este suplicio por el que Jesús paso. Te cuento esto, para que entiendas el sentido profundo de las 7 palabras y sobre todo de la primera.

Según un estudio publicado en abril de 1991 en el Journal of the Royal Collage of Physicians of London, Jesús de Nazaret fue llevado al pretorio para que ellos se burlaran de El, costumbre que solía permitirse una vez al año.

Allí fue abandonado dentro de un espacio confinado con un batallón de aproximadamente 600 pretorianos, cuerpo de guardia del emperador romano, famoso por su corrupción. Se sabe muy poco de lo que paso entre aquellas paredes. Los soldados colocaron una tela sobre su espalda, una corona de espinas sobre su cabeza, una vara a modo de cetro en su mano derecha y se mofaron de el por autoproclamarse Rey de los Judíos.

Le escupieron, le golpearon en la cabeza con la vara y le arrancaron de nuevo la ropa, reabriendo, probablemente, las heridas de la espalda.

Con todo esto, las condiciones físicas de Jesús antes de la crucifixión debían de ser críticas. Llevaba toda la noche caminando, sin dormir ni comer, con la piel especialmente frágil por la hematohidrosis, y destrozada por los por lo latigazos. Probablemente, el intenso dolor y la perdida de sangre produjeron hipotensión ortostatica y le dejaron en un estado cercano al shock.

HIPOVOLEMICO:

A las 9 de la mañana, los soldados romanos encaminaron a Jesús hacia el lugar de la ejecución. La costumbre era que el condenado llevase a cuestas el travesaño de su cruz —o PATIBULUM— hasta el Gólgota, a unos aproximadamente 700 metros desde el Pretorio. Pero Jesús estaba demasiado débil para hacerlo. Una vez a allí, los soldados le arrojaron al suelo con los brazos extendidos para clavarle al PATIBULUM, con lo que lograrían reabrir las heridas de los latigazos y contaminarlas con la suciedad del suelo. El siguiente paso era insertar el travesaño –con el reo clavada en el- en la almilla del madero vertical para formar la cruz completa.

No se sabe si Jesús fue crucificado en la cruz TAU o en la latina, pero el hecho de que ofreciesen vinagre con una esponja enganchada a una caña de hisopo —50 cms. Aproximadamente— hace suponer que fue ejecutado en la cruz pequeña, la TAU.

Para fijar al condenado a la cruz, los soldados romanos utilizaban tres clavos de unos 13 a 18 centímetros de largo, dos para las extremidades superiores y solo uno para ambos pies.

Siempre se había creído que Jesús fue clavado a la cruz por las palmas de las manos, sin embargo ahora se sabe que se habrían desgarrado con el peso. En cambio, los ligamentos y huesos de la muñeca si pueden sostener un cuerpo que cuelga de ellos.

Se supone que las puntas de hierro fueron clavadas entre los huesos carpianos de la muñeca y el radio, o entre las hileras de carpianos, atravesando los ligamentos o pasado cerca de ellos. Algunos estudios sostienen que los clavos de las muñecas pudieron dañar el nervio mediano. Si ocurrió así, Jesús sufrió un dolor atroz en cada brazo.

David a Ball, autor de un estudio publicado en el Journal MSMA en marzo de 1989, simulo la crucifixión con unos voluntarios –con la ayuda de cuerdas y ganchos en lugar de clavos- y comprobó que la posición de los brazos sobre el PATIBULUM era un factor muy importante, cuanto mas estirados estaban, mas doloroso era permanecer suspendido.

Con las dos muñecas clavadas a la cruz, y el cuerpo suspendido, los pulmones quedan hiperinflados, y la única forma de inhalar y exhalar aire es elevando el cuerpo. En cada subida y bajada, las profundas heridas de la espalda de Jesús rozaban obligatoriamente con la madera áspera de la cruz, con lo que, casi con toda seguridad, su espalda continuo desangrándose durante la cruel ejecución.

Los pies fijados con un solo clavo al madero. Normalmente, el clavo atravezaba primero o segundo espacio intermetatarsiano, en el extremo distal de la articulación tarsomentatarsal. Puede que el nervio perineal y alguna rama del medio y el plantar lateral hubiesen sido dañados por el clavo. Según Ball, existen dos factores a considerar. Primero, el punto del madero al que fueron clavados los pies, si el cuerpo quedo muy estirado, Jesús no pudo elevarse para coger aire, con lo cual hizo un máximo esfuerzo para coger un mínimo de aire. Pero si clavaron sus pies mas arriba, pudo elevarse para respirar mejor.

En segundo lugar, es importante la forma en la que el clavo atravesó los pies, si los pies se colocaron de lado y el clavo paso a través de los tobillos —entre la tibia y el tendón de Aquiles—, entonces la victima pudo cerrar las rodillas y levantarse para respirar. Esto explicaría, según Ball, que algunos crucificados tardasen varios días en morir.

Pero si los pies de Jesús se colocaron uno sobre otro, apoyando la planta del pie inferior en la madera, y el clavo atravesó de arriba abajo, entonces le fue imposible estirar o cerrar las rodillas. En cada ciclo respiratorio, habría necesitado derrochar una gran cantidad de energía para levantar todo el peso de su cuerpo, tomar aire, y volver a descender lo más suavemente posible para evitar el dolor desgarrante de los clavos de las muñecas.

Tres horas después de que Jesús fuese crucificado, hubo un eclipse de sol, y, a las tres de la tarde, grito con fuerza y murió. Según algunos estudios, como el de William D. Edwards de la revista JAMA, el efecto más importante de la crucifixión, aparte del dolor abominable, era la dificultad para respirar, sobre todo para exhalar el aire.

La respiración era superficial, dado que la exhalación era principalmente diafragmática. Edwars cree que esta insuficiencia acabo en una HIPERCAPNIA es decir, un exceso de dióxido de carbono en los líquidos corporales y, una fatiga que se acompaño pronto de calambres musculares y contracciones tetanicas. En definitiva, cada uno de los movimientos para conseguir un poco de oxigeno se convirtieron en un esfuerzo agonizante que condujo finalmente a la asfixia de Jesús.

Cuando el condenado tardaba mucho en morir, se le hacia una crucifractura, o rotura de piernas, para que la victima ya no pudiese elevarse para respirar. Jesús murió mucho antes de lo esperado y no tuvieron que hacer la crucifractura, pero, siguiendo la tradición, atravesaron el lado derecho de su cuerpo con una espada. Los evangelios de San Juan narran que después del golpe de gracia comenzó a salir sangre y agua de la herida. En ese orden. La interpretación médica de este flujo repentino no es sencilla. Según Edwards, quizás el agua descrita por Juan era fluido pericardico y pleural y precedió a la sangre.

Y quizás, en el estado de hipovolemia y de inminente fallo cardiaco en el que se encontraba, se desarrollaron estas efusiones pleurales y pericárdicas y formaron este liquido parecido al agua.

La sangre debió provenir de la aurícula derecha o del ventrículo derecho o del hemopericardio. David Ball sostiene que la causa de la muerte de Jesús se debió a una ruptura del miocardio. Esto habría provocado una muerte súbita con un rápido taponamiento cardiaco, y explicaría la salida de fluidos.

Según Ball, si el miocardio no se hubiese roto, la espada no habría provocado más que una ligera salida de sangre y nada de agua, porque los líquidos del corazón no habrían estado bajo presión.

Toma nota, el sufrimiento que padeció Jesús desde su captura hasta la muerte en la cruz ¡NO TE LO PUEDES IMAGINAR!. Jesús fue crucificado a las nueve de la mañana y, murió sobre las tres de la tarde. Por lo tanto, paso 6 horas sobre la cruz antes que la muerte pusiera fin a sus sufrimientos. Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. El sol se oscureció y el velo del templo se rasgo por la mitad Cf. Luc 23,44-45.

¿El porque describí los sufrimientos de Jesús? Para que tengas conocimiento del gran amor que el tiene para ti. Para que la próxima vez que entres a un templo, y veas la imagen del crucificado, ponle atención, y medita si el sacrificio de el en la cruz, valió la pena por ti. Estas tan acostumbrad@ a ver imágenes de crucificados, que ya no les pones atención, y hasta parece esto, como un logotipo de cualquier empresa que ya estas aconstumbrad@ a ver. El, humillado, martirizado, sufriente, aun así, pide perdón para los que le han hecho tales cosas, es por ello que te digo que el PERDONAR ES CELESTIAL.

No voy a abundar sobre el perdón, ¿la razón?, porque ya he hablado mucho acerca de ello en las catequesis del Padre Nuestro, Las Bienaventuranzas. Lo dones del Espíritu Santo, así que solo haré un pequeño recordatorio. PADRE, PERDONALES, PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN Cf. Luc 23,34. Según la narración del evangelista, esta es la primera palabra pronunciada por Jesús en la cruz.

Jesús en la cruz se ve envuelto en un mar de insultos, de burlas y de blasfemias. Lo hacen los que pasan por el camino, los jefes judíos, los dos malhechores que han sido crucificados junto a El, y también los soldados. Se mofan de El diciendo: Cf. Mt 27,43

La humanidad entera, representada por los personajes allí presentes, se ensaña contra El diciendo SI ERES HIJO DE DIOS, BAJA DE LA CRUZ Y CREEREMOS EN TI Mateo 24,42 HA PUESTO SU CONFIANZA EN DIOS, QUE EL LO LIBRE AHORA Mt. 27,43.

Jesús no solo perdona, sino que pide el perdón de su Padre para los que lo han entregado a la muerte. Para Judas, que lo ha vendido, para Pedro que lo negado, para los que lo han entregado a la muerte. No solo pide perdón para ellos, EL HA PEDIDO PERDON PARA TI, que no dejas de odiar, que te falta amor por el prójimo, que estas atad@ a tus vicios y excesos, que decir ser CRISTIAN@ sin serlo mas que de palabra, mas no de obra. Aunque te moleste, lo dicho, basta con que lo medites y razones, para darte cuenta de que, aun te falta para llegar a ser como Jesús, ¿ya perdonaste a tus enemigos?, ¿ya no guardas rencor en tu corazón? ¿O es que el sacrificio de El no fue suficiente? Tú dirás…

Hablemos un poco de la conciencia del hombre:

Tú con tu apertura a la verdad y a la belleza, con tu sentido del bien moral, con tu libertad y la voz de tu conciencia, con tu aspiración al infinito y a la dicha, probablemente te interrogues sobre la existencia de Dios. Estas en tu derecho, pero percibe signos de tu alma espiritual. La semilla de eternidad que llevas en si, al ser irreductible a la sola materia, y eso precisamente es lo que Jesús viene a demostrar con la muerte en la Cruz, tu TIENES VIDA ETERNA, porque no mueres, lo que muere es tu cuerpo, pero tu espíritu es eterno y este tiene su origen en Dios

Tu has de ‘’aprender a distinguir cuidadosamente entre los derechos y deberes que tienes como miembro de la Iglesia y los que te corresponden como miembro de la sociedad humana. Debes esforzarte en integrarlos en buena armonía, recordando que en cualquier cuestión temporal has de guiarte por la CONCIENCIA CRISTIANA. NO MAS DIVORCIO ENTRE FE Y VIDA, siempre debes de mostrar al mundo el Cristo que llevas, debes ser cristo, porque si entiendes según tu conciencia el sacrificio en la cruz, comprendes estas palabras. Ninguna actividad humana, ni siquiera en los asuntos temporales, puede sustraerse a la soberanía de Dios. Jesús aun estando padeciendo los dolores de la agonía ceso de mostrarse como el Hijo de Dios y es por ello que dice claramente en su infinita misericordia PADRE PERDONALES PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN..

Tu conciencia también te hace pensar en algún momento que vas a morir es por ello que la Iglesia Universal te anima a prepararte para la hora de tu muerte, la Iglesia Universal pide a la Madre de Dios que interceda por ti en la hora de tu muerte. Un cántico de San Francisco de Asís dice así:

Y por la hermana muerte, ¡loado mi Señor!

Ningún viviente escapa de su persecución

¡Hay si en PECADO grave sorprende al pecador!

¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!

Es por ello que te digo, que habrías de ordenarte en toda cosa como si luego hubieses de morir. Si tuvieses buena conciencia no temerías mucho a la muerte. Mejor seria huir de los pecados que de la muerte. Si hoy no estas en paz, ¿Cómo estarás mañana?. Es por ello que se hace necesario que busques la SANTIDAD, con ansias, que comprendas cual es el camino que Jesús muestra, una, cumplimiento del sacrificio del cordero agradable al Señor, otra, este cuerpo tuyo y mío es necesario que muera, para que resucite glorificado a la vida eterna o bien a la muerte eterna.

Ahora te digo, si estas en pecado pon atención a lo siguiente, tu conciencia tiene mucho que ver. La eucaristía es, un sacrificio, el mismo que Jesús hizo en la Cruz, es su cuerpo y sangre derramada por muchos, es decir aplica su fruto. Jesús se ofreció a Dios Padre una vez por todas, pidiendo perdón por todos los que le ofenden, agraden, maldicen, insultan a causa del pecado, ahí estas tu, el muere, como intercesor sobre el altar de la cruz a fin de realizar para ti una redención eterna. Sin embargo, como su muerte no debía poner fin a su sacerdocio —Hb 7,24,27— en la ultima Cena, LA NOCHE EN QUE FUE ENTREGADO Cf. 1Co 11,23, quiso dejar a la Iglesia Universal, su esposa amada, un sacrificio visible, y esto porque así lo reclama la naturaleza humana, donde seria representado el sacrificio sangriento que iba a realizarse una única vez en la cruz, cuya memoria se perpetuaría hasta el fin de los siglos —1Co 11,23— y cuya virtud saludable se aplicaría a la redención de los pecados que cometes cada día. ¿Entonces?, debes prepararte para este momento tan grande y santo. San Pablo exhorta a un examen de CONCIENCIA: QUIEN TOMA EL PAN O BEBA EL CALIZ DEL SEÑOR INDIGNAMENTE, SERA REO DEL CUERPO Y LA SANGRE DEL SEÑOR. EXAMINESE, PUES, CADA CUAL, Y COMA ENTONCES DEL PAN Y BEBA DEL CALIZ. PUES QUIEN COME Y BEBE SIN DISCERNIR EL CUERPO, COME Y BEBE SU PROPIO CASTIGO cf 1Co 11,27-29. Así que si tienes conciencia de estar en pecado grave, lee los 7 pecados capitales, debes recibir el sacramento de la reconciliación y no peques más y así poder acercarte a comulgar.

¿Qué mas hace la conciencia en ti?, te digo, mediante tu razón, conoces la voz de Dios que te impulsa A HACER EL BIEN Y A EVITAR EL MAL. Tú debes seguir esta ley que resuena en tu conciencia y que se realiza en el amor de Dios y del prójimo. Los ejercicios de santidad aquí expuestos en las catequesis te obligan por así decirlo una vida moral que proclama la dignidad de la persona humana. Toma en cuenta que tu libertad te hace un sujeto moral. Cuando actúas de manera deliberada, por así decirlo eres el padre de tus actos. Tus actos, es decir, libremente realizados tras un juicio de conciencia, son calificables moralmente, son buenos o malos. Si te das cuenta en el juicio al cual sometieron a Jesús, los hombres se olvidaron del amor a Dios que tanto predicaban y se olvidaron de su moral.

Lee con mucha atención, en lo más profundo de tu conciencia descubres una ley que no se da en ti mismo, la cual debes obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de tu corazón, llamándote siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal. Tienes la ley de Dios inscrita en tu corazón. La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario tuyo, en el que estas solo con Dios, cuya voz resuena en lo más intimo de tu conciencia.

En tu corazón esta presente, la conciencia moral te ordena, en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las opciones concretas aprobando las que son buenas y denunciando las que son malas. Cf. Rm 2,14-16; Rm 1,32. Atestigua la autoridad de la verdad con referencia al bien supremo por el cual la persona humana se siente atraída y cuyos mandamientos acoge. Si tú eres prudente, cuando escuchas la conciencia moral, puedes oír a Dios que te habla.

La conciencia es una ley de tu espíritu, pero que va mas allá de el, te da ordenes, significa RESPONSABILIDAD Y DEBER, temor y esperanza. Tu conciencia es la mensajera del que, tanto en el mundo de la naturaleza como en el de la gracia, a través de un velo te habla, te instruye y te gobierna. La conciencia es el primero de todos los vicarios de Cristo. Te aconsejo que repases las catequesis sobre los dones del Espíritu Santo, especialmente lo referente al Don de la Sabiduría y el don de la ciencia, el don de consejo, inteligencia. Con este repaso entenderás más lo que aquí digo sobre la conciencia.

Íntimamente relacionado con la conciencia es la prudencia, virtud que dispone la razón practica a discernir en toda circunstancia tu verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo. EL HOMBRE CAUTO MEDITA SUS PASOS Pr. 14,15. SED SENSATOS Y SOBRIOS PARA DAROS A LA ORACION 1P 4,7. La prudencia es la regla recta de la acción escribe S. Tomas, siguiendo a Aristóteles. No se confunda ni con la timidez o el temor, ni con la doblez o la disimulación. Es la prudencia quien guía directamente el juicio de conciencia. El hombre prudente decide y ordena so conducta según este juicio. Gracias a esta virtud aplicas sin error los principios morales a los casos particulares y superas las dudas sobre el bien que debes hacer y el mal que debes evitar.

Bien herman@, aquí concluyo esta primera catequesis sobre la primera palabra del sermón de la cruz, creo que ha quedado claro el sufrimiento de Jesús sobre la cruz, sufrimiento que tu no te logras imaginar, también sobre el perdón, a estas alturas de tu capacitación sobre la búsqueda de la santidad, entiendes que no debe de haber odio en tu corazón, que debes de perdonar, no importa cuanto daño as sufrido, parece tonto, pero a la razón de Dios es lo mas grande que puedes hacer y también te hable sobre la conciencia, que es quien al final dicta tu conducta. El que estaba clavado en la cruz, Jesús, mostró conciencia todo el tiempo, sabia agradar hasta el ultimo momento al Padre, estuvo rodeado de 2 malandrines, uno recapacito y el otro no, tu puedes hacer un alto en tu vida, hoy, revisar tus actos, ponerte frente a la cruz y concluir si el sacrificio del Hijo y la petición de Perdón, tienen significado en tu vida, si ha valido. ¿Cómo te ven los que te rodean a este punto de tus ejercicios? ¿Se empieza a mostrar el rostro del Hijo en tus actos de vida? ¿Tu corazón ha quedado limpio de rencor?, haz tu examen de conciencia y pon en practica todo esto.

Tus sufrimientos son muchos, pero, el perdón es celestial. Antes de cualquier sacrificio agradable a Dios, ve y ponte en paz con tu hermano. El ejercicio para esta semana es simple para el que el demonio de la soberbia, orgullo, vanidad, egoísmo no lo tiene atad@, es simple para el verdadero hij@ de Dios que cumple con la voluntad del Padre. Tu que comulgas, tu que asistes a la Iglesia, comunidad, líder, religios@, sacerdote, etc. Es tiempo de hacer lo siguiente:

VE Y BUSCA A LOS QUE TE HAN OFENDIDO Y DALES EL PERDON, EN PERSONA.

Luis Mayorga.

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Orientación para los papás